Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
guerra de Trump con la prensa arrecia. Cada vez que algo no le gusta, arremete
contra los medios, a los que considera los
enemigos del pueblo norteamericano, expresión que no cesa de repetir en
cuanto que tiene ocasión. Es lógico en una mentalidad que se ha pasado la vida
mirando las audiencias y buscando portadas sin pudor.
En un
país en el que la libertad de prensa es un dogma, la actitud de Trump
prohibiendo la entrada en la Casa Blanca a medios como The New York Times, la
BBC, la CNN, The Washington Post, Politico, etc. y dando entrada, además, a los
medios de la ultraderecha, muestra lo que muchos temían, un autoritarismo
creciente cuyos límites no se atreven a predecir. ¿Tiene alguien dudas de por
qué le cae bien Vladimir Putin?
Históricamente resulta incomprensible este
nuevo episodio en el que son los
Estados Unidos quienes imitan ahora a la Rusia autoritaria.
El
verdadero problema para la administración Trump, nos dicen desde Político —uno de los medios expulsados
de las ruedas de prensa y contra los que el presidente pretende dirigir a sus
votantes— son las filtraciones. Lo ha firmado por Stephen Hess, un
experto en la cuestión de las filtraciones en la administración:
James Reston, the late New York Times reporter who set the standard for Washington
coverage in the second half of the 20th century, loved to remind his readers
that “a government is the only known vessel that leaks from the top.” President
Donald Trump was inaugurated on January 20, 2017; just four days later, he
would first appreciate the accuracy of Reston’s adage.
At 8:41 a.m. on January 24, a clerk working for
the chief of staff of the National Security Council, sent a draft executive
order labeled “Detention and Interrogation of Enemy Combatants” to some NSC
policy staff members, setting in motion the first top-level leak of the Trump
administration as reported on the front pages of the New York Times and
Washington Post.
Leaks are not particularly unusual. What is
unusual is the Times’ disclosure of a good deal of the backstory behind this
leak—and what that tells us about the likelihood that more leaks will come.
The proposal obtained by reporters called for a
review of the Obama-era policy that shuttered secret detention prisons known as
“black sites,” where interrogation teams tortured prisoners. Defense Secretary
James Mattis and CIA Director Mike Pompeo both strongly oppose reinstating the
CIA’s torture methods. Although Trump has said that he “absolutely” thinks that
torture is effective, he also said that he would defer to Mattis and Pompeo on
the issue. Yet, as the Times reported, both denied having seen the draft that
reporters had obtained, which “contained crossed-out phrases and typos,” and
“was clearly not meant for public consumption.”
On January 25, White House press secretary Sean
Spicer claimed the torture proposal was “not a White House document,” and that
he had “no idea where it came from.” But three administration officials
speaking on condition of anonymity told the Times that Spicer’s account was
false; the “black site” order was circling the White House bureaucracy “in the
same way that a flurry of other pending executive orders had been distributed
for review.”*
Cuatro días después de su toma de posesión oficial, Trump ya
tenía su primer conflicto con las filtraciones. Pero el hombre que clamaba
durante su campaña contra Clinton que "amaba Wikileaks" ya se ha
desengañado de ese amor pasajero cuando las filtraciones le dejan en evidencia.
Ya no se reciben las filtraciones de la misma manera, con la misma alegría.
Una personalidad como la de Trump lleva muy mal las
filtraciones. La obsesión controladora de Trump no soporta la posibilidad del
fallo o la traición. Solo pensar que hay una parte que no controla, que está
frente a él y no tiene poder sobre ella, le desencaja.
Trump y su administración tienen otro problema dentro. Los problemas de dentro son diferentes a los de fuera. Las
filtraciones son la parte interna de la oposición, algo que proviene de su
propia forma de actuación. Stephen Hess escribe:
Leaking is an art form. It is best suited for quiet
struggles between Washington players, the secretaries of defense and state at
cross-purposes on an issue that need not be raised to the White House. But as
Trump draws more and more policy into his world of tweets, especially in
international relations, he will see more and more challenging leaks coming
from bureaucrats at all levels of the permanent government. The more he
talks, the more they will leak.*
Las filtraciones son las muestras del descontento interno de
la administración. El giro de 180 grados dado en las diferentes estancias
políticas no ha debido sentar nada bien a muchos. Después de ocho años trabajando
en una dirección, tiene que ser duro empezar a hacerlo en la dirección
contraria. No es una casualidad que la primera filtración fuese sobre la
cuestión de la tortura en los interrogatorios de la CIA, un tema que podríamos
calificar como "de principios".
La oposición en los Estados Unidos se está organizando. A la
Marcha de la Mujeres le siguen otras iniciativas, como las que nos han mostrado
de presión en los ayuntamientos, mareando a preguntas sobre si respaldan las
medidas de la administración Trump. Los políticos republicanos son recriminados
si no van a los ayuntamientos por temor al acoso a preguntas. La administración
Trump ha empezado a hacer correr la voz sobre que son "protestas
pagadas", pero mucho me temo que no hace falta dar dinero para protestar
contra las propuestas de Trump y los republicanos.
Los Angeles Times
nos da cuenta de la marcha de protesta que se celebra como antesala de los
Oscar:
Friday afternoon, two days before the 89th
Academy Awards ceremony, a star-studded crowd of 1,500 protesters gathered to
decry the policies of the Trump administration, spurred on by Oscars-winners,
politicians, and activists with a common message: Keep fighting.
“It’s time to show up,” urged Oscar-winning
actress and filmmaker Jodie Foster, taking the stage at the “United Voices”
rally held outside the Beverly Hills headquarters of United Talent Agency.
“It’s a singular time in history. It’s time to engage.”
“No matter who you voted for – red or blue,
whether you’re white, black, or brown, or all the colors of the identity
rainbow, this is our time to resist,” she continued, eliciting cheers from the
crowd. “It’s our time to show up and demand answers. It’s our time to tell our
elected officials to do their jobs.”**
Eso es lo que hacen en los ayuntamientos. Es un movimiento
de presión sobre los políticos de una forma anteriormente no vista. La mezcla
de críticas desde los medios, en la calle y filtraciones administrativas, el
aprovechamiento de cualquier momento visible para convertirlo en una ceremonia
anti Trump, como ocurrirá con toda seguridad con los Oscar, tiene un efecto
enorme aunque los responsables de la administración y el mismo presidente no
quieran reconocerlo.
¿Cómo se sentían los dos secretarios de Estado enviados a
México con un mensaje cuando en esos mismos momentos el presidente Trump, su
jefe, decía exactamente lo contrario en la convención de los republicanos?
¿Cómo se siente uno haciendo el ridículo ante un país extranjero?
La edición española de The
New York Times señalaba:
Por
último, intervino el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John
Kelly, quien enfatizó en varias oportunidades que “no habrá detenciones masivas
de personas, todo va a realizarse de forma legal y apegada a los derechos
humanos y necesidades de las personas que ingresaron a Estados Unidos”.
Además
aseguró que los gobiernos de Trump y Peña Nieto harán un esfuerzo por entender
las necesidades de los países centroamericanos para que lograr cambios en sus
condiciones laborales y ambientales, y así incrementar la seguridad en toda la
región.
“No
vamos a utilizar la fuerza militar en estas deportaciones”, aseveró. “Vamos a
acercarnos a estas operaciones de manera sistemática y organizada con el fin de
proteger la dignidad humana”.***
Mientras tanto, Trump prometía exactamente lo contrario en
su intervención. Esto forma parte del caos
de la administración Trump. Lo que el presidente ha descrito como una
maquinaria bien engrasada rechina en demasiadas ocasiones. Las visitas a Europa
han mostrado lo mismo. Una cosa es lo que dicen los enviados y otra la que
Trump brama ante sus seguidores enfervorecidos o desliza en sus tuits incendiarios.
Los medios televisivos repiten el clip en el que Trump dice que
protegerá a la comunidad LGTB y respetará los derechos de las personas
transexuales. Ha hecho lo contrario con la eliminación de la cuestión de los baños
en las escuelas. También aquí ha levantado las protestas generales por las promesas incumplidas:
Caitlyn Jenner, perhaps the most influential
transgender activist in the country, joined a growing chorus of critics who
have denounced President Trump’s decision to rescind protections that allowed
transgender students to use the bathroom of their choice.
Ms. Jenner, an Olympic gold medalist and
reality television star, delivered a blunt warning to Mr. Trump in a video
posted on Twitter on Thursday. “This is a disaster,” she said, adding, “See you
in court.”
That statement echoed the president’s
declaration on Twitter after his travel ban on immigrants from certain nations
was blocked by the courts.
Ms. Jenner’s rebuke raised the level of
opposition, and not only because of her high profile. She is a lifelong
Republican and an early supporter of Mr. Trump’s when he was still thought to
be a long shot to win the party’s nomination.****
No hay sector que no esté revuelto. Todo lo que se ha tocado
está en pie de guerra y crece la irritación. ¿Es posible mantenerse en este
clima mucho tiempo? Esto ocurre con el anuncio de unas acciones, pero ¿qué
ocurrirá entonces cuando comiencen las deportaciones, cuando se produzcan conflictos en la frontera, etc.?
Jueces, periodistas, artistas, comunidad LGTB, FBI, CIA, OTAN, inmigrantes... no hablemos de países como México, Trump no ha dejado nada en pie en apenas un mes. Lo que ha
levantado es una oposición social más allá de la política en cada rincón. Sí, son
tiempos revueltos.
¿América grande?, más bien presidente pequeño, con un país demasiado grande para él. Así pasará a la Historia.
* "Why the Leaks Won’t Stop" Politico
Magazine 24/02/2017
http://www.politico.com/magazine/story/2017/02/why-the-leaks-wont-stop-214824
** "Jodie Foster, other celebs urge action
at UTA Oscars rally: 'This is our time to resist'" 24/02/2017 Los Angeles
Times
http://www.latimes.com/entertainment/movies/la-et-mn-oscars-2017-uta-immigration-rally-20170224-story.html
*** "‘No habrá
deportaciones masivas’, dice el secretario de Seguridad Nacional de Estados
Unidos en México" The New York Times Es 23/02/2017
https://www.nytimes.com/es/2017/02/23/no-habra-deportaciones-masivas-dice-el-secretario-de-seguridad-nacional-de-estados-unidos-en-mexico/
**** "Caitlyn Jenner Slams Trump on
Transgender Order: ‘See You in Court’" The New York Times 24/02/2017
https://www.nytimes.com/2017/02/24/arts/television/caitlyn-jenner-trump-transgender-bathroom.html
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