Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No hay
peor cosa que babear ante el poder. El diario egipcio Al Ahram* ha tenido que
pedir disculpas públicamente al diario The New York Times tras publicar una
información en la que se tergiversaban vergonzosamente la palabras de su
corresponsal en El Cairo, David Kirkpatrick.
Las
relaciones del diario Al Ahram con The New York Times son complejas desde el
interior, donde no se admiten las disidencias en el tratamiento de la imagen de
su presidente al-Sisi. Una parte de los medios egipcios siguen sosteniendo que
el mundo se equivoca, algo a lo que tienen derecho, claro. Pero a lo que no lo
tienen es a convencer al pueblo egipcio que la misma babosería aduladora que
mantienen con el presidente Abdel Fattah al-Sisi es la que mantienen el resto
de los mortales. El mundo no padece de Sisi-manía. Puede que el drama de Egipto
sea tener que sobrevivir a su propia idolatría, pero no es el mal del que los
demás están aquejados. Tampoco lo hacen por una conspiración universal contra
Egipto desde el origen de los tiempos, no. Lo hacen de la misma manera que lo
hacen con otros o aguantan que lo hagan con ellos.
Por eso
la tergiversación realizada por Al-Ahram es demasiado obvia. Tan obvia que ellos
mismos se han sentido manipulados por el que escribiera y los motivos para
convertir en loas lo que eran críticas dándole la vuelta al texto de The New
York Times. El diario se ha limitado a poner en dos columnas lo dicho por su
corresponsal en El Cairo sobre la intervención en la ONU y en cómo lo reproducía
Al-Ahram.
Los
medios oficiales egipcios están empeñados en una guerra contra The New York
Times. En lo que va de año, son frecuentes los ataques desde distintos medios y
a cargo de diferentes periodistas. El 7 de septiembre de 2014 el periodista
Khaled Mahmoud se preguntaba en Daily News
Egypt "Is the New York Times always a credible source?"**. El 16
de octubre, Abdel-Moneim Said publicaba en Al-Ahram Weekly un artículo titulado
"The NYT does it again"***, criticando un editorial de The New York
Times sobre la intervención presidencial en la Asamblea de Naciones Unidas y
las afirmaciones hechas allí. Las versiones oficiales hablan de un planeta
seducido por el presidente Al-Sisi, algo que forma parte del delirio interno
egipcio. De nuevo se vende que la guerra
contra el terror está liderada por Estados Unidos y Egipto, algo que solo
se ve así en Egipto, pues se incluyen los encarcelamientos y represión de
personas que no tienen nada que ver con el terrorismo islamista, sino que se
han limitado a manifestarse críticamente contra el gobierno y les han aplicado
la represiva Ley de Protestas. Pero los medios propagandísticos oficiales
siguen con la peregrina idea de que el mundo debe ver las cosas como ellos las
interpretan.
La
circulación de las informaciones que no controlan hacen que se vean obligados a
estas campañas de desprestigio de periódicos como The New York Times para
tratar de restarles credibilidad, como muestra el artículo del periodista
Khaled Mahmoud, llevando la duda desde el título mismo. Con eso es suficiente
para muchos. Ya pueden seguir sosteniendo que existe una conspiración contra ellos y que nadie
les entiende ni reconoce sus sacrificios para salvar al mundo de los
mayores peligros.
Lo
cierto, en cambio, es que Egipto ha querido encubrir su propia represión como
parte de la lucha global contra el Estado Islámico. La afirmación oficial de
que no era necesario participar en coaliciones porque ya se estaba luchando ha sido un intento grosero de incluirse entre
los participantes mientras se limpia la casa propia.
Pero
todo —en lo que conocemos— había empezado ya el 2 de enero de 2014 con otro
artículo de Abdel-Moneim Said con un título explícito: "Shame on The New
York Times"****. El periodista arremetía contra el periódico norteamericano
comenzando con una lección sobre lo
que son los "hechos periodísticos". Iba contra los hechos considerar un "golpe de estado" lo que
había sido un "levantamiento popular". The New York Times, una vez
más, era culpable de faltar a la verdad.
Por
esto, por toda esta campaña contra The New York Times, el hecho de que se hayan
publicado en sus ediciones una disculpa creo que es relevante desde el punto de
vista de la información y que tiene que haber llamado la atención de la opinión
pública, sometida diariamente al bombardeo de las televisiones afines y lo
escritos laudatorios.
Este es
el texto de disculpas que publica Ahram Online en sus ediciones, árabe e
inglesa, papel y digital:
Al-Ahram daily, Egypt’s oldest and biggest newspaper,
has issued an apology and an explanation for having earlier misquoted, quoted
out of context and selectively quoted a New York Times story on Egypt by its
correspondent, David Kirkpatrick.
In its statement Al-Ahram regretted that such a
grave error would occur at a time when the current editorial management of the
newspaper and the organisation as a whole is bent on restoring its credibility
and asserting the traditions of proper and ethical journalism based on the
highest standards of the profession.
It also noted that these efforts are being made
at a time when bad practice and low ethical and professional standards are
rampant in Egyptian journalism as a whole, which makes reform an uphill battle.
In explanation, Al-Ahram pointed out that the
published review of Mr. Kirkpatrick’s story was taken from Egypt’s foremost
news agency, MENA. Other Egyptian dailies published the same review,
distortions included.
This is no excuse, Al-Ahram said in the
apology, adding that it should have checked MENA’s review against the original
text of the NYT story. Whereupon, an editorial decision has been issued banning
the use of any MENA story without rigorous fact-checking.
Sadly, apologies for mistakes have been lacking
in Egyptian journalism for a great many years. In issuing this apology Al-Ahram
not only corrects a mistake, but also hopes to set an example in restoring the
traditions of editorial responsibility to Egyptian journalism in general.
Al-Ahram daily
newspaper*
La
disculpa de Al-Ahram hace recaer el peso de la acusación sobre MENA, la Agencia
de Noticias del Oriente Medio. La Agencia decía ayer sentirse
"preocupada" por el debate entre Al-Ahram y The New York Times. No sé
si "preocupada" es el término correcto para describirlo, pero es el
que la Agencia ha decidido emplear cuando se dirige hacia ella el foco de
atención. MENA es la agencia oficial tras la que se encuentra el gobierno
egipcio. Fue creada en 1956 tras la revolución nasserista y sigue dependiendo
del control oficial.
No es
irrelevante por tanto que Al-Ahram haya pedido disculpas a The New York Times, que
acuse a MENA de la "distorsión" provocada por las citas manipuladas y
fuera de contexto. Y algo importante: la prohibición de publicar informaciones
de MENA sin rigurosa comprobación. Esto es un duro golpe para la agencia y abre
una serie de debates internos y externos entre los medios oficiales y el
gobierno.
Pero no todo es tan sencillo. The
World Post señala algo grave: las diferencias entres las disculpas ofrecidas en
las ediciones en inglés y las que se han publicado en las ediciones árabes:
But the original Arabic statement, paraphrased
in its English report, does not actually offer an apology, and takes a much
different tone, accusing Kirkpatrick of being a terrorist sympathizer.
According to a HuffPost translation, the
statement reads, "It is known that that The New York Times reporter
refuses the political course in Egypt since June 30," in reference to the
June 30 coup that deposed Egypt's first freely elected president. "And
[Kirkpatrick] fervently defends the terrorist organization and always promotes
the idea that there is oppression of freedoms in the country, and questions the
public will that removed the [Muslim] Brotherhood from power."*****
De ser cierta esta manipulación tan grave, se confirmaría esa necesidad de mantener desinformados —pues de eso se trata— al pueblo egipcio llevándolo a un mundo irreal, a una burbuja de consumo interno. Al-Ahram
dice ser consciente de los males que aquejan al periodismo egipcio y haber
emprendido un camino hacia la independencia profesional. Si es así, quien
saldrá ganando es la profesión y el pueblo egipcio que tendrá una mejor
información, más fidedigna para el que quiera ir más allá de la fanfarria
aduladora. Si efectivamente hay esa distorsión en las disculpas para consumo interno, significaría que los medios se dedican señalar con el dedo acusador al mensajero, como hacen con frecuencia. La mente totalitaria no entiende de otra forma de ver el mundo. Si Egipto quiere considerar terrorista a todo el que opina de otra manera, el camino no le llevará muy lejos.
Egipto
tiene algunos periodistas excepcionales. Son profesionales comprometidos con la
información y con su país. Entienden que su profesión les lleva a usar sus ojos
y su conciencia y no ser reducidos a meros comparsas propagandísticos. Estos
periodistas —muchas mujeres entre ellos— se arriesgan a ser despreciados,
insultados, acusados de traidores por el simple hecho de decir lo que piensan y
señalar que la realidad egipcia tiene muchos más problemas que los reconocidos
en los discursos oficiales y las manifestaciones de apoyo. Son profesionales profundamente
comprometidos con la información y con sus lectores, sí. Hacen el mejor y menos
valorado servicio a su país; informar correctamente, opinar sobre lo que ocurre
debatiendo sobre la realidad nacional. Muchos otros no hacen lo mismo.
El
diario Mada Masr publica también la noticia de las disculpas de Al-Ahram y
utiliza una fotografía célebre —ya hablamos de ella en alguna ocasión aquí—, la
que manipulaba la figura del derrocado Hosni Mubarak haciéndolo parecer el
líder mundial al que seguían los presidentes de Estados Unidos, el primer
ministro israelí, el presidente de la Autoridad Palestina y el Rey de Jordania.
En la foto original, un Hosni Mubarak cansino quedaba rezagado en el lateral
derecho. Gracias al retoque, Mubarak pasaba a ser el personaje central. La foto
fue publicada por Al-Ahram para mostrar, como se ha hecho ahora de nuevo, que
su líder de entonces, Mubarak, hoy entre rejas en constante trasiego de
juzgados y cárceles, guiaba al mundo. Los problemas reales no se arreglan con retoques fotográficos ni con manipulaciones informativas. El liderazgo y el respeto no se consigue así; solo se acumula desprestigio internacional.
La
revolución de Nasser y sus compañeros acabó convirtiéndose en un sistema de
adoración de los líderes que intentaban tapar su incompetencia con un aparato
propagandístico que llegó a su culminación con Mubarak, pero que está siendo
reeditado por los medios oficiales. Es probable que muchos de ellos sean los
mismos, que recurran a las mismas prácticas aduladoras para asegurarse el
beneplácito gubernamental.
Egipto
vive en su propia fantasía y necesita aislarse para hacerla creíble. Sus
gobernantes tienen que hacer creer a su pueblo que el mundo siente por ellos
admiración y, lo que es peor, envidia. Necesitan hacerles creer que tiene una
gran suerte, que han sido bendecidos con dirigentes mesiánicos que han visto en
sueños su llegada al poder.
Se nos
muestra muy claramente la necesidad de un buen periodismo que, hoy por hoy,
queda reducido a esos locos comprometidos que han elegido el camino más difícil:
el de decirle al emperador, a su corte y al pueblo que le aclama al paso de la
carroza que van desnudos. Vaya para ellos nuestro respeto y apoyo. Su labor es ingrata, pero el tiempo les dará la razón.
*
"Al-Ahram daily newspaper statement on New York Times misquotation"
Ahram Online 17/10/2014
http://english.ahram.org.eg/NewsContentP/1/113301/Egypt/AlAhram-daily-newspaper-statement-on-New-York-Time.aspx
** "Is
the New York Times always a credible source?" Daily News Egypt 7/9/2014
http://www.dailynewsegypt.com/2014/09/07/new-york-times-always-credible-source/
***
"The NYT does it again" Al-Ahram Weekly 16/10/2014
http://weekly.ahram.org.eg/News/7455/21/The-NYT-does-it-again.aspx
****
"Shame on The New York Times" Al-Ahram Weekly 2/01/2014
http://weekly.ahram.org.eg/News/5035/21/Shame-on-The-New-York-Times.aspx
***** "Egyptian Paper Reports 'Apology' To New York Times In English That Is Unapologetic In Arabic" The Word Post (The Huffington Post) 17/10/2014 http://www.huffingtonpost.com/2014/10/17/al-ahram-new-york-times_n_6004838.html
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