Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Los defensores
del ex presidente egipcio Hosni Mubarak están muy enfadados. Es lógico que así
sea. Egipto está lleno de personas enfadadas por cuestiones presidenciales.
Unos porque quitaron a Mubarak y otros por quitaron a Mohamed Morsi, el hecho
está en que unos y otros se tienen que pasear con el retrato reivindicando a
sus preferidos mientras que otros exhiben el retrato del actual, Abdel Fattah
al-Sisi. En más de un sentido, Egipto es un país presidencialista; les gusta eso de salir con el retrato y llenarlo
de besos. No les gustan muchas caras y prefieren una bien definida, la del
presidente que toque, al que son leales tras la muerte o la cárcel. Por encima de las ideologías, se es pro-Mubarak, pro-Morsi, que es la "oposición" y se es pro-Sisi.
La
noticia está ahora en que con motivo de la inauguración de la ampliación del
Canal de Suez se ha realizado un mural conmemorativo que reúne a todos los
presidentes egipcios. Bueno, no a todos. A Mubarak le han dejado fuera del
mural. Eso ha hecho que se enfaden y se hagan, como nos muestran en el diario The Cairo Post, fotos delante del mural
sosteniendo el retrato del presidente olvidado o, como Orwell diría,
"vaporizado" de la Historia. Nos cuenta el periódico egipcio:
CAIRO: A ceramic tile mural with images of
Egypt’s presidents; Nasser, Sadat and Abdel Fatah al-Sisi was installed in
Cairo’s main metro station to mark the New Suez Canal inauguration ceremony
scheduled for Thursday.
The move has raised the ire of supporters of
Egypt’s former President Hosni Mubarak who was toppled in the 2011 uprising.
Followers of the Asfeen ya Rayes
(Sorry Mr. President) facebook page expressed their anger over ignoring Mubarak
in such a historical event.
“A ceramic mural will not change the history
nor the fact that Mubarak, with all his advantages and disadvantages, was the
president of Egypt for 30 years. He maintained security and peace in Egypt and
traffic through the Canal was not disrupted for a single day during his reign,”
Prince Ranoush; a follower of the facebook page wrote Sunday.*
Efectivamente, nadie va a cambiar los treinta años de Hosni
Mubarak en el poder, como nadie pudo cambiar la muerte de Anwar el Sadat en un
atentado islamista que llevó al poder a Hosni Mubarak o que este pusiera en
marcha la Ley de Excepción y se olvidara de quitarla durante esos treinta años
de "paz y seguridad", como dice su seguidor en la la nostálgica página
de Facebook "¡Lo siento, señor presidente!".
Cuando alguien está en el poder durante treinta años es
lógico que tenga seguidores. Si no, la revolución habría estallado mucho
antes. Pero gracias a la paz y seguridad, impuestas con mano de hierro, mucha
gente pudo gozar de una sensación de tranquilidad que solo se modificaba en el
caso de que quisiera llevar la contraria al régimen.
El viejo dicho de que "nunca llueve a gusto de
todos" es especialmente válido para la Historia y para los políticos
controvertidos, que siempre tienen su legión de seguidores. Y Mubarak los
tiene. Pero el problema aquí, creo yo, es más la ambigüedad deliberada con la
que se le ha estado jugando desde que fuera desplazado del poder por la presión
popular. Según quien estuviera en el poder, la perspectiva cambiaba. Primero lo
mandaron lejos para que no estorbara; después lo querían tener cerca para
castigarlo y finalmente se quedó en una distancia intermedia. Pero ponerle en
el mural era echar leña al fuego.
Por poco que les guste a los seguidores de Mubarak, de Morsi
y de al-Sisi, en Egipto hubo una revolución popular en 2011. Después unos dirán
que fue una conspiración extranjera —occidental, iraní o sionista—, otros que
fue una conspiración islamista y algunos puede que hasta extraterrestre.
La cuestión está en que Hosni Mubarak ha sido liberado, juicio
tras juicio, de los cargos graves que se le imputaban (basta con que los
fiscales no se apliquen mucho), que la mayoría de sus seguidores han pasado de
la oscuridad a la luz sin temor a reivindicarlo y que puedan tener una campaña
como "¡Lo siento, señor Presidente!" pidiéndole disculpas por lo mal
que le han tratado. ¡Un señor tan mayor,
dedicado en cuerpo y alma al pueblo!
Nos cuenta The Cairo
Post que algunos presentadores de televisión, admiradores del expresidente
Mubarak, también se han quejado públicamente de su eliminación de los murales
repartidos por distintos lugares públicos. Eso les sirve para mantener a las
audiencias entretenidas. Pero hubiera sido un poco raro, la verdad sea dicha,
hacer una revolución cuyo fin primero era sacar a Mubarak del poder y luego
poner su rostro en el mural como si no hubiera pasado nada. Tampoco hubiera
extrañado mucho y cosas peores se han visto en Egipto.
Hosni Mubarak era el blanco preferido de una de las armas
"blancas" más usadas por los egipcios: los chistes. Su sentido del
humor es un mecanismo, a veces extraño, de compensación de la energía mental
perdida en la indignación contra sus dirigentes. Los chistes egipcios (o lo
egipcios y los chistes), especialmente los políticos, son motivo de análisis
académicos para tratar de aclarar por esa vía lo que por otras es más
complicado. Yo mismo dediqué un trabajo a las modificaciones de los chistes
políticos tras la caída de Mubarak y la apertura a nuevas voces sociales, como las mujeres, que introdujeron una nueva
perspectiva en el análisis crítico a través del humor. No solo cambió el régimen, sino el sentido del humor.
Los chistes eran como el taichí matutino de muchos egipcios.
Que ahora algunos se enfaden porque no se le pone en el mural conmemorativo de
la inauguración de la ampliación del Canal es señal de que la Historia no está
suficientemente masticada como para digerirla todavía. Quizá es pronto, pero hubiera
sido bastante incongruente homenajear oficialmente a un señor al que se tiene
en la cárcel. El hecho de que algunos no lo vean es parte del problema de la
percepción distorsionada de la política en Egipto.
Antes de su inauguración ya hay críticos de la ampliación
del Canal que es obviamente un intento atraer inversiones y sobre todo un golpe
de prestigio. Algunos quieren saber el coste de haber realizado en un tiempo
récord unas obras de 72 kilómetros en un proyecto en el que ha habido de todo,
expropiaciones y deportaciones de los residentes. Esperemos que compense el
gasto y el sufrimiento y redunde en beneficio de todos.
El jueves, en medio de una ola de calor extremo, Egipto
inaugurará el nuevo tramo en paralelo del Canal. Con ese motivo, el trasporte
público será gratuito durante las horas de los festejos para asegurarse que
nadie que quiera ir deje de hacerlo. Por el mismo motivo, se han intensificado
las medidas de seguridad, según advierte la prensa.
Esperemos que la inauguración sea tranquila.
*
"Pro-Mubarak angered over excluding his images from Suez Canal wall
murals" The Cairo Post 3/08/2015
http://www.thecairopost.com/news/162473/inside_egypt/pro-mubarak-angered-over-excluding-his-images-from-suez-canal-wall-murals
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