Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Dos
campañas se han puesto en marcha en Egipto. La primera, muy airada, es contra
el consumo de carne, cuyo precio se ha disparado. "No a la carne",
"Todos somos pobres", "Boicot a la carne" son algunos de
los lemas de las campaña a la que se han ido sumando por el país ciudadanos que
no están dispuestos a pagar los precios que les piden. El gobierno tratará de
importar carne para forzar a bajar los precios prohibitivos para muchos
egipcios, que ya tienen la economía bastante complicada. Los precios han subido
hasta llegar en caso a las 90-100 LE por kilo. Nos cuenta Egypt
Independent:
The campaigns immediately caught the eye of
people throughout the country. In Damietta, people decided to boycott meat
anywhere between 15 days and a month to protest what they consider is the
butchers' greed. Meanwhile, in Suez, a similar campaign has placed various
posters throughout the city, encouraging citizens to stop meat purchases.
In Qena and Nagaa Hammadi a campaign entitled
“No for meat” was started to boycott local meat for one month. The campaign’s
founder, Amin Al-Fouly, said the move aims to lighten the burden on citizens
while placing pressure on butchers to sell local meat at the “official pricing”
set by the Supply and Internal Trading Ministry, which dictates meat should
cost LE65 per kilo.*
La Agencia de Defensa de los
Consumidores apoya la campaña y entre las actividades de presión está el hashtag
"#forget_about_meat" que se ha convertido en viral, nos dice el
periódico.
La otra campaña no va por la carne, sino más bien por el
"espíritu": la iniciada por antiguos miembros de Tamarod para
erradicar los partidos políticos religiosos. Ahram Online titula: "The 'no to religious parties' campaign gains
momentum". Recordamos que Tamarod (Rebelde) fue el grupo de
activistas que organizó la recogida de firmas pidiendo la dimisión del entonces
presidente Mohamed Morsi y la convocatoria de elecciones después de un año de
mandato. Su objetivo era llegar a conseguir, al cumplirse el primer
aniversario, el mismo número de firmas que Morsi había tenido de votos, 11
millones, pero lo cierto es que recogieron cerca 23 millones, que es el
objetivo que se han fijado ahora.
Los partidos políticos "religiosos" están
teóricamente prohibidos en la constitución reformada tras la salida de los
Hermanos Musulmanes del poder. Pero les queda un fleco: ¿qué hacer con el
partido de los salafistas, el partido Nour, que apoyó la defenestración de
Morsi y apoyó al nuevo régimen?
Los salafistas fueron astutos y sabían que la
Hermandad quedaba fuera y que no tenía sentido solidarizarse para acabar en prisión
o en el exilio. Con astucia política islamista, los salafistas se apuntaron al
carro vencedor a sabiendas de que quedaba fuera su principal rival en el voto
"piadoso", los Hermanos Musulmanes, y que el régimen los necesitaba
como coartada para hacer ver que no era contra los "islamistas" sino
contra la Hermandad. Los salafistas se hicieron la "foto" con los
demás apoyando la caída del régimen de Morsi. Los demás se fueron poco a poco,
pero ellos se han quedado, convirtiéndose en un socio incómodo.
La incomodidad proviene de la incongruencia que supone no
considerar al Nour, salafista, como un partido religioso, pero también por el
temor que pudiera aglutinar el voto islamista en las próximas elecciones y
hacerse con un buen puñado de asientos en la cámara cuando se abra el
parlamento.
Ahram Online
recoge opiniones sobre esta cuestión:
Osama Al-Ghazali Harb, a political analyst and
a leading member of the Free Egyptians Party, said "the Egyptian people
did not expel the Muslim Brotherhood from the door, only to see another
religious party like Nour to come from the window."
But other political analysts, like Al-Ahram's
Amr Hashem Rabie, were critical of Tamarod's campaign.
Rabie said Nour was part of the revolution against
Morsi and its leaders never said they have a religious party.
Rabie believes that the wide popularity of Nour
in Egyptian governorates represents the real motive behind the Tamarod
campaign.
"Instead of competing against this party
in fair elections, the Tamarod and other secular parties resort to courts to
eliminate the party and gain seats without competition," said Rabie.
Shaaban Abdel-Alim, a leading Nour official,
told Ahram Online that "Tamarod" itself is an illegal entity trying
to impose its say on the political street.
"We are not a religious party. We are just
a political party with a religious background," said Abdel-Alim, adding
that "if Nour was dissolved in any way, the party's leaders would meet to
form another party under a different name."**
Las tres opiniones permiten ver la acumulación de
incongruencias en la política egipcia, la distancia entre lo que se dice y lo
que se hace. Indudablemente, los tres tienen razón y no la tiene ninguno. Es
cierto que el Nour se hizo la foto junto a Al-Sisi cuando derrocó a Morsi; es
cierto que Nour es un partido religioso y es cierto que temen el apoyo
electoral que puedan tener en unas próximas elecciones.
Lo que no se dice nunca pero no se deja de pensar en ello,
es que el conjunto de los votos islamistas en el parlamento anterior era superior
al 70%, contando la Hermandad y los salafistas. El gobierno se ha encargado de
perseguir y encarcelar a los Hermanos Musulmanes, pero no lo ha hecho con los
salafistas. Como astutos que son, no ha entrado en las provocaciones destinadas
a identificarse como "partido religioso". Ellos saben que se está
mejor en casa que en la cárcel y mucho mejor todavía en el parlamento. Los que
votaron a Morsi (no todos eran islamistas, muchos lo hicieron por el cambio
confiando en la palabra de un gobierno para
todos) no están en las cárceles ni se han ido todos. Votarán y lo harán a
la alternativa más próxima. De ahí el temor y el deseo de inhabilitarlos ante
unas elecciones.
Los salafistas, bien organizados, ya lo advierten: si les
impiden ir a las elecciones, se cambian de nombre e irán con él a las
elecciones. No supone muchos problemas porque los partidos políticos, como ocurre
con la Hermandad, no son más que útiles interfaces para concurrir en los
comicios. Ellos no creen en los partidos porque no creen en los sistemas
parlamentarios. La Hermandad piensa igual; su mentalidad es otra.
En Egipto se está pagando el sistema de "partido fuerte"
que desde Nasser y con todas las variantes históricas ha ido gobernado el país.
Aunque nominalmente pudieran existir más, el partido del gobierno era el que
realmente controlaba el país. Se ha hecho todo lo posible por evitar que los
partidos políticos crecieran y se consolidaran, garantizándose así el control
político por los militares. El que quería conseguir algo, se apuntaba al
partido gubernamental. Con esto solo se consiguió hacerlos corruptos, debilitar
a la sociedad —que no tenía nadie que la representara— y dejar la organización
social en manos de los islamistas, en sus diversas variantes. La labor
subterránea de los islamistas fue dando su fruto al quedar infiltrados en todos
los rincones sociales y desde allí controlar los votos con su propia maquinaria.
Hasta la caída de Mubarak se contentaban con lo que les dejaban, pero después
fueron a por todas.
El temor de todos ahora es que la enorme atomización de los
partidos beneficie de nuevo a los bien organizados por décadas, a los
islamistas. El intento de Tamarod es dejarlos fuera mediante un sistema de
recogida de firmas, pero los salafistas se saldrán con la suya.
En junio, Al-Monitor recogía la propuesta para evitarlo:
The president proposed — and promised to
support — a unified list of all political parties and forces that are to
participate in the upcoming parliamentary elections, which the government is
keen to hold this year.***
Como señalaron algunos analistas y Al-Monitor recoge, esto
contradice el sentido de lo que significa una elección, ya que no hay dónde
elegir. Pero no deja de ser una incongruencia que puede ser vendida como
"amor a la patria" y "sentido del deber". Todo esto ocurre
en un contexto en el que ya algunos partidos políticos han llamado al boicot o
ha anunciado que no concurrirán a las elecciones.
La paradoja de que se prohíban los partidos religiosos mientras se proclama que el mal es el ateísmo y se encarcela a quien
lo defiende no se resuelve fácilmente. En este sentido, lo que se hace es
fortalecer a Al-Azhar que queda como institución controladora del país. Fue el Al-Azhar
desde donde se amenazó con dejar predicar a los salafistas contra el predicador
reformista. La estrategia de mantener en la reserva a los salafistas para amenazar
cuando alguien desafíe a los clérigos de Al-Azhar es clara y se utilizará
cuando sea necesario. Por eso es dudoso que ellos se apunten a la idea de
sacarlos del mapa político. Su oposición frontal a que los
"intelectuales" puedan participar en los diálogos sobre la reforma
religiosa choca, como vimos hace unos días, muestra que son ellos los que
quieren el control religioso.
El artículo
concluía:
[Tahani] Gebali [al-Gebali, former vice president
of the Supreme Constitutional Court of Egypt] said that many of Egypt's 103
political parties do not represent anyone but their own members and are more of
a burden on the state than an actual political movement. According to Gebali,
political parties should also know that the Egyptian state is currently in a
foundational phase, which requires the concerted efforts of all the concerned
parties to move to the next democratic level, “which we all are aspiring to.”
It seems difficult for Egyptian political
parties to unite under one list because there are three conflicting
orientations vis-a-vis this possibility. One is represented by religious
parties, another by parties supporting the old Mubarak regime and a third by
parties seeking a modern democratic state. It does not seem like these
orientations will converge soon.***
No le falta razón, pues de eso se trataba, de que no se
representaran más que a ellos mismos y poder controlar al electorado a través del clientelismo y
diversas prácticas en las que el estado egipcio se manejó muy bien. La verdadera
dsituación, como bien se señala, es la que representa esa distinción
tripartita: los religiosos, el antiguo régimen y los que buscan un nuevo Egipto
democrático sin lastre. Pero el mundo no es como queremos y la Historia es
avanzar sin saltarse ningún capítulo. El régimen actual quiere ser religioso sin partidos religiosos, mantener a los que la revolución quitó llamándose revolucionario y, además ser demócrata encarcelando a la gente. No es tarea fácil, desde luego.
No parece que se arregle ningún problema grave y sí que
aparecen algunos nuevos. Antes esto, la respuesta es la vigilancia. A la orden
del Ministerio del Interior de que todos los comercios instalen cámaras de
seguridad, se suma ahora la instalación también en las mezquitas para controlar
los sermones que allí se imparten. Parece que el único negocio próspero va a
ser el de la vigilancia.
Al menos, según nos cuenta la prensa, los jueces han
desestimado la petición de un patriota
piadoso que había solicitado el corte de Facebook en Egipto por considerarlo un arma de la prostitución y un
difusor de mentiras. Hemos pasado de una revolución que reclamaba Facebook,
Twitter y YouTube a la sociedad de la vigilancia.
No sé qué campaña tendrá más éxito, si la de bajar el precio
de la carne o la de sacar a los salafistas del partido Nour del espectro
político. Las dos son peligrosas a su manera. Las grandes subidas de precios en
Egipto siempre han tenido algún tipo de consecuencias. El paso a la sombra de
los salafistas también lo tendría. Puede que se cambien de nombre, pero nunca
lo harán de ideas. Estarán ahí, a la espera tranquila de poder ocupar más
espacio del que tienen. No tienen prisa. Fue la prisa lo que llevó a Morsi a
donde está.
*
"Nationwide campaigns boycott local meat" Egypt Independent
25/08/2015
http://www.egyptindependent.com//news/nationwide-campaigns-boycott-local-meat
**
"The 'no to religious parties' campaign gains momentum" Ahram Online
26/08/2015
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/138915/Egypt/Politics-/The-no-to-religious-parties-campaign-gains-momentu.aspx
***
"Sisi calls for unifying Egypt's electoral lists" Al-Monitor 3/06/2015 http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2015/06/egypt-sisi-call-unify-electoral-lists-elections-parties.html
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