Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
A
Julian Assange le han llamado la atención desde Ecuador. Lo han hecho con razón
porque Assange parece no haber entendido cuál es su situación y cómo debe
comportarse un invitado. El no comprender cuál es su situación y lo que Ecuador
está haciendo por él, nos dice bastante de su personalidad y de su propia
actividad.
En La
Vanguardia se recoge la nota dada por Ecuador sobre sus actividades desde la
embajada londinense:
La Cancillería ecuatoriana ha pedido hoy a
Julian Assange que se abstenga de pronunciarse sobre la situación en Catalunya
y le ha advertido de su “obligación” de no dañar las relaciones internacionales
de Ecuador con países como España, con el que Ecuador mantiene “lazos
históricos y culturales”.
En una nota oficial emitida hoy, el
Ministerio de Exteriores ecuatoriano ha subrayado además que las declaraciones
del líder de Wikileaks no representan la posición de Ecuador, ha respaldado la
“integridad territorial” de España y ha reiterado su posición de no intervenir
en asuntos internos de otros países.
“En referencia a los últimos acontecimientos
suscitados en España en torno a la independencia de Catalunya y a las
expresiones del señor Julian Assange sobre este asunto, considera importante
señalar que las mismas no representan la posición del Estado ecuatoriano”, reza
el comunicado oficial del Gobierno de Ecuador divulgado por su Cancillería.
El fundador de Wikileaks, refugiado en la
Embajada de Ecuador en Londres desde hace más de cinco años, dictó recientemente
una videoconferencia en la que se pronunció a favor de la independencia de
Catalunya, que justificó como respuesta a la necesidad de cambiar el “orden
mundial”.*
Las más
elementales normas de cortesía de alguien que está viviendo acogido en una
embajada durante los cinco años señalados marcan no crear problemas o tensiones
con terceros países, en este caso, con España. Sin embargo, Assange parece
considerar la embajada ecuatoriana como un centro de operaciones desde el que
mantener una política propia.
Y esa
política, según nos cuentan, es "cambiar el orden mundial". La
política para cambiar el orden supone pasar antes por el desorden, que es la
etapa por la que estamos pasando. Es el "método Mabuse": primero el
caos; luego llegamos con el nuevo orden.
En otros términos: es necesaria la desestabilización para poder alcanzar un
cambio que se produzca con menor resistencia.
A
Julian Assange no le importa lo más mínimo Cataluña. Le importa el desorden,
las situaciones caóticas que permitan la llegada de los que traen el nuevo orden o, en su defecto, el
debilitamiento del orden existente, que es directamente malo por el simple
hecho de ser el que hay. Assange es el que sube a la azotea a animar al suicida
a que se arroje al vacío.
Estamos
volviendo a una situación propia del siglo XIX, llena de anarquistas
visionarios, de nihilistas como los que nos pintaban Conrad o Turgéniev. El
personaje Bazárov, el nihilista de la novela Padres e hijos del escritor ruso, insistía en que primero "había
que limpiar el solar" antes de construir nada. Cuando le preguntan qué
piensan construir en aquel solar del que se limpiado todo, responde: "Esa
ya no es nuestra tarea" (cap. X).
La
función de Julian Assange crear el desorden necesario para la limpieza del
solar, para que vayan desapareciendo las señas de identidad, la confianza
institucional, etc. No se siente tampoco obligado a informar sobre ese orden
que busca porque tampoco es su tarea. Eso le permite quedar al margen de las
explicaciones sobre el futuro y limitarse a la negación, que es lo que hace de
él un nihilista interesado.
Su
tarea no es la información sobre el futuro, sino la desinformación en el
presente. Él crea o alienta conflictos que desestabilicen, que hagan que se
invierta energía que debilite a los intervinientes en el desgaste de las
heridas abiertas.
El
diario El País también recoge información sobre el aviso del gobierno
ecuatoriano a Assange y señala la reunión en la embajada con el considerado
"diseñador intelectual" del "procés" secesionista:
Ecuador ya ha solicitado al Reino Unido que
emita un salvoconducto para que el australiano pueda salir de la Embajada y
viajar a territorio ecuatoriano, pero este se ha negado hasta ahora a moverse
por miedo a ser detenido a petición de Estados Unidos. El año pasado, el
Gobierno ecuatoriano tuvo que cortar la conexión de Internet a la que tenía
acceso Assange para evitar que también se inmiscuyera en las elecciones
presidenciales entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary
Clinton.**
Todos
recordamos el "I love Wikileaks" de Donald Trump en plena campaña. Lo
que nos hace más evidente cuál es el papel de Assange en la política mundial y
cuál es su idea del "nuevo orden". ¿Convencido por las ideas de
Trump? No es necesario; basta con pensar que era la opción más caótica, la que más iba a contribuir a acelerar la confusión, la que produciría mayor desgaste.
*
"Ecuador pide a Assange que no se inmiscuya en la situación de
Catalunya" La Vanguardia 22/11/2017
http://www.lavanguardia.com/politica/20171122/433088673282/ecuador-julian-assange-catalunya-espana.html
**
"Ecuador pide a Assange que no se inmiscuya en la crisis catalana" El
País 23/11/2017 https://politica.elpais.com/politica/2017/11/22/actualidad/1511386032_114199.html
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