Joaquín Mª Aguirre (UCM)
The New York Times nos trae estos días dos artículos relacionados con la enseñanza, dos caras de una misma realidad. El primero, “The High Cost of Low Teacher Salaries”*, se plantea la posición social del profesorado y su pérdida progresiva de estímulo en la sociedad. Nos cuenta la caída económica y de prestigio, el abandono constante del profesorado en Estados Unidos. El segundo artículo, “Miami Dade College Attracts The Poor and The Presidential”** nos habla de una Universidad en Miami que ha logrado, sin emplear una política restrictiva de admisiones, un gran éxito en sus resultados. El presidente Obama dio en ella un discurso el viernes pasado y tiene ya una larga tradición de presidentes estadounidenses y de otros países, de figuras de la política y la cultura, la economía, etc., entre sus visitantes habituales.
Eduardo Padrón, Rector |
El Miami Dade College va a la contra de lo que podemos llamar “excelencia en el inicio”, el filtrado de los mejores alumnos para ingresar en el campus. El College acepta alumnos que nadie aceptaría, como nos dicen “da una segunda oportunidad a los que nadie daría una segunda oportunidad”. Y los resultados están a la altura de las mejores universidades. Tienen los mejores resultados del país entre las minorías negra e hispana. Eduardo J. Padrón, su rector, es un ejemplo de su funcionamiento. Era un inmigrante cubano que llegó en los sesenta, sin saber apenas inglés. Sin posibilidad de ser aceptado por ningún otro College, Padrón ingresó en Miami Dade y acabó obteniendo un doctorado en Economía. Decidió dedicarse a trabajar allí y devolver lo que le dieron. Lleva cuarenta años en la universidad y su punto de vista es muy claro: “Rather than encourage professors to polish their credentials by publishing papers, Dr. Padrón urges them to be passionate about teaching and committed to helping students in need.”** Los resultados también son muy claros: de Miami Dade College han salido alcaldes, senadores, empresarios, músicos (como Emilio Stefan), actores (Andy García) y una larguísima lista de personalidades en todos los campos, personas que han aprendido algo de su universidad: que importaban como personas. Muchos, como Padrón, han tratado de devolverlo y transmitirlo a otros. Hoy, muchos de sus alumnos famosos, realizan una campaña publicitaria, en inglés y en español, "Yo soy MDC". Lo dicen orgullosamente y como estímulo para otros.
Llevamos años, contagiados de la filosofía empresarial de la excelencia (que ha pasado a ser el pensamiento único), viendo el mundo como un mercado, un espacio de rivalidad, competitivo, agresivo. Cada vez son más los apóstoles de la competitividad y la excelencia, los que apuestan por separar a unos de otros en la enseñanza. Con unos se invierte en futuro, con otros en soluciones caritativas, todo lo más. Algunos centros de enseñanza tratan de discriminar en su aulas, muchas veces a instancias de los propios padres, que tratan de evitar que sus hijos caigan en aulas con un número excesivo de alumnos con “pocas perspectivas de futuro” porque "bajan el nivel". Socialmente, al menos, esto es una muy mala enseñanza.
La práctica del Miami Dade College es la contraria. Lejos de filtrar los mejores alumnos para garantizarse un nivel de éxito que repercuta en su propio estatus, Miami Dade se toma cada alumno como un reto y trata de sacar el máximo desde su propio punto de partida, que puede ser muy negativo. Miami Dade College representa el sentido auténtico de la enseñanza. Deberían aprender del centro en muchos sitios.
Desde hace años, se ha encaminado a los profesores universitarios hacia otros objetivos distintos a los que supone la enseñanza en sí. El sistema que hemos diseñado los convierte en captadores de recursos a través de los proyectos de investigación, por lo que a las universidades les interesa que vuelquen su esfuerzo en los laboratorios y similares más que en las aulas. El alumno ha pasado a segundo término en la enseñanza. Y eso se está pagando en el descenso del nivel educativo, la perversión de las relaciones entre profesores y alumnos, y la pérdida de su esencia.
El Presidente Obama en Miami Dade College |
Los artículos de The New York Times nos muestran cómo en las enseñanzas primaria y secundaria, el valor del profesorado ha descendido por que se aleja del modelo estándar que estamos idealizando socialmente: el emprendedor competitivo. Por el contrario, en la enseñanza superior, el valor que se ha erigido en rector es la competitividad a todo trance. Los primeros abandonan la enseñanza; los segundos abandonan a los alumnos. En las enseñanzas primarias, según la percepción social, se está recogiendo a aquellas personas que carecen de mérito para competir en el mercado. Eso hace que su autoestima baje junto con su motivación para cumplir su tarea educativa. Tienen sueldos bajos porque no se ve su “productividad” en un mundo de primas, bonos e incentivos. En la enseñanza superior, por el contrario, se está primando el lado no educacional, sino el lado “productivo”, ya que supone ingresos para las universidades. El abandono institucional de la Humanidades y Ciencias Sociales en beneficio de aquellos campos susceptibles de generar patentes o ingresos por contratos de investigación con empresas esta redefiniendo nuestros campus y el peso de las áreas. También la dedicación a la enseñanza. Hay una frase circulando que define bien la nueva actitud: la enseñanza es el pago que hay que hacer por la investigación. Lo más importante pasa a ser lo que más puntúa. Sus efectos se están mostrando nefastos para una institución cuyo objetivo principal debe ser siempre el alumnado como personas a las que se forma y educa profesional, humana y socialmente. En Miami Dade College, los alumnos son un reto individual para el profesorado, no un obstáculo.
Frente a los modelos selectivos que buscan y aceptan los éxitos seguros y tienen el beneficio económico como objetivo central, la enseñanza debería recuperar el espíritu ejemplar de instituciones como el Dade College de Miami, actuar como un mejorador social y no como un filtro.
**“Miami Dade College Attracts The Poor and The Presidential” The New York Times 29/04/2011 http://www.nytimes.com/2011/04/30/us/30dade.html?hpw
http://filosofiaeducacionysociedad.blogspot.com/
ResponderEliminarEs un blog que comparto con Ud.