martes, 18 de agosto de 2015

Egipto y la máquina maravillosa o lo que diga el jefe

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El presidente de Egipto acaba de aprobar la controvertida ley que deja la palabra definitivamente en manos de los militares. Desde este momento, momento en Egipto solo hay una verdad, la oficial. Todos los que discrepen corren el riesgo de ser denunciado por ello.
Para explicarlo, el diario Egypt Independent publica un hermosamente irónico artículo de Suleiman Al-Hakim titulado "Once bitten, twice shy". Para explicar el alcance de lo que se acaba de aprobar Al-Hakim recurre a una vieja historia:

Dr. Abdel Aaty made us doubtfully believe that his marvelous device, which is far better than any device Edison had invented, can cure Hepatitis C and AIDS.
We believed the man because he was wearing a military uniform of the rank of Major General. In other words, he comes from the honorable military establishment, where its members are absolutely forbidden from lying or misleading.
And we journalists, admirers of the military, praised the device as a gift from the army to the many people suffering from those viruses. In doing so, we were pelted by the opposers of the military with all kinds of insults and curses that coined us ignorant.  
But time has proven that they were right, and that Abdel Aaty lied to us with the blessing of the army and its top leaders.
Nevertheless, we continued to love the army and its presidential candidate, although he had no specific program except the slogan of “Egypt is the mother of the world”*


Recordarán los lectores habituales de este blog que, a poco de llegar al poder los militares, el mundo se sorprendió por el anuncio, realizado con gran énfasis, de la invención de un aparato maravilloso que curaba la Hepatitis C —con millones de enfermos en Egipto, el país con más contagios— y hasta el SIDA. Nadie hubiera hecho caso a aquel chiflado de no ser por su pertenencia al cuerpo militar, del que era un oficial de alta graduación, un general. La presentación del dispositivo se hizo con parte de la cúpula militar sentada en primera fila. Los militares no solo iban a salvar al país del desastre sino que además lo iban a curar de todos sus males. Inmediatamente después se produjo la dimisión del asesor científico del gobierno, un prestigioso investigador que en un acto de patriotismo había dejado la NASA y había regresado a su país para ayudar. De nada sirvió que advirtiera que aquello era una tomadura de pelo sin pies ni cabeza. Solo le quedó dimitir.


La ironía del artículo es clara: se le creyó porque era militar. Los militares nunca mienten ni se equivocan. Es la negación del sentido crítico. Y esa es la mentalidad que está tras la Ley antiterrorista aprobada pese a la oposición del Sindicato de Periodista al que se le ha contentado evitando las penas de cárcel inicialmente propuestas. Con esta ley no existe más que una verdad, la oficial. Con esta ley, el dispositivo milagroso del general Dr. Abdel Aaty cura por narices, por no decir otra cosa. Y si no te curas, atente a las consecuencias.


La experiencia de la Historia enseña que cuando los regímenes se sienten más débiles es cuando aprueban medidas de represión mayores. La lucha que hemos venido señalando de este gobierno egipcio con la prensa, nacional e internacional, es un anacrónico estado mental que refleja la mentalidad cuartelera y a la defensiva de un gobierno que dice que defiende los derechos humanos y los valores democráticos. Esta ley evidencia que no es cierto.
Bajo esta ley no se podrá decir que hay gente que desaparece si el gobierno no dice que ha desaparecido. Bajo esta ley no se podrá decir que una persona ha sido detenida hasta que el ministerio lo haga oficial cuando quiera. Bajo esta ley no podrás discrepar de los cargos por los que te acusen, por peregrinos que estos sean. Esta ley no admite más que una palabra.


El gobierno logró un antinatural "pacto" con los editores de muchos periódicos para conseguir que no se criticara a los militares, policía o jueces. Jamás se ha visto un intento igual y muchos profesionales se negaron a secundar lo que sus editores habían tenido que aceptar bajo el chantaje de la "guerra al terrorismo". Esta guerra es una falacia que sirve de excusa al gobierno para eliminar toda oposición. La oposición política prácticamente no existe por la debilidad a la que se la somete y por su atomización. El sistema electoral aprobado es la garantía de que cuando se realicen las futuras elecciones parlamentarías —que se hacen porque no hay más remedio, para ofrecer una imagen diferente a la de una dictadura convencional— solo existirá una voz y una voluntad, la de la presidencia.

El gobierno egipcio sigue acumulando errores en su intento de hacer un país imaginario, diseñado con mentalidad militar, creyendo poder convencer a los egipcios primero y al mundo después que lo que está construyendo es un sistema democrático que puede "ganar" algún día. Por esta vía jamás lo hará. Producirá, por el contrario, un sentimiento de falsa seguridad creado por el miedo creciente, por la necesidad de creer las versiones oficiales ante el incremento de la represión.
Los apoyos contra el terrorismo serían claros si se viera que se avanza hacia un sistema de libertades. Pero no es eso lo que se percibe cada día. El nivel de exigencia de democracia va bajando conforme aumentan los problemas. Para muchos egipcios, la cuestión es la "seguridad", sin darse cuenta que la propia ineptitud del gobierno provoca la violencia y la represión de todos aquellos que no siguen su idea y diseño final.


Mada Masr recoge las reacciones ante la aprobación por el presidente Al-Sisi de la nueva ley:

The law is said to be aimed at combating Islamist militants, but it grants courts and security forces broad powers against suspected terrorists and journalists reporting on terrorist attacks.
“Egyptians are entering an Orwellian world in which only the government is allowed to say what is happening. Even in countries where freedom of information is highly restricted, laws rarely suppress pluralism so blatantly,” Reporters Without Borders secretary general Christophe Deloire said in a Monday press statement.
“Egypt is sinking ever deeper into a terrible despotism that not only wants to control information and detain journalists, but also put them under even more pressure than during the Mubarak era,” Deloire warned.
The group was particularly critical of an article that stipulates fines of LE200,000 to LE500,000 for media outlets that publish material contradicting official accounts of security operations.
The draft version of the law called for prison sentences for journalists who disseminate “false” accounts of counter-terror operations. After protests from the Journalists Syndicate, the law was revised to call for fines instead of imprisonment, but disseminating “false” reports remains a criminal offense in the ratified law.
“Is journalism is now a crime?” Deloire asked. “In Egypt clearly yes, because the Sisi regime is using this new ‘anti-terrorism law’ to ban journalists from contradicting its own version of events.”**


El hecho de que las informaciones oficiales puedan ser falsas es un problema ontológico: ¿qué es la verdad? Lo que el gobierno dice. No hay otra respuesta posible. La ley no exige que se demuestre que lo que el periodista dice sea mentira. La culpa viene por dar una versión diferente, contradictoria con la oficial. Tienen razón los que hablan de un régimen orwelliano y explica por qué la novela "1984" se ha convertido en objeto de culto en Egipto, después de que un estudiante fuera detenido con ella en la mochila. El Gran Hermano Al-Sisi te vigila.
Pero ¿qué ocurre si la información oficial se contradice? No son pocas veces las que los ministerios egipcios entran en contradicción. Un caso lo tenemos hoy en el aviso añadido al artículo publicado por Egyptian Streets sobre la norma dada para la prohibición del hijab en las escuelas para niñas que no hayan llegado a la pubertad, una noticia aparecida hace unos días. El artículo lleva, en rojo, la siguiente divertida nota de aviso previa al texto: " This article has been updated following new statements by the Ministry’s spokesperson that contradicted the Minister’s statements".*** La noticia sigue así:

The spokesperson for Egypt’s Ministry of Education has denied that the government has implemented a ban on the hijab at schools for children who haven’t reached puberty, reported state-media Al-Ahram.
Egypt’s Minister of Education Moheb Al-Refaei had declared on Saturday night that children will not be allowed to wear the hijab (head-scarf) at school.
In statements given during an interview to the television show ‘Ten in the Evening’, hosted by Wael El-Ebrashy, the Minister of Education said that Islam does not call upon girls to wear the hijab until they reach puberty, reported Youm7.
However, the Minister did not clarify when this ban would take effect and whether it would apply to all year/grade levels in Egypt. Moreover, it was not clarified whether the ban would apply to private schools.
On Sunday night, Egypt’s Ministry of Education spokesperson told Ahram Online and Al-Ahram that no such ban has been implemented despite the Minister’s comments. The spokesperson stated that the minister’s comments were simply his own opinion and that people have the freedom to wear the hijab should the choose to do so.
It was not made clear, however, whether the Ministry would implement the Minister’s comments in the future. The start of the new school year is set to commence in September.***


Puede que los egipcios tengan que aguantar mucho, pero como pongan en marcha el sentido del humor, el gobierno tendrá que sacar una nueva ley prohibiendo los chistes. Incluso reírse con ellos.
El sistema actual se está equivocando enormemente. La forma de enfrentarse al indudable terrorismo es otra y siempre atacando aquello que los terroristas aborrecen: las libertades. No se puede hacer una democracia con maneras de dictadura pinochetista. A los terroristas les traen al fresco las libertades. Solo desde las libertades, especialmente la de información es posible hacer que, dentro y fuera, merezca algún respeto. Pero hasta el momento, el gobierno egipcio no ha logrado nada más que llenar las cárceles, ser denunciado por todos los organismo internacionales y ser recibido a regañadientes por los gobiernos que no tienen más remedio que considerarlo un mal menor frente al terrorismo. Es esta última consideración la que hace que oficialmente no se hagan declaraciones de repulsa. Pero la prensa —como hemos explicado estos días— sí lo hace. Y lo hace porque los gobiernos no le dicen a la prensa lo que tiene que decir amenazándola o silenciándola.
Con leyes como esta, no hechas para combatir a los terroristas sino a los medios, Egipto se devalúa ante los ojos del mundo. Importa más esto que todos los Canales que se puedan construir para mayor gloria del régimen. El gobierno egipcio sigue tapando voces y perdiendo apoyos. Los que inicialmente lo hicieron están ya lejos, física o políticamente.


Como recogíamos al principio del texto con la historia de la máquina militar que debía curar a millones de egipcios, no curó a ninguno. Recordemos la frase con la que cerrábamos la cita de Suleiman al-Hakim: "Nevertheless, we continued to love the army and its presidential candidate, although he had no specific program except the slogan of “Egypt is the mother of the world”". Puede que Egipto sea la "madre del mundo", queramos o no, pero mucho me temo que los problemas vienen por el lado paterno. Y el lado paterno es el presente, no el pasado.
Si en Egipto se dice que la maquina milagrosa cura, la máquina cura. Y si se dice que la maquinaria del estado funciona, funciona. Si se dice que la ley es justa, lo es. Discrepar de ello, ya sea enfermar, criticar o desobedecer tendrá consecuencias. Solo es verdad lo que diga el jefe.



* "Once bitten, twice shy" Egypt Independent 17/08/2015 http://www.egyptindependent.com//opinion/once-bitten-twice-shy
** "Rights groups condemn 'Orwellian' anti-terror law" Mada Masr  17/08/2015 http://www.madamasr.com/news/rights-groups-condemn-orwellian-anti-terror-law

*** "Egypt Ministry Spokesperson Denies Child Hijab Ban Despite Education Minister’s Comments" Egyptian Streets 17/08/2015 http://egyptianstreets.com/2015/08/16/egypt-bans-children-from-wearing-the-islamic-headscarf-at-school/






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