Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
evolución es relativamente sencilla; la política, complicada. Leo en el diario
egipcio Mada Masr el artículo con el título "Letter from scientists
prompts Suez Canal conspiracy theories". La construcción de un ramal del
Canal de Suez se ha convertido en el abanderado del régimen egipcio de Al-Sisi,
un proyecto que se presenta como una obra que traerá la autoestima y la riqueza
al pueblo, que se han volcado en la compra de bonos para financiar la
construcción. Hace poco nos ocupábamos de los desplazados sin miramientos de la
zona expropiada, agricultores y sus familias. Vimos la paradoja de que después
no se les contrataba para trabajar en la zona por temor a que —dado que habían
sido desalojados— tuvieran ganas de vengarse y boicotearan las obras de
construcción. El Canal, convertido en el centro, parece generar polémicas en
diferentes ámbitos.
De lo
que da cuenta Mada Masr es de las reacciones airadas ante los avisos de la
comunidad científica internacional sobre las consecuencias ecológicas de la ampliación del
Canal.:
A letter published in an international
scientific journal about the ecological risks of expanding the Suez Canal has
raised cries of conspiracy theories in local media.
The letter to the editor was signed by 18
scientists from around the world, including lead author Bella Galil of Israel’s
National Institute of Oceanography. It was published in Biological Invasions, a
peer-reviewed scientific journal which is ranked among the top 25 percent of
scholarly publications in the fields of plant and animal sciences.
In keeping with the theme of the journal, the
letter raises concerns that Egypt’s plans to widen the Suez Canal will speed
the invasion of non-native species into the Mediterranean Sea.
It points out that half of the 700
multicellular non-native species found in the Mediterranean Sea were introduced
via the Suez Canal, which it describes as “one of the most potent mechanisms
and corridors for invasions by marine species known in the world.” Thus, the
authors say, plans to expand the canal come as “ominous news.”
The migration of non-native sea creatures, many
of whom have few natural predators in the Mediterranean, has led to “profound
environmental, economic and human-health issues,” the authors say.*
¿De dónde provienen las "teorías de la conspiración"
señaladas en el Mada Masr? Uno de los
científicos firmantes del artículo es israelí. Eso es suficiente como punto de
partida para poner en marcha las reacciones de denuncia conspirativa. Todo es un
plan israelí para frenar el
desarrollo egipcio. Con lanzar esa cerilla al bidón de gasolina informativo que
es hoy Egipto basta. La maquinaria se pone en marcha y la conspiración está
servida.
The story was picked up by Haaretz newspaper on
October 6, and in turn by Egyptian publications. Although the letter was
published September 28 in a journal based in the Netherlands, privately owned
Youm7 ran a story on it under the headline: “A Zionist attempt to divert
attention from October 6 commemoration. Israel starts war of rumors on new Suez
Canal project. Tel Aviv publishes fabricated research claiming that widening
the canal will pose environmental threat.”*
Este tipo de paranoias son habituales —demasiado— en los
medios egipcios y la calle las recibe apasionadamente, confirmando lo que su
intuición les decía: que hay una conspiración universal y eterna contra Egipto,
que todas sus desgracias provienen de fuera y que si les dejan volverán a ser
la civilización que construyó las pirámides. El nacionalismo juega con esos
sentimientos dobles de victimismo y de exaltación a los que responsabiliza de
todos los males.
Lo que los científicos han señalada es un fenómeno que tiene
nombre desde que se abrió el primer canal y tiene que ver con las leyes de la
evolución y no con las de la conspiración: el paso de especies de un mar a otro
a través del Canal. El fenómeno tiene nombre: migración lessepsiana (cuando
pasan del Mar Rojo al Mediterráneo) y
anti-lessepsiana (del Mediterráneo al Mar Rojo, mucho menos frecuente). Lo que
la naturaleza había separado evolutivamente, los espacios, se comunica ahora por una vía realizada por el ser humano. Las especies mediterráneas y del Mar
Rojo han evolucionado de forma separada y se encuentra unas con otras al abrir
una vía de comunicación que hace que se desaten los mecanismos de lucha por un mismo espacio y recursos. Si se amplían las vías y aumentan
los caudales y tráfico, los ecosistemas se resentirán.
No hay conspiración alguna, solo las leyes de la naturaleza.
El hecho de que haya un profesor israelí entre los firmantes tiene su propia
lógica pues es normal que quienes conozcan mejor el impacto medioambiental sean
los que viven en la zona. Es lógico que entre los expertos se encuentren
personas que viven allí. Pero Egipto no parece tener mucho interés en estas
cuestiones medioambientales, como se ha evidenciado en la desatención a los avisos
de los grupos ecologistas (y de la propia ex ministra de Medio Ambiente, Laila
Iskandar, a la que se quitó de en medio) a los problemas de usar el carbón para
la industria del cemento. Finalmente el carbón manchará pulmones y cielos con
las bendiciones oficiales y la digna resignación de que se trata de la grandeza
constructora de la patria. Sarna con
gusto no pica, dice el refrán español.
Sí han sido mucho más sensibles, en cambio, a la cuestión
del Nilo y la presa en Etiopía. «Defenderemos cada gota del Nilo con nuestra
sangre si es necesario»**,
dijo con la misma retórica nacionalista el desalojado ex presidente Mohamed
Morsi, al que también se le ha acusado de conspiración, por cierto. Egipto, tan
sensible con el Nilo y el agua que les llega, debería serlo también con el agua
que pasará por el Canal de un mar a otro modificando las relaciones entres las
especies, como ya hizo el primer Canal. Sin embargo es preferible ver
conspiraciones en todo, algo que se ha convertido ya en una característica de
la mentalidad egipcia.
Así lo veía Ahmed Abdel-Raheem, un investigador egipcio en
Ciencias Cognitivas y comentarista político en diversos medios extranjeros, cuando publicaba a principios de
enero de este año un artículo en The Commentor con el título «Egypt top newspaper's weird
"Zionist conspiracy" theory»***. Se refería Abdel-Raheem a otro
conspiratorio artículo publicado en Al-Ahram
titulado "Israeli conspiracy on Sinai's underground water". Abdel-Raheem
reproduce las palabras del Al-Ahram y su teoría conspiratoria para evitar que
la zona del Sinaí pueda ser fuente de riqueza: «"Unsatisfied with their
crimes in 1948, 1956, 1967, and 1973 in Sinai, Palestine, and South Lebanon;
Zionists brought Prosopis juliflora,
a kind of Mesquite [shrub or tree] which is considered so dangerous, to Sinai.''»***
La dañina planta habría sido desperdigada por el Sinaí por un agente israelí
camuflado como turista.
Abdel-Raheem explica de dónde procede la planta: «"The
Mesquite tree is native to Mexico and South and Central America, and has been
established as an invasive weed in Sudan in South Africa, where the seeds of
the plant were spread by camels consuming the seed pods and sold to Sinai
Bedouins.''». Han
sido los camellos con sus deposiciones los que han ido extendiendo la planta
por la zona. Demasiado complicado hasta para una novela de John LeCarré.
Pensar
siempre en términos de conspiración supone un desgaste y sobre todo el hábito
paranoico de encontrar siempre explicaciones alejadas de lo más sencillo. Es
ser la antinavaja de Ockham. La
paranoia conspiratoria tiene un precio interior y exterior. Internamente se
paga en la incapacidad de entender el mundo que te rodea, estar sujeto a todo
tipo de manipulaciones y a enterrar los errores propios, con lo que no se
produce la crítica necesaria para poder superarlos. Desde el punto de vista
exterior, sencillamente se provoca el aislamiento ante la incapacidad de hablar
sobre estas premisas absurdas.
Desde la perspectiva de una cognición nacional, Ahmed Abdel-Raheem concluye: «Repeating the
conspiracy "frame" from time to time has exerted a strong influence
on Egyptians' political cognition.»*** La creación de un marco
conspiratorio acaba distorsionando el sentido de la realidad y, por tanto, dificultando
nuestra capacidad de evaluar y de relacionarnos. Los medios de comunicación
egipcios escenifican hoy una gran batalla entre los que quieren consumir y
asumir la idea de la persecución a Egipto y los que tratan de mostrar la
realidad que les rodea y el sentido de las cosas que les ocurren.
El papel actual de los medios egipcios es complicado y
oscila entre los que se atreven a decir lo que los demás no se atreven, que son
pocos, y un coro adulador con el poder o histérico con los enemigos
conspiradores (internos o externos), según toque. Hace unos días, la periodista
Rana Allam escribía un duro artículo en Daily
News Egypt sobre su evaluación de la situación política, del clima de miedo
y vigilancia que muchos perciben en el país. El artículo, titulado "Better than Syria?", terminaba con una
referencia a los propios medios de comunicación: "Also a look at the
Egyptian media situation makes it very clear that only those who support the
regime are safe, otherwise Egypt is becoming notorious for jailing journalists."****
Volvamos a la cuestión de fondo de la "conspiración"
del Canal. The New York Times publicó
ayer un artículo sobre la cuestión precisamente de las especies a las que se
les facilita el camino hacia otros ecosistemas. El artículo, titulado "Turning
to Darwin to Solve the Mystery of Invasive Species"*****, es interesante
desde las aportaciones de la teoría de la evolución como fue expresada en El
origen de las especies, e introduce el caso del Canal de Suez:
In 1825, the Erie Canal joined the Great Lakes
to the Hudson River. The two ecosystems originally had about the same diversity
of fish and mollusk species, the ecologists found, and species from each side
became invasive on the opposite side in roughly the same proportions.
The story of the Suez Canal was very different.
On one side was the Red Sea and the Indian Ocean, a huge, stable ecosystem with
a deep diversity of fish and mollusks. On the other side was the Mediterranean,
a relatively young habitat without nearly as much species diversity.
Dr. Fridley and Dr. Sax found the Mediterranean
was overwhelmed with invasive species from the other side of the canal, while
hardly any from the Mediterranean took up residence in the Red Sea.*****
La preocupación de los científicos firmantes de la carta no
es una maniobra "sionista" para impedir el desarrollo de Egipto. Es
un aviso de la comunidad científica internacional sobre las consecuencias que
tendrá la ampliación del Canal para el Mediterráneo. Considerarlo como parte de
una conspiración es absurdo y, lo que es peor, acostumbra a los egipcios a
creer que todos están contra ellos, estrechando así los lazos patriarcales con
sus dirigentes, que siempre están en lo cierto y nunca se equivocan.
Es considerando a los científicos como conspiradores como se
cae en las manos de los predicadores. Es ahí donde está el verdadero mal. Convirtiendo
en sionistas a los científicos, a Darwin y hasta los camellos, Egipto no
avanzará demasiado por el camino que debería emprender, el del progreso, la
ciencia, la pluralidad y la apertura a la comunidad internacional. Todo lo
demás es sembrar oscuridad.
* "Letter from scientists prompts Suez Canal conspiracy
theories" Mada Masr 8/10/2014
http://www.madamasr.com/content/letter-scientists-prompts-suez-canal-conspiracy-theories
** "Crece la tensión entre Egipto y Etioppía por la
presa del Nilo" ABC 11/06/2013
http://www.abc.es/internacional/20130611/abci-crece-tension-entre-egipto-201306111441.html
***
"Egypt top newspaper's weird "Zionist conspiracy" theory"
The Commentator 8/1/2014
http://www.thecommentator.com/article/4581/egypt_top_newspaper_s_weird_zionist_conspiracy_theory
**** Rana
Allam "Better than Syria?" 8/10/2014
http://www.dailynewsegypt.com/2014/10/08/better-syria/
*****
"Turning to Darwin to Solve the Mystery of Invasive Species" The New
York Times 9/10/2014
http://www.nytimes.com/2014/10/09/science/turning-to-darwin-to-solve-the-mystery-of-invasive-species.html?ref=science&_r=0
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.