lunes, 27 de mayo de 2013

España, Alemania y el crédito fantasma

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Se veía venir. Nos llamó la atención hace tiempo que uno de los altos representantes de la banca española dijera tranquilamente —es esencial que la banca diga las cosas tranquilamente— que el hecho de que los bancos hubieran mejorado su situación no significaba que fueran a dar dinero. Y ¡vaya si lo han cumplido!
En enero, Rehn ya había señalado —con estas mismas palabras— que "el cuello de botella en España era el crédito caro y escaso" [ver entrada]. En diciembre, Ángel Ron, presidente del Banco Popular, hacía un "ejercicio de sinceridad", como él lo calificaba y señalaba: " Para que vuelva el crédito no sólo se tiene que dar el hecho de que la banca esté saneada, sino también que la economía esté mejor. Si los planes de empresas y los gastos familiares no se soportan con un escenario que vaya a mejor, la prudencia llevará a extremar las condiciones de la financiación." [ver entrada] Se están pasando de prudencia.
Nada hay más prudente que un banquero prudente; por el mismo motivo, nada hay más imprudente que un banquero imprudente. Cuando los bancos no representan la mesura, sino la especulación, malo para todos. Y la "mesura" no significa encerrarse en un castillo, sino cumplir su función de financiación dentro del sistema.
Todo gira hoy sobre la falta de crédito. Se hacen los ajustes, se mejoran situaciones con gran sacrificio, se exporta más... Y la banca sigue en su torre de marfil y con cara de póker. El diario económico Cinco días cerraba su editorial, titulado "Empresas y familias, dispuestas para el crédito", con este análisis:

Dando por buenos los cálculos del umbral de la estabilidad en el apalancamiento privado en el entorno de 1,4 billones de euros o un 125% del PIB, el camino a recorrer es ya más corto, y la economía estaría cerca de su saneamiento total en materia de deuda. Estaría preparada para volver a tomar crédito y crecer. Pero para ello no es solo necesario que los agentes privados culminan su desapalancamiento: la banca tiene que recuperar la buena costumbre de dar crédito, una vez que está convenientemente capitalizada, bien por medios propios bien por esfuerzo de los contribuyentes. Es una necesidad vital para los hogares y las pequeñas empresas. Con el ahorro difícilmente se puede financiar la inversión.*


Llamar "buena costumbre" al crédito no deja de ser una ironía, que la banca se merece. Efectivamente, sin inversiones difícilmente se puede recuperar las empresas. El terrible filtro de la supervivencia en la crisis debe haber mostrado cuáles son las que pueden crecer y merecen el crédito. Pero la banca parece que tiene otros planes, difícilmente comprensibles para los demás. Tanta atención crediticia al sector inmobiliario —en construcción y adquisición— parece haberles arruinado el gusto evaluador en la concesión a empresas de otro tipo.
Así lo entienden los ingenieros españoles, insertados en el corazón productivo de las pymes, que carecen de los avales necesarios para poder optar a los concursos internacionales. Los avales van, una vez más, a las inmobiliarias:

Pero encontrar hueco en los consorcios no es la única reivindicación de la ingeniería. Muchas de ellas, según explica Pedro Canalejo, vicepresidente de Tecniberia, “están chocando con la falta de avales para optar a contratos internacionales”. Desde la patronal se demanda apoyo al ICO, Cesce, Icex y, por extensión, a Cofides. También se ve como una solución un mayor protagonismo de las sociedades de garantía recíproca. “El ICO está emitiendo avales para proyectos a partir de diez millones, una solución válida para las constructoras pero que no cubre las necesidades de las ingenierías”, explica Canalejo.**


Hace unos días recogíamos aquí cómo un empresario había tenido que dejar un contrato que había ganado en un concurso internacional porque no logró la financiación necesaria; lo tuvo que ceder a una empresa alemana para no ser penalizado. Todos los indicadores señalan que se dan las condiciones para que se pueda producir la vuelta del crédito a las empresas, que se ha acelerado el brutal reajuste y muchas empresas están en condiciones angustiosas de recibir los créditos que les permitan aumentar su producción, crear empleo y activar el consumo interno. Pero la banca no mueve ficha.
La noticia que aparece hoy en toda la prensa es la posibilidad de que Alemania pueda financiar con ese dinero que obtienen más barato al ICO para que lo que no hace la banca española lo hagan ellos, hacer llegar el dinero a las pequeñas empresas. Señala El País:

Según la nueva edición del semanario Der Spiegel, fechado el lunes 27, la canciller Angela Merkel y el ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble -ambos democristianos (CDU)- quieren que el Banco de Fomento (KfW), una entidad pública alemana, conceda préstamos millonarios a las instituciones equivalentes de España, Portugal o Grecia. La condición sería que se haga llegar el dinero a las pequeñas y medianas empresas ahogadas por la falta de liquidez.
Estos créditos serían más baratos que los de los mercados financieros privados. Según Der Spiegel, la potencia exportadora centroeuropea está preocupada por el declive de su imagen entre sus socios del sur, que también son grandes clientes de productos alemanes. Así se quieren liberar de la “idea en auge de que {Alemania} es la despiadada campeona de la austeridad”. El sur de Europa podría así beneficiarse de los bajos intereses que paga Alemania por endeudarse. Esto préstamos necesitarían la aprobación de los diputados de la Cámara baja (Bundestag).***


De salir adelante esta medida, la banca española sería "puenteada" institucionalmente por la alemana en un insólito ejercicio financiero. El dinero llegaría más barato al ICO y más barato a las empresas. Para Alemania es una operación redonda porque puede intervenir a través del crédito manteniendo sus políticas generales de "austeridad". Tiene también un componente de "imagen", indudablemente, pero esto no debe ser un obstáculo porque mejorar la imagen de Alemania en la Unión sería un gasto en publicidad bastante mayor que la posible inversión en empresas. Y Alemania controla así su propio crédito y no tiene que estar peleándose para controlar al Banco Central Europeo, que siempre es una maniobra más ruidosa y peligrosa. La inversión en PYMES, frenada, se reactivaría poniendo en marcha la creación de empleo; sería una forma de acelerar la recuperación. Mediante este tipo de ayudas, además, Alemania se asegura que la política económica europea vaya por la senda correcta. No necesita "enmendar" su discurso oficial, pero estimula el crecimiento ante la debilidad mostrada para recuperarse. Alemania también necesita que el "Sur" se reactive, pues la larga duración de esta crisis no beneficia a nadie.



Alemania parece haber elegido el momento adecuado, de menor riesgo, para esta operación. Bajo el expresivo título "El desapalancamiento privado mete la directa", se señale en Cinco días:

Un vistazo a la estructura y tamaño del endeudamiento privado ofrecido por el Banco de España revela que la meta no puede estar muy lejos, pues desde los máximos de deuda tomada por empresas y familias (en 2008) hasta ahora la reducción del saldo vivo es muy severa. Nada menos que 25,4 puntos de PIB ha descendido, desde un 171,9% del PIB en 2008 hasta el 146,5% del PIB actual.
Los cálculos académicos siempre consideraron que el nivel de deuda privada al que la economía debería descender para poder retomar el crecimiento debería estar cercano a 1,4 billones de euros. De ser así, y de mantenerse el ritmo de desendeudamiento, aún faltaría el efecto del resto de este año: ahora el crédito privado vivo es de 1,55 billones de euros.***

Según todos los análisis, es el crédito lo que está faltando para que la crisis pase a la fase de recuperación que permita crear empleo en empresas viables. La mayor parte de la sociedad española ha realizado sus sacrificios para que se pueda volver al crecimiento. Que la banca alemana apueste por lo que no lo hace la española no deja de ser un despropósito y una aclaración interesante. Además de haber fomentado las burbujas inmobiliarias y desmanes financieros, no está claro cuál es su aspiración de futuro. Parece que la banca española tiene su propia estrategia de desarrollo y está condicionando a través del crédito la que pudiera tener el resto. Vamos a ver cómo reacciona ante esta "intromisión" alemana.
Es el momento de la PYMES, de la tecnológicas, de las ingenierías, de la nueva agricultura, de aprovechar la formación de los jóvenes profesionales para crear un modelo distinto al tándem ladrillo-turismo, tan querido por unos y otros. Hay que orientar esto de otra manera. A ver si es posible.

* "Empresas y familias, dispuestas para el crédito" Cinco días 25
7/05/2013 http://cincodias.com/cincodias/2013/05/24/mercados/1369421648_236227.html
** "Las ingenierías buscan más apoyo de la banca pública para ir al exterior"
*** "Alemania estudia prestar dinero a las pymes de España y Portugal" El País 27/05/2013 http://economia.elpais.com/economia/2013/05/26/actualidad/1369594448_730847.html
**** "El desapalancamiento privado mete la directa" Cinco Días 27/05/2013 http://cincodias.com/cincodias/2013/05/24/economia/1369409509_356200.html





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