Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las noticias violentas que nos ofrecen los medios cada día provocan en ocasiones dudas, ausencia de respuestas para entenderlas. Hay algunas que se explican desde la lucha de poderes, desde las ambiciones, etc. tienen su lógica, podríamos decir. Pero muchas otras se han instalado en lo cotidiano sin satisfacer las explicaciones de su maldad propia.
Las noticias tienen unos efectos anestésicos rutinarios en muchas ocasiones. En otras, en cambio, nos sorprenden por lo anómalo. Tenemos la terrible noticia, por ejemplo, de la que ya han denominado "la casa del terror"*, ese centro de menores —en Ateca, Zaragoza— convertido en escenario de torturas, con la detención del personal cuya función era precisamente la contraria, la de cuidar de los jóvenes a su cargo. Podemos quedarnos en los hechos, en las torturas, pero muy insensibles seríamos si no preguntáramos "por qué", la pregunta que nos hace realmente humanos y que nos lleva hacia el "absurdo". Enfrentarse al "por qué" es lo nos acaba frustrando en muchas ocasiones porque no podemos responder. Pero hay que hacerse la pregunta, es necesario. ¿Que ha impulsado a esas personas a hacer lo que dicen que han hecho y que las mantiene en prisión provisional mientras se investiga?
Puede que estemos insensibilizados por el bombardeo constante de la violencia que nos trae la información. En su obra "La crisis de la narración" (que incluiremos aquí pronto en nuestras "lecturas veraniegas"), de Byung-Chul Han, este sostiene que hemos abandonado los tiempos de la narración y nos hemos sumergido en el tiempo caótico de la "información", convertida finalmente en datos. Creo que no le falta razón.
Hace una década propusimos algo que llamamos "periodismo de integración" precisamente por la necesidad de conectar (integrar) lo que se nos daba como "hecho" o datos aislados, como una "ocurrencia", algo que sucede y desaparece sustituido por la siguiente información.
La historia no es el morbo de los detalles; es la explicación, la coherencia o la incoherencia que lleva a un final.
Cada vez son más las noticias que aparecen como desconectadas, ya sea por la rutina o ya sea, por el contrario, por su excepcionalidad. Sin embargo, muchas cosas que suceden de esta forma excepcional pueden convertirse en rutinarias, con lo que se produce ese efecto de falta de atención, el principal motivo de la desaparición del foco informativo.
Lo rutinario, por ejemplo, es la manera en que se informa, como dato, de los asesinatos y suicidios producidos en parejas en las que el hombre acaba con la esposa y luego termina con su vida o lo intenta.
Una rápida lectura de varios de los últimos casos producidos nos permite apreciar una manera estándar de exponerlo, un molde prácticamente fijo en la descripción somera del caso, en las respuestas estandarizadas de las autoridades y demás agentes implicados. Las noticias pueden sustituirse, las explicaciones se repiten y buscan más liberar de responsabilidad a las autoridades ("el sistema funciona"), que responden con tópicos, con repeticiones estandarizadas ("en las vacaciones aumentan los casos"). Más allá no hay nada. Datos, estadísticas, etc. es el fondo de lo que se nos dice.
Veamos un ejemplo:
El 28 de junio, una
mujer de 76 años falleció en Fuengirola (Málaga) presuntamente estrangulada por
su pareja, un hombre de 75 años, que después intentó suicidarse ingiriendo
pastillas. El 29 de junio fueron asesinadas dos mujeres. Una en Zafarraya
(Granada) por su expareja de 34 años. La mató con una escopeta a su expareja,
una joven de 20 años, y a la madre de ella, de 49, y después se suicidó.
En lo que va de año, y según las cifras oficiales del
Ministerio de Igualdad, las víctimas han sido 21, a las que habría que
sumar las cinco del fin de semana, lo que elevaría el número a 26 el
número de feminicidios perpetrados.
Además, dos pequeños de 5 y 7 años fueron asesinados
el pasado 29 de junio en la provincia de Cuenca y catorce menores de 18 años se
han quedado huérfanos.
Concentración de casos en vacaciones
"Hay una concentración de casos en épocas
vacacionales, tanto en verano como en Navidad. Es un elemento que tenemos
que valorar como factor de riesgo y minimizarlo para reducir el número de
homicidios", ha señalado Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la
violencia de género, en declaraciones en el Canal 24 Horas.
“Hay una concentración de casos de violencia de género
en vacaciones. Tenemos que valorar y minimizar ese riesgo“
También Ana Redondo, ministra de Igualdad, ha
admitido que los meses de verano son especialmente negativos para la
violencia de género. "Quizá porque hay mayor relación, mayor
convivencia, también por la climatología, que a veces complica determinadas
actitudes y genera situaciones más violentas. Es verdad que está confirmado que
los meses de verano son especialmente peligrosos para las mujeres".
El Ministerio de Igualdad condena cinco nuevos asesinatos por violencia de género en las provincias de Zaragoza, Valencia, Madrid, Tarragona y Alicante. **
La reducción a datos acumulados excluye cualquier tipo de humanización de la noticia y diluye su realidad. Hechos y datos, estadísticas, frecuencias, etc. los acontecimientos, que son las culminación de unos procesos en lo que no se indaga "ocurren". Ocurren "porque es verano", por la "climatología", "por la convivencia". Pero la climatología es igual para todos.
Cada "víctima" ocupa "su lugar" en la "serie" a la espera de la siguiente, en cuyo caso variarán las cifras y poco más. Las autoridades dirán lo mismo y todo seguirá igual. "No había denuncias previas" es el infame estándar que lleva implícito aquello que no se dice, pero el hecho de que las hubiera no cambia mucho las cosas. No hay explicaciones, sentido, solo datos y disculpas. ¿Hemos aceptado el crimen como fin de la vida en común? ¿Forma parte de lo rutinario, de lo que no necesita explicarse?
Carecemos de un "relato" que nos explique, que dé sentido a lo que ocurre con frecuencia. Cuando se produce un caso solo se busca el precedente, lo que lo convierte en parte de una serie.
Pero el caso de Zaragoza, el de los menores torturados por las personas que debían protegerlos y educarlos abre una nueva puerta. Ahora todo son excusas, desde la falta de formación del personal a la inhibición del director. ¿Explica esto torturas y agresiones sexuales? Se nos dice que se busca a los menores que habían escapado del centro para ver si huyeron también por los maltratos... o simplemente huyeron. ¿No se había investigado antes? ¿Forma parte de esa rutina de hechos que los menores escapen de los centros sin que a nadie le preocupe? ¿Se ha normalizado?
Los medios han renunciado mayoritariamente a las explicaciones, al relato. Nos dejan los datos y esto tiene repercusiones en nuestra forma de percibir y valorar el mundo. Puede que incluso tenga efecto en nuestra forma de respuesta.
* "Quemaduras de cigarros y agresiones: hablan dos madres de las víctimas de torturas del centro de menores de Ateca" RTVE.es 5/08/2024 https://www.rtve.es/play/videos/telediario-2/hablan-madres-victimas-torturas-centro-menores-ateca/16209688/
** Nuria Verde "La violencia machista repunta en vacaciones: 10 mujeres asesinadas en quince días" RTVE.es 15/07/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240715/violencia-machista-repunta-vacaciones-10-mujeres-asesinadas-quince-dias/16186395.shtml
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