Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Pese a
la euforia oficial y callejera por la inauguración de la ampliación del Canal
de Suez, los problemas no dejan de acumularse en Egipto. Si los intelectuales
pedían la dimisión del Ministro de Cultura, ahora piden la del de Finanzas en
lo que toda la prensa considera la mayor protesta desde 2013, la de los
empleados del sector público.
La manifestación se ha producido este pasado domingo en un lugar muy frecuente
y concurrido para las protestas, delante del sindicato de Periodistas, que
también tiene otro contencioso con el Ejecutivo por la ley que le afecta.
Señala en Daily News Egypt:
They demanded the “ouster of the Minister of
Finance, [an end to] implementing the new law until a new committee is formed
and a replacement is found, as well as granting the Tax Authority its
independence”.
They emphasised the importance of Finance
Minister Hany Kadry Dimian’s resignation, calling on President Abdel Fattah
Al-Sisi and Prime Minister Ibrahim Mehleb to personally intervene to resolve
the conflict.
Protesters told Daily News Egypt that they
might escalate the protest if their demands are not met. They also chanted for
the independence of the Tax Authority, saying “we want to be an independent
body and to have syndicates and committees to regulate affairs”.*
El gobierno ha puesto en marcha una ley de la Función
Pública que no satisface a los empleados del Estado. Una de las desventajas de
no tener un Parlamento en el que discutir las cosas es que estas acaban discutiéndose
de mala manera en las calles. Si no dejas otra opción, al final todo acaba en
protesta callejera, que es el único instrumento en el que la gente puede
expresar sus opiniones sobre lo que le afecta.
No es sencillo. Primero porque hay una "ley antiprotestas"
que puede ser aplicada en cualquier momento. La forma más rápida de disolver el
problema es hacer ver que detrás están los Hermanos Musulmanes. Pudiera parecer
una exageración, pero es lo que temen los propios empleados públicos. Los
manifestantes tratan de dejarlo claro para evitar males mayores:
The Egyptian Workers Customs Authority said in
a Monday statement: “Thousands of the authority’s workers from different
governorates gathered to stop the oppression that was imposed on us after the
implementation of the Civil Service Law. We want to affirm that we aware of the
serious current events the country is going through. We are not looking for
extra privileges, but for basic rights.”
Other demands included the “application of the
minimum wage and countering corruption”.
Latifa Al-Asad, a Tax Authority worker, said:
“We are only here to demand our rights. We are not here to cause violence or to
riot.”
“We are not members of the Muslim Brotherhood,”
Al-Asad added. The final statement was stressed by many of the participants who
demand that “the media shouldn’t portray us as terrorists or traitors”.*
De nuevo el papel servil de los medios en cuanto que alguna
voz disiente, sea en lo personal o en lo social o político. Los medios sirven
para calentar a la opinión pública que ve conspiraciones por todas partes. La
crítica se asume mal, como le decían al presidente respecto al Canal de Suez en
el artículo que mencionábamos hace dos días.
Pero la cuestión más grave viene de otro lado. La
Constitución egipcia reconoce el "derecho a la huelga", es un derecho
constitucional. Sin embargo, está ocurriendo algo muy grave: los tribunales han
sentenciado en contra de la huelga diciendo que "va contra el islam".
El 6 de julio de 2015, The
Legal Agenda publicaba un artículo de Menna Omar sobre la prohibición de
las huelgas en Egipto. Allí señalaba inicialmente:
Article 15 of the Egyptian Constitution
specifies that “Peaceful strike is a right regulated by Law”. However, Egypt’s
Supreme Administrative Court disregarded this article when it ruled that
striking was “a crime” whose perpetrators deserve disciplinary measures,
including forced early retirement or delayed promotions. On April 18, 2015, the
Supreme Administrative Court ruled in support of a previous ruling issued by
the Disciplinary Court in Menoufia, which penalized workers who organized a
strike and sit-in to demand their rights by pensioning them off. The
Administrative Court’s ruling prompts three observations, presented below.**
Para el autor, lo que ha quedado consolidado en la
Constitución se convierte en papel mojado al entrar en la interpretación del
derecho establecido otros factores dejados al margen hasta el momento.
El primero de los factores señalados es el auge de las
protestas por cuestiones laborales. El gobierno puede usar la propaganda y la
retórica, pero eso no resuelve los problemas reales de Egipto, los de sus
ciudadanos. Hasta el momento no hay esa recuperación que todos desearían y sin
embargo muchos perciben una errática política económica de la que se quejan,
por ejemplo, los trabajadores de un sector tan importante como es el del
algodón. Las medidas que se anuncian y después se retiran son frecuentes.
Pensemos en la exigencia del visado desde origen para entrar en Egipto, que ha
sido anulada después de anunciarse.
La prohibición se explicaría como una forma de frenar las
protestas laborales, según Menna Omar en su primera consideración:
1. Consistencies
Between the Ruling and State Rhetoric
Banning strikes
Social protest movements in Egypt have recently
lost momentum with the exception of the labor movement. According to the 2014
Report on Labor Protests published by the Egyptian Center for Economic and
Social Rights, there were 1,655 labor actions in 2014, including strikes,
demonstrations, marches, grievances, and other forms of protest.
Up until this point, the state has been unable
to put an end to these protests. It has worked, however, to produce public
discourse hostile towards them, portraying the protests as disrupting
production and causing economic waste. The prime minister took a step towards
banning strikes, asking labor leaders to form worker committees to that end
while meeting with the leaders to plan Labor Day celebrations. The meeting was
followed by an announcement from the president of the Egyptian Trade Union
Federation on April 27, 2015, during official Labor Day commemorations about a
“Worker’s Code of Honor”. He affirmed that through this “Code”, workers would
pledge to reject the right to strike.
Thus the court ruling emerged in line with
state discourse that seeks to ban strikes, and in support of the notion that
strikes ought to be opposed for the benefit of the state. Moreover, the ruling
establishes a legal basis that the government can rely on to ban strikes. The
state can now do so not only by raising the matter of state interests, but also
by referring to the “rule of law” and the need to implement this judicial
ruling.**
La ley prohibía a los empleados públicos la huelga. La
corte, nos dice, Omar ha ido más allá y exige de los funcionarios no solo un
comportamiento "leal" al estado en sus puestos de trabajo, sino que
incluso "it demands loyalty even in private gatherings". La
interpretación no puede ser otra que el recorte de sus derechos de expresión u
opinión. No solo se debe acatar, sino
que no se puede protestar. La huelga
es algo que hace uno en sus horas de trabajo; la protesta, en cambio, puede
hacerse fuera de su horario. En esta interpretación pueden ser acusados de
falta de lealtad al estado.
Pero es en el segundo apartado en donde reside el quid de la
cuestión, en la interpretación de los tribunales:
The second observation prompted by the ruling
concerns the court’s reliance on Islamic law to ban strikes. The court likewise
refused to implement the International Covenant on Economic, Social, and
Cultural Rights (ICESCR), which guarantees the right to strike as stipulated in
Article 8. The court deemed this a violation of Islamic law, maintaining that
the reservations entered by the Egyptian government when it ratified the
treaty, which take into consideration the provisions of Sharia and their
compatibility with the treaty’s articles, apply to the right to strike.
Furthermore, the court held that the provisions
of Islamic Law do not endorse a strike “if its intention is only to damage
another [party], or if the benefits that [the strike] accrues in the end are of
little significance in proportion to the damage it does to the other [party]”.
Likewise, it held that Islamic Law does not permit strikes among workers in the
public sector, as this would lead to a stoppage of services and it would
deprive the public of those services.
The ruling did not stop there, adding that
another reason Islamic Law does not permit strikes is “because they are a
rebellion against executive authority, and obedience to the president is
obligatory”. The use of Islamic Law in this manner reflects that the court is
moving towards interpreting Islamic Law on its own terms and without outside
input. In doing so, it is drawing upon Islamic Law as a basis for its ruling
rather than drawing on [Egyptian] legislation, as stipulated by the
Constitution.**
Los dos motivos alegados en la interpretación son
diferentes. El primero trata de proteger a los ciudadanos. Para eso se han
desarrollado en las legislaciones los llamados "servicios mínimos"
que, aunque controvertidos, aseguran el mantenimiento en sectores clave. La
defensa de los ciudadanos puede enfocarse también desde esa perspectiva.
Pero es en el segundo aspecto el que plantea en toda su
dureza el principio "islámico", según señaló la corte, de obediencia
al "presidente". La posibilidad de defender sus derechos o de ejercer
algún tipo de libertad de queja queda cerrada a cualquier posibilidad. Los dos
principios no dejan posibilidad alguna: no se puede hacer huelga, no se pueden manifestar
en sus ratos libres, no pueden ser "desleales" y deben
"obedecer" a la autoridad. Y si lo hacen, corren el riesgo de que sea
interpretado por la vía de la "ley antiprotestas" y ser detenidos o simplemente despedidos por la vía laboral.
La conclusión de Menna Omar es la siguiente:
This recent ruling is reminiscent of an earlier
decision issued by the Supreme Administrative Court in 1994. That ruling which
refused to implement the ICESCR, prohibited the right to strike as it considered
going on strike to be a serious breach of a worker’s duties. Yet subsequent
rulings issued by the State Council, particularly in recent years, established
a general defense of economic and social rights, including the right to strike.
In a number of rulings, the court itself exonerated employees from charges of
striking, which it ruled to a worker’s right rather than a crime.
In a meeting convened on December 9, 2012, the
State Council’s Legislation and Fatwas department recognized the strike as a right
of workers, including public employees, in accordance with the ICESCR. As for
the legislative vacuum regarding state employees’ right to strike, the
legislation and fatwas department requested that the legislature regulate this
right in accordance with the articles of the ICESCR, thereby not prohibiting
the right to strike. This is in contrast to the recently issued ruling, of
course, which deems striking impermissible. Thus, the court’s recent ruling is
a serious setback. It destroys the court’s legal interpretations from recent
years concerning economic and social rights, not to mention its position as an
advocate on behalf of citizens’ rights and freedoms in the face of state
violations.**
La inexistencia de un parlamento en el que poder debatir
todas estas cosas se agrava si se introducen elementos de la Sharia en la
interpretación. De ahí lo expresado por Menna Omar El hecho de que existiendo
precedentes interpretativos en sentido contrario, ahora se invoque la ley
islámica para prohibir las huelgas y exigir lealtad y obediencia a la autoridad es un mal camino. No se resolverá
nada acallando los problemas y sí vendrán otros nuevos.
En mayo, Al Monitor
nos informaba del caso que abrió la polémica y cómo iba en contra de todos los
acuerdos suscritos durante décadas por los gobiernos egipcios:
CAIRO, Egypt — The ruling issued April 28 by
the Supreme Administrative Court headed by Judge Labib Halim to criminalize
strikes and penalize striking public workers by forcing them into retirement
caused an uproar in legal circles and provoked the anger of those interested in
labor and human rights. Labor and human rights activists considered the
decision to be a violation of Egypt’s commitment to the International
Convention on Economic, Social and Cultural Rights adopted by the United
Nations in 1967; in October 1981, Egypt signed the convention, which allows for
the right to strike. Moreover, the ruling violates the Egyptian Constitution of
2014, which granted the right to peaceful strikes.
The Supreme Administrative Court decision
forces three officials in the local unit in Qarous, in al-Monufia governorate,
into retirement. It also postponed the promotion of 14 others for a period of
two years, after investigations carried out by the administrative prosecution
showed that they went on strike and disrupted the facility’s ability to fulfill
the interest of citizens. The three officials had participated in the strike
and locked the door to the unit, barring the head of the unit from entering.
The local unit handles the establishment and management of all public
facilities in its constituency.***
Los tres funcionarios expulsados y los catorce sancionados
han sido los primeros a los que se les ha aplicado esta peculiar interpretación
que va en contra de la propia Constitución egipcia.
Como ya advierten algunos, una vez reducido el peso de las
protestas políticas por reducción de los protestantes al exilio, la cárcel o el
silencio, queda en pie la protesta económica y laboral. Pese a lo dicho por el
primer ministro para tranquilizar los ánimos en la reforma funcionarial, los
sindicatos no parecen verlo claro o quizá sí. Si bien Egipto necesita muchas
reformas, entre ellas la de la administración, la queja de los funcionarios es
que conlleva un grado de arbitrariedad grande ya que dependerán de los informes
de sus jefes. Eso en una administración de la que no se ha limpiado la
corrupción existente les parece demasiado peligroso.
Daily News Egypt concluye finalmente en el artículo:
In the current absence of a parliament,
President Adel Fattah Al-Sisi holds all legislative powers. The extent to which
the protest will affect the political scene in Egypt remains unknown, with many
ministries refusing to comment on the issue.*
Demasiadas cosas, sí, en el aire y demasiados poderes
reunidos. Se comprende la necesidad absoluta de que el futuro parlamento, que
tendrá que ratificar lo aprobado por decreto por el gobierno hasta el momento,
tiene que ser "leal", vamos a decirlo así, a la presidencia y a lo
hecho hasta el momento. No corre prisa que se convoquen las elecciones.
Mientras tanto irá creciendo el descontento si se sigue legislando de esta
manera, silenciando a los que protestan. No es el mejor camino, desde luego.
Mada Masr, para
terminar, añade un componente que envuelve a todos los agentes, funcionarios,
jueces y gobierno: la desigualdad económica y de trato, algo que no ha gustado
nada:
In March, the State Council Court issued a
ruling exempting judges and prosecutors from the national maximum wage. Murad
claimed that the average income for sales tax collectors, on the other hand, is
between LE2,000 to LE3,000 per month.
“If laws like the civil service law are to be
applied, then they should be applied to all civil servants and public sector
workers. However, this is not the case,” he concluded.
Sisi also issued another presidential decree on
May 7 that exempted the presidency and the Cabinet from two articles in the law
which stipulate that state officials must publicly announce all the candidates
applying for high-ranking governmental posts and contracts.****
Si una vez planteada la norma, los interesados con poder
(jueces y altos cargos) las pueden ir modificando en su favor, la única
respuesta que les queda a los afectados sin poder es manifestarse en las
calles. De ahí se explica que se considere la mayor manifestación desde 2013,
una fecha que es mejor no invocar para estar cosas.
*
"Egypt’s bureaucrats rise up" Daily News Egypt 10/08/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/08/10/egypts-bureaucrats-rise-up/
**
"Egypt’s Supreme Administrative Court Says Labor Strikes Are a Crime"
6/08/2015 http://english.legal-agenda.com/article.php?id=715&lang=en
***
"Egypt outlaws workers’ right to strike" Al-Monitor 12/05/2015
http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2015/05/egypt-court-ruling-strike-right-sharia-law-sisi-badawi-labor.html#
****
"Workers protest civil service law in one of biggest street actions since
2013" Mada Masr 10/08/2015 http://www.madamasr.com/sections/politics/workers-protest-civil-service-law-one-biggest-street-actions-2013
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