viernes, 30 de agosto de 2024

El carrito del amor

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

A veces me pellizco. Sí, tengo la sensación de que lo que leo, veo o escucho no puede ser real... y me pellizco. Pero cada vez es más complicado que las cosas se desvanezcan y lo raro sigue ahí, imperturbable, resistente, tozudo. Te pellizcas..., pero nada.

Entonces te empiezan a rondar pensamientos oscuros: que si el raro eres tú, que ya te has hecho viejo, que ir con una camiseta de Garfield, comprada en las rebajas, no ayuda nada... ¡Cosas así, que surgen de tener que lanzar la moneda para decidir quién es el loco, donde está la peligrosa normalidad que no entiendes! Del "¡qué raros!" pasas al "¡me siento raro!" casi sin darte cuenta.

¿A qué viene todo esto, a qué viene esta crisis existencial? Leo en el 20minutos, tras varios días de titulares que no acaba de entender, el siguiente "Otros supermercados se suben al carro del 'dating': reservan su propia hora para que sus clientes encuentren pareja". La primera señal de que ocurre algo me la da el uso del inglés, con lo de "dating". Ayer era "sugar daddies" y "sugar babies"; hoy es "dating", No hay posibilidad de error; estos blanqueos lingüísticos son indicios de moda, de tendencia, de "trending".

En el texto de 20minutos podemos leer: 

Lidl y Carrefour se suben a la tendencia de ligar en supermercados tras sus últimas publicaciones en redes. Después de que Mercadona se haya hecho viral a raíz de vídeos donde se anima a buscar pareja en su establecimiento, ambas cadenas también han querido unirse y han iniciado sendas campañas para incentivar a sus clientes a que hagan lo mismo.

Lo han oficializado a través de X, antigua red social conocida como Twitter. "¿Cómo ligar en Lidl? Ven de 18.00 horas a 19.00 horas y coge una sandía", y "Fueguito, fueguito. Hoy de 20 a 21 horas en nuestras tiendas", han señalado Lidl y Carrefour, respectivamente.

Estas simples guías sirve para aquellos solteros que quieran probar una experiencia diferente a la del Mercadona, solo que en Lidl, en vez de una piña invertida, lo que hay que meter en el carro es una sandía.* 

¡Es una mezcla de "primeras citas" y "Hoy cocino yo"!... o algo por el estilo. Del tradicional "lenguaje del abanico" pasamos al "lenguaje del carrito". En Carrefour existen carteles sobre "horas de silencio" para que vayan personas a los que abrume el ruido (entre otros, el de la megafonía), pero de esto no era consciente. 

¡Ay, Marcello y Sophia, Tom y Meg... lo que os habéis perdido en vuestros romances!

Hay varias teoría sobre a quién se le ocurrió, de participantes en  concursos a cantantes que hablaban de amor en los supermercados. Ninguna teoría apunta, en cambio, a los intentos de dar salida a productos perecederos, a una "promoción", a un "dos x uno" de las compras.

¡Menos mal que la piña que compré el otro día era enlatada! ¿"Fueguito, fueguito"? ¡Cómo voy a ir a comprar sin conocer el código, la hora de "dating"! ¿Y si me apetece algo que está en clave y me empiezan a seguir guiándome un ojo o cualquier otro signo (este más tradicional) de "interés"? 

Según dan a entender. todo empezó en un supermercado y se ha ido extendiendo a otros. ¡Es la guerra! Si lo han hecho es porque ha funcionado, aunque no entiendo muy bien el mecanismo. ¿Te exigen comprar la piña o la sandía que has paseado seductoramente por las secciones? ¿Hay en cada sección un "producto-signo" que te identifica como "buscador de pareja" o ligón, que te permita hacer la compra como siempre? ¿Puedes devolver la piña o sandía si la cosa no funciona? Me asaltan más dudas, pero por hoy son suficientes.


La próxima vez que baje a hacer la compra en el supermercado, me fijaré en esas actitudes que me parecían raras anteriormente. Se aprende mucho observando en un supermercado, pero esto, tan organizadito, es nuevo.

Las costumbres cambian, pero el fondo no: "He visto ayer a tu marido en el supermercado", nos dirá la amable vecina de siempre con cierto retintín. "¿No has comprado mucha piña esta semana?", dirá nuestra pareja ante la falta de sitio en la nevera.

Ha empezado en los supermercados. Si funciona, se carga la compra online, a los repartidores a domicilio... ¡un auténtico estropicio! ¿Habrá que limitar la entrada, contar el número de piñas o sandías que te puedes llevar? ¿Cambiarán en esas horas de "dating" la estridente megafonía por valses o música romántica? ¿Subirán los precios de los productos gancho en esas horas? 

La Vanguardia

Ahora que lo pienso, el otro día apenas quedaban sandías. ¿O eran piñas?

Los lectores seguidores de estas páginas saben que los textos se pueden dividir en dos tipos, lo que creo que entiendo y trato de explicar y aquellos que no entiendo y trato de explicarme desde la perplejidad. El problema es que cada vez hay más de los segundos, señal inequívoca de que uno se hace mayor y vive en la ingenuidad de hacerse preguntas y confía en la existencia de respuestas. 

 

* "Otros supermercados se suben al carro del 'dating': reservan su propia hora para que sus clientes encuentren pareja" 20minutos 29/08/2024 https://www.20minutos.es/gonzoo/noticia/5628633/0/lidl-se-sube-ligoteo-reserva-hora-las-18h-cambiando-pina-por-sandia/

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