Caminos de Europa

Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Uno de los presupuestos básicos para la supervivencia de Europa es la convergencia de los países hacia modelos comunes. Es una obviedad decir que cuanto más nos parezcamos más fácil nos será ponernos de acuerdo. Por eso la aparición de movimientos nacionalistas separatistas o excéntricos complican la vida de la Unión Europea y la convivencia de todos.

La Unión Europea se ha encontrado, además, con algo que no esperaba: permite hacer oposición a los gobiernos, un invento realmente interesante. En tu espacio eres gobierno y hacia el exterior eres oposición, que es aprovechar al máximo las posibilidades expresivas de la política. Puedes hacer y criticar, a sabiendas de que si has ganado el poder, las críticas que hagas a la Unión o los obstáculos que les pongas en su camino serán aplaudidos por tus huestes locales. Obligas, además, a tu oposición local a hacerse "europeista" porque es el espacio que les queda, los únicos que pueden hacer caso. Recordemos que en estos años, la banderas de Europa las sacó la oposición, como sucedió con los ucranianos, o como está sucediendo ahora en Polonia o en Rumanía.

Cada vez que se produce una elección europea, todo el mundo tiembla por lo que de estabilidad supone para el conjunto. Cuanto más peso tenga, mayor es la tensión por el destrozo posible. No hablemos ya si lo que ocurre es un referéndum sobre la salida, que se plantee un Brexit, cuyas consecuencias están todavía poco claras para todos, pero especialmente para el Reino Unido que ve cómo sus expectativas no se cumplen. Y difícilmente podrían hacerlo dadas las mentiras que se pusieron en circulación para convencer a la gente.

El diario El País recoge lo ocurrido ayer en Italia:

Italia acudió ayer a votar amenazada por la ingobernabilidad y se acostó todavía más inquieta. Tras España y Alemania, el país de los 64 Gobiernos en 70 años sufre las consecuencias del fin del bipartidismo y del clarísimo avance de las fuerzas radicales. Los primeros resultados apuntan que nadie logrará una mayoría por sí solo. El Movimiento 5 Estrellas crece de manera espectacular, pero la coalición de centroderecha, con una Liga que logra el sorpasso a Forza Italia, se adelantaría sin lograr los asientos necesarios. Se abre un complejo escenario, el menos deseado por la UE, en el que las opciones moderadas se derrumban en la tercera economía de la zona euro.*

No es fácil vislumbrar un futuro que no sea estar siempre en la cuerda floja. La inestabilidad produce inestabilidad; la inseguridad, inseguridad. Desde que el proyecto europeo se puso en marcha, la política ha cambiado.

Populismos, nacionalismos, radicalismos, etc. ha ido entrando por la puerta de atrás de un modelo que lo que buscaba era ir consolidándose como unidad convergente. La idea era dar estabilidad a los que no la tenían, que las democracias fuertes ayudaran a los que no tenían esa tradición ni estabilidad. Hoy es la democracia lo que están cuestionando muchos.

El Brexit no ha dado ninguna estabilidad a Reino Unido, sino que ha sembrado el desconcierto y el conflicto entre todas las fuerzas políticas, marcando un distanciamiento con una parte importante de la sociedad, que se siente engañada por todos. Theresa May se debate entre unos y otros y trata de encontrar algo que pueda ofrecer como una victoria ante los británicos. Pero lo tiene difícil.

Alemania ha buscado estabilidad por segunda vez en la "gran coalición", que funciona pero está erosionando a ambos partidos y permitiendo el ascenso de fuerzas de extrema derecha, ultranacionalistas y xenófobas.

En España, el pseudo bipartidismo que teníamos se ha abierto y está por ver qué ocurrirá en las próximas elecciones. Queda por resolver la herida catalana, punto por el cual —como han señalado todos los socios— se pretende otro debilitamiento del modelo europeo.

Si alguien se pregunta si es posible que resista una Europa llena de nacionalismos, sediciosos o no, la respuesta es claramente "no". La Unión Europea es la superación de barreras y distinciones. Es lo racional de la ciudadanía frente a lo emocional de los nacionalismos. Es necesario confirma Europa más allá de un ciclo.

Europa unida, con una voz, es cada día más necesaria en el planteamiento crecientemente conflictivo que se está concretando desde los Estados Unidos (con el proteccionismo y el nuevo militarismo) y desde la intrigante Rusia. El modelo propuesto por Donald Trump de guerras comerciales proteccionistas no va a quedar sin contestación y la unidad de Europa es esencial para poder llegar a acuerdos válidos y no mostrarse como una atomización. Es necesario que Europa tenga una estrategia común y tener cuidado con las cuñas que Rusia ha instalado en la periferia europea.

Decir que tiene que cambiar la forma de hacer política es como decir que hace falta que llueva cuando hay sequía. El daño generacional que se está haciendo con la política es muy grande. Entre el distanciamiento y la radicalización, la política no se plantea hoy como una forma de ganar poder en los consensos, sino como una forma de lucha a cara de perro que se lleva por delante las instituciones que sirven de garantía para la convivencia.

Los políticos profesionales se enfrentan a un rechazo en muchos países Corrupción y parasitismo son dos aspectos reprobables que se han instalado allí donde el poder no se renueva correctamente. Los recién llegados vienen con discursos en los que les da igual derrumbar los cimientos con tal de acceder al poder. Para ello cuentan con las ayudas que el Kremlin les ofrece preparándoles el camino sembrando el descontento, mala hierba que crece con facilidad.

Europa tiene enormes retos. Hay que defender su idea y corregir su práctica. Hay que creer en sus valores y no dejarse arrastrar por los emocionales agresivos. Europa es cuna de muchas cosas y puede la tumba de sí misma. Pero son muchos los recursos que tiene para poder resolver su identidad, algo que no se hará solo sino por aquellos que tengan la generosidad de pensarlo y transmitirlo. Las utopías no existen, pero sí el camino hacia ellas.

* "Las fuerzas radicales avanzan en Italia en un escenario sin mayorías claras" El País 5/03/2018 https://elpais.com/internacional/2018/03/04/actualidad/1520197270_960531.html