domingo, 19 de octubre de 2025

No es un rey

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Era cuestión de tiempo que la gente se lanzara a la calle a decir ¡basta! a las andanzas y tejemanejes de Donald Trump. La polarización americana es real y con fundamento, creada por el propio Trump que acompaña cada acto autoritario con una provocación que refuerce a sus seguidores.

La noticia que nos dan en RTVE.es es preocupante en diversos aspectos: 

Decenas de miles de personas han recorrido este sábado las calles de más de 2.500 ciudades de Estados Unidos en la segunda edición de la marcha 'No Kings' ('No queremos reyes'), la concentración más grande contra lo que describen como la deriva autoritaria que está instaurando en el país la segunda Administración de Donald Trump.

Los simpatizantes del mandatario republicano la han condenado como una manifestación de "odio contra América" y una nueva obstrucción demócrata en plena suspensión de la actividad del Gobierno. El nombre del movimiento 'No Kings' alude a la percepción de que el presidente actúa como un monarca y recuerda que Estados Unidos se fundó en 1776 sobre el rechazo al poder absoluto de un soberano. "Dicen que me comporto como un rey. No soy un rey", afirmó Trump en una entrevista con Fox Business publicada el viernes.*


 

Como hemos señalado en diversos momentos, a diferencia de lo ocurrido durante el primer mandato, en el que se le rodeó de controles para evitar desastres, en el segundo mandato se deshizo de cualquier control y se rodeo de radicales de todo los pelajes. Se trataba así de evitar las trabas a las locuras que está cometiendo un personaje al que la Asociación Norteamericana de Psiquiatría tuvo que prohibir a sus miembros las publicaciones de retratos psicológicos amparándose en que no tenían una exploración previa del sujeto. Pese a ello, creo que el mundo tiene un perfil suficiente del personaje como para entender sus peligros.

Me imagino que muchos de los votantes de Trump están felices con el resultado de la legislatura; otros puede que se hayan arrepentido. Pero la noticia de RTVE.es nos plantea algo mucho mayor en sus efectos.

Ya no se trata solo de que Trump se considere o no rey, que le apetezca ser "Papa" o que le den el Premio Nobel de la Paz después de alentar y financiar guerras. Lo más peligroso es esa justificación que sus seguidores más fieles ha recogido: "ir contra Trump es ir contra América", eso es un paso más en su carrera hacia el absolutismo. Hay reyes que no gobiernan, como ocurre en las monarquías constitucionales. Trump no tiene nada que ver con ellas; Trump reina y gobierna.

Y hay otro problema: ya no solo lo hace en los Estados Unidos, donde ha sido elegido, sino que su "reinado" se extiende por el mundo usando la fuerza, la presión de la amenaza y el chantaje. Trump no es solo un "rey", un problema "americano", sino que pretende ser rey del mundo mediante su control desde la Casa Blanca. El propio perfil psíquico de Trump le hace desear más y más, usando unas excusas con al "anti americanismo" como base.

A Trump le basta con que algo se le oponga o resista para inmediatamente considerarlo "anti americano" y una "amenaza" que puede ser destruida por la fuerza. Lo estamos viendo con su forma de actuar en Venezuela y su autorización pública a que actúe la CIA en el interior del país. No hay límites.

No se trata ya de que los norteamericanos estén o no de acuerdo, sino de la construcción del mensaje: Si Trump "es América", oponerse a él es hacerlo con el país. No seguirle es un ataque directo a la "soberanía" que él encarna, contra la voluntad del "MAGA". Por ello, debe ser destruido dentro o fuera del país.

Que muchos norteamericanos hayan aceptado está lógica y la aplaudan es el resultado de varios factores, pero el principal es el "mesiánico". No se trata ya de que Trump se considere un enviado, un mesías; se trata de que todo mesías necesita un "pueblo" al que le transmite un mensaje porque tiene un "destino". Todo va ligado.

BBC

Estamos acostumbrados a ver unos Estados Unidos liberales, democráticos, un pueblo mezclado al que se puede ir con esperanzas de futuro; un pueblo que es puntero en la Ciencia y en la idea de progreso. Pero no estamos acostumbrados a lo que hay en sus oscuras catacumbas y que ahora sale a la luz. Me refiero a eso poso de fanatismo sectario que les convierte en un nuevo "pueblo elegido", cuya misión es doblegar todo lo negativo: de la igualdad que intenta alterar la entrega del poder al mundo "blanco", a la igualdad de género que altera el mandato "divino" de que el varón controle a la mujer, todo ello pasando por una creciente xenofobia que les hace mirar al mundo como parásitos y enemigos que abusan de su "bondad natural".

Estos tres elementos —supremacismo blanco y racismo, supremacismo patriarcal y supremacismo norteamericano neocolonial— configuran ideológicamente las decisiones de Trump y los suyos, todo ello aderezado con un neoliberalismo inmisericorde que hace negocios descarados quedándose con tierras a cambio de "protección", como en Ucrania, o apoyando el uso del hambre como arma de guerra de sus aliados, como sucede con Israel.

Se nos dice en el texto:

La nueva jornada de protestas se ha desarrollado en un clima de creciente tensión política, marcado por la decisión de Trump de desplegar militares en varias ciudades gobernadas por la oposición demócrata, bajo el argumento de combatir el crimen y apoyar las labores de los agentes migratorios.

Entre los puntos más emblemáticos de concentración han destacado la plaza Times Square, en Nueva York; el Capitolio, en Washington; y el centro de Chicago, donde en las últimas semanas se han registrado protestas contra las redadas migratorias.

Las personas que han participado en la protesta masiva podrían ser objeto de vigilancia por parte del Gobierno federal mediante una serie de tecnologías que podrían incluir el reconocimiento facial y el pirateo de teléfonos, según afirman los defensores de las libertades civiles.*

¿Va Estados Unidos camino de convertirse en una dictadura?  Muchos lo temen. Si el uso del poder nos hace confundir una democracia con una dictadura, la respuesta solo puede ser una.

Trump ha roto la confianza en los Estados Unidos. Sobre todo lo ha hecho con la ruptura de un modelo y de una seguridad en los principios. Es cierto que no todos los gobiernos de los Estados Unidos ha tenido el mismo grado de democratismo, pero también lo es que han sido los propios ciudadanos los que lo han rechazado. Hoy el caso es diferente y la sociedad está dividida con los seguidores fieles del modelo que Trump representa y defiende. Ha surgido de la llamada "América profunda" y sus principios mesiánicos no tienen el progreso como meta, sino la dirección opuesta. Consideran que se ha seguido el camino equivocado y que es necesario avanzar hacia el pasado. 


* "Miles de personas protestan en varias ciudades de EE.UU. contra la deriva autoritaria de la Administración Trump" RTVE.es / Agencias 18/10/2026 https://www.rtve.es/noticias/20251018/protestas-donald-trump-estados-unidos-ultima-hora-directo-cronica/16776829.shtml

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