Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Las
elecciones egipcias terminaron y llegó el temido momento del recuento. ¿Temido
por qué? Porque evidentemente había mucho en juego, pese a que todo el mundo
sabía que ganaría por abrumadora mayoría. Pero como en las novelas policiacas,
lo sabido no interesa; solo la novedad. Y la ha habido.
Lo que
Abdel Fattah al-Sisi se jugaba no era la presidencia, que tenía asegurada,
sino lo que él mismo había apostado: la legitimidad del número de votos. Ahora los poderes egipcios
tienen que decidir si lo que ha perdido apoyo popular es el presidente o el
régimen. Al-Sisi puede pensar que esa decisión está en su mano, pero es más que probable
que no lo esté.
Los
medios estatales egipcios ya dan sus primeras cifras desde ayer, después que se
cerraran las urnas el miércoles. Son muy pobres y preocupantes para lo
invertido en el esfuerzo de llenar un país de carteles, asegurarse que las empresas estimulaban el voto dando horas libres, etc.. Ahram Online, el diario estatal ofrece estos datos:
All preliminary indicators from Egypt's 2018
presidential elections indicate that incumbent President Abdel-Fattah El-Sisi
has achieved a landslide victory, securing over 90 percent of the vote, while
the voter turnout is expected to be over 40 percent of eligible voters, state
TV reported.
Vote counting began late on Wednesday after
polls closed, and is still ongoing at some polling stations in a few
governorates around the country.
The official results are set to be announced by
the National Elections Authority (NEA) on 2 April.
According to sources close to El-Sisi's
campaign, the estimated turnout in the elections, which were held Monday
through Wednesday, is around 25 million out of 59 million eligible voters.
According to the same sources, El-Sisi received
92 percent of the vote, his sole opponent Moussa Mostafa Moussa received 3
percent, while around 5 percent of voters cast a blank ballot.
The estimates reported by state TV are based on
current vote counts in 24 of Egypt's 27 governorates.
State TV also projected that more than 21
million voters cast their ballot for El-Sisi, while his opponent Moussa, who is
the head of the Ghad Party, is estimated to have received 686,000 votes.*
Estos datos los repiten unos y otros. A falta de algunas
provincias, el adelanto de resultados tiene que haber sonado, como diría
Stendhal, como un pistoletazo en un concierto. Toda la fiesta millonaria creada alrededor del presidente, todas las
maniobras realizadas contra la oposición, los autobuses y regalos... todo ello
se resuelve con una importante pérdida de votos frente a un candidato títere,
puesto allí para justificar ante el mundo lo injustificable. Pese a las
amenazas lanzadas contra quienes no votaran, una multa de 500 libras egipcias y
quedar marcado en un censo como "no votó" (el régimen siempre saca
buen provecho de los datos de este tipo), la mayoría de los egipcios se han
quedado en su casa. Un ocho por ciento de los que han votado (3% del rival y 5%
en blanco) no lo han hecho por el presidente. Todo ello, con una pérdida de
votantes de 7% respecto a las elecciones anteriores. 21 millones de votos son
el resultado obtenido por el régimen encabezado por su presidente.
Por el momento hay discreción hasta que los resultados sean
oficiales. Como suele ocurrir en situaciones bajo esta presión, las
interpretaciones de los resultados esperan a que alguien sea el primero. Solo
los datos, bastante elocuente en el terreno en que el propio régimen cometió el
enorme error de plantearlo: como un desafío a las mentiras del mundo. No solo
había que votar por al-Sisi. Hacerlo era demostrar a los enemigos de Egipto
repartidos por todo el mundo, a los de dentro y a los de fuera, que no podrían
acabar con el país, con la civilización y con la verdad. En estos términos se
ha planteado. Y se ha fracasado. Si se quería tener más participación que en
las elecciones anteriores, no se ha logrado. En los términos planteados por
ellos mismos, los objetivos no se han cumplido.
Ahora toca la tarea de interpretar los resultados, de
escribir un artículo, realizar una entrevista en la que se diga que se han
perdido uno millones de votos en estos cuatro años, pese a las amenazas de multas,
abrir una hora más los colegios electorales el miércoles para que pudieran
votar los asustados del último momento; pese a las promesas de agua a los
pueblos que más votaran, de más infraestructuras para las poblaciones que
fueran a votar en masa, pese a los viajes a La Meca ofrecidos, pese a cubrir el
país de la cara de al-Sisi, pese a todo ello... no se han cubierto los
objetivos. Los jóvenes no han ido y muchos de los que son cuatro años más
viejos no han votado tampoco.
Para confirmar la amenaza —tal como se contaba en Mada Masr— de ese delegado de educación grabado que
exigía votar para demostrar que en Egipto había "libertad total", el
objetivo, de nuevo, es la prensa. Egypt Independent señala:
Egypt’s State Information Service (SIS) praised
the foreign media coverage of the 2018 Egyptian presidential election,
according to media statements from Mohammed Imam, the head of the SIS
operations room, but warned about consequences for ‘unprofessional’ coverage of
the election.
Imam affirmed that since the beginning of the
first day of the election, general coverage has been positive with the
exception of some articles by writers in international media outlets that are
not accredited with the Egyptian Center for Foreign Correspondents.
He added that the SIS operations room under the
leadership of Diaa Rashwan met with a number of foreign correspondents to solve
their issues in covering the election, emphasizing that the BBC, CNN, and Reuters
published good reports on the elections.
The coverage was balanced, but some writings
focused on political issues unrelated to the election, Imam said.
“This is a positive indicator given the
increasing numbers of foreign media who are interested in providing media
coverage of the election,” he explained.
“Any foreign article written in a
non-professional manner regarding the presidential election will receive a
direct and clear response. If the writer is in Cairo, then they will be
summoned, even if they are not a resident. A clarification will be sent to him
or her regarding the information they published,” he said.**
Ahram Online y el sito web oficial del gobierno sobre medios informan con fotografías del responsable sobre la retirada de una información de Reuters gracias a sus esfuerzos. En efecto, el vídeo ha sido retirado por no ofrecer los estándares de calidad de Reuters ("The item detailed below is withdrawn because it did not meet Reuters standards", se señala en Reuters). La información titulada "Food, buses, and cash: Getting out the vote the Egyptian way" estaba elaborada desde El Cairo. Una "gran victoria internacional que permitirá nuevos ataques al conjunto de la prensa y mantener la tesis general de que son conspiradores y mentirosos.
Sabedores de esto, los periodistas extranjeros han informado
durante los tres días con mucho cuidado no fueran a acabar en la frontera. Han
dejado a sus columnistas en casa que trabajaran sobre los aspectos más críticos
para estar a salvo por la distancia. Eso le sirve al régimen egipcio diciendo
que los que escriben sobre el país no están allí y no son "profesionales".
Giulio Regeni sí estaba allí y escribía críticamente sobre Egipto y sus
sindicatos en el diario Il Manifesto:
fue grabado, secuestrado, torturado y su cuerpo apareció en una cuneta en el
desierto cuando el gobierno italiano exigió que apareciera. Él sí estaba allí.
La amenaza de expulsión a los periodistas no es solo un acto
verbal. La periodista británica que llevaba 7 años viviendo en El Cairo fue
puesta en la frontera sin más explicación antes de las elecciones. En Egipto, sí,
como decía el funcionario de Educación "hay libertad total".
The New York Times se hace eco de las amenazas a la prensa:
Coverage of those tactics in the international
news media drew harsh criticism from the government and its supporters, who
accused reporters of presenting a distorted picture of the election.
“So the foreign media chose darkness,” wrote
Hany Assal, a columnist with the state-run Ahram
newspaper. “It reported and searched for the negative and worked hard to
emphasize it.”
The State Information Service warned foreign
reporters of unspecified consequences for “unprofessional” coverage of the
election.***
Esto lo dice un régimen que llama "traidores" y "conspiradores"
a los que le critican. Podríamos llamarlo "buscar el lado oscuro de las
críticas".
Pero el peso principal de las críticas no va tanto al
gobierno egipcio, sino al papel que los Estados Unidos han jugado oficialmente
en estas elecciones. El diario critica duramente a los miembros de la embajada
norteamericana:
In a message posted to the United States
Embassy’s Twitter feed on Monday, the first day of the vote, the United States
chargé d’affaires in Cairo, Thomas H. Goldberger, said: “As Americans we are
very impressed by the enthusiasm and patriotism of Egyptian voters.”
Chargé
d’Affaires Goldberger visited a polling site in Sayeda Zainab today. As
Americans we are very impressed by the enthusiasm and patriotism of Egyptian
voters.
Timothy E. Kaldas, a nonresident fellow at the
Tahrir Institute for Middle East Policy, said the statement sent the wrong
message to Mr. Sisi.
“To put out an image like that, without any
context of the repression that has marred and undermined the credibility of the
vote, puts the U.S. government in a position of being complicit with the repression,”
he said.
Sisi posters outside a polling station in
Cairo. Voters reported bribes, blandishments and threats to bolster turnout,
seen as a crucial measure of Mr. Sisi’s legitimacy. Credit Mohamed
El-Shahed/Agence France-Presse — Getty Images
A spokesman for the embassy declined to
comment.
A handful of American observers, invited to
monitor the vote by Egyptian officials, praised the vote in enthusiastic social
media postings that showed the observers dancing with voters or eating with
Sisi supporters.
One of the observers, Samantha Nerove, is a
military veteran who runs a nonprofit called America Matters. Two others, Andy
Braner and Sasha Toperich, wrote an online article before the vote that
concluded “We should give el-Sisi a chance.”***
No deja de ser una profunda ironía que sean los trumpistas los que sigan alentando al
régimen de al-Sisi. Se ha criticado duramente con anterioridad al gobierno de
los Estados Unidos por mandar al mundo mensaje de apoyo a las dictaduras y
regímenes autoritarios. Lo hicieron informes de asociaciones internacionales señalando
que los discursos despreciando los derechos humanos o los ataques a la prensa estaban
siendo un muy mal ejemplo para muchos países. Los ataques verbales o con tuits
contra la prensa estaban siendo llevados más allá en regímenes dictatoriales
diciendo que es así como se actúa en los países occidentales. Esta excusa la ha
utilizado Egipto con frecuencia, calcando los discursos anti prensa.
La preocupación de The New York Times es lógica ya que con
ello los Estados Unidos pierden su capacidad de liderazgo de las libertades. Los
Estados Unidos de Donald Trump ya no son el líder moral de nadie más que de los
dictadores con complejos.
Las semanas pasadas han tenido un amplio debate sobre su felicitación
a Vladimir Putin por su "éxito" electoral. Ha sido duramente
criticado por ello, justo en un momento en que muchos países occidentales están
sancionando a Rusia por el intento de asesinato del ex espía ruso y su hija en
Reino Unido. Ya solo falta que Trump felicite oficialmente al "fantastic
guy", el presidente al-Sisi, y le diga al mundo que está haciendo un
"great job". Con ello solo consigue acabar de fomentar. Las críticas
por las felicitaciones a los diplomáticos norteamericanos en El Cairo, como
hemos visto, se basan en que suponen un respaldo a la represión. Suponen además
un engaño a los propios egipcios que pasan a considerar que lo que ocurre allí
forma parte de una "normalidad" respaldada por países poderosos. Su
presidente, piensan, tiene amigos
poderosos y esa es la base del gobierno.
Ahora, con las urnas cerradas, el régimen egipcio se
enfrenta a un claro declive que hará que los entusiasmos sean más moderados y
las críticas arrecien, algo que le es muy difícil de llevar. Los responsables,
claro, serán los que se niegan a reconocer los méritos excelentes y prefieran
ahondar en lo más oscuro, es decir, los medios y sus profesionales.
La prensa internacional ha comenzado a criticar el baile de cifras. Lo que era un 92% de los votos ha pasado al 96,9%, más que lo que obtuvo la otra vez, pero con una abstención mayor. También esta ha pasado de "rondar el 40%", como se ha dicho, a un 42%, lejos todavía de los datos anteriores. De seguir así, es probable que en próximos días los votos se reproduzcan como conejos. No es preocupante porque se evidencia así en mayor medida la debilidad que se ha percibido en el régimen. Son síntomas de miedo, no por lo que otros vaya a hacer, sino por lo que van a tener que hacer ellos para seguir al frente perdiendo apoyos populares.
Desde el punto de vista interno, el resultado abre un
conflicto en la sombra. Los que consideren que Abdel Fattah al-Sisi ha
fracasado en estos cuatro años y que pueden encontrarse con una fuerte
contestación tendrán que plantearse lo que todo el mundo daba por cierto: la
reforma de la constitución para prologar los mandatos presidenciales. Si esto
se hace por una consulta popular, con estas cifras, se corre el riesgo de
perderlo. Es dudoso que los partidos de oposición democrática o que la base
islamista extensa se mantuviera en la abstención pudiendo dar un serio golpe a
los proyectos del régimen. Eso significa hacer de la necesidad virtud: un
relevo para al-Sisi. La otra opción es que una enorme violencia obligue a
gobernar bajo una ley de excepción, suspendiendo la constitución, los próximos
treinta años.
A Mubarak le funcionó.
*
"Egypt's Sisi secures over 90% of vote in 2018 presidential elections with
turnout over 40%: State TV projections" Ahram Online 29/03/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/1187/293692/Egypt/-Presidential-Elections--/Egypts-Sisi-secures-over--of-vote-in--presidential.aspx
**
"Cairo-based foreign reporters writing unprofessional election coverage
will be ‘summoned’: SIS" Egypt Independent 29/03/2018
http://www.egyptindependent.com/cairo-based-foreign-reporters-writing-unprofessional-election-coverage-will-be-summoned-sis/
***
"Sisi Is Poised to Win Egypt’s Election, With 92% of the Vote" The
New York Times 29/02/2018
https://www.nytimes.com/2018/03/29/world/middleeast/egypt-sisi-vote.html
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