sábado, 25 de febrero de 2017

América grande, presidente pequeño o tiempos revueltos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La guerra de Trump con la prensa arrecia. Cada vez que algo no le gusta, arremete contra los medios, a los que considera los enemigos del pueblo norteamericano, expresión que no cesa de repetir en cuanto que tiene ocasión. Es lógico en una mentalidad que se ha pasado la vida mirando las audiencias y buscando portadas sin pudor.
En un país en el que la libertad de prensa es un dogma, la actitud de Trump prohibiendo la entrada en la Casa Blanca a medios como The New York Times, la BBC, la CNN, The Washington Post, Politico, etc. y dando entrada, además, a los medios de la ultraderecha, muestra lo que muchos temían, un autoritarismo creciente cuyos límites no se atreven a predecir. ¿Tiene alguien dudas de por qué le cae bien Vladimir Putin? 
Históricamente resulta incomprensible este nuevo episodio en el que son los Estados Unidos quienes imitan ahora a la Rusia autoritaria.
El verdadero problema para la administración Trump, nos dicen desde Político —uno de los medios expulsados de las ruedas de prensa y contra los que el presidente pretende dirigir a sus votantes— son las filtraciones. Lo ha firmado por Stephen Hess, un experto en la cuestión de las filtraciones en la administración:

James Reston, the late New York Times reporter who set the standard for Washington coverage in the second half of the 20th century, loved to remind his readers that “a government is the only known vessel that leaks from the top.” President Donald Trump was inaugurated on January 20, 2017; just four days later, he would first appreciate the accuracy of Reston’s adage.
At 8:41 a.m. on January 24, a clerk working for the chief of staff of the National Security Council, sent a draft executive order labeled “Detention and Interrogation of Enemy Combatants” to some NSC policy staff members, setting in motion the first top-level leak of the Trump administration as reported on the front pages of the New York Times and Washington Post.
Leaks are not particularly unusual. What is unusual is the Times’ disclosure of a good deal of the backstory behind this leak—and what that tells us about the likelihood that more leaks will come.
The proposal obtained by reporters called for a review of the Obama-era policy that shuttered secret detention prisons known as “black sites,” where interrogation teams tortured prisoners. Defense Secretary James Mattis and CIA Director Mike Pompeo both strongly oppose reinstating the CIA’s torture methods. Although Trump has said that he “absolutely” thinks that torture is effective, he also said that he would defer to Mattis and Pompeo on the issue. Yet, as the Times reported, both denied having seen the draft that reporters had obtained, which “contained crossed-out phrases and typos,” and “was clearly not meant for public consumption.”
On January 25, White House press secretary Sean Spicer claimed the torture proposal was “not a White House document,” and that he had “no idea where it came from.” But three administration officials speaking on condition of anonymity told the Times that Spicer’s account was false; the “black site” order was circling the White House bureaucracy “in the same way that a flurry of other pending executive orders had been distributed for review.”*


Cuatro días después de su toma de posesión oficial, Trump ya tenía su primer conflicto con las filtraciones. Pero el hombre que clamaba durante su campaña contra Clinton que "amaba Wikileaks" ya se ha desengañado de ese amor pasajero cuando las filtraciones le dejan en evidencia. Ya no se reciben las filtraciones de la misma manera, con la misma alegría.
Una personalidad como la de Trump lleva muy mal las filtraciones. La obsesión controladora de Trump no soporta la posibilidad del fallo o la traición. Solo pensar que hay una parte que no controla, que está frente a él y no tiene poder sobre ella, le desencaja.
Trump y su administración tienen otro problema dentro. Los problemas de dentro son diferentes a los de fuera. Las filtraciones son la parte interna de la oposición, algo que proviene de su propia forma de actuación. Stephen Hess escribe:

Leaking is an art form. It is best suited for quiet struggles between Washington players, the secretaries of defense and state at cross-purposes on an issue that need not be raised to the White House. But as Trump draws more and more policy into his world of tweets, especially in international relations, he will see more and more challenging leaks coming from bureaucrats at all levels of the permanent government. The more he talks, the more they will leak.*

Las filtraciones son las muestras del descontento interno de la administración. El giro de 180 grados dado en las diferentes estancias políticas no ha debido sentar nada bien a muchos. Después de ocho años trabajando en una dirección, tiene que ser duro empezar a hacerlo en la dirección contraria. No es una casualidad que la primera filtración fuese sobre la cuestión de la tortura en los interrogatorios de la CIA, un tema que podríamos calificar como "de principios".


La oposición en los Estados Unidos se está organizando. A la Marcha de la Mujeres le siguen otras iniciativas, como las que nos han mostrado de presión en los ayuntamientos, mareando a preguntas sobre si respaldan las medidas de la administración Trump. Los políticos republicanos son recriminados si no van a los ayuntamientos por temor al acoso a preguntas. La administración Trump ha empezado a hacer correr la voz sobre que son "protestas pagadas", pero mucho me temo que no hace falta dar dinero para protestar contra las propuestas de Trump y los republicanos.
Los Angeles Times nos da cuenta de la marcha de protesta que se celebra como antesala de los Oscar:

Friday afternoon, two days before the 89th Academy Awards ceremony, a star-studded crowd of 1,500 protesters gathered to decry the policies of the Trump administration, spurred on by Oscars-winners, politicians, and activists with a common message: Keep fighting.
“It’s time to show up,” urged Oscar-winning actress and filmmaker Jodie Foster, taking the stage at the “United Voices” rally held outside the Beverly Hills headquarters of United Talent Agency. “It’s a singular time in history. It’s time to engage.”
“No matter who you voted for – red or blue, whether you’re white, black, or brown, or all the colors of the identity rainbow, this is our time to resist,” she continued, eliciting cheers from the crowd. “It’s our time to show up and demand answers. It’s our time to tell our elected officials to do their jobs.”**


Eso es lo que hacen en los ayuntamientos. Es un movimiento de presión sobre los políticos de una forma anteriormente no vista. La mezcla de críticas desde los medios, en la calle y filtraciones administrativas, el aprovechamiento de cualquier momento visible para convertirlo en una ceremonia anti Trump, como ocurrirá con toda seguridad con los Oscar, tiene un efecto enorme aunque los responsables de la administración y el mismo presidente no quieran reconocerlo.
¿Cómo se sentían los dos secretarios de Estado enviados a México con un mensaje cuando en esos mismos momentos el presidente Trump, su jefe, decía exactamente lo contrario en la convención de los republicanos? ¿Cómo se siente uno haciendo el ridículo ante un país extranjero?


La edición española de The New York Times señalaba:

Por último, intervino el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, quien enfatizó en varias oportunidades que “no habrá detenciones masivas de personas, todo va a realizarse de forma legal y apegada a los derechos humanos y necesidades de las personas que ingresaron a Estados Unidos”.
Además aseguró que los gobiernos de Trump y Peña Nieto harán un esfuerzo por entender las necesidades de los países centroamericanos para que lograr cambios en sus condiciones laborales y ambientales, y así incrementar la seguridad en toda la región.
“No vamos a utilizar la fuerza militar en estas deportaciones”, aseveró. “Vamos a acercarnos a estas operaciones de manera sistemática y organizada con el fin de proteger la dignidad humana”.*** 


Mientras tanto, Trump prometía exactamente lo contrario en su intervención. Esto forma parte del caos de la administración Trump. Lo que el presidente ha descrito como una maquinaria bien engrasada rechina en demasiadas ocasiones. Las visitas a Europa han mostrado lo mismo. Una cosa es lo que dicen los enviados y otra la que Trump brama ante sus seguidores enfervorecidos o desliza en sus tuits incendiarios.
Los medios televisivos repiten el clip en el que Trump dice que protegerá a la comunidad LGTB y respetará los derechos de las personas transexuales. Ha hecho lo contrario con la eliminación de la cuestión de los baños en las escuelas. También aquí ha levantado las protestas generales por las promesas incumplidas:

Caitlyn Jenner, perhaps the most influential transgender activist in the country, joined a growing chorus of critics who have denounced President Trump’s decision to rescind protections that allowed transgender students to use the bathroom of their choice.
Ms. Jenner, an Olympic gold medalist and reality television star, delivered a blunt warning to Mr. Trump in a video posted on Twitter on Thursday. “This is a disaster,” she said, adding, “See you in court.”
That statement echoed the president’s declaration on Twitter after his travel ban on immigrants from certain nations was blocked by the courts.
Ms. Jenner’s rebuke raised the level of opposition, and not only because of her high profile. She is a lifelong Republican and an early supporter of Mr. Trump’s when he was still thought to be a long shot to win the party’s nomination.****


No hay sector que no esté revuelto. Todo lo que se ha tocado está en pie de guerra y crece la irritación. ¿Es posible mantenerse en este clima mucho tiempo? Esto ocurre con el anuncio de unas acciones, pero ¿qué ocurrirá entonces cuando comiencen las deportaciones, cuando se produzcan conflictos en la frontera, etc.?
Jueces, periodistas, artistas, comunidad LGTB, FBI, CIA, OTAN, inmigrantes... no hablemos de países como México, Trump no ha dejado nada en pie en apenas un mes. Lo que ha levantado es una oposición social más allá de la política en cada rincón. Sí, son tiempos revueltos.
¿América grande?, más bien presidente pequeño, con un país demasiado grande para él. Así pasará a la Historia.



* "Why the Leaks Won’t Stop" Politico Magazine 24/02/2017 http://www.politico.com/magazine/story/2017/02/why-the-leaks-wont-stop-214824
** "Jodie Foster, other celebs urge action at UTA Oscars rally: 'This is our time to resist'" 24/02/2017 Los Angeles Times http://www.latimes.com/entertainment/movies/la-et-mn-oscars-2017-uta-immigration-rally-20170224-story.html
*** "‘No habrá deportaciones masivas’, dice el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos en México" The New York Times Es 23/02/2017 https://www.nytimes.com/es/2017/02/23/no-habra-deportaciones-masivas-dice-el-secretario-de-seguridad-nacional-de-estados-unidos-en-mexico/

**** "Caitlyn Jenner Slams Trump on Transgender Order: ‘See You in Court’" The New York Times 24/02/2017 https://www.nytimes.com/2017/02/24/arts/television/caitlyn-jenner-trump-transgender-bathroom.html





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