domingo, 18 de noviembre de 2012

El dinosaurio soriano

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Ni el de Monterroso ni de los de Spielberg. En el diario El Mundo nos dan cuenta del apatosaurio que han plantado en Fuentes de Magaña, provincia de Soria*. Un centenar de personas, público curioso y autoridades, han asistido al descubrimiento —debía estar cubierto— de la gigantesca reproducción de un dinosaurio de la especie indicada, una réplica en fibra de vidrio y estructura de acero. Ya solo la cola tiene 19 metros, que ya es cola.
La idea es atraer gente a la zona de las Tierras Altas sorianas, las más despobladas de la provincia. El dinosaurio es el equivalente a una falla incombustible dedicada a servir de atracción a esa lluvia moderna por la que se reza a todos los santos de nuestra geografía: el turismo. Tratan de promocionar el llamado "turismo paleontológico", gente que se interese, al reclamo del dinosaurio, por los distintos restos y huellas que hay en la zona, un terreno muy rico. Como parte de la campaña piensan hacer venir a los del libro Guinness de los récords para que incluyan la monumental reproducción y, dicen, hacer una réplica en la plaza del pueblo.


A Fuentes de Magaña le pasa como a tantos otros pueblos de nuestra geografía, que trata de promocionar lo que tengan para que alguien les pase por allí y le eche un par de horas en las que se haga algún gasto, ya sea comprando réplicas del dinosaurio, camisetas con su imagen o disfrutando de la oferta gastronómica.
La verdad, no sé cuánto puede dar de sí esto del "turismo paleontológico" y si es capaz de competir con fenómenos turísticos mediáticos como el "ecce homo", un auténtico pelotazo local, que empezó como un ridículo local y acabó como un ridículo universal rentable. Porque en el fondo no se trata más que de eso, de rentabilidad o, como les gusta decir a los políticos, de traer riqueza al pueblo. No sé si lograrán amortizar los 59.000 euros que ha costado el apatosaurio de marras, financiado la mitad por un grupo de promoción, mientras que piensan sacar la otra mitad —deducimos de ello que está sin terminar de pagar— de patrocinadores locales y donantes de donde sea.


Soy profundamente escéptico con todo este tipo de reclamos, parecidos a los que sirven para hacer entrar los patos en la zona de cazadores. No tenemos en mente más que el mismo modelo de "atracción". Se trata siempre de que vayan a tu pueblo. No creo que haga falta tanta promoción y sí crear otros tipos de empleos productivos y exportar lo que se produzca buscando mercados. Aunque parezca mentira, hay pueblos que no viven del turismo. Hacen falta fábricas y empresas que miren más allá de las lindes del pueblo, que exporten. Hay que reequilibrar el turismo con otras fuentes de ingresos, diversificar. No podemos vivir todos del turismo.

El dinosaurio es precioso, pero si Fuentes de Magaña piensa que sus problemas locales se van a solucionar poniendo un dinosaurio enorme en las afueras del pueblo y otro en la plaza, me temo que se han equivocado. Necesitarán más cosas para sobrevivir.
La carencia de políticas de desarrollo que involucren inversiones y creación de puestos de trabajo estables, más allá de voluble sector turístico, que es estacional y cambiante, es lo que están pagando pueblos y comarcas enteras, por no decir el país en su conjunto. Las únicas políticas que se practican son las que buscan favorecer mediante planes tipo "renove" determinados sectores—vivienda, automóviles o calderas, lo que toque—, pero son parches a  periodos de enfriamiento. Son temporales y siguen sin solucionar la madre de todos los problemas, el desempleo y la creciente falta de calidad del empleo existente. No hay planes, solo malos remedios.


En julio de 2011, El Norte de Castilla nos contaba la historia de una pareja de "ecologistas militantes" llegada al pueblo de Fuentes de Magaña dos años antes. Su pretensión, tras abandonar Madrid, era crear su huerta ecológica y poder vivir de vender a través de internet sus productos.


Tras comprobar que era viable producir ecológico en Fuentes de Magaña se envenenaron con la idea de dar un paso más. El ayuntamiento del municipio les acondicionaba un local social y así nació “El puchero de la rehuerta”, un negocio que potencia, además, que existan otros productores “verdes”, ya que, ellos, solo adquieren productos naturales, artesanos y próximos. “El queso, los lácteos y la carne los compramos a productores locales y de Castilla y León. Apostamos por contribuir al desarrollo de nuestros pueblos y por ayudar a gente que apuesta por revitalizarlos”. Sus vendedores les adquieren, a su vez, productos de su huerta a un precio asequible, ya que no existen intermediarios de por medio. Un trueque que genera “algo” de economía rural y que promueve la buena alimentación.**


Puede que alguno de los visitantes del dinosaurio y la zona caiga por allí, pero no sé si es eso lo que les resolverá la vida. Han creado una red de extensión de sus productos y es ahí donde deberían centrarse los apoyos, en ampliar los mercados aumentando su producción. Es más seguro que apostar por la atracción. La gente está volviendo a los pueblos ante la desesperación que supone vivir en ciudades caras y sin empleo. El futuro parece que es volver a las cooperativas, tal como está ocurriendo en los Estados Unidos en muchos sectores, y a crear redes de distribución.

La vida en estos pueblos es dura, muy dura. Loreto y Daniel pronto vieron las dificultades de asentarse en los pueblos:

“Si no tienes un buen colchón económico no vengas a vivir a un pueblo, ya que si en la ciudad es difícil salir adelante en un pequeño municipio hay menos oportunidades. Si no generas tu empleo, esto es una ruina absoluta”, advierte Loreto del Valle [...]**

A la generación de empleo, a los proyectos, debe seguir la búsqueda de mercados para sus productos. El turismo que les pueda atraer el dinosaurio inaugurado no dará bastante para vivir todos. La exportación de lo que producen quizá sí. Depende de su trabajo.
Le deseo la mejor de las suertes al pueblo de Fuentes de Magaña, que lucha por sobrevivir en condiciones cada vez más duras. Ojalá que ese apatosaurio les espante lo malo y les atraiga lo bueno.

* "Un pueblo de Soria construye la maqueta de un dinosaurio más grande del mundo" El Mundo 17/11/2012 http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/17/ciencia/1353173985.html


** "La ecología, un negocio para el medio rural" El Norte de Soria 25/07/2011 http://www.elnortedecastilla.es/20110725/local/soria/ecologia-negocio-para-medio-201107251358.html



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