Joaquín
Mª Aguirre (CM)
Egipto
es siempre una fuente de sorpresas y es difícil imaginar cuál será a próxima.
Incluso es difícil imaginar cómo ha sido la anterior, ya que se acumulan y
suceden unas a otras. Es en los detalles en donde se comprenden las cosas y no
en los enormes movimientos de la Historia, que algunos creían comprender. Lo
constante del principio contrasta con la riqueza de la variedad, con lo colorido
del ejemplo, algo tan meritorio como encontrar una forma diferente de clavar un
clavo en la pared en cada bajada de martillo, un rizar el rizo eterno.
Dos
noticias, dos martillazos originales, genuinos.
La
primera de ellas nos la traía hace un par de día Egypt Independent al contarnos
cómo una buena costumbre, los pastelitos con los que se celebra el Eid que
cierra el Ramadán, se ha convertido en problemática:
Endless controversy surfaced on Egypt’s social
media outlets on Monday following the circulation of a video footage that
contained reviews from youngsters on Egyptian Eid cookie manufacturers,
including cookies made by the army.
The controversy appeared in the footage’s
scenes that made comparison between the number of Eid cookies manufacturers in
Egypt and cookies that are produced by a number of factories that are
affiliated to the Egyptian Armed Forces.
The footage that has been produced by the
Cairo-based online lifestyle ‘Al-Scene’ magazine was met by massive criticism
from social media users, as its content that referred to Eid cookies made by
the army carried a subtle humiliation to the army, according to their [Social
Media Users] perceptions.
A number of social media users launched online
campaigns that call on the government to execute a rapid military trial for the
footage’s makers on charges of insulting the Egyptian army.
In response to the unprecedented wave of
attacks, makers of the video footage removed it from their social media outlets
and the production company of ‘Al Scene’ released a statement on their Facebook
page. However, the video is still carried by other social media pages.*
La batalla del pastelito no se debe perder. Está en juego
mucho más que una cuestión de gusto. Si hace unos días se pedía la cabeza de
los responsable de que —así, de pasada—a pareciera una pintada en una pared en
un capítulo de una serie televisiva de Ramadán en la que se criticaba al
presidente, hoy el motivo son los pastelitos,
las cookies elaboradas por el Ejército para la ocasión.
Una gran parte de la economía egipcia, como es sabido, está controlada
por el Ejército egipcio. Hay dudas sobre su tamaño real, pero no es pequeña.
Que tengan sus propias marcas de galletas para el Eid no es, pues,
sorprendente. Otra cosa es que, por estar elaborada por el Ejército, sea un
acto patriótico consumirlas y una traición criticarlas. O se está en el
"mercado" o no se está. La estatalización
de las galletas es una competencia desleal desde que si uno dice que no le
gusta se considera un acto delictivo.
Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, se llevan muy mal
las críticas, lo que provoca más críticas. No es la primera vez que se critica
con sentido del humor al régimen porque una parte de los egipcios mantiene
todavía la capacidad de ironizar frente al exaltado gusto por el patriotismo
que lleva a defender cualquier cosa producida por el Ejército o palabra dicha
por el régimen como si se tratara de algo incuestionable. Pero la sombra de la
traición está presente siempre en el egipcio "modelo receloso", que
son muchos.
En el Middle East Eye se recoge el vídeo causante del
escándalo de las galletas. Con el título "Sweet revenge: Egypt blocks
website after it slates army's Eid biscuits", la publicación recoge los
hechos causantes de la reacción airada:
Egypt blocked access to an online magazine on
Monday after it dared to criticise army-made Eid biscuits in what it said was a
"comedy video".
The three-minute video by the Alscene website
featured six food tasters sampling "kahk" sweets made at well-known
Egyptian patisseries.
The army's efforts did not meet their approval.
"I can feel my skin crawl,” said one guy
in the video, as he held a box of Eid sweets made by Tibarose, a company owned
by the Egyptian air defence forces.
"Thank you to the Egyptian military for
wasting its time making kahk,” he then added.
Another food taster asked: “Do I need to say
something nice?” before he tried one of the biscuits. “I’ve never tasted better
kahk in my life. Thank you to the Egyptian army.”
A third added: “Yum, bravo Sisi, long live
Egypt and the Egyptian army.”
Reports in Egypt said those featured in the
video had been questioned by the security services at the Madinet Nasr police
station, north-east Cairo.
Those reports were not confirmed by the
Egyptian government.
However, their website appeared to suffer the
same fate as 21 others recently banned in Egypt, including that of Al Jazeera,
which were accused of "supporting terrorism".**
El problema de aguantar mal las críticas, incluso las
gastronómicas, es que se acaban convirtiendo en causa de estado. Pero lo más
interesante y revelador no es que sea el estado el que tenga especial interés
en atender estas cosas. Lo sorprendente —quizá no tanto— es que esto responda a
la iniciativa "popular". Cada vez que hay una crítica —y hay muchos
motivos para ellas, dada la situación—, se desencadenan tsunamis sociales en
las redes. No sabemos si son espontáneas o si son el resultado de los
batallones puestos a disposición del gobierno para frenar las críticas
sociales.
El caso de las "kahks", los pastelitos del Eid,
revela una vez más lo fina que tiene la piel el régimen, su hipersensibilidad a
la crítica. Como todo el que critica tiene oscuras intenciones, está vendido a
potencias extranjeras, etc. etc. todo se acaba complicando mucho más. Lo que es
una broma, se percibe con la misma intensidad que un "atentado"
contra el gobierno, el Ejército y el Estado mismo, ya que todo está unido por
la solemnidad.
El segundo caso es diferente pero abunda en el mismo principio.
Nos las traía ayer mismo el diario estatal Ahram Online con el titular "Egypt’s
environment ministry follows up on North Coast’s unseasonable jellyfish infestation"
abriendo un nuevo frente conspiratorio. Esta es la parte expositiva del caso:
Egypt's Ministry of Environment said Wednesday
that it has formed a committee to investigate the cause of an unseasonable
infestation of jellyfish along the country's North Coast, which has spoiled the
vacations of thousands of holidaymakers celebrating the Eid holiday, a
statement on the ministry's Facebook page read.
Holidaymakers celebrating the week of Eid
vacation, which follows a month of fasting from dusk until dawn during Ramadan,
were upset to find thousands of jellyfish in the water which stung some who
dared to take a swim.
Photos of the jellyfish washing up on the
shores of the North Coast have spread across social media.
The environment ministry said the jellyfish is
a nomadic species called Rhopilema nomadica, which is indigenous to the Indian
and Pacific Oceans but has been found in the Mediterranean since the 1970s.
This jellyfish is usually found on the
coastlines of Egypt’s Al-Arish, Port Said and Damietta, but has recently
extended to the western North Coast, a phenomenon that begs further research,
the statement added.
The ministry said the Rhopilema nomadica was
also observed this winter in Lebanon, Israel and Cyprus.
As a general rule, the movement of jellyfish is
closely tied to climate change, pollution, overfishing and turtle poaching.
The ministry detailed how to deal with a
jellyfish’ sting and possible health problems to be aware of.***
A la sospechosa invasión —fuera de temporada— de las medusas,
le sigue la no menos sospechosa invasión de las fotos de las medusas en las
redes sociales, escenario, como ya advirtió en su momento el presidente Sisi,
de la guerra de la información, del terrorismo mediático.
Sorprenden lo detallado del informe del ministro para evitar
el ataque de las medusas invasoras, de sus posibles causas —incluidos los
cazadores furtivos de tortugas— y cómo aparecen en el Mediterráneo cuando
parecen llegar de tan lejos.
Este último aspecto es el más relevante. La reunión del comité
de investigación —un gesto que denota siempre la gravedad del asunto y lo
seriamente que es abordado por las autoridades— tratará de explicar
coherentemente cuáles son los factores que han arruinado las vacaciones del Eid
de los egipcios.
La segunda parte del artículo de Ahram Online es la que
resulta plenamente "egipcia":
One silver lining the ministry noted was that
in 2004, China imported 600 tonnes of jellyfish from Egypt. These exports could
increase, it said, if more fishermen decided to catch the fish considered a
delicacy in Chinese cuisine.
In the comments section, the ministry denied
rumours that the infestation was related to the expansion of the Suez Canal,
begun in August 2015, saying that some entities spread this rumour "for
political purposes."
The ministry assured inquirers that an
environmental impact assessment was conducted prior to construction of the
canal's new extension.***
No sé qué tal funciona la memoria selectiva de los egipcios,
pero la mía todavía lo hace. Cuando se comenzaron las obras de ampliación del
canal se dijo algo muy sencillo y obvio: si se aumenta el flujo de agua,
también aumentará el de todo lo que vive en ella. Se consideró entonces —como
hoy con los pastelitos del Eid— que todos los que advertían de lo precipitado
del proyecto eran "traidores". Todo
estaba claro porque algunos de los estudios que advertían de las posibles
consecuencias ecológicas de la ampliación del canal estaban hechos por
universidades de Israel, algo completamente lógico porque están en la zona y
son los que la conocen.
Como recordatorio, reproducimos lo publicado el 6 de agosto de
2015 por la Deutsche Welle recogiendo la opinión de los expertos:
Bella Galil, a marine biologist from the National
Institute of Oceanography in Israel, fears "it will wreak havoc on the
ecology of the entire Mediterranean."
Ever since it was built some 145 years ago, the
Suez Canal has acted as a corridor for the invasion of foreign species into the
Mediterranean, Galil explained: As aggressive, opportunistic species arrive in
the Mediterranean, they quickly spread without natural enemies such as
parasites or predators to check them.
To date, 444 species have entered the
Mediterranean through the Suez Canal, Galil told DW. And, as climate change
heats up the Mediterranean, they're traveling north- and westward. It will
basically, she added, "impossible to take these species out of the
Mediterranean again."
Together with 17 other scientists from around
the world, Galil published an article last year inwarning that the expansion
was "ominous news" for marine invasion.
Galil points to such species as the Rhopilema
nomadica, a type of jellyfish that appears in huge annual swarms. These can be
kilometers long, and first made their appearance in the Mediterranean in the
late 1970s.
"We suffer from them each summer,"
she said: The jellyfish is highly venomous, and its sting can require
hospitalization. They are also a threat to the coastal power plants, which can
cause cooling systems to become clogged, and also harm fishing and tourism.
Each expansion of the Suez Canal, Galil fears,
is "followed by yet another cohort of invasion into the
Mediterranean."
Galil, who is from Israel, realizes that her
comments might be construed as politically motivated. She is quick to point out
that she is not against the canal itself, given that shipping is more
environmentally friendly than other forms of transport.
But, she added, the authorities failed to
implement necessary mitigation measures, such as locks or salinity barriers,
which would minimize the arrival of invasive species.
That is an accusation that a spokeswoman for
Egypt's Ministry of Environment rejects. An environmental impact assessment
that the government conducted showed, she told DW, that there would be "no
impact at all. Otherwise we would not have continued the project."****
Que la especie "invasora" fuera la Rhopilema nomadica citada, la medusas
que ahora pueblan las playas para frustración de los que deseaban acabar el
Ramadán en la playa, no debe ser considerado ni casualidad ni conspiración,
sino sencillamente que sabía de lo que hablaba. Por el contrario, los acólitos
cuya función era decir que todo estaba estudiado quedan en evidencia. La foto
que ilustra el artículo de la DW son medusas por algo. Pero los prejuicios son muy malos en estos casos y en muchos otros.
De lo precipitado de la construcción de la ampliación del
canal advirtieron dos grandes grupos: los economistas y los ecologistas. Unos y
otros dijeron que no se habían hecho estudios sobre el impacto económico y
medioambiental. El canal se hizo contra la opinión de los expertos. Pero se
trataba de demostrar a los egipcios y al mundo, que el recién llegado al-Sisi
iba a cambiar el destino de Egipto. La verdad es que los cambios no han sido
precisamente como se esperaba. Nadie se acuerda ya del Canal ni del coste que
tuvo —en lo humano y en lo económico— y solo alguna vez aparece algún artículo
hablando de él.
El temor de que se vinculen las medusas con las advertencias
de los ecologistas es grande porque dejaría una vez más en evidencia al régimen
y lo precipitado y espectacular de sus propuestas de cara a la galería.
El Egipto prometido no es el que se ve. Y el que se ve no se puede mostrar
demasiado, por lo que se silencia. No otra cosa ocurre con el bloqueo de los
medios. Bajo la acusación de que apoyan el "terrorismo" o que
expanden falsas noticias para debilitar al régimen, se dan casos como el de los
pastelitos del Eid o la sospecha sobre los que osen decir que las medusas
llegan a través del canal, como lo han hecho siempre si su origen es el Índico. El dicho español "el que avisa no es traidor" no tiene validez allí.
Un giro completamente local es introducido por el ministro
al ver las magníficas posibilidades de las medusas invasoras para la cocina
china. Tontos serán los que no se aprovechen de esta magnífica oportunidad que
el destino les ofrece. Lo que parece una maldición es, en el fondo, una
bendición mal comprendida.
¡Profundo mensaje que se puede aplicar en muchas ocasiones
en la vida! En especial, en Egipto.
*
"Youngsters’ video reviewing Eid cookie manufacturers in Egypt stir
controversy" Egypt Independent 27/06/2017
http://www.egyptindependent.com/youngsters-video-reviews-eid-cookies-manufacturers-egypt-stir-controversy/
**
"Sweet revenge: Egypt blocks website after it slates army's Eid
biscuits" Middle East Eye 27/06/2017
http://www.middleeasteye.net/news/egypt-blocks-website-following-video-criticising-army-made-eid-sweets-1239929612
***
"Egypt’s environment ministry follows up on North Coast’s unseasonable
jellyfish infestation" Ahram Online 28/06/2017
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/271678/Egypt/Politics-/Egypt%E2%80%99s-environment-ministry-follows-up-on-North-C.aspx
**** "Ecologists concerned over Suez expansion impacts" Deutsche Welle 6/08/2015 http://www.dw.com/en/ecologists-concerned-over-suez-expansion-impacts/a-18631415
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