Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Se veía
venir. Nos llamó la atención hace tiempo que uno de los altos representantes de
la banca española dijera tranquilamente —es esencial que la banca diga las
cosas tranquilamente— que el hecho de que los bancos hubieran mejorado su
situación no significaba que fueran a dar dinero. Y ¡vaya si lo han cumplido!
En
enero, Rehn ya había señalado —con estas mismas palabras— que "el cuello
de botella en España era el crédito caro y escaso" [ver entrada]. En
diciembre, Ángel Ron, presidente del Banco Popular, hacía un "ejercicio de
sinceridad", como él lo calificaba y señalaba: " Para
que vuelva el crédito no sólo se tiene que dar el hecho de que la banca esté
saneada, sino también que la economía esté mejor. Si los planes de empresas y
los gastos familiares no se soportan con un escenario que vaya a mejor, la
prudencia llevará a extremar las condiciones de la financiación." [ver entrada] Se están pasando de prudencia.
Nada
hay más prudente que un banquero prudente; por el mismo motivo, nada hay más
imprudente que un banquero imprudente. Cuando los bancos no representan la
mesura, sino la especulación, malo para todos. Y la "mesura" no
significa encerrarse en un castillo, sino cumplir su función de financiación
dentro del sistema.
Todo
gira hoy sobre la falta de crédito. Se hacen los ajustes, se mejoran
situaciones con gran sacrificio, se exporta más... Y la banca sigue en su torre
de marfil y con cara de póker. El diario económico Cinco días cerraba su editorial, titulado "Empresas y
familias, dispuestas para el crédito", con este análisis:
Dando por buenos los cálculos del umbral de
la estabilidad en el apalancamiento privado en el entorno de 1,4 billones de
euros o un 125% del PIB, el camino a recorrer es ya más corto, y la economía
estaría cerca de su saneamiento total en materia de deuda. Estaría preparada
para volver a tomar crédito y crecer. Pero para ello no es solo necesario que
los agentes privados culminan su desapalancamiento: la banca tiene que
recuperar la buena costumbre de dar crédito, una vez que está convenientemente
capitalizada, bien por medios propios bien por esfuerzo de los contribuyentes.
Es una necesidad vital para los hogares y las pequeñas empresas. Con el ahorro difícilmente
se puede financiar la inversión.*
Llamar "buena costumbre" al crédito no deja de ser una ironía, que la banca se merece. Efectivamente, sin inversiones difícilmente se puede recuperar las empresas. El terrible filtro de la supervivencia en la crisis debe haber mostrado cuáles son las que pueden crecer y merecen el crédito. Pero la banca parece que tiene otros planes, difícilmente comprensibles para los demás. Tanta atención crediticia al sector inmobiliario —en construcción y adquisición— parece haberles arruinado el gusto evaluador en la concesión a empresas de otro tipo.
Así lo
entienden los ingenieros españoles, insertados en el corazón productivo de las
pymes, que carecen de los avales necesarios para poder optar a los concursos
internacionales. Los avales van, una vez más, a las inmobiliarias:
Pero encontrar hueco en los
consorcios no es la única reivindicación de la ingeniería. Muchas de ellas,
según explica Pedro Canalejo, vicepresidente de Tecniberia, “están chocando con
la falta de avales para optar a contratos internacionales”. Desde la patronal
se demanda apoyo al ICO, Cesce, Icex y, por extensión, a Cofides. También se ve
como una solución un mayor protagonismo de las sociedades de garantía
recíproca. “El ICO está emitiendo avales para proyectos a partir de diez
millones, una solución válida para las constructoras pero que no cubre las
necesidades de las ingenierías”, explica Canalejo.**
Hace unos días recogíamos aquí cómo un empresario había tenido que dejar un contrato que había ganado en un concurso internacional porque no logró la financiación necesaria; lo tuvo que ceder a una empresa alemana para no ser penalizado. Todos los indicadores señalan que se dan las condiciones para que se pueda producir la vuelta del crédito a las empresas, que se ha acelerado el brutal reajuste y muchas empresas están en condiciones angustiosas de recibir los créditos que les permitan aumentar su producción, crear empleo y activar el consumo interno. Pero la banca no mueve ficha.
La
noticia que aparece hoy en toda la prensa es la posibilidad de que Alemania pueda
financiar con ese dinero que obtienen más barato al ICO para que lo que no hace
la banca española lo hagan ellos, hacer llegar el dinero a las pequeñas empresas.
Señala El País:
Según la nueva edición del semanario Der Spiegel, fechado el lunes 27, la
canciller Angela Merkel y el ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble -ambos
democristianos (CDU)- quieren que el Banco de Fomento (KfW), una entidad
pública alemana, conceda préstamos millonarios a las instituciones equivalentes
de España, Portugal o Grecia. La condición sería que se haga llegar el dinero a
las pequeñas y medianas empresas ahogadas por la falta de liquidez.
Estos créditos serían más baratos que los de
los mercados financieros privados. Según Der
Spiegel, la potencia exportadora centroeuropea está preocupada por el
declive de su imagen entre sus socios del sur, que también son grandes clientes
de productos alemanes. Así se quieren liberar de la “idea en auge de que
{Alemania} es la despiadada campeona de la austeridad”. El sur de Europa podría
así beneficiarse de los bajos intereses que paga Alemania por endeudarse. Esto
préstamos necesitarían la aprobación de los diputados de la Cámara baja
(Bundestag).***
De salir adelante esta medida, la banca española sería "puenteada" institucionalmente por la alemana en un insólito ejercicio financiero. El dinero llegaría más barato al ICO y más barato a las empresas. Para Alemania es una operación redonda porque puede intervenir a través del crédito manteniendo sus políticas generales de "austeridad". Tiene también un componente de "imagen", indudablemente, pero esto no debe ser un obstáculo porque mejorar la imagen de Alemania en la Unión sería un gasto en publicidad bastante mayor que la posible inversión en empresas. Y Alemania controla así su propio crédito y no tiene que estar peleándose para controlar al Banco Central Europeo, que siempre es una maniobra más ruidosa y peligrosa. La inversión en PYMES, frenada, se reactivaría poniendo en marcha la creación de empleo; sería una forma de acelerar la recuperación. Mediante este tipo de ayudas, además, Alemania se asegura que la política económica europea vaya por la senda correcta. No necesita "enmendar" su discurso oficial, pero estimula el crecimiento ante la debilidad mostrada para recuperarse. Alemania también necesita que el "Sur" se reactive, pues la larga duración de esta crisis no beneficia a nadie.
Alemania
parece haber elegido el momento adecuado, de menor riesgo, para esta operación.
Bajo el expresivo título "El desapalancamiento privado mete la directa",
se señale en Cinco días:
Un vistazo a la estructura y tamaño del
endeudamiento privado ofrecido por el Banco de España revela que la meta no
puede estar muy lejos, pues desde los máximos de deuda tomada por empresas y
familias (en 2008) hasta ahora la reducción del saldo vivo es muy severa. Nada
menos que 25,4 puntos de PIB ha descendido, desde un 171,9% del PIB en 2008
hasta el 146,5% del PIB actual.
Los cálculos académicos siempre consideraron
que el nivel de deuda privada al que la economía debería descender para poder
retomar el crecimiento debería estar cercano a 1,4 billones de euros. De ser
así, y de mantenerse el ritmo de desendeudamiento, aún faltaría el efecto del
resto de este año: ahora el crédito privado vivo es de 1,55 billones de euros.***
Según todos
los análisis, es el crédito lo que está faltando para que la crisis pase a la
fase de recuperación que permita crear empleo en empresas viables. La mayor
parte de la sociedad española ha realizado sus sacrificios para que se pueda
volver al crecimiento. Que la banca alemana apueste por lo que no lo hace la
española no deja de ser un despropósito y una aclaración interesante. Además de
haber fomentado las burbujas inmobiliarias y desmanes financieros, no está claro
cuál es su aspiración de futuro. Parece que la banca española tiene su propia
estrategia de desarrollo y está condicionando a través del crédito la que
pudiera tener el resto. Vamos a ver cómo reacciona ante esta "intromisión"
alemana.
Es el momento
de la PYMES, de la tecnológicas, de las ingenierías, de la nueva agricultura, de
aprovechar la formación de los jóvenes profesionales para crear un modelo
distinto al tándem ladrillo-turismo, tan querido por unos y otros. Hay que
orientar esto de otra manera. A ver si es posible.
*
"Empresas y familias, dispuestas para el crédito" Cinco días
25
7/05/2013
http://cincodias.com/cincodias/2013/05/24/mercados/1369421648_236227.html
**
"Las ingenierías buscan más apoyo de la banca pública para ir al
exterior"
***
"Alemania estudia prestar dinero a las pymes de España y Portugal" El
País 27/05/2013
http://economia.elpais.com/economia/2013/05/26/actualidad/1369594448_730847.html
****
"El desapalancamiento privado mete la directa" Cinco Días 27/05/2013
http://cincodias.com/cincodias/2013/05/24/economia/1369409509_356200.html
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