Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Dos
dimisiones con apenas unos días de diferencia acaparan el interés mundial desde
las primeras páginas de la prensa. Los dos, muy diferentes entre sí, muestran
las caras de la irresponsabilidad y de la responsabilidad. El primero es el del
director de la CIA, el general y héroe militar, Pretaeus; el segundo, el del
director general de la BBC, George Entwistle.
El caso
del general Pretaeus está todavía en fase de embrollo, como no podía ser menos
dado la naturaleza de su cargo. La relación del general con su reciente biógrafa,
Paula Broadwell, planteaba un motivo de
seguridad, según parece, al utilizar vías alternativas para las comunicaciones
entre ellos. Dentro de las versiones que van saliendo, parece que la
cuestión comenzó con el FBI investigando unos correos de Paula Broadwell
con los que "acosaba" a una segunda mujer, que lo denunció. Serían los agentes
del FBI los que descubrirían, al investigar las cuentas de correo, los intercambiados
entre el director de la CIA y ella. The New York Times nos lo cuenta así:
When F.B.I. agents following up on the
complaint began to examine Ms. Broadwell’s e-mails, they discovered exchanges
between her and Mr. Petraeus that revealed that they were having an affair,
said several officials who spoke of the investigation on the condition of
anonymity. They also discovered that Ms. Broadwell possessed certain classified
information, one official said, but apparently concluded that it was probably
not Mr. Petraeus who had given it to her and that there had been no major
breach of security. No leak charges are expected to be filed as a result of the
investigation.*
Siempre nos gusta pensar (no sé por qué) que los
norteamericanos son muy "estrechos" con esto de las infidelidades.
Sin embargo aquí los motivos parece que van más por otro lado, por la necesidad
de tener un jefe de la CIA que tenga la cabeza donde deba tenerla por las
propias responsabilidades y que no se produzcan agujeros en la seguridad. Ni la
institución ni el país se lo pueden permitir por su propio bien. Hay demasiadas
cosas abiertas, pendientes de resolución, pero parece que todo apunta en esa
dirección.
La segunda dimisión es muy diferente. George Entwistle
dimite como consecuencia de las rectificaciones a lo presentado en uno de los
programas en la cadena pública británica. La propia BBC lo contaba ayer de esta
forma:
La BBC emitió una disculpa sin
reservas por un reportaje emitido en el programa de televisión “Newsnight” que
condujo a que Lord McAlpine –veterano político que fue tesorero del partido de
Margaret Thatcher- fuera erróneamente implicado en un caso de presunto abuso
sexual en un hogar de niños al norte de Gales.
Eso ocurrió después de que una
víctima de ese hogar, Steve Messham, se disculpara con el conservador y
aclarara que éste no había abusado de él.
“Newsnight” había reproducido el
testimonio de Messham en el que acusaba a un líder político conservador de la década
de 1980, pero no lo nombraba. Sin embargo, las redes sociales apuntaron a que
se trataba de McAlpine.
Messham además dijo que la
policía le había mostrado una foto de su agresor pero que por error le habían
dicho que el hombre de la foto era McAlpine.**
Sin embargo, el caso tiene mayor trascendencia porque es el
mismo programa que rechazó emitir un reportaje sobre los abusos sexuales del
mítico presentador de la BBC, Jim Savile, un escándalo de grandes proporciones
por lo conocido del personaje y por su reinado en la BBC durante décadas:
La corporación que lo llevó a la fama
ha quedado en el centro de una polémica a raíz de que algunos meses después de
su fallecimiento se emitieron diferentes tributos a su carrera y, en cambio,
uno de los programas periodísticos bandera de la BBC resolvió archivar una
investigación propia sobre los rumores de que Savile era un abusador
consuetudinario.
El editor de este programa,
"Newsnight", estimó en diciembre que no existían suficientes bases
editoriales que justificaran la salida al aire de la historia en la que habían
trabajado durante más de un mes. Peter Rippon asegura que de ningún modo fue
presionado por sus superiores para encubrirla, pero este lunes fue apartado del
cargo mientras las investigaciones estén en curso.
Otro de los programas de investigación
de la BBC, "Panorama", reveló este lunes que los productores de
"Newsnight" advirtieron a su superior que, de archivar la
investigación, la BBC sería acusada de encubrimiento.
El director general de la
corporación, George Entwistle, se presentó este martes ante el Parlamento para
responder sobre qué tanto sabía la BBC sobre la conducta de Savile.***
El programa Newsnight
parece estar en el centro de ambos casos que han llevado a la dimisión del
director general. El primero porque fue el que se negó a dar el reportaje que
dejaba al descubierto la personalidad doble de Savile, que fue finalmente sacada
a la luz y denunciada el 3 de octubre por un programa de la cadena ITV, un año
después de la muerte del presentador. Desde entonces son cientos los casos
conocidos de abusos sexuales de todo tipo cometidos con la impunidad del
personaje que se sabe poderoso. Savile consiguió engañar a todos —y que muchos
miraran a otro lado—, morir convertido en una especie de filántropo que entregó
millones de libras a obras de caridad sin que se supiera quién era realmente. Era Sir Jimmy Savile. Demasiados honores para enfrentarse a la verdad.
Las dos dimisiones, las de Pretaeus y Entwistle, son de
naturaleza distinta pero tienen que ver con sus vínculos profesionales. El
director de la CIA realizó acciones que comprometían la seguridad; Entwistle no
fue capaz de acertar con la línea de información que la BBC siempre ha tenido a
gala. Dos errores graves en uno sus programas estrella han sido el detonante. Pero
todo el mundo ha entendido que los errores de la BBC van más allá de lo
emitido, pues muchas personas estaban al tanto de la forma de actuar de Savile.
Hay cosas que, cuando se dejan crecer demasiado, acaban por ser difíciles de parar
pues comprometen con el silencio cómplice.
George Entwistle asumió la dirección general de la BBC el 17
de septiembre de este año. "He decidido que lo honorable es
renunciar", ha dicho tras unos meses en el puesto. Era un hombre de la
casa, en la que llevaba trabajando muchos años. Quizá esa misma pertenencia no
haya sido lo más favorable para enfrentarse a una situación en la que la propia
BBC quedaba en entredicho.
La prensa británica se encuentra sumida en una profunda
crisis. Los escándalos de Murdoch y las escuchas afectan al sector privado;
pero también los medios públicos se ven arrastrados, esta vez por no querer escuchar
y ver (caso Savile) o no verificar debidamente la información en un escándalo
de abusos infantiles.
El respeto institucional implica un componente de dominio
añadido sobre las propias acciones por parte de los dirigentes y responsables.
Por más que las instituciones, decimos, estén por encima de los individuos, los
individuos hacen daño a las instituciones; erosionan su credibilidad y minan su
estabilidad.
La CIA se basa en la seguridad y la BBC en la credibilidad.
Cualquier caso que les afecte en esas dimensiones, por pequeño que sea, se
convierte necesariamente en una crisis profunda que compromete a las propias
instituciones y sus resultados.
Eso debería ocurrir en todas las instituciones cuyos
dirigentes no cumplen con sus cometidos. Los primeros que deben velar por el
nombre de las instituciones son los que están al frente.
*
"Biographer’s E-Mails to Woman Led F.B.I. to Petraeus" The New York
Times 10/11/2012
http://www.nytimes.com/2012/11/11/us/fbi-said-to-have-stumbled-into-news-of-david-petraeus-affair.html?hp&_r=0
** "La BBC se disculpa por informe sobre abuso
infantil" BBC MUndo 10/11/2012
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2012/11/121110_ultnot_bbc_abuso_newsnight_rg.shtml
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