Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Decir
que la estrategia independentista en Cataluña declarando la república
unilateralmente ha sido errónea no es sabiduría; solo es una obviedad. En estos
días de autocrítica, las ha de muchos tipos y si se suman todas, se comprende
el tamaño del fracaso. Desde lo que apuntan a la falsa de masa social de apoyo
a la idea de independencia, hasta los que reconocen la falta de reconocimiento
europeo, pasando por los que ven la inviabilidad económica. Cada uno entona su
mea culpa particular, pero si sumamos todos ellos queda al descubierto la falta
de sentido del conjunto. Reconociendo cada uno un poquito, parece que fuera
menos el disparate y menor del desgarro.
Lo ha
expresado bien, Jean-Claude Juncker, el presidente de la Comisión Europea, en
la entrevista que hoy nos trae el diario El País:
P. ¿Se ha convertido el procés en un dolor de cabeza para la UE?
R. Cataluña es una gran, una
enorme preocupación. No me gusta la situación que ha provocado: es un desastre.
En muchos sentidos. Ha enrarecido la atmósfera política, ha generado una
fractura interna en la sociedad española, y en la catalana: crea problemas
dentro de las familias, entre los amigos. Es triste. Esto nunca debería haber
pasado.*
Pero
las autocríticas de los secesionistas son lágrimas de cocodrilo y ya están
hablando de la estrategia para la próxima legislatura. Es decir, no han
aprendido nada. Es triste que tanto descalabro solo les sirva para esto. Se
vuelve a la euforia engañosa de los mítines electorales y se vuelve a prometer
lo imposible. Todo su empeño es llegar poder imponer algo a todos que España no
va a aceptar. Y debería añadirse: por su propio bien.
Los
cálculos realizados, además de erróneos, son irreales. No tienen en cuenta que hay una enorme cantidad de
personas —probablemente algo más del 50%— que no quiere ceder ante sus
planteamientos. Estos no se refieren a cosas triviales o reversibles, sino a
elementos fundamentales que no tienen vueltas atrás. Nadie va a renunciar a su
identidad por mucho que se empeñen porque no es algo que se ponga encima de la
mesa. El argumento del "derecho a decidir" es falaz se ha explicado
una y otra vez por juristas. Solo los "políticos" lo usan para hacer
creer que hay algún fundamento sólido en ello.
La irrealidad
del secesionismo queda reflejada en el uso continuado de la foto oficial del ex
gobierno, al que siguen llamando "gobierno legítimo", pese a que ya
no es gobierno. Nadie duda de que fuera legítimo, pero tampoco se puede dudar
que el desacato de las leyes que debían obedecer les descalifica como "gobierno".
Nadie les ha deslegitimado,
sencillamente son ellos los que han dejado de respetar las leyes La negativa a
aceptar el hecho, pese a decir acatar el artículo 155 de la Constitución, hace
ver la falta de realidad.
Un
detalle orwelliano es la semi "vaporización" a la que han sometido al
ex conseller Santi Vila. Nos cuenta La Vanguardia:
El exconseller de Empresa de la Generalitat,
Santi Vila, ha sido borrado con técnicas informáticas de la fotografía que
preside la página web Govern legítimo que ha impulsado el expresidente cesado
Carles Puigdemont y los exconsellers que lo acompañan en Bélgica.
La página, que pretende estructurar la
actividad del cesado Gobierno de la Generalitat, muestra en primer plano una
fotografía oficial tomada en la galería gótica del Palau de la Generalitat el
pasado 1 de octubre, cuando Puigdemont se hizo arropar por todos sus consellers
para dirigir un mensaje institucional a los ciudadanos tras las votaciones y
las cargas policiales.
Sin embargo, la fotografía está modificada y
la imagen de Santi Vila, que entonces era conseller de Empresa y Coneixement,
ha sido borrada. Se da la circunstancia que Vila dimitió de su cargo justo
antes de que el Parlament impulsara la DUI y Rajoy impusiera el 155 y cesara al
resto del Govern, después de haber hecho gestiones para intentar que Puigdemont
convocara elecciones.*
Más
adelante se nos informa:
Inicialmente el proceso de borrado de Vila ha
sido defectuoso, ya que, todavía se podían apreciar sus piernas en la imagen.
Ese error, subsanado posteriormente, ha sido objeto de numerosas mofas en las
redes sociales. La acción del llamado gobierno legítimo.**
Esperpéntico,
pero revelador. Es otra muestra más de la falta de sentido de la realidad. Convertido
en una especie de personaje de Italo Calvino, en un "vizconde
demediado" en horizontal, Santi Vila fue el único que tuvo sentido de la
realidad de las consecuencias, entendiendo que el "procés" no iba a
ningún lado. Como venganza, la mitad de su cuerpo fue borrado de la foto,
trabajo al que se dedicaba el protagonista de "1984", cuando los
políticos caían en desgracia.
El
espantoso ridículo de Carlos Puigdemont y las consecuencias para su PdeCat se
intenta convertir en bandera de lo que depare el futuro. Puigdemont juega con
una especie de unidad post electoral que le lleve de nuevo al gobierno, algo completamente
absurdo y descabellado. Su estrategia es, de nuevo, el victimismo y convencer
al mundo que él mantiene la llama de una Cataluña insurgente.
Por
seguir con Italo Calvino, Puigdemont se acerca más al "caballero inexistente",
otro de los protagonistas de su trilogía, denominada Nuestros antepasados, que
le servían al genial escritor italiano para retratar el mundo contemporáneo
bajo los ropajes de la fábula. Su empeño en ser lo que ya no es, la nada
habitando un cargo inexistente, nos deja pocas dudas sobre su poco, por no
decir nulo, sentido político.
La
entrevista de Juncker deja bastante claras algunas cosas:
R. El nacionalismo es veneno. Pero no creo
que nacionalismo y populismo sean exactamente lo mismo; hay matices que los
diferencian. No me gusta la idea de que si formas parte de los ganadores de una
nación eso te permite marcharte cuando y como quieras. Estoy a favor de la
Europa de las regiones: de respetar la identidad, la diferencia. Pero eso no
supone que vayamos a seguir a esas regiones en todas sus aventuras, que a veces
son un tremendo error, más aún si se declara una independencia unilateral sobre
la base de un referéndum sin garantías. Fuera de Europa me preguntan si España
está en estado de descomposición: si el país se va a romper en dos. Yo digo que
no, que la mayoría de los españoles se opone a la independencia, que ni
siquiera en Cataluña la mayoría es clara. El Gobierno y la Generalitat pueden
discutir el grado de autonomía, pero Europa es un club de naciones, y no acepto
que las regiones vayan contra las naciones. Menos aún fuera de la ley.*
Creo
que más claro no se puede decir. Son algo más que palabras de Juncker, son las
de la mayoría de los países europeos que han advertido claramente que no
admiten descomposiciones. Más allá:
aunque Cataluña se independizara de
España mediante acuerdo, comenzaría el otro "proceso", el de adhesión
que podrían ser vetado por otros que no quieren dar mal ejemplo. Cataluña sería
frenada para evitar el mal ejemplo. No todo es España
Durante
mucho tiempo se ha jugado al europeísmo desde el independentismo. Creo que este
mito puede ser ya eliminado de los discursos nacionalistas. No es nada contra
Cataluña; es el diseño de Europa, que no puede ser el telar de Penélope,
tejiendo y destejiendo cada día. Cataluña está en Europa, lo está con España.
El
nacionalismo es venenoso, como señala Juncker. Y lo ha sido allí donde ha
surgido, convirtiéndose en un cáncer, en una obstrucción. La Unión Europea se
hizo para frenar los nacionalismos en un continente que había estado durante
siglos en guerra por todo lo que es posible matarse: tierras, religión o mala
vecindad.
Aprovechar
la paz y prosperidad que hemos conseguido en Europa para romper España y Europa
es absurdo. Pero los señores del "procés" parece que siguen sin entenderlo.
Continúan en su empeño de convencer al mundo de que ellos tienen razón por más que el mundo les repita
una y otra vez que viven en una próspera y estable democracia, en un estado de
derecho, algo que niegan con tal de salirse con la suya.
El
proyecto nacionalista es viejo. Ha quedado fuera de la Historia precisamente
porque no ha sabido adaptarse a la realidad de Europa y entender su sentido. El
viejo empeño no tiene sentido. Sería mejor adaptar el catalanismo al conjunto
de España y de la Unión, darle sentido como parte de un proyecto más amplio,
más próspero; sería mejor olvidarse de los viejos odios y mitificaciones
emocionales para dar una mejor sociedad, plenamente integrada en España y
Europa.
La
solución de negar la realidad, de borrar de la foto a los que no están de
acuerdo y poner en riesgo lo mucho que tenemos es muy peligrosa. Y
sin sentido. Hoy las bromas sobre las piernas olvidadas de Santi Vila recorren la red y dejan
al ex presidente y los suyos como redomados chapuceros, que es lo más suave.
Las pertinaces piernas del consejero no se han podido eliminar. La realidad es tozuda.
*
(Entrevista) "Juncker: “El nacionalismo es veneno”" El País
19/11/2017
https://politica.elpais.com/politica/2017/11/18/actualidad/1511027416_545140.html
**
"El Govern cesado borra a Santi Vila en su nueva web" La Vanguardia
19/11/2011
http://www.lavanguardia.com/politica/20171119/433009768866/govern-cesado-borra-santi-vila-nueva-web.html
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