Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cuando a los gobernantes alemanes les va bien la situación interna —se sienten seguros—, son todo sonrisas. Cuando, en cambio, empiezan a ver que la silla se les mueve y que empiezan a caérseles los peones del tablero regional, se vuelven gruñones y muestran su cara más agria. Eso le está ocurriendo a la señora Merkel desde que ha visto que su condición de regidora del país motor de Europa le pasa factura ante sus votantes.
Angela Merkel lleva una temporada irreconocible. Primero, se desmarca de la política común de los países europeos, aliados, Liga árabe, etc. respecto a la cuestión de Libia, desentonado y teniendo que aguantar que los libios gadafistas le dieran las gracias junto a países de amplia tradición democrática y de respeto de los derechos humanos como son Rusia y China. [ver entrada] Tampoco entendieron, más allá de lo circunstancial, el cambio radical de su política nuclear. Después le dio por lanzar OPAS hostiles a los investigadores que no encontraran empleo de los países que, como el nuestro, tienen poco que ofrecer a la gente que se dedica a pensar y tener ideas innovadoras. La señora Merkel, sin diplomacia alguna, exhibió su prepotencia germánica y ofreció puestos de trabajo a los que le interesaban mientras comenzaba una política de muerte de la multiculturalidad junto al primero ministro James Cameron. Después se encaró con el primer ministro turco, Erdogan, diciendo que los inmigrantes turcos tenían que aprender primero alemán y después (o no) turco, contraviniendo las leyes de la lógica de la lengua materna, que por algo se llama así. [ver entrada]
Poco después comenzó su campaña de poner firme a Europa diciendo que los salarios debían depender de la productividad y no del IPC. Esta cuestión es fácil de decir cuando los salarios son alemanes y se produce. No es nuestro caso. Tampoco el mío, contestará Merkel, que piensa que los demás europeos no producen nada. La señora Merkel no tiene más preocupación —y eso la honra— que sus ciudadanos alemanes. Por lo tanto, no le interesa saber que España es un país con constante tendencia al aumento de la inflación —nuestros males abstractos perennes son el desempleo y la inflación— y que si se produce poco (y se bajan más los sueldos) y sube la inflación (y se queda con lo poco que nos pagan), la verdad, lo tenemos complicado. Pero la señora Merkel se preocupa de que a los suyos les vaya bien y no tanto a los demás.
La última de Merkel han sido sus declaraciones señalando que países como España. Portugal y Grecia dedican demasiado al ocio vacacional y hay demasiadas jubilaciones anticipadas. “No podemos tener una divisa [común] y que unos tengan muchas vacaciones y otros muy pocas. A la larga esto no funciona”*, ha señalado Merkel. Carente de tacto con países en proceso de rescate económico, como Grecia y Portugal, y con 5 millones de parados como España, es ofensivo que la dirigente alemana se permita pensar en los intereses de los agraviados vacacionales alemanes. Se olvida Angela Merkel que la diferencia entre un jubilado español y uno alemán es que el primero malvive con lo que le queda, mientras que uno alemán puede venirse a este denostado país a vivir bastante bien, ya que nadie les fuerza a venir a este infierno de pereza a pasar sus últimos días. Por desgracia, muchas de nuestras fiestas están hechas con el exclusivo propósito de que puedan venir a ellas turistas alemanes y podamos seguir viviendo en este gigantesco chiringuito en que hemos convertido este país a falta de otras cosas en las que trabajar. Que no se queje de esto Angela Merkel. A lo mejor parte de nuestro problema es que los alemanes no tienen bastantes vacaciones y tenemos que llenar nosotros los hoteles y terrazas con el turismo interior. El día en que las pensiones españolas de nuestros prejubilados den para pasarse un mes en Munich tomando cervezas, entonces ya hablaremos. Comete la incorrección, además, de pensar que las prejubilaciones españolas son como las de los alemanes. Recuerdo el caso de un alemán de poco más de cuarenta y cinco años que cuando tuvo dinero suficiente vendió su empresa, se prejubiló y se vino a vivir a Alicante. No es este, desde luego, el caso de nuestros prejubilados, puestos en la calle para dejar el poco sitio que hay a otros, en el mejor de los casos, o sencillamente una forma de recortar plantilla empezando por los de más edad.
La pregunta de qué le pasa a Merkel tiene una sencilla respuesta. No está segura y está endureciendo sus discursos. Las últimas palabras han sido frente a sus correligionarios del partido que dirige, la CDU, y trata de mandar mensajes en clave local. Lo mismo ocurre con las declaraciones últimas de otros líderes europeos. No es la mejor ocasión para seguir con esta línea retórica en Europa, el discurso de que hay países que actúan como parásitos de otros. Vuelve Merkel al estereotipo de los “vagos” del sur y los trabajadores del “norte”. Ya solo le falta llamarnos “papistas” para cerrar el tópico. Que Alemania esté contribuyendo al distanciamiento de los europeos a través de este tipo de declaraciones —inútiles, además de torpes—, no es bueno para Europa.
Los españoles —huérfanos de liderazgo, según explicaron— puntuamos a finales de marzo de este año a Angela Merkel como la figura política más valorada, con un 6’7 frente al 6’6 de Barak Obama, según el barómetro elaborado por el Real Instituto Elcano**. Parece que, a pesar de todo, los españoles tenemos una mejor imagen de Merkel que ella de nosotros. Quizá nos conozcamos poco.
* “Merkel levanta una polvareda al pedir que se unifiquen jubilación y vacaciones” Levante-emv, 19/05/2011 http://www.levante-emv.com/economia/2011/05/19/merkel-levanta-polvareda-pedir-unifiquen-jubilacion-vacaciones/808186.html
** “Merkel, Obasma y Assange, los líderes más valorados por los españoles” Periodista Digital 30/03/20111 http://www.periodistadigital.com/ocio-y-cultura/gente/2011/03/30/merkel-obama-y-assange-los-lideres-mas-valorados-por-los-espanoles.shtml
Alemanas jubiladas en España |
Alemanas conociendo su futuro lugar de jubilación |
Bien elaborado y mejor argumentado. Felicidades y a seguir escribiendo...
ResponderEliminarLeer este tipo de cosas siempre se agradecen.
Muchas gracias. Se intentará. Un saludo. J.M.A.
ResponderEliminar