domingo, 22 de septiembre de 2019

¿Por qué provocas?

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los "misterios de Egipto" no son solo algo que afecte al pasado. Hoy en día siguen oscureciendo su realidad, al otro lado del siempre extraño muro tras el que se encuentra el poder. El artículo que publicaba ayer Mada Masr comenzaba: "Something big — that we do not yet fully understand — is happening in the halls of power. Maybe we know some of it, and will get to know more with time. Perhaps we won’t learn more at any time in the near future."* Si este es el sentimiento que despierta la vida política en Egipto, imaginemos el desconcierto que produce fuera de sus fronteras, sin los ojos convenientemente entrenados a esta realidad que solo se reconstruye a través de indicios que hay que interpretar.
Tengo una amiga que se enfada cada vez que escribo de Egipto, señal de que no le interesa lo más mínimo lo que allí ocurra.  Aunque los egipcios piensen lo contrario, que el mundo está pendiente de ellos en todo momento, lo cierto es que no hay un interés excesivo en un país que no es fácil de entender, incluso para ellos mismos, aunque no lo reconozcan. La imagen que de sí mismos tienen es una fabricación del nacionalismo que se ha mantenido desde los años cincuenta en que se instauró el régimen actual. Manipulados en todas sus etapas, los egipcios han asimilado y aplaudido la imagen que desde el poder les ofrecían. Y en el centro está el Ejército, la institución que ocupa la posición faraónica, el padre que les atiende, alimenta y consuela, ya sea con camiones de pan o leche en plena calle o ofreciéndoles los trabajos en los que poder sobrevivir unos y enriquecerse otros.


Los vídeos de denuncia que han removido las aguas egipcias han sobrepasado los que lanzó Mohamed Alí desde España. A sus ataques han seguido otros, unos identificados y otros anónimos en los que se denuncian —en muchos de ellos dando nombres y situaciones concretas— situaciones de corrupción o de despilfarro.
No hace mucho, me contaba una persona de visita en España el tremendo despilfarro que había visto al asistir a uno de esos eventos organizados por el poder para mayor gloria del régimen. Pensando en los niveles de pobreza en los que vive una gran parte del país, aquello era peor que corrupción; era desprecio, indiferencia.
Hay indicadores de auténtico escándalo social en educación, en salud, en acoso sexual. La acusación de los vídeos no hace sino resaltar el escándalo de la pérdida de sentido social que el régimen tiene, por encima de la retórica grandilocuente empleada. Egipto no se limpió con ninguna de las revoluciones, ni en la verdadera (2011) —a la que se ha difamado convirtiéndola en una operación sediciosa— ni en la del "no coup" (2013), la que llevó al poder a al-Sisi, el militar que prometió que no habría gobierno militar ni que él se haría con el poder. La Historia muestra lo contrario. Y no nos vale el cuento de que Sadat se le apareció en sueños para pedirle que se hiciera cargo del país.


La rabia es la de aquellos a los que se pide sacrificios y solo reciben reprimendas cualquier cosa, donde se les acusa constantemente de ser "cargas para el estado" y responsables de la pobreza. Se hace desde los que viven bien, a la sombra del presidente, del Ejército, de la Administración que controlan, de la empresas llevadas por los militares, etc.
En Mada Masr se relata la proliferación de vídeos como una reacción de rabia ante la noticia de que se están construyendo palacios y no viviendas sociales:

One of the most popular video responses to the accusations was posted by Sherif Faranca on his fitness and zumba dancing focused Facebook page. The video now has over 2.5 million views.
“You’re complaining that people are sharing [the videos on social media]. Did you ask yourself why people are sharing? I’ll tell you. First of all, because we have a one-sided media. This means that the only way people can let off steam is through social media. The media does not reflect people’s problems so people take to social media,” Faranca says in the video.
“Now we come to the presidential palaces. I won’t dwell on the small things, but believe me this hurt all of us. We’re all barely getting by. We’re a mess. So when we hear about the presidential palaces you’re building and your answer is ‘I’ll still build more’ … Who said that modern states are judged by their ability to build luxurious presidential palaces? You know more than I do. Why are they being built? Even if they aren’t for you, these serve one individual and we have so many people that we need to serve. So tell me, why are they being built? Why are you provoking us?” he says.
“Your answers weren’t at the level we were expecting. This isn’t about Mohamed [Ali], he just raised suspicions. The response [to the accusations] needed to be objective and clear. Is there actual corruption? What about the army generals he talked about? Are they what he says they are? Are there actually that many presidential palaces? If he’s a liar, tell us that he’s a liar upfront and with proof.”*



Pero las respuestas no llegan o no son satisfactorias. Las guerras al otro lado del muro egipcio sacan al exterior distintos tipos de basura. Para algunos, existe una guerra entre servicios de Inteligencia —como se señala en el propio artículo de Mada Masr— que se ven perjudicados por el uso que la presidencia hace de unos frente a otros. Muchos de los videos circulantes dicen estar presentados por militares enmascarados que sacan a la luz los negocios de unos y otros, de los generales y oficiales beneficiados por el sistema.

La historia del Egipto moderno, del que nace en como República en los 50 ya es la historia cainita de sus militares, de sus luchas internas en el poder, de sus apoyos dentro y fuera, de las alianzas con los Hermanos a sus estrategias con Rusia o con los Estados Unidos o con ambas a la vez, como pretende al-Sisi, el más prepotente y endiosado de todos ellos. Esa es la historia egipcia, la de los intereses de los grupos militares y de sus apoyos. Es una versión musulmana del Rojo y negro, de Stendhal, del ascenso social a través del "rojo", el color de los uniformes, y del "negro", el de las sotanas. En su versión egipcia, son también las vías militares y las marcadas por Al-Azhar las que determinan las relaciones de poder, llegando a enfrentamientos como los de Nasser o a disputas instrumentales como las de Al-Sisi hoy.
En medio, las historias de islamistas, salafistas, etc. intentando controlar la "piedad" y los "negocios", la sociedad real dirigiendo intrigas, firmando alianzas, emprendiendo campañas de descrédito, atentados, llamadas en las mezquitas al desorden o al odio contra el poder o contra Occidente, mientras los Estados Unidos financia un ejército que se entrena en sus propias academias, como al-Sisi; contra Israel, con el que hacen buenos negocios en la sombra mientras lanzan violentas soflamas en las calles contra ellos. Es una doblez constante, aplaudiendo o quejándose según interese.
Sí, Egipto es el país contradictorio, cegado por sus propios intereses, amante de sus vicios endémicos, que besa y aplaude a sus dictadores, mientras insulta, difama y encierra a los que piden libertades y democracia. 


No ha habido gobierno en Egipto que haya acabado bien. Ya Nasser se deshizo de parte de sus compañeros; Sadat encerró a los nasseristas tras la muerte de Nasser; Sadat murió a manos de militares de su propio Ejército, un grupo de islamistas; Mubarak fue derrocado por el propio Ejército como mal menor y poder seguir en el poder; Morsi fue derrocado por su propio ministro de Defensa, el mariscal al-Sisi, hoy en poder. Este invoca las figuras adversarias de Nasser y Sadat como sus precedentes en un intento de abarcarlo todo. Pero no funciona.
Esa es la historia Egipcia. No hay otra. Si algo se está cociendo, no será con el pueblo. Esa es la experiencia vivida. La única preocupación es cómo seguir gobernando para mantenerse en el poder. Y les funciona. 
"¿Por qué provocas?" es una pregunta con más sentido del que parece.


* "Shoot, post and share: The viral accusations against Sisi and the military that led to Friday’s protests" Mada Masr 21/09/2019 https://madamasr.com/en/2019/09/21/feature/politics/shoot-post-and-share-the-viral-accusations-against-sisi-and-the-military-that-led-to-fridays-protests/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.