jueves, 19 de septiembre de 2024

Los nuevos métodos de Israel

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Anoche deslizaban una pregunta —sin esperanza de respuesta directa— en la tertulia periodística de RTVE: ¿cómo es posible que unos servicios secretos capaces de realizar la operación de meter 50 g de explosivos de "buscas", radios, "walkie talkies", ordenadores personales, etc. de los miembros de Hizbulá no detectara una invasión como la que desencadenó esta guerra de Israel? ¿Cómo es posible una negligencia de tal calibre y una precisión tal?

La pregunta se la hace mucha gente y me llevó a acordarme de un mensaje de una amiga del mundo árabe que repetía una teoría: Israel había "dejado pasar" la incursión de Hamás para poder desencadenar una repuesta que le permitiera una nueva expansión territorial mediante desalojo y eliminación de miles de palestinos.

No es compatible, piensan algunos, que miles de miembros de Hamás entren por las buenas y después se dé una situación de control selectivo, de infiltración y manipulación de miles de dispositivos con explosivos. No se es tan "tonto" un día y tan "listo" al siguiente. No es posible saber la verdad obviamente; al menos, por ahora, tendremos que conformarnos con lo que se dice.

Que esto ocurra cuando el crecimiento del descontento popular crece en Israel ante la ineficacia por resolver el problema de los rehenes también es preocupante porque no ayuda a ningún proceso de paz o negociación.

BBC

Es también muy raro ver el desinterés del gobierno de Netanyahu en cualquier proceso de paz. Hace tiempo escribimos aquí que era una manera muy extraña de buscar la paz la de Netanyahu. Es algo que han comprendido bien esos colonos que se abalanzan sobre los terrenos despoblados, arrasados por el ejército israelí. Por lo pronto, hay cerca de 40.000 que no volverán a vivir en ninguna parte. Ahora nos dicen que el ejército se desplaza hacia el norte, hacia el Líbano y que incursionará en su territorio.

Están practicando algo propio de las grandes potencias imperialistas, algo que llaman "guerra preventiva", una aberración conceptual que encubre los propósitos agresivos y coloniales en "defensivos". Lo dicho, una aberración. Significa que tú agredas porque un pajarito te ha dicho que te van a atacar. Lo más parecido a lo de Israel es la Venezuela de Maduro o la Rusia de Putin, a lo que se perece cada día más.

Lo que sí ha quedado claro, al margen de cualquier comprobación, es que nadie puede frenar a Israel, algo que en un sistema de alianzas internacionales compromete a todos los que respaldan y no condenan, a los que aportan materiales de guerra o información.


La guerra de Gaza hace tiempo que es algo más que una guerra defensiva, algo que desborda ese "derecho" a defenderse. Hace tiempo que es una guerra de exterminio cruel, de muertes injustificadas de civiles, bombardeos de hospitales y escuelas, de mercados. La excusa de Israel es que alguien se escondía allí y que todas las muertes son "justas", "preventivas", etc. Cualquier muerto entre los 90 años y los bebés tenía intención de acabar con Israel, saltar de cunas, camas de hospital, de escuelas... para acabar con la "única democracia" de la zona.

Pero es el propio Netanyahu el que está acabando con Israel. Lo está aislando del mundo. Solo cierto radicalismo xenófobo puede amparar tanta barbarie como la que estamos viendo cada día. Con sus acciones, Netanyahu está sembrando el odio y el terrorismo consiguiente por décadas. Está garantizando que miles, decenas de miles de niños y jóvenes estén deseando poder devolver a Israel las muertes y el dolor que les han causado.

Está poniendo a prueba la política de alianzas porque ya se dan movimientos de repulsa, peticiones de exigir la paz o romper relaciones, dejar de vender o enviar armas. Cuanto más irracional sea su dominio, más presión habrá sobre los gobiernos. Las palabras oficiales de Estados Unidos ayer diciendo que "apoyan a Israel" pero que no sabían nada de la operación de la manipulación de los dispositivos tienen un límite.


Cada vez será más difícil estar distante de este tipo de operaciones de terror, como la realiza, con explosiones en calles, tiendas, casas, entierros, con miles de heridos.

En la cumbre del cinismo, el gobierno ha felicitado al ejército sin que decir por qué lo hacía. Hamás, Hizbulá son grupos terroristas. Eso no quita para que Israel pueda transformarse en un estado que práctica métodos de represión, "anticipación", etc. inaceptables. Cada vez se hace más complicado el apoyo de su causa si cada vez que se habla de paz o negociar, Netanyahu da un nuevo golpe de mano que reabre el conflicto intensificándolo.

La pieza clave en todo esto es la presión de los propios israelís dentro y fuera del país. Las protestas arrecian en ambos lados. Crece el temor a esa "violencia vicaria" que convierte a cada judío del planeta en posible víctima ante las acciones ordenadas por Netanyahu.  Si uno de los factores de crecimiento de la xenofobia anti islámica es cómo pagan inocentes las acciones de los culpables, lo mismo está ocurriendo con los israelís, que pueden ser objetivo de odio por lo que se hace en Palestina, Líbano o cualquier otro espacio.


Nadie para a Netanyahu. Está por encima del bien y del mal, del pasado, del presente y del futuro. Esto lo están pagando los inocentes que mueren cada día porque su visión preventiva adivina sus intenciones futuras. Esto es propio de dictaduras, fascismos y todo tipo de totalitarismos. Los argumentos para apoyar a Israel desaparecen con cada acción de este tipo. ¿No sorprenderá con nuevas oleadas, con nuevos métodos?

Mientras se sigue derramando sangre, siguen surgiendo preguntas. Y cada vez más sobre la guerra y menos sobre la paz, ya muy lejana. 

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