jueves, 23 de noviembre de 2017

El refugiado locuaz

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
A Julian Assange le han llamado la atención desde Ecuador. Lo han hecho con razón porque Assange parece no haber entendido cuál es su situación y cómo debe comportarse un invitado. El no comprender cuál es su situación y lo que Ecuador está haciendo por él, nos dice bastante de su personalidad y de su propia actividad.
En La Vanguardia se recoge la nota dada por Ecuador sobre sus actividades desde la embajada londinense:

La Cancillería ecuatoriana ha pedido hoy a Julian Assange que se abstenga de pronunciarse sobre la situación en Catalunya y le ha advertido de su “obligación” de no dañar las relaciones internacionales de Ecuador con países como España, con el que Ecuador mantiene “lazos históricos y culturales”.
En una nota oficial emitida hoy, el Ministerio de Exteriores ecuatoriano ha subrayado además que las declaraciones del líder de Wikileaks no representan la posición de Ecuador, ha respaldado la “integridad territorial” de España y ha reiterado su posición de no intervenir en asuntos internos de otros países.
“En referencia a los últimos acontecimientos suscitados en España en torno a la independencia de Catalunya y a las expresiones del señor Julian Assange sobre este asunto, considera importante señalar que las mismas no representan la posición del Estado ecuatoriano”, reza el comunicado oficial del Gobierno de Ecuador divulgado por su Cancillería.
El fundador de Wikileaks, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde hace más de cinco años, dictó recientemente una videoconferencia en la que se pronunció a favor de la independencia de Catalunya, que justificó como respuesta a la necesidad de cambiar el “orden mundial”.*


Las más elementales normas de cortesía de alguien que está viviendo acogido en una embajada durante los cinco años señalados marcan no crear problemas o tensiones con terceros países, en este caso, con España. Sin embargo, Assange parece considerar la embajada ecuatoriana como un centro de operaciones desde el que mantener una política propia.
Y esa política, según nos cuentan, es "cambiar el orden mundial". La política para cambiar el orden supone pasar antes por el desorden, que es la etapa por la que estamos pasando. Es el "método Mabuse": primero el caos; luego llegamos con el nuevo orden. En otros términos: es necesaria la desestabilización para poder alcanzar un cambio que se produzca con menor resistencia.
A Julian Assange no le importa lo más mínimo Cataluña. Le importa el desorden, las situaciones caóticas que permitan la llegada de los que traen el nuevo orden o, en su defecto, el debilitamiento del orden existente, que es directamente malo por el simple hecho de ser el que hay. Assange es el que sube a la azotea a animar al suicida a que se arroje al vacío.
Estamos volviendo a una situación propia del siglo XIX, llena de anarquistas visionarios, de nihilistas como los que nos pintaban Conrad o Turgéniev. El personaje Bazárov, el nihilista de la novela Padres e hijos del escritor ruso, insistía en que primero "había que limpiar el solar" antes de construir nada. Cuando le preguntan qué piensan construir en aquel solar del que se limpiado todo, responde: "Esa ya no es nuestra tarea" (cap. X).


La función de Julian Assange crear el desorden necesario para la limpieza del solar, para que vayan desapareciendo las señas de identidad, la confianza institucional, etc. No se siente tampoco obligado a informar sobre ese orden que busca porque tampoco es su tarea. Eso le permite quedar al margen de las explicaciones sobre el futuro y limitarse a la negación, que es lo que hace de él un nihilista interesado.
Su tarea no es la información sobre el futuro, sino la desinformación en el presente. Él crea o alienta conflictos que desestabilicen, que hagan que se invierta energía que debilite a los intervinientes en el desgaste de las heridas abiertas.
El diario El País también recoge información sobre el aviso del gobierno ecuatoriano a Assange y señala la reunión en la embajada con el considerado "diseñador intelectual" del "procés" secesionista:

Ecuador ya ha solicitado al Reino Unido que emita un salvoconducto para que el australiano pueda salir de la Embajada y viajar a territorio ecuatoriano, pero este se ha negado hasta ahora a moverse por miedo a ser detenido a petición de Estados Unidos. El año pasado, el Gobierno ecuatoriano tuvo que cortar la conexión de Internet a la que tenía acceso Assange para evitar que también se inmiscuyera en las elecciones presidenciales entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.**


Todos recordamos el "I love Wikileaks" de Donald Trump en plena campaña. Lo que nos hace más evidente cuál es el papel de Assange en la política mundial y cuál es su idea del "nuevo orden". ¿Convencido por las ideas de Trump? No es necesario; basta con pensar que era la opción más caótica, la que más iba a contribuir a acelerar la confusión, la que produciría mayor desgaste.



* "Ecuador pide a Assange que no se inmiscuya en la situación de Catalunya" La Vanguardia 22/11/2017 http://www.lavanguardia.com/politica/20171122/433088673282/ecuador-julian-assange-catalunya-espana.html
** "Ecuador pide a Assange que no se inmiscuya en la crisis catalana" El País 23/11/2017 https://politica.elpais.com/politica/2017/11/22/actualidad/1511386032_114199.html


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