lunes, 6 de agosto de 2012

La wairua o el regreso

A Manuel José de Frutos Huerta, nacido en 1811 en Valverde del Majano, provincia de Segovia, ya le tocó irse de España. Y lo hizo, como si quisiera poner la mayor cantidad  posible de tierra y agua por medio, hasta Nueva Zelanda. Que a un segoviano de entonces —o de ahora— le diera por cazar ballenas, cuando en aquella época pocos serían los que llegaban al mar desde el centro peninsular y de ballenas supieran poco más que lo que les contara algún domingo el cura sobre Jonás, no deja de ser sorprendente. Pero ocurrió.
Los descendientes de aquel Manuel José de Frutos son hoy más de 16.000 y forman un "clan", los "paniora". Valverde del Majano, con sus mil habitantes, se ha convertido en el lugar de peregrinación, en la tierra del origen de todos ellos. Nos dice la BBC:

Hoy, la mayoría de los descendientes paniora, unos 16.000, vive en la región de Gisborne en el este de la Isla Norte del país oceánico. Tanta descendencia se explica porque Don Manuel José se casó con cinco mujeres pertenecientes a la tribu Ngāti Porou, tuvo nueve hijos, 41 nietos y casi 300 bisnietos. De ahí, el clan paniora siguió multiplicándose.*


No hay duda de que Manuel José de Frutos apostó por un mundo distinto al que dejaba. A diferencia de la mayoría de los occidentales, que se unían entre ellos alejándose de los nativos, el español decidió integrarse con los maoríes y ser uno más entre ellos. Señala la BBC que "la población del país (4.367.800 habitantes) la componen dos grupos principales: los neozelandeses, de ascendencia europea, y los maoríes (14% del total), cuyos ancestros polinesio llegaron a las islas mil años atrás."* Las proporciones nos muestran claramente el peso de la emigración y el valor de su decisión vital.
El clan de los "paniora" (no es difícil ver la etimología del término) pertenece a la tribu Ngāti Porou, que tiene en la actualidad 72.000 miembros. Unas decenas de ellos se han plantado en Valverde del Majano para pisar la tierra en la que su antepasado vino al mundo, lo que ha dado lugar a la noticia, recogida por múltiples medios.
Los descendientes de la hermana, Magdalena, que quedó en Valverde se reencuentran con los del hermano que abandonó el pueblo en 1835.

"Al llegar sentimos el wairua (una especie de espíritu colectivo) de los paniora", explica a BBC Mundo Devi Ann Hall.
Y asegura haber sentido la presencia de su antepasado al llegar. "Nos daba la bienvenida, es un espíritu feliz, feliz de que hayamos hecho este viaje de regreso a su tierra", dice Devi. "Sólo cuando conoces tu genealogía puedes clavar tu lanza en la tierra y tener un futuro", afirma.*



Y tienen razón los "panioras". Conocer lo que eres es el paso previo a casi cualquier cosa. Probablemente, Manuel José se fue a buscarse tan lejos como pudo, a las antípodas, y de decisión sobre la marcha en decisión sobre la marcha, se encontró en un lugar muy distinto a sus calores y fríos castellanos, con una forma de vida que nada tenía que ver con las restricciones españolas de la época y, como se hubiera leído Cien años de soledad, se puso a fundar clanes.


Hay poca información sobre su vida antes de partir. Para nosotros es historia, para sus descendientes mito, mito del origen y la sangre, el que les hace distintos al resto e iguales entre sí. Por eso pueden sentir con toda claridad el "wairua" de su antepasado al pisar el pueblo que él abandonó, apretado por las circunstancias o movido por sus sueños.

La página de Valverde de Majano dedicada a las personas ilustres de su pueblo apenas nos da información sobre él. Su condición de ilustre no viene por lo que hizo en el pueblo, sino fuera de él. Sabemos, nos dice la historiadora que busca las raíces, que formaba parte de una familia de cardadores. Había otros en el pueblo, junto a muchos panaderos que llevaban sus productos a vender a la capital. La descripción del Valverde de la época, el tiempo del regreso absolutista, de la "década ominosa" es interesante para comprender a su hijo emigrado:

Hay otros artesanos en Valverde a saber, tres zapateros remendones, dos sastres, dos arrieros, un cirujano, un albéitar o herrador, dos sacristanes uno de ellos es Francisco de la Puente, el primer sacristán de este apellido avecindado en Valverde natural de Abades y que sería el origen de una familia dedicada a este oficio durante generaciones hasta el punto, de que el nombre de su oficio, se ha quedado como apodo de los Puentes. También había dos carpinteros y albañiles uno de ellos era Domingo García descendiente de albañiles y antecesor de otros muchos dedicados a este oficio hasta el día de hoy, el ejemplo lo tenemos en Santos García Miguelsanz al que podemos ver trabajar en Valverde arreglando tejados, muros etc. ( ver árbol genealógico del año 2005) Dos hijos de Domingo García, Benito y Aniceto se examinan para ingresar en el gremio de albañilería como maestros, el primero el día 7 de abril de 1828 y el segundo en 1833, los dos superan las pruebas a la perfección levantándose escritura ante el escribano de Abades en la que los examinadores, maestros de gremio de Segovia, certifican que los citados oficiales han obtenido el grado de maestros de albañilería y carpintería tosca , concediéndoles permiso y licencia para que puedan en cualquier lugar de estos reinos hacer cualquier obra o abrir un taller con oficiales y aprendices a su cargo, al mismo tiempo se acuerda, que sea su padre , el citado Domingo, fiador de ellos.
La pobreza también se refleja en 1811 en el número de viudas sin oficio, veintisiete, y en seis pobres de pedir todos estos individuos con ningún o escasos recursos son especialmente vulnerables en circunstancias como las que concurren en esos años la guerra y las malas cosechas. Ya desde los primeros años del siglo XIX las malas cosechas recogidas en Valverde y en los pueblos del entorno originaron un crecimiento de la tasa de mortalidad, especialmente de la infantil y también revueltas en Segovia ante la salida del trigo hacia Madrid considerando que esto causaría más hambre en la capital y en su Tierra. Unas veces son las sequías otras las heladas las que obligan a los agricultores a pedir trigo a los pósitos o alhóndigas de pueblos y ciudades para poder sembrar.**



Época dura, como tantas otras épocas duras en este país que casi nunca ha sabido gestionar y mantener sus vacas gordas. Manuel José Frutos Huertas se fue y no regresó. Hoy es recordado por su pueblo porque los maoríes le recuerdan como el hombre que llegó desde un punto lejano, tan lejano como si fueran las estrellas, y se quedó entre ellos, trayéndoles a la vida y dándoles identidad. Nos cuenta la prensa que desde que saltó la historia de Manuel José, los vecinos de Valverde de Majano se ha empezado a interesar por su genealogía, algo a lo que probablemente no habían dado demasiada importancia hasta el momento. Gracias a los maoríes se han empezado a preocupar por lo que son.


Dicen que estos descendientes han llegado desde Australia, Suiza, Canadá, China y Holanda, los lugares en los que la vida los ha ido repartiendo. Edda McCabe, una descendiente de Manuel José, cuenta en el Correo Vasco que

[...] el hecho de conocer que su antepasado provenía de la localidad castellana de Valverde del Majano les ha hado a sus miembros un sentido de "hogar" y de pertenencia familiar.***


Valverde de Majano pasa a ser para ellos un centro simbólico, un origen, en el que espacio y vida se unen existencialmente y del que obtienen el refuerzo de sus lazos. Un ejemplo envidiable de unidad en el tiempo. Saben que sin raíces nos disolvemos en la historia.
Dice Edda McCabe que aunque les apetece disfrutar de las atracciones turísticas, de la buena comida castellana, de los toros y todas esas cosas, sobre todo vienen a "observar si sus parientes se parecen a ellos, para verse reflejados en sus rostros"***. 
Y encontrarán el parecido porque desean encontrarlo, de la misma forma que la "wairua" de Manuel José les dio la bienvenida. Ya pueden clavar su lanza y tener un futuro; tienen ese espíritu colectivo que les mantiene unidos. Vuelven a casa; no son extraños. Puede que cuando Manuel José salió de España no supiera quién era. Ello si saben quiénes son.

* * "Los maoríes que buscan sus raíces latinas en un pueblito de España" BBC Mundo 4/08/2012 http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/08/120804_maories_buscan_raices_en_espana_yv.shtml
** Mª Teresa Llorente Fernández "Manuel Frutos Huerta, el creador de la familia "paniora"" http://www.valverdedelmajano.com/contenido.php?id=74
*** "Estirpe de español que llegó a las antípodas en 1835 busca su raíz segoviana" Diario vasco 27(07/2012  http://www.diariovasco.com/agencias/20120727/gente/estirpe-espanol-llego-antipodas-1835_201207271035.html





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