viernes, 10 de noviembre de 2017

Los mentideros tóxicos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Hay países que no pueden vivir sin teorías de la conspiración (USA, Egipto...) y otras, en cambio, que son absolutamente reacias a aceptarlas. Nosotros estamos entre estos confianzudos en su incapacidad de ser manipulados exteriormente, lo que nos convierte en victimas perfectas.
Desde que comenzó el proceso secesionista en Cataluña han sido múltiples las voces exteriores que han advertido sobre la participación de Rusia, de forma más o menos directa, en las maniobras de desestabilización. Ha sido el diario El País el que más información ha dado sobre esta cuestión recogiendo diversas fuentes exteriores, oficiales y extraoficiales. Pero el recelo a caer en la manipulación sobre la manipulación nos hace ser confiados desconfiados.
Hace mucho que hemos hablado aquí de las estrategias rusas en estos años para la desestabilización de una Europa que la tiene bajo sanciones. Sus estrategias son variadas y son tanto de uso interno (hacer ver a los rusos lo poco fiables que son los europeos y la debilidad de las democracias) como externo (afianzamiento de los intereses internacionales y destrucción de los obstáculos).

Hace también mucho tiempo que Rusia ha estado financiando y ayudando a los partidos ultranacionalistas y populistas. También que hay otros países con una orientación similar en sus estrategias que han diversificado la acción rusa. Son países que tienen objetivos comunes, como el debilitamiento y división de Europa. Nos somos los únicos.
Esta "guerra" es la de la información. En un mundo creado para la comunicación y las interacciones, global, sin fronteras, la información es la forma de actuar sobre las opiniones públicas. Aceptamos con facilidad que exista un neuromárketing pero nos cuesta aceptar que la manipulación se pueda hacer fijar en nuestras decisiones políticas, que tienden a ser más emocionalmente sensibles y cuya respuesta es más visceral.
“España debe tomarse muy en serio la amenaza rusa”*, titula el diario El País, recogiendo la entrevista con Sandra Kalniete, vicepresidenta de Grupo Popular en el Parlamento Europeo. En "La UE combate la máquina de propaganda del Kremlin"**, el mismo diario nos informa sobre la existencia de un equipo de especialistas, dependiente del Alto Comisionado de Política Exterior, dedicado a detectar las falsas noticias y las manipulaciones en Internet con la finalidad de desestabilizar a los países de la Unión.
Las formas de manipulación mediática han aumentado obviamente con la aparición de los nuevos medios. El caso no es nuevo y la "intoxicación informativa" ha sido siempre un arma. Su alcance, como decíamos, está en función del carácter dinámico de los nuevos escenarios de encuentro. Los mentideros son hoy virtuales. Aquellos enclaves fijos en los que la gente del Siglo de Oro se encontraba en Madrid para compartir y difundir información sobre lo que ocurría. La viralidad no se ha inventado ahora. Estos nuevos centros lanzan noticias que son replicadas en los millones de "muros" de la red cuidadosamente tejida en muchas ocasiones.


Todas las elecciones celebradas en Europa este año —más allá de las presidenciales norteamericanas— han sido puestas en observación ante las amenazas de unos y advertencias de otros. A través del comportamiento de las redes y de los patrones surgidos de sus monitoreos se han estudiado los patrones seguidos y rastreado las fuentes enmascaradas que propagan falsas noticias. El diario El País señala en su artículo sobre los especialistas de la Unión:

Según analistas de ese equipo, las noticias falsas se han multiplicado en los medios habituales en la órbita del Kremlin, tanto en ruso como en inglés o castellano. Algunos titulares falsos recientes: "El español ya se enseña como idioma extranjero en Cataluña" (publicado en Vesti.ru el 17 de septiembre), "Las islas baleares se suman a la petición de independencia de España" (21 de septiembre en Sputnik), "Altos funcionarios de la UE apoyan que se emplee la violencia en Cataluña" (2 de octubre en la página de Facebook del político moldavo Bogdan Tirdea).
De hecho, las herramientas de este equipo, de nombre East Stratcom Task Force, han cuantificado el aumento de informaciones sobre Cataluña en las redes prorrusas: de cuatro por semana se ha pasado a 241. Los analistas de ese equipo, que ayer recibieron a EL PAÍS pero piden mantener el anonimato por las habituales represalias rusas, explican que todas las informaciones van dedicadas a debilitar a los países miembros de la UE y a apuntar al desmoronamiento del Estado liberal occidental, ofreciendo a Rusia como alternativa.
La primera información dudosa sobre Cataluña de procedencia rusa apareció en el portal de noticias Izvestia.ru en septiembre del año pasado, con el titular "Cataluña reconocerá a una Crimea independiente". La nota empleaba unas declaraciones de José Enrique Folch, un activista sin conexión alguna con el Gobierno catalán, para apuntar a que la independencia catalana beneficiaría a la anexión de la península ucrania de Crimea por parte de Rusia, al darle un reconocimiento internacional del que carece en Europa y el resto de occidente.**


Como se puede ver en esta simple muestra, los objetivos son muy distintos, desde los que falsean la realidad de Cataluña hasta los que se aprovechan para atacar a la Unión Europea que le sirven a Putin para reforzar sus políticas y, especialmente, hacer ver que están del "lado bueno" y que la violencia se vuelca contra sus simpatizantes.
Particularmente interesante es la última, la que habla del reconocimiento de Crimea por parte de Cataluña. No por inverosímil deja de ser demostrativa de lo que se busca. El discurso que se ha escuchado a la CUP en varias ocasiones hacía un "canto a los pueblos" con los que se sentiría hermanado. Son conocidas las afiliaciones rusas con los movimientos ultranacionalistas repartidos por toda Europa. La política romántica de "una lengua, un pueblo" es la usada por Rusia para intervenir en favor de los "hermanos rusófonos" en el este de Ucrania y, evidentemente, en Crimea.
Creo que caben pocas dudas sobre la intervención rusa, por otro lado muy evidente, en los procesos políticos en Europa. Ha desarrollado sus herramientas, de televisiones en diversos idiomas a sitios web, con la intención de crear tensiones. No está tan claro el grado de connivencia de las partes en el conflicto. La gran pregunta es si son conscientes o si es una intervención deseada. A veces uno hace extrañas alianzas por esos caminos de la Historia.
¿Y Rusia qué saca? Desde hace mucho tiempo Rusia se dedica a acoger primero y a fomentar después a una serie de personajes que usa para desestabilizar diferentes países. Los robos de información son seguidos de campañas en las que se revela aquello que puede interesar para la desestabilización. Eso va de los correos de un partido o candidato a contratos o cuentas. Curiosamente nunca afectan a Rusia o, para ser más precisos, al Kremlin o a los amigos de Vladimir Putin, cuyos negocios no tienden a ser demasiado limpios. Las "tramas rusas" están bien guardadas aunque finalmente vayan saliendo a través de rocambolescos personajes y situaciones.


En términos económicos, es una forma barata de desestabilizar. Las sociedades abiertas son más sensibles a la manipulación que aquellas que poseen un control fuerte de la información. La paradoja que algunos ya empiezan a expresar es si el espacio creado por las nuevas tecnologías de la información (TICs), que iban a ser un vehículo de ampliación de las libertades, no se han convertido en un amplio y constante campo de batalla. El hecho es ya obvio. Las informaciones manipuladas actúan como un Caballo de Troya dentro de los espacios comunicativos.
¿Solo Rusia? Claramente, no. La nómina es más larga. Y no siempre es caso exterior, sino que desde el interior se crean las falsas noticias que sirven para buscar apoyos exteriores, como hemos podido ver en Cataluña el 1-O, el día del referéndum ilegal. Todo un aparato de comunicaciones perfectamente diseñado, en letra y música, entonó el canto perfectamente desarrollado. Cualquier grupo político recibe su entrenamiento en comunicación, sus talleres sobre cómo conseguir el máximo efecto mediático con el mínimo de información. No disponen de muchos recursos, pero los comunicativos son eficaces, baratos e instantáneos. Cuando te quieres dar cuenta, existen las versiones adecuadas de lo que se quiere decir.
Lo que hace Rusia es, si le interesa, destinar sus recursos comunicativos a las causas desestabilizadoras amplificando los efectos. Si en Estados Unidos están sacando a la luz las tramas personales que vinculan los negocios de unos y otros con Rusia, en Europa también hay interés en conocer las de algunos políticos o grupos locales.
Con todo, el problema que tenemos en Europa es nuestro y no es cuestión de Putin, con el que debemos contar como artista invitado en cualquier situación que contribuya a la desestabilización de la Unión Europea. Esto debe ser ya el "nuevo normal" de la política, lo que debería hacer que nos centremos en el origen de los problemas y tratar de evitar que todo esto impida resolverlos. El primer interesado en que no se resuelvan es evidentemente Rusia. Mientras se mantenga el lío, estará encantado, Los recursos son finitos y mientras la gente tenga problemas, él se mantiene cómodamente.


La globalización de las comunicaciones finalmente han favorecido (en este sentido) a los sistemas autoritarios y cerrados. Les ha favorecido porque les permite operar en campo contrario, mientras que ellos siguen manteniendo sus puertas cerradas o muy controladas a la información. Aprovechan la circulación de la información mientras que ellos la restringen mediante el control absoluto de los medios convencionales y la vigilancia de las redes.
La reciente reunión de las autoridades norteamericanas con los responsables de las grandes empresas de las redes sociales, todas ellas también norteamericanas, va en el sentido de exigirles una mayor vigilancia, un mayor control, sobre lo que han creado. Poco se imaginaba el entonces vicepresidente Al Gore, promotor de las llamadas entonces "súper autopistas de la Información", que no serían una forma de penetración norteamericana sino de sus rivales políticos.
"Tech Executives Are Contrite About Election Meddling, but Make Few Promises on Capitol Hill", titulaba The New York Times la visita al comité de senado de los Estados Unidos. Señalaban tras la visita a Washington:

WASHINGTON — Executives from Facebook, Google and Twitter appeared on Capitol Hill for the first time on Tuesday to publicly acknowledge their role in Russia’s influence on the presidential campaign, but offered little more than promises to do better. Their reluctance frustrated lawmakers who sought stronger evidence that American elections will be protected from foreign powers.
The hearing, the first of three in two days for company executives, served as an initial public reckoning for the internet giants. They had emphasized their role as public squares for political discourse but are being forced to confront how they were used as tools for a broad Russian misinformation campaign.
Both Democrats and some Republicans on a Senate Judiciary subcommittee complained that the companies had waited nearly a year to publicly admit how many Americans were exposed to the Russian effort to spread propaganda during the 2016 campaign. Senators pushed for harsher remedies, including regulations on their advertising practices akin to rules for political advertising on television.
“Why has it taken Facebook 11 months to come forward and help us understand the scope of this problem, see it clearly for the problem it is and begin to work in a responsible legislative way to address it?” asked Senator Chris Coons, Democrat of Delaware.***


Las últimas preguntas deberán ser contestadas de muchas formas, a través de diversos métodos, de lo legal a lo tecnológico. No será fácil porque es en la apertura donde está el negocio de las redes, no en su restricción. Eso las hace muy vulnerables. No tienen ese problema en aquellos lugares en los que se está invirtiendo en software de vigilancia o en el cierre del acceso a las redes. Las redes se están convirtiendo en el cubo en el que pescar. 
Nos espera un futuro más cerrado, menos abierto a la comunicación. Los mentideros virtuales han pasado a ser lugares en los que no es fácil distinguir informaciones falsas de las verdaderas. Nunca lo ha sido, por cierto. 


* “España debe tomarse muy en serio la amenaza rusa” El País 8/11/2017 https://politica.elpais.com/politica/2017/11/08/actualidad/1510166614_571653.htmlhttps://politica.elpais.com/politica/2017/11/08/actualidad/1510173839_971911.html?rel=mas
** "La UE combate la máquina de propaganda del Kremlin" El País 9/11/2017 https://politica.elpais.com/politica/2017/11/08/actualidad/1510166614_571653.html
*** "Tech Executives Are Contrite About Election Meddling, but Make Few Promises on Capitol Hill" The New York Times 31/10/2017 https://www.nytimes.com/2017/10/31/us/politics/facebook-twitter-google-hearings-congress.html




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