Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mala elección la de Donald Trump para cerrar los mítines electorales. La Vanguardia nos da la noticia de que la cantante Céline Dion se ha manifestado en contra del uso que se hace de su canción My heart will go on, que es el célebre tema principal de la no menos célebre película Titanic, dirigida por James Cameron en 1997, filme que arrasó en los Oscar del año y demás premios internacionales. además del éxito de taquilla.
En La
Vanguardia se explica el caso:
En un post en la red social X (Twitter), se
explica que el equipo de la cantante y su discográfica han detectado el uso sin
autorización del videoclip, la grabación y la actuación musical de la canción My heart will go on, una de las más
conocidas de la artista, en un acto de campaña junto a su candidato a
vicepresidente J.D. Vance. “Este uso no está autorizado de ninguna manera y
Céline Dion no respalda este ni ningún uso similar”, aclara el mensaje.
El texto se cierra con cierta ironía, con un “...
y de verdad, ¿ESA canción?”. My heart
will go on es un single de tono romántico, que gira en torno al amor y fue
lanzado en 1997 para la película Titanic,
de la que es banda sonora inconfundible. A lo largo de su letra trata el amor
inquebrantable y eterno.
En las redes algunos juegan con la asociación
de la canción con la película Titanic
y se preguntan si es algo buscado, como si la candidatura se hundiera como el
famoso barco y fuera la mejor manera de resumirlo. Las últimas encuestas
apuntan que su rival Kamala Harris se estaría imponiendo en la carrera a la
Casa Blanca en los estados clave.*
Y es
que la campaña con Trump como centro no solo ha utilizado la música, sino que
se ha hecho con la cantante en el clip en el que se interpreta la canción,
metiéndola en mitad del mitin sin contar con ella, con los derechos de los
propietarios de la canción, etc. Céline Dion no solo quiere que se retire la
canción, sino que desaparezca la suposición de que ella, de alguna manera,
forma parte de la campaña y respalda al candidato Trump.
Pero
hay otros aspectos de que hacen ver que la canción ("ESA", como
señalan en la prensa norteamericana) no era la mejor elección. No es la primera
vez que le ocurre a Trump lo de las canciones sin autorizar, pero esto es
distinto.
Una canción
que se utiliza en un sentido político, como es el caso, debe tener un
requisito: no se le debe poder dar la vuelta al sentido. Es obvio que no es lo
que ocurre con una canción que pertenece inequívocamente a la historia del
hundimiento de un navío demasiado grande,
lo que algunos consideraron simbólicamente como un "castigo" a la
soberbia humana.
En este
caso, la aparición en La Vanguardia en la noticia sobre el caso Titanic con un
Donald Trump con los brazos extendidos y el gesto exagerado, como si estuviera
cantando, nos lleva de forma irónica a la película misma, a la famosa escena
entre Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en la proa del barco poco antes de su
hundimiento. No, no es la mejor elección para alguien al que es fácil asociar
por su ego con el tamaño del buque y a este con su destino, el hundimiento y el
desastre.
Es probable que comiencen a aparecer en los medios —si no le han hecho ya— caricaturas y parodias de Trump con los brazos extendidos, sobre la cubierta de un Titanic electoral mientras se dirige cantando al fondo. Lo ha puesto muy fácil.
* "Céline Dion censura a Trump por usar su canción de 'Titanic' sin permiso en campaña" La Vanguardia 11/08/2024 https://www.lavanguardia.com/internacional/20240811/9864808/celine-dion-donald-trump-mitin-acto-campana-titanic-my-heart-will-go-on.html
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