Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Se debaten en estos días varios casos de lo que algunos consideran malentendidos culturales. Un malentendido es una situación que usted y yo presenciamos pero que cada uno vemos e interpretamos a nuestra manera por los condicionamientos propios de nuestras culturas. Un malentendido es una diferencia de traducción.
El primer caso es el del suicidio de un profesor español en la prestigiosa Universidad de Princeton. El silencio que las autoridades mantienen sobre el hecho y las circunstancias que lo rodean ha hecho saltar las especulaciones sobre el sentido de la muerte de un profesor querido por sus alumnos y al que, cuando espera su renovación, se le anuncia su despido inmediato y se le cita para que se defienda. El profesor no acude y se suicida al día siguiente. Como los motivos para tan fulminante despido, con tan trágicos resultados, no están claros y se mantiene el mutismo, se han desencadenado diversas interpretaciones del suceso. Una de ellas, que acaba de ser desmentida por la Universidad, la formuló desde Buenos Aires en el diario Clarín el escritor Ricardo Piglia, profesor del Centro y compañero del fallecido. Especulaba Piglia sobre un malentendido que hubiera podido producirse por la forma de expresarse en castellano del profesor y que hubiera sido malinterpretada y así reflejarse en las cartas informe realizadas por los alumnos. La hipótesis había sido comentada anteriormente y se refiere a la expresión castiza “tocarse los cojones”, que como saben los conocedores del idioma quiere decir “no hacer nada”, “vaguear”. Que dicha expresión haya podido ser entendida como de intención sexual es un ejemplo de este tipo de malentendidos culturales. No parece ser la causa real, pero uno nunca sabe lo que hacen las pequeñas gotas en los vasos rebosantes.
El segundo caso se refiere a la detención de Dominique Strauss-Kahn en Nueva York. En la cadena Euronews, uno de los personajes entrevistados para comentar la noticia —en sus primeros momentos, todo hay que decirlo— apelaba a que ciertas cosas que en Europa se consideran “normales”, en los Estados Unidos podían considerarse acoso sexual, como, por ejemplo, sostener la mirada. Desde luego, una interpretación tan ingenua del asunto solo puede deberse al desconocimiento porque los cargos son por intentos de violación, incluyendo sexo anal y oral. Parece que es algo más que mirar.
Como malentendido cultural, dentro del mismo caso, puede considerarse el cómo han vivido algunos franceses la detención del director del FMI. Piensan que se le ha tratado de forma ofensiva y humillante porque se le ha sacado esposado y sin afeitar. En Francia, según nos explican, está prohibido realizar fotografías de detenidos en el interior de los juzgados. Esto contrasta fuertemente con la norma estadounidense de publicitar las detenciones y comparecencias judiciales. La larga lista de personalidades fotografiadas en los juzgados y comisarías norteamericanas nos dice que no hay ánimo de ofensa específica, sino aplicación de una normalidad local, nos guste más o menos el procedimiento. De forma que los franceses se siente indignados por algo que a los norteamericanos les parece un procedimiento normal. Mientras tanto, ya comienzan a salir otros casos anteriores de Strauss-Kahn que relativizan la creencia de que se pueda tratar de un complot, que es la forma en que lo ven una gran cantidad de franceses. Aquí se suma otro malentendido, que es el político, en el que además del cultural, se suma el partidista, auténtico filtro que nos impide ver las cosas que tenemos delante con la ecuanimidad necesaria.
Cuanto más tocan nuestros sentimientos y creencias, más difícil se nos hace ser justos y comprender. Si fuéramos capaces de apartarlos durante unos instantes tan solo, veríamos un mundo muy distinto.
* "Princeton rectifica a Ricardo Piglia sobre la muerte del profesor Calvo" El País 18/05/2011
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Princeton/rectifica/Piglia/despido/profesor/Calvo/elpepuint/20110518elpepuint_1/TesFamosos que sobrevivieron al paso por los juzgados, Sinatra y Elvis |
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