Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
presidente de Egipto acaba de aprobar la controvertida ley que deja la palabra definitivamente
en manos de los militares. Desde este momento, momento en Egipto solo hay una
verdad, la oficial. Todos los que discrepen corren el riesgo de ser denunciado
por ello.
Para
explicarlo, el diario Egypt Independent publica un hermosamente irónico
artículo de Suleiman Al-Hakim titulado "Once bitten, twice shy". Para
explicar el alcance de lo que se acaba de aprobar Al-Hakim recurre a una vieja
historia:
Dr. Abdel Aaty made us doubtfully believe that
his marvelous device, which is far better than any device Edison had invented,
can cure Hepatitis C and AIDS.
We believed the man because he was wearing a
military uniform of the rank of Major General. In other words, he comes from
the honorable military establishment, where its members are absolutely
forbidden from lying or misleading.
And we journalists, admirers of the military,
praised the device as a gift from the army to the many people suffering from
those viruses. In doing so, we were pelted by the opposers of the military with
all kinds of insults and curses that coined us ignorant.
But time has proven that they were right, and
that Abdel Aaty lied to us with the blessing of the army and its top leaders.
Nevertheless, we continued to love the army and
its presidential candidate, although he had no specific program except the
slogan of “Egypt is the mother of the world”*
Recordarán los lectores habituales de este blog que, a poco
de llegar al poder los militares, el mundo se sorprendió por el anuncio, realizado con gran énfasis, de la invención de un aparato maravilloso
que curaba la Hepatitis C —con millones de enfermos en Egipto, el país con más
contagios— y hasta el SIDA. Nadie hubiera hecho caso a aquel chiflado de no ser
por su pertenencia al cuerpo militar, del que era un oficial de alta
graduación, un general. La presentación del dispositivo se hizo con parte de la
cúpula militar sentada en primera fila. Los militares no solo iban a salvar al
país del desastre sino que además lo iban a curar de todos sus males.
Inmediatamente después se produjo la dimisión del asesor científico del
gobierno, un prestigioso investigador que en un acto de patriotismo había
dejado la NASA y había regresado a su país para ayudar. De nada sirvió que
advirtiera que aquello era una tomadura de pelo sin pies ni cabeza. Solo le
quedó dimitir.
La ironía del artículo es clara: se le creyó porque era
militar. Los militares nunca mienten ni se equivocan. Es la negación del
sentido crítico. Y esa es la mentalidad que está tras la Ley antiterrorista
aprobada pese a la oposición del Sindicato de Periodista al que se le ha
contentado evitando las penas de cárcel inicialmente propuestas. Con esta ley
no existe más que una verdad, la oficial. Con esta ley, el dispositivo
milagroso del general Dr. Abdel Aaty cura por
narices, por no decir otra cosa. Y si no te curas, atente a las
consecuencias.
La experiencia de la Historia enseña que cuando los
regímenes se sienten más débiles es cuando aprueban medidas de represión
mayores. La lucha que hemos venido señalando de este gobierno egipcio con la
prensa, nacional e internacional, es un anacrónico estado mental que refleja la
mentalidad cuartelera y a la defensiva de un gobierno que dice que defiende los
derechos humanos y los valores democráticos. Esta ley evidencia que no es
cierto.
Bajo esta ley no se podrá decir que hay gente que desaparece
si el gobierno no dice que ha desaparecido. Bajo esta ley no se podrá decir que
una persona ha sido detenida hasta que el ministerio lo haga oficial cuando
quiera. Bajo esta ley no podrás discrepar de los cargos por los que te acusen,
por peregrinos que estos sean. Esta ley no admite más que una palabra.
El gobierno logró un antinatural "pacto" con los
editores de muchos periódicos para conseguir que no se criticara a los
militares, policía o jueces. Jamás se ha visto un intento igual y muchos
profesionales se negaron a secundar lo que sus editores habían tenido que
aceptar bajo el chantaje de la "guerra al terrorismo". Esta guerra es
una falacia que sirve de excusa al gobierno para eliminar toda oposición. La
oposición política prácticamente no existe por la debilidad a la que se la
somete y por su atomización. El sistema electoral aprobado es la garantía de
que cuando se realicen las futuras elecciones parlamentarías —que se hacen
porque no hay más remedio, para ofrecer una imagen diferente a la de una
dictadura convencional— solo existirá una voz y una voluntad, la de la
presidencia.
El gobierno egipcio sigue acumulando errores en su intento
de hacer un país imaginario, diseñado con mentalidad militar, creyendo poder
convencer a los egipcios primero y al mundo después que lo que está
construyendo es un sistema democrático que puede "ganar" algún día.
Por esta vía jamás lo hará. Producirá, por el contrario, un sentimiento de
falsa seguridad creado por el miedo creciente, por la necesidad de creer las
versiones oficiales ante el incremento de la represión.
Los apoyos contra el terrorismo serían claros si se viera
que se avanza hacia un sistema de libertades. Pero no es eso lo que se percibe
cada día. El nivel de exigencia de democracia va bajando conforme aumentan los
problemas. Para muchos egipcios, la cuestión es la "seguridad", sin
darse cuenta que la propia ineptitud del gobierno provoca la violencia y la
represión de todos aquellos que no siguen su idea y diseño final.
Mada Masr recoge
las reacciones ante la aprobación por el presidente Al-Sisi de la nueva ley:
The law is said to be aimed at combating Islamist
militants, but it grants courts and security forces broad powers against
suspected terrorists and journalists reporting on terrorist attacks.
“Egyptians are entering an Orwellian world in
which only the government is allowed to say what is happening. Even in
countries where freedom of information is highly restricted, laws rarely
suppress pluralism so blatantly,” Reporters Without Borders secretary general
Christophe Deloire said in a Monday press statement.
“Egypt is sinking ever deeper into a terrible
despotism that not only wants to control information and detain journalists,
but also put them under even more pressure than during the Mubarak era,”
Deloire warned.
The group was particularly critical of an
article that stipulates fines of LE200,000 to LE500,000 for media outlets that
publish material contradicting official accounts of security operations.
The draft version of the law called for prison
sentences for journalists who disseminate “false” accounts of counter-terror
operations. After protests from the Journalists Syndicate, the law was revised
to call for fines instead of imprisonment, but disseminating “false” reports
remains a criminal offense in the ratified law.
“Is journalism is now a crime?” Deloire asked.
“In Egypt clearly yes, because the Sisi regime is using this new
‘anti-terrorism law’ to ban journalists from contradicting its own version of
events.”**
El hecho de que las informaciones oficiales puedan ser falsas es un problema ontológico: ¿qué es la verdad? Lo que el gobierno
dice. No hay otra respuesta posible. La ley no exige que se demuestre que lo
que el periodista dice sea mentira. La culpa viene por dar una versión
diferente, contradictoria con la oficial. Tienen razón los que hablan de un
régimen orwelliano y explica por qué la novela "1984" se ha
convertido en objeto de culto en
Egipto, después de que un estudiante fuera detenido con ella en la mochila. El Gran Hermano Al-Sisi te vigila.
Pero ¿qué ocurre si la información oficial se contradice? No
son pocas veces las que los ministerios egipcios entran en contradicción. Un caso
lo tenemos hoy en el aviso añadido al artículo publicado por Egyptian Streets sobre la norma dada para
la prohibición del hijab en las escuelas para niñas que no hayan llegado a la
pubertad, una noticia aparecida hace unos días. El artículo lleva, en rojo, la siguiente
divertida nota de aviso previa al texto: " This article has been updated
following new statements by the Ministry’s spokesperson that contradicted the
Minister’s statements".*** La
noticia sigue así:
The spokesperson for Egypt’s Ministry of
Education has denied that the government has implemented a ban on the hijab at
schools for children who haven’t reached puberty, reported state-media Al-Ahram.
Egypt’s Minister of Education Moheb Al-Refaei
had declared on Saturday night that children will not be allowed to wear the
hijab (head-scarf) at school.
In statements given during an interview to the
television show ‘Ten in the Evening’, hosted by Wael El-Ebrashy, the Minister
of Education said that Islam does not call upon girls to wear the hijab until
they reach puberty, reported Youm7.
However, the Minister did not clarify when this
ban would take effect and whether it would apply to all year/grade levels in
Egypt. Moreover, it was not clarified whether the ban would apply to private
schools.
On Sunday night, Egypt’s Ministry of Education
spokesperson told Ahram Online and Al-Ahram that no such ban has been
implemented despite the Minister’s comments. The spokesperson stated that the
minister’s comments were simply his own opinion and that people have the
freedom to wear the hijab should the choose to do so.
It was not made clear, however, whether the
Ministry would implement the Minister’s comments in the future. The start of
the new school year is set to commence in September.***
Puede que los egipcios tengan que aguantar mucho, pero como
pongan en marcha el sentido del humor, el gobierno tendrá que sacar una nueva
ley prohibiendo los chistes. Incluso reírse con ellos.
El sistema actual se está equivocando enormemente. La forma
de enfrentarse al indudable terrorismo es otra y siempre atacando aquello que
los terroristas aborrecen: las libertades. No se puede hacer una democracia con
maneras de dictadura pinochetista. A los terroristas les traen al fresco las
libertades. Solo desde las libertades, especialmente la de información es
posible hacer que, dentro y fuera, merezca algún respeto. Pero hasta el
momento, el gobierno egipcio no ha logrado nada más que llenar las cárceles,
ser denunciado por todos los organismo internacionales y ser recibido a
regañadientes por los gobiernos que no tienen más remedio que considerarlo un
mal menor frente al terrorismo. Es esta última consideración la que hace que
oficialmente no se hagan declaraciones de repulsa. Pero la prensa —como hemos
explicado estos días— sí lo hace. Y lo hace porque los gobiernos no le dicen a
la prensa lo que tiene que decir amenazándola o silenciándola.
Con leyes como esta, no hechas para combatir a los
terroristas sino a los medios, Egipto se devalúa ante los ojos del mundo. Importa
más esto que todos los Canales que se puedan construir para mayor gloria del
régimen. El gobierno egipcio sigue tapando voces y perdiendo apoyos. Los que
inicialmente lo hicieron están ya lejos, física o políticamente.
Como recogíamos al principio del texto con la historia de la
máquina militar que debía curar a millones de egipcios, no curó a ninguno. Recordemos la frase con la que
cerrábamos la cita de Suleiman al-Hakim: "Nevertheless, we continued to
love the army and its presidential candidate, although he had no specific
program except the slogan of “Egypt is the mother of the world”". Puede
que Egipto sea la "madre del mundo", queramos o no, pero mucho me
temo que los problemas vienen por el lado paterno. Y el lado paterno es el presente, no el pasado.
Si en Egipto se dice que la maquina milagrosa cura, la máquina cura. Y si se dice que la maquinaria del estado funciona, funciona. Si se dice que la ley es justa, lo es. Discrepar de ello, ya sea enfermar, criticar o desobedecer tendrá consecuencias. Solo es verdad lo que diga el jefe.
*
"Once bitten, twice shy" Egypt Independent 17/08/2015
http://www.egyptindependent.com//opinion/once-bitten-twice-shy
**
"Rights groups condemn 'Orwellian' anti-terror law" Mada Masr 17/08/2015
http://www.madamasr.com/news/rights-groups-condemn-orwellian-anti-terror-law
***
"Egypt Ministry Spokesperson Denies Child Hijab Ban Despite Education
Minister’s Comments" Egyptian Streets 17/08/2015 http://egyptianstreets.com/2015/08/16/egypt-bans-children-from-wearing-the-islamic-headscarf-at-school/
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