Y la erosión por la derecha

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Lo que decíamos estos días del conflicto entre socios de gobierno, por la izquierda, lo podemos decir con ligeros matices por la derecha, es decir, en las relaciones entre Vox y el Partido Popular. Son estrategias calcadas pues no son cuestiones "ideológicas" en sí sino meramente electoralistas, buscando la erosión de aquellos con los que se compite realmente.

La estrategia de fusiones que fue propia de la política española durante muchos años, la que sirvió para despejar el panorama y las opciones mediante las agrupaciones de partidos que iban reduciendo su peso en cada elección, se ha invertido en un movimiento fragmentario.

Recordemos que a las primeras elecciones en España concurrieron más de 500 partidos de todos los colores y denominaciones, locales, autonómicos y nacionales. El duro correctivo de las urnas y el propio sistema sirvió para que muchos desaparecieran del panorama y otros se agruparan. El mismo origen del Partido Popular, por ejemplo, estuvo en la "Alianza" de 7 partidos; posteriormente, se produjo una nueva agrupación en 3, con partidos centristas y demócrata cristianos. Al PSOE se incorporaron partidos como el de Enrique Tierno, inviable en solitario. El Partido Comunista se agrupo en la llamada Izquierda Unida, que todavía sobrevive y cuyos restos están desperdigados entre varios.

Es el movimiento del 15-M el que supone un cambio en el modo de hacer política tratando de aprovechar lo que había sido una explosión popular y que será tomada por los pequeños grupos residuales que lo tomarán como plataforma. Comienzan los partidos y plataformas de nombres y etiquetas populistas en cualquier dirección: Podemos, Unidas Podemos, Más Madrid, la indecisa Sumar...

Comienza también otro movimiento surgido desde abajo: las agrupaciones locales que reivindican sus territorios, que consideran abandonados por los políticos. Me refiero a casos como el de "Teruel Existe", el primero de ellos y los que han saltado a la lucha en posteriores y reciente, como "¡Soria Ya!", "Por Ávila" (en Castilla-León).

Merece mención los desastres del centro, que ganó las elecciones primeras con la UCD de Adolfo Suárez, para ir descomponiéndose en el Centro Democrático y Social (CDS) y llevado al desastre últimamente en el Ciudadanos al que prácticamente han eliminado entre unos y otros para absorber sus posibilidades dejándolo vacío.

Los ataques de Podemos al PSOE tienen su correspondencia con los de Vox al Partido Popular, como señalamos. En RTVE.es se recogen los mítines de Santiago Abascal y el mensaje que se repetirá:

El presidente de Vox, Santiago Abascal, se ha mostrado muy crítico este domingo con el PP, un partido que, ha dicho, no hace "nada" mientras se limita a esperar para "heredar el poder" y ha asegurado que es "el PSOE con diez años de retraso".

En un mitin de precampaña en la plaza de toros de Murcia, en el que ha estado acompañado por los candidatos autonómicos a las próximas elecciones del 27 de mayo, Abascal ha elevado el tono en contra del PP, del que ha afirmado que ya no es "la derechita cobarde", sino "un partido de centroizquierda, con el que tendremos que sentarnos a hablar algún día, porque lo otro es aún peor", en referencia al Gobierno de Pedro Sánchez.

"No hacen nada, solo quieren ser los herederos del PSOE, recibir una herencia", ha afirmado el líder de Vox" en un recinto taurino que se ha llenado con la presencia de simpatizantes de la formación de Murcia y otras regiones limítrofes.*

Como se puede apreciar, la estrategia es la misma que en Podemos. Se trata de acusar al futuro compañero debilitado de "cobarde", de inconsistencia ideológica y futura traición a su electorado. La solución a todo ello, claro está, es votarles a ellos, que se ofrecen como garantía, como claridad ideológica y con la firmeza suficiente para llevar a cabo sus programas.

Las estrategias de los partidos "grandes" son mostrarse como alejados de los extremismos y llamar a la necesidad de unificar el voto frente a la dispersión. Un voto mayor les dará más peso y menos dependencia, es decir, un gobierno que no tenga necesidad de socios.

El conflicto de Podemos y el PSOE en cuanto a la Ley del "Solo sí es sí", lo hemos podido ver anteriormente en el gobierno de Castilla-León en torno a otra ley que tiene que ver con las mujeres, la del aborto, con sus sesiones de "información" previas y que saltó como conflicto entre los allí socios de gobierno. La polémica sirvió para marcar diferencias y mostrar a sus electores futuros eso que el líder de Vox llama la "derechita cobarde".

La estrategia, como se aprecia, es la misma allí donde se forman alianzas de gobierno entre estos socios que no pierden la ocasión de apuñalarse para debilitar su imagen. Ya sea Podemos o Vox, las estrategias buscan lo mismo. Se busca un motivo de enfrentamiento en aquello que sea más sensible y después se rasgan las vestiduras. La respuesta de los partidos grandes es muy parecida, asumir la responsabilidad del gobierno y evitar que haya radicalismos que acaben dando votos al rival.

Todo esto enrarece la política española y fuerza a la dependencia de otros grupos periféricos que sacan tajada electoral o simplemente política en concesiones de todo tipo. El PSOE está pagando un precio elevado por los llamados "apoyos de investidura", al que se incorporan algunos de dudosa trayectoria o de difícil coincidencia con los objetivos de España. De esta forma, cualquiera de sus apoyos tiene un alto precio pagado en diferentes monedas. Esto, con claridad, se vuelve contra ellos y enriquece las críticas a la gestión y a sus concesiones. 

* "Abascal critica que el PP no haga "nada" mientras espera a "heredar" el poder: "Es el PSOE con diez años de retraso"" RTVE.es 12/02/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230212/abascal-candidatos-autonomicos-murcia/2424087.shtml