Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Ahram
Online no da cuenta de una nueva huelga y la consiguiente protesta. Esta vez se
trata de la propia Policía, para ser más precisos, de los agentes de menor
rango, que son los que viven en la calle prácticamente haciendo el trabajo
sucio. No cuenta el diario la forma en que el Ministerio del Interior lo
interpreta:
Members from the Muslim Brotherhood instigated
the ongoing strike held by hundreds of low ranking policemen in Nile Delta’s
Sharqiya on Saturday, an unnamed security source told state news agency MENA.
The security source stressed that members of
the Brotherhood incited the lower-ranking policemen to protest, which led to a
halt in the services provided by several police stations in the governorate.
The source added that the protesters were paid
by the Brotherhood in return for protesting, and asserted that the interior
ministry will take the necessary legal action against those who incited and
participated in the strike.
The protesting policemen are demanding
financial incentives for the months of June and July, along with being provided
medical treatment in police hospitals, a health service currently exclusive to
police officers.
This is not the first time the low ranking
policemen have held demonstrations in Egypt. Since 2011, low-ranking policemen
have held frequent demonstrations to protest deteriorating working conditions,
low salaries, and a lack of safety.*
Está bien la aclaración última para no hacer ver que es algo
nuevo y achacable a alguna conspiración de los Hermanos Musulmanes. Es más
sencillo concluir que las malas condiciones en las que se encuentran son las
que les hacen protestar, que no sacar la conclusión de que son los Hermanos
Musulmanes los que les están pagando un sobresueldo, algo bastante menos probable.
Lo sorprendente del caso es que el Ministerio prefiere que
se crea que la Policía está infiltrada por agentes islamistas antes que
reconocer lo malo de su gestión y la falta de atención a sus propios agentes.
Si los agentes de calle se quejan porque no tienen atención médica como sus
oficiales, parece un móvil aceptable y una reivindicación sensata.
En la época de Morsi, algunos policías se manifestaron
porque querían dejarse barba. Esto sí era una reivindicación "islamista".
Mohamed Morsi había dicho en su campaña electoral que le parecía bien, que ya
es detallar un programa. Las autoridades policiales se opusieron y sancionaron
a los que protestaban, pero finalmente encontraron un juez comprensivo que falló a favor y se les permitió dejarse la barba.
En cada época, toca lo que toca. Y tocaban barbas.
Pero las manifestaciones actuales son distintas. Ahram
Online hace un recuento de las manifestaciones policiales en los últimos
tiempos y no se percibe mucha variación, señal de que nos le han hecho ni caso:
In February 2014, low-ranking policemen
protested in Alexandria and Kafr El-Sheikh to demand higher wages and better
working conditions despite a law passed in December 2013 that bans all protests
not pre-approved by authorities.
In November 2013, then interior minister
Mohamed Ibrahim said the Muslim Brotherhood was behind attacks targeting police
personnel in the country. In December 2013, the Brotherhood, from which ousted
president Mohamed Morsi hails, was declared a terrorist organisation.*
Acabo de repasar el informe que Amnistía Internacional realizó
en septiembre de 2012 sobre las actuaciones policiales en Egipto hasta el
momento. Como Morsi acababa de ser elegido, se le envió a él y a su gobierno el
informe con las recomendaciones de reformas y protocolos de actuación:
formación de los agentes para evitar violencia, separar a los que tuvieran
antecedentes de mala praxis, creación de comisiones independientes, etc. Es muy
triste ver que nada se cumplió y que se sigue sin cumplir.
Entonces se aspiraba a la paz democrática y se ponía mucho
énfasis por parte de los activistas en la reforma policial. Hoy no veo que
nadie lo reclame porque podría verse acusado de antipatriota. Sin embargo,
mucho de lo ocurrido en este tiempo en Egipto se podría haber evitado con una Policía
formada de otra manera y dirigida de forma distinta.
En el informe de Amnistía Internacional en 2012 se señalaba:
So far, the authorities have ignored persistent
demands for serious police reform proposed by civil society activists,
academics and experts. Law 25 of 2012, which was adopted in June and removed
the President as the head of the police, relied mainly on draft amendments
proposed by the Ministry of Interior, and introduced provisions meant to
improve the pay and working conditions for low-ranking members of the police.
Other reform initiatives have come from within
the police. Police officers created unions to defend their rights, underline
their commitment to serve Egypt, and distance themselves from higher ranking
officers whom they allege were closely linked to the former government. In 2011, police staged numerous strikes to
protest against their working conditions, with some success. (p.8)**
Hay aspectos interesantes en estos dos párrafos del informa
de 2012 y de las expectativas creadas. Lo primero son las malas condiciones
laborales de los agentes de base y sus constantes reclamaciones, entonces y
hoy. Lo segundo es que esa brecha política entre los agentes y sus jefes. Eso
explicaría, en parte, la acusación de que están "pagados" por la
Hermandad para protestar. Sea verdad o mentira, políticamente es una barbaridad
decirlo.
Con el estado de vigilancia que se está creando, las
reivindicaciones de los agentes seguirán, pues se consideran, además de mal
pagados discriminados, respecto a sus superiores. Esta semana la prensa recogía
la orden de instalar en todos los comercios y dependencias de El Cairo cámaras
de vigilancia para aumentar la seguridad. Caerá sobre los ciudadanos el gasto,
una vez más. Y eso creará más controversia entre los que ya lo pasan mal.
Quizá si se hubiera comenzado por la reforma de los cuerpos
de seguridad se podrían haber evitado muchas muertes y la situación no sería la
misma. Pero esto es mera política-ficción. A nadie le interesó nunca la
reforma, solo no perder el control y colocar sus peones lo más alto.
La policía egipcia tiene demasiados puntos negros, por arriba y por bajo, en todas las épocas y con todos los gobiernos. Reformarla es urgente, pero no parece que esa sea le idea actual. La contestada ley antiterrorista señala que ningún agente será responsable de lo que ocurra durante las actuaciones policiales, lo cual la convierte —como se ha señalado desde muchas fuentes— en una auténtica ley de impunidad.
La inseguridad que se transmite ahora diciendo que los huelguistas y manifestantes están pagados por los Hermanos Musulmanes es un episodio más del absurdo ministerial egipcio en sus declaraciones.
*
"Brotherhood behind low ranking policemen strike: Security source"
Ahram Online 22/08/2015
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/138537/Egypt/Politics-/Brotherhood-behind-low-ranking-policemen-strike-Se.aspx
**
"Agents of Repression: Egypt's Police and the Case for Reform"
Amnesty International 2/10/2012
http://www.amnestyusa.org/research/reports/agents-of-repression-egypt-s-police-and-the-case-for-reform
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