Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Lo leí en
el diario egipcio Daily News de ayer,
una noticia casi escondida junto a la de las protestas de estudiantes en
Alejandría: "Chinese graffiti in Egypt causes a stir in China"*. Como
las relaciones internacionales son tan complicadas, pensé que habría algún
error: ¿por qué iba a causar indignación un graffiti chino en China si se había
hecho en Egipto? Pensé que sería un grafiti egipcio ofensivo para los chinos y
que se habían equivocado, que habría algún error. Pero, no, el titular era
correcto.
La
historia se ha recogido por todo el mundo es la siguiente: a un adolescente chino que visitó los templos de Luxor
en Egipto, uno de sus grandes y múltiples tesoros, con 3.500 años de antigüedad, se le ocurrió hacer la gamberrada
de escribir en las milenarias piedras "Ding Jinhao estuvo aquí". Nada
ocurrió hasta que las nuevas tecnologías y las redes sociales se metieron por
medio.
Un
turista chino fotografió el grafiti y lo hizo circular en Sina Weibo, el
equivalente a twitter del que
disponen. Como en China todo es grande, pronto circuló por encima del cuarto de
millón de reenvíos y se montó una gran alboroto rechazando el acto indignados, aunque algunos también recordaron que la Gran Murralla tiene muchos testimonios de pasos occidentales por allí.
La prensa china califica al egocéntrico Ding Jinhao como "vandalic teen".
Los cibernautas chinos rastrearon rápidamente al gamberro —según nos cuentan en China Daily—, lo
localizaron y tomaron medidas con acciones en la red:
Some angry netizens even tracked down Ding, a
high school student in Nanjing, Jiangsu province, and hacked the website of his
former primary school, altering the site with the message "Ding Jinhao
visited here".
The boy's parents on Sunday apologized to the
public for their son's behavior, saying that the boy had cried all night after
the public outcry.**
Se lo
han tomado muy en serio y le van a ir dejando en evidencia por donde haya
pasado con el tristemente famoso "Ding Jinhao estuvo aquí". Pero no quedó
ahí la cosa. China ha puesto en circulación un conjunto de normas de
comportamiento que deben cumplir los turistas cuando salgan al extranjero. El vicepresidente
Wang Yang ha aprovechado la nueva Ley de Turismo para exigir comportamientos
adecuados a los que salgan al exterior con el caso del vándalo grafitero como
ejemplo de lo que no hay que hacer. El titular de la CNN es claro: "Be
polite!"
China
quiere ser una potencia turística y me imagino que espera ser tratada con el
mismo respeto que le pide a sus ciudadanos cuando van fuera. Los turistas que vayan allí deberán saberlo y comportarse, porque los chinos les recordarán lo que ocurrió en Luxor. Algunos medios señalan
que la pintada tiene fuentes literarias en la tradición del Viaje al Oeste, una de las cuatro obras clásicas
chinas:
[...] the “I was here” graffiti tradition goes
back all the way to the Monkey King in the classic fable Journey to the West (西游记).
In Journey
to the West, the Monkey King (Sun Wukong 孙悟空) is fooled by the Siddhartha Buddha
with the challenge that if he can manage to leap out of the Buddha’s palm, the
Monkey King can occupy the Celestial throne. The overconfident Monkey King
accepts the challenge, jumps into the Buddha’s palm, and them does an almighty
somersault, tumbling through the air for thousands of miles. Finally coming to
rest at a place where five massive pillars reach out into the sky, the Monkey
King promptly scratched the following characters into the middle pillar to
prove he was there:
老孙到此一游 (“The Monkey King was here”)***
En
cualquier caso, sea cual sea el origen de la pintada, el vandalismo o el exceso de cultura, la embajada china en
Egipto ha dado disculpas oficiales por el comportamiento del incívico adolescente.
No se puede controlar todo, pero sí se puede asumir, de forma ejemplar, el
hecho para rechazarlo. En este sentido, la autoridades chinas han hecho lo que
debían: no han escurrido el bulto. Y no han sido solo
ellas:
According to BBC News China teen’s mother
explained that the graffiti was scratched years ago when they were visiting Egypt and that the teen is now very
sorry for his action. “We want to apologise to the Egyptian people and to
people who have paid attention to this case across China,” the mother told
media on Saturday.
This incident came in the wake of Chinese
official Wang Yang’s comment in state-run media about Chinese tourists’
“uncivilised behavior” abroad. Among other behaviours, he specifically mentioned
“willfully carving characters on items in scenic zones”. *
En
Egipto, en cambio, han puesto en un compromiso a más de uno. El incidente ha
servido para sacar los colores y dejar en evidencia a las autoridades, por si
no tuvieran bastante. Nadie había notificado el hecho y se han enterado por los
chinos y la repercusión de la noticia en todo el mundo. Señalan en Daily News Egypt:
Meanwhile, Egypt’s Supreme Council of
Antiquities was not aware of the incident and the Ministry of Antiquities was
unavailable for comment. Archaeologist Monica Hanna said no one noticed the
incident “because it was kept on a low profile by the ministry on purpose”.
Hisham Al-Shattury, secretary general of the Tourist Guides’ Syndicate, said
any violation of the sanctity of antiquities should be reported by guides to
the Tourism and Antiquities Police.
Hanna said it is the responsibility of the
inspector and the custodian to keep the site constantly under surveillance.
“The current status of archaeological sites and those of heritage value is
really miserable, where years of accumulated corruption and current lack of
security is causing the very rapid loss of Egyptian heritage,” she added.*
Las "antigüedades" son el gran patrimonio egipcio,
con un ministerio específico y todas las responsabilidades bajo su mando. El
hecho de que durante varios años nadie hubiera notificado la realización del grafiti
de Luxor deja en mal lugar el sistema de vigilancia y a las personas que se
ocupan de ello, desde el guía que lleva a los grupos de turistas a los
expertos, conservadores, etc. que durante años han pasado por delante y no han
sospechado (o no han querido ver) que las letras chinas que había en el pecho
de la figura no era un tatuaje oriental a la moda sino un grafiti en toda
regla.
Pero los chinos —que no cesan de indagar sobre el responsable que
ofendió a todos con su mal comportamiento— están preguntándose cómo el jovencito
Ding Jinhao, entonces casi un niño, consiguió llegar a la altura
en que realizó el grabado. ¿Actuó solo o en compañía?
* "Chinese graffiti in egypt causes a stir
in China". Daily News Egypt 28/05/2013 ed. pdf. p.3 http://cdn11.dailynewsegypt.com/beta/wp-content/uploads/2013/05/28.05.2013.pdf
** "Tourists asked to be on best
behavior". China Daily 29/05/2013
http://www.chinadaily.com.cn/travel/2013-05/29/content_16542128.htm
*** "“I was here” graffiti all over
Yunnan" Danwei 28/05/2013
http://www.danwei.com/i-was-here-graffiti-are-all-over-yunnan/
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