Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Siempre
es peligroso jugar con los nombres, especialmente cuando se hace para evitar
llamar a las cosas por su nombre. Los seres humanos nos pasamos la existencia
poniéndole nombre a las cosas. A veces ya vienen con ellos puestos; otras veces
es necesario bautizarlas o rebautizarlas.
Me
preocupa que exista una generación de políticos que crea que es posible jugar
indefinidamente con los nombres de las cosas. Me preocupa que se hable de
Cataluña, como de una "singularidad", que en Física —por ejemplo—
tiene un sentido, pero que en política no lo tengo claro. Dice el titular del
diario El País: «Los ‘sabios’ del PSOE piden reconocer la “singularidad” catalana».
Son
demasiadas comillas: han entrecomillado 'sabios' y han entrecomillado
"singularidad". Me enseñaron que cuando se entrecomillan las cosas
quiere decir que tiene algo de "especial", un sentido "diferente"
al que habitualmente tienen, o son una cita literal o también algo dicho con ironía...
Me planteo si El País ha querido ironizar con lo de "sabios" o si ha
querido darle un sentido literal a "singularidad". O puede que haya
sido al revés: que haya querido ser literal en lo de "sabios" e
irónico en lo de "singularidad". No sé, me quedo con la duda.
Me parece
excesivo que alguien se refiera a sí mismo como "sabio", pero tampoco
me resulta natural que lo haga como "singularidad" porque eso
significa que los demás somos... ¿qué, "pluralidad"? No, no creo que
sea eso.
Pero mi
perplejidad aumenta cuando me doy cuenta de un detalle: en el periódico "sabios"
está puesto con comillas simples mientras que "singularidad" tiene
comillas dobles. ¿Qué quiere decir esta sutil "diferencia"? ¿Es una
forma de tratar de forma diferente a Cataluña y darle más comillas que al
resto?
Cuando
voy al texto, el primer párrafo me vuelve a sumir en el estupor:
Los socialistas propondrán que en el nuevo
texto constitucional se recoja “el hecho diferencial” de Cataluña, su “singularidad”
y su “personalidad”, en razón de su historia y del deseo de los catalanes de
tener un perfil identitario propio, según los interlocutores consultados.
También lo propondrán para otras comunidades autónomas. Los expertos
constitucionalistas trabajan en el texto de reformas divididos en diferentes
bloques entre los que el apartado territorial destaca como el más delicado
políticamente. No parten de cero porque la Declaración de Granada, de julio de
2013, les sirve de base teórica para alumbrar un texto que ofrezca una salida
al desafío secesionista en Cataluña, sin que se produzcan resquemores en el
resto de España.*
Esta
vez las comillas se amplían a cosas como "el hecho diferencial" (¿sabe
alguien a qué se refiere?), la "singularidad" y
"personalidad". En cambio no le han puesto comillas —¡qué curioso!— a
"su historia" o al "deseo" de los catalanes. También le
habría puesto comillas a "delicado" o a "bloque" y, desde
luego, a "desafío secesionista" y a "resquemores".
Creo
que son de estricta justicia ortográfica y de sabiduría semántica dejar todas
esas cosas entrecomilladas para cuando llegue el momento pragmático de la
comunicación cara a cara. Me los imagino discutiendo y haciendo constantemente
el gesto divertido de las comillas con los dedos para poder sacarlas del
terreno tipográfico y poder adentrarse en el ideológico o político. Parecerá un
"pique" entre raperos de tanto levantar las manos.
En España (o si alguno lo prefiere,
"España"), llevamos varias décadas de eufemismos y comillas para no
llamar a las cosas por su nombre. Y así nos va. De aquellos lodos... Los
políticos se nos han acostumbrado a usar el lenguaje con una cantidad de
comillas apabullantes.
Si lo
que caracteriza al PP es la redundancia y la tautología (no será lo que no
puede ser), al PSOE lo que le tira es la ambigüedad, el eufemismo, la
indefinición o cualquier cosa menos llamar a las cosas por su nombre. Para
terminar de confirmarlo, señala en El País:
No habrá, sin embargo, una fórmula concreta
en el programa del PSOE para las elecciones de finales de año. Un asunto tan
trascendente será objeto de las discusiones de todos los partidos cuando
empiece el debate constitucional en la próxima legislatura y la definición de
las comunidades autónomas será el broche final, indican las fuentes
consultadas. “Es absurdo quemar ahora las naves”, señala uno de los expertos al
ser preguntado si propondrán el reconocimiento expreso de que Cataluña es una
nación, como querría el PSC. “La fórmula será el final del camino”, remachan.
Mariano Rajoy abrió el viernes la puerta a una posible reforma para la próxima
legislatura.*
De
nuevo las comillas —espero que sean citas literales— me dejan perplejo: “Es
absurdo quemar ahora las naves” y “La fórmula será el final del camino”. La
primera les sitúa entre Pizarro y Ionesco y la segunda un poco Siddharta. Les
recomiendo que hagan camisetas con esas dos frases y las repartan por toda
"España", incluidas las "singularidades" que tengan en
"mente" sus "sabios".
Tras la
inmensa bandera española que le sirvió de fondo eufórico para su presentación y brindis, la foto de Pedro
Sánchez en El País es todo un "poema".
¡Qué "pena"! Por una
política sin "comillas".
*
"Los ‘sabios’ del PSOE piden reconocer la “singularidad” catalana". El País 10/08/2015
http://politica.elpais.com/politica/2015/08/09/actualidad/1439145789_295073.html
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