Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Mientras
el presidente al-Sisi se muestra muy enfadado por el triste
"nombramiento" de El Cairo como "peor megaciudad" para las
mujeres, según la encuesta realizada este año por la Fundación Thompson Reuters,
algo que ya recogimos aquí, los hechos siguen mostrando que la verdad está más
cerca de los hechos que de su desmentido.
El
enfado del presidente es natural, casi obligado. Pero eso no sirve para las
cosas mejores. Nada ha hecho más daño a Egipto en estas semanas que la
aparición de la prensa de todo el mundo de la "petición" de uno de
sus ilustres y letrados hijos de que era una obligación patriótica acosar a las
mujeres, incluso la violación, que llevaran esos escandalosos pantalones con
sus telas rotas dejando ver pequeños espacios epidérmicos. Ante tamaña
perversión, el noble y piadoso varón egipcio debe actuar por el bien de algo
llamado la "sagrada moral egipcia" y mediante estas brutales pero
necesarias técnicas intimidatorias, llevarlas por el buen camino, que es el que
las lleva a no salir de casa. Si las familias no se preocupan por ellas, la
corrección fraterna actúa con mano firme y sobona. Y si hay que violar, se
viola.
La
presencia de este preclaro varón es otro problema en la imagen exterior de
Egipto que los lamentos y quejas del presidente no podrán frenar. Con el título "Sisi refutes
report on Cairo as most dangerous megacity for women", Egypt Independent
nos informa:
He refuted that Cairo is the worst city for
women and questioned the reliability of the sources used in the report.
“I’m going to ask a question: who is the one
who decides that Cairo is the most dangerous capital for women or not? What
survey has been done to establish that? Who is accusing us of this?” Sisi said
during an interview with CNBC that aired Tuesday morning.
The president however also acknowledged the
problem of sexual harassment.
“There is sexual harassment in Egypt. There is
a big percentage, but not to say it is the worst. By law and by all measures we
will show the society’s appreciation for women. On a personal basis I say this
as a message to the Egyptian society that the woman has to be appreciated,” he
went on to say.
“For any male, young or old, who does something
like this, he has to be held accountable by law. It will take time to regain
the kind of security and stability that will satisfy all of us,” Sisi added.*
Una vez más, se muestra la preocupación por lo menos
relevante y se trata de esquivar la realidad del problema. Al menos, esta vez
el presidente no ha tenido la idea de negar la existencia del acoso a las
mujeres porque desde hace años las cifras son escandalosas. Son esas cifras,
que se repiten una y otra vez, las que manejan los expertos consultados para ir
asignando a esas megacapitales los títulos que despierten sus deseos de
mejorar. Pero en el caso egipcio, la preocupación —como siempre— se dirige
hacia quién quiere perjudicar a Egipto con estas cosas.
Muchas de estas cosas, por ejemplo, las proporciona el
mismísimo parlamento egipcio, algunos de cuyos diputados son el apoyo del
presidente y realizan extrañas peticiones desde su misma constitución, como advertir sobre su vestuario a las
compañeras diputadas. O plantear proyectos que han levantado la indignación de
la parte de la sociedad que no entiende estas cosas, como por ejemplo la
petición de exámenes de virginidad para entrar en las universidades y muchas
otras extravagancias tradicionales,
valga la paradoja, que marcan la vida y posibilidades de las mujeres dentro y
fuera de su casa, en la familia y en el trabajo.
Más allá de la cuestión de la ciudad de El Cairo, el estatal
Ahram Online se centra en el tradicional discurso del presidente sobre el "valor"
de las mujeres. Nos cuenta el diario:
The president also said that empowering women
is not only dependent upon their appointment in leading political roles, and
called for more efforts to be exerted in media, educational, and religious
institutions to highlight the great role women play in Egyptian society.
"Real men should appreciate the role of
women and their sacrifices in defending our nation," El-Sisi said, calling
upon youth participants in the forum to take a bow in honor of women's role.
"In Egypt's 30th of June revolution, women
played the greater role, and in the war on terrorism women played a much
greater role by encouraging their family members to take the streets and
squares in every Egyptian city and village to say we are ready to fight against
terrorism," El-Sisi added.
Thanks to calls and initiatives for gender
equality in Egypt over the past several decades, women have gained significant
representation in political life. However, their social roles are still
undermined by ultra-conservative and anti-liberal currents due to culturally
inherited misconceptions.**
Sus palabras son un interesante e ilustrativo juego retórico
en el que se habla de la "revolución del 30 de junio", es decir, del
"no-coup" que le llevó al poder. No se especifica cuál es ese papel
tan grande. Según sus palabras, el papel de las mujeres fue sacar a los hombres de casa para que
salieran a las calles a luchar contra el terrorismo. Es difícil imaginar un
papel más tópico y rancio para las mujeres que el de sacar a los hombres de
casa. Viene a reconocer que son ellas que deben quedarse allí, que es su
espacio propio.
Pero lo más interesante es el silencio sobre la revolución
del 25 de enero, de donde sí se puede especificar el papel de las mujeres. ¿Por
qué silenciar el 25 de enero? ¿Quizá por los exámenes de virginidad que los
militares practicaron a las mujeres que en vez de mandar a los hombres fuera de
casa salieron ellas mismas a pedir la caída del régimen de Hosni Mubarak,
sostenido por los militares? Y, más adelante, ¿hay que recordar las imágenes brutales
de la "mujer del sujetador azul", pisoteada y golpeada por las
galantes fuerzas del estado, con saña e impunidad? Fue uno de los detonantes
sociales más fuertes a los que quedo expuesta la sociedad egipcia en el periodo
de entre el 25 de enero y el 30 de junio.
Las palabras de al-Sisi son pura retórica. Es difícil
avanzar cuando la sociedad se ha hecho muchos más conservadora y machista de lo
que era con anterioridad a la época de Mubarak, como señalan múltiples observadores.
La mujer es la que se ha convertido en el objetivo. Las campañas —recogido
aquí— con pancartas en las calles llamando a los padres a que vigilen a sus hijas y otros casos similares
muestran que la mujer, más allá de la retórica presidencial, es la excusa para
mostrar la virtud masculina, que es la impuesta como social oficialmente. Es la
vuelta a vigila a las mujeres, causa del desorden social cuando salen de casa.
Daily News Egypt nos vuelva a traer un viejo tema,
igualmente ya tratado: el de las mujeres en el Consejo de Estado. Mientras el
presidente habla de forma retórica de esas mujeres idealizadas como madres y
esposas de héroes que salen a las calles o entregan a sus hijos a la muerte por
la patria, la realidad nos muestra otra cuestión:
Omnaya Gadallah, who filed a case against the
State Council for refusing to enrol women in the State Council, said that there
is abuse by the council towards women’s appointments in the council.
This came during the conference on the problems
of women`s appointment in the judiciary, which was organised by the Nazra
Institution for Women Studies and the Egyptian Women’s Issues Foundation.
Many activists in human and women’s rights
attended this conference, such as Mozin Hassan, Azza Soliman, Mona Zuelfakar,
Amal Abd El Hady, George Eshak, and some members of the 50th Committee to Amend
the Constitution, such as Amr Elshobky and Amr Salah.
During the conference, they discussed the
reasons for the absence of women from the State Council from a historical and
legal point of view and talked about the lawsuit filed by advocate Omnia
Gadallah, which is expected to be presented to the second session of the
Supreme Court of Administration on Saturday 11 November.
Meanwhile, Gadallah reviewed a number of laws,
articles of the Constitution, and international agreements that support women’s
equality right in appointment in all judiciary institutions.
Moreover, she asked why she should not be
appointed for four years now, and why the State Council is the opponent and the
judge at the same time, noting that the number of female judges does not exceed
half the number of male judges.***
Recordemos que en el caso de los jueces, uno de los
argumentos esgrimidos para que las mujeres no lleguen a esos niveles es que cómo se van a reunir en una sala dos hombres
y una mujer lejos de los ojos de todos. El argumento evidencia el mal
subyacente y su visión de la sociedad y del papel de la mujer en ella. El
problema es que esto se plantea como "virtud" y no como
"prejuicio", que es lo que es. Desde esa perspectiva, la retórica es
la única salida para evitar que se vea lo que ocurre realmente.
El abogado que pedía que se acosara y violara como un deber
patriótico era un buen ejemplo de ese retorcimiento de la virtud hasta hacerla
irreconocible pero asimilable por aquellos que están de acuerdo con el
planteamiento general: la mujer es un peligro.
El freno a las mujeres en los órganos superiores de justicia
se basa, finalmente, en la desconfianza. El recelo hacia la mujer parte de la
creencia en su inferioridad, en su incapacidad de juzgar con justicia. El argumento,
junto al de tener que estar juntos, era que nunca habían llegado a esos niveles
en la historia. Difícilmente llega nadie a ningún sitio si el obstáculo es que
no hay precedentes. Es un típico argumento circular: las mujeres no deben estar
porque nunca han estado.
En estos días, los periódicos egipcios han recogido la
sentencia a tres años de cárcel a la presentadora que osó hablar de las madres
solteras en su programa de televisión. Acusada de atentar contra la moral, es
un ejemplo más de que las 75 diputadas y 4 ministras no tienen mucho campo por
delante, por mucho que el sistema las ponga como ejemplo.
El presidente al-Sisi habla de "infravaloraciones"
y errores de interpretación del valor de las mujeres. Esto es cierto y
reconocerlo es un paso, pero lo que se hace no es suficiente y la resistencia
crece en una sociedad que se ha vuelto más conservadora, en el peor sentido de
la palabra, y en un aparato del estado que se sigue resistiendo a aceptar a las
mujeres, como es el caso de la judicatura y de los ascensos dentro de ella.
Las leyes hablan de igualdad,
pero también hablan de libertad de
expresión o de religión. Las
palabras del presidente chocan con la realidad. Para la transformación social no bastan las leyes. Como existe resistencia al cambio, es necesario ir más allá y asegurarse del cumplimiento, estimular el avance de la situación que es necesario cambiar. El conservadurismo social se resiste al papel de la mujer como agente transformador. En lugar de convertirlas en madres de mártires, mejor sería dejarlas actuar como agentes de cambio social. Su sola presencia en los espacios ajenos a los domésticos y a sería una transformación. Eso incluye, por supuesto, los puestos de relevancia en la judicatura y no uno puestos de designación que no suponen más que la voluntad presidencial.
El acoso callejero es una muestra de la resistencia social al cambio, de la penalización del cambio. Pero el cambio es imparable aunque tiene sus riesgos y peligro. Un ejemplo: la banda femenina Bnt al Masarwa, las Hijas de Egipto, han decido cantar los problemas propios del día a día, de la mutilación al matrimonio forzado, pasando por todas las discriminaciones. Hacen feminismo cantando. Ante esto la retórica de las madres de los héroes queda como una vieja música de fondo, gastada e ineficaz. Cantar es solo una parte de las tareas del grupo: organizan talleres de apoyo y dan confianza y autonomía a las que viven entre el acoso y las dulces palabras. Ellas son el futuro, un futuro que no se fija en los precedentes, como los que les cierran puertas, sino que huye de él para crear una sociedad más justa e igualitaria, menos discriminatoria y en las que puedan tener voz. Como dice una de ellas, Mariam, en su vídeo de la página de facebook, la historia siempre la escriben los grupos que tienen el poder. Ahora ellas quieren escribir sus propias historias y enseñan a contarlas en sus talleres de "storytelling", a cómo romper silencios y falsas galanterías.
*
"Sisi refutes report on Cairo as most dangerous megacity for women"
Egypt Independent 8/11/2017
http://www.egyptindependent.com/sisi-refutes-report-on-cairo-as-most-dangerous-megacity-for-women/
**
"'Unjust misconceptions lead to under-appreciation of women's role in
Egypt,' says President Sisi" Ahram Online 8/11/2017
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/281175/Egypt/Politics-/Unjust-misconceptions-lead-to-underappreciation-of.aspx
***
"There is abuse by State Council towards women’s appointments in council:
Gadallah" Daily News Egypt 9/11/2017
https://dailynewsegypt.com/2017/11/09/abuse-state-council-towards-womens-appointments-council-gadallah/
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