Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Resulta
curioso ver la coincidencia en este comienzo de curso de una noticia que se da
en dos escenarios distintos con formas similares. Me refiero a la noticia de la
prohibición del niqab o velo integral, el que cubre el rostro en Egipto y en
Francia de la abaya en las escuelas al considerarlo una prenda religiosa y
definir las escuelas como un espacio de laicidad en el que no se debe
identificar la religión, ya que se considera "proselitismo".
Que
esto se torne problemático en estos dos países nos puede ayudar a entender cómo
un mismo hecho, sin embargo, se percibe de forma diferente aunque con las
mismas consecuencias.
No hace
muchos días recibíamos la noticia de la prohibición en las escuelas francesas,
algo que había causado cierta controversia y rechazo en la comunidad musulmana
en Francia, que se estima en un 10% de la población. En el diario El Mundo se recoge una noticia con el
siguiente titular: "Francia prohíbe la abaya islámica en las escuelas:
"No es el lugar para hacer proselitismo religioso"". Allí se
explica:
Francia arranca el curso escolar con polémica. El Gobierno va a prohibir las abayas (túnicas amplias que cubren el cuerpo de las mujeres propias de los países musulmanes) en las escuelas públicas. El Gobierno considera que estas prendas que ocultan el cuerpo de la mujer de la cabeza a los pies son, como el burka o el velo islámico, un vestido de identificación religioso y por eso no las permitirá en los centros escolares, al considerar que violan el principio de laicidad del Estado galo.
Es una de las primeras medidas anunciadas por el nuevo ministro de Educación, Gabriel Attal, que asumió el cargo en julio tras la remodelación del Gobierno que hizo el presidente, Emmanuel Macron. En el último año ha crecido el uso de este tipo de prenda, que el Consejo Musulmán de Francia no considera como religiosa.
Francia se rige por el principio de la laicidad, pero un país con una gran diversidad religiosa. Según cifras del Insee, el instituto de estadística galo, el 10% de la población es musulmana. El uso de prendas religiosas por parte de los alumnos en los centros educativos siempre ha sido muy polémico.*
La ONU condenó en 2018 la prohibición francesa del uso de velos que cubrieran la cara en espacios públicos. Consideró que se atentaba contra la libertad de religión. Los franceses consideran el "laicismo" como un valor propio y cualquier tipo de vestimenta que identifique la pertenencia a un grupo religioso se considera una forma de propaganda religiosa que atenta contra ese valor. La ocultación del rostro se consideraba precisamente una forma religiosa, además del problema de la identificación pública de las personas.
En la propia web de Naciones Unidas se recogía esta recriminación a Francia por, se decía, no estar clara esa identificación que se daba por supuesta entre vestimenta y religión. Allí se señalaba lo siguiente:
El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha determinado este martes en dos resoluciones que Francia violó las garantías fundamentales de dos mujeres al multarlas por llevar el niqab, el velo islámico que cubre el cuerpo entero y sólo deja al descubierto los ojos.
En 2012 dos mujeres francesas fueron procesadas y condenadas por vestir “prendas destinadas a ocultar sus rostros en público” en virtud de una ley adoptada en el país en 2010.
Según un comunicado emitido por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU
para los Derechos Humanos, la ley francesa señala que "nadie puede usar”
una prenda de vestir destinada a ocultar la cara en un espacio público.
La norma busca prohibir el uso público del velo islámico completo, que
cubre toda la cara, dejando sólo una abertura estrecha para los
ojos.
El Comité considera que la prohibición de llevar el niqab en público
“menoscababa desproporcionadamente el derecho de los peticionarios a manifestar
sus creencias religiosas”, y que Francia no ha explicado adecuadamente
por qué es necesario prohibir esa vestimenta.
En concreto, al Comité no le convence la aseveración francesa de que” la
prohibición de cubrirse la cara es necesaria y proporcionada desde el punto de
vista de la seguridad, o con el objetivo de "vivir juntos en sociedad”.
Sin embargo, los expertos del Comité reconocen que los Estados pueden
exigir que las personas muestren sus rostros en circunstancias específicas con
fines de identificación. Lo que ocurre es que una prohibición general del niqab
era demasiado amplia para este fin.
Asimismo, concluyen que la prohibición podría tener el efecto contrario: confinar a las mujeres en sus hogares, impedirles el acceso a los servicios públicos y marginarlas, en lugar de protegerlas.**
La diferencia entre la identificación y la ocultación del rostro es evidente por más que nos lleven ambas a una fórmula religiosa. El argumento de que la prohibición de que la mujer tape su rostro en público puede tener como consecuencia su encierro evitando que salga a la calle descubierta no es desdeñable, pero sí problemático. Se prohíbe que la mujer oculte su rostro, pero no se ve la forma de prohibir que sean encerradas y no puedan salir a la calle. ¿No es paradójico esto? ¿Prohibiendo el rostro cubierto se responsabiliza a la mujer por ello, pero parece que esta especie de secuestro que la condena a no salir tiene menos gravedad, algo que evidentemente no es cierto.
Esta vez no se trata del rostro cubierto sino del mero hecho de ir con una prenda que el gobierno francés considera "religiosa", mientras que la comunidad musulmana lo considera como "no religiosa". La cuestión es compleja, como ya se vio con algo más evidente como es el velo integral.
Ya sea por ocultar el rostro o sea por mostrar la vestimenta musulmana o árabe, por distinguir lo religioso de lo social, en algo que las fuerzas islámicas se empeñan en hacer indistinguible. Como hemos visto en otras ocasiones, el empeño es señalar la "naturalidad" de lo religioso buscando que en unas ocasiones se considere "cultural" y en otras "religioso" porque no existe distinción real desde el momento en que se fuerza lo religioso y se identifica con una cultura obligada.
Por eso es interesante que sea ahora Egipto el que prohíba los velos integrales, el niqab, en los espacios públicos, cuando precisamente las Naciones Unidas condenaron a Francia en 2018 por lo mismo, como hemos visto.
La noticia la leemos hoy mismo (12 de septiembre) en Egyptian Streets, con el titular "Egyptian Ministry of Education Bans Niqabs in Schools":
Students will no longer be allowed to wear the niqab at school in Egypt,
according to a new prohibition put in place by the Egyptian Ministry of
Education on 11 September.
Head
coverings in schools will also become optional. While they may be worn at the
discretion of the student, their choice of covering may not obscure their face.
Regardless
of their choice, the students’ guardian must be aware of and consent to the
hair covering.
As
such, students wearing the niqab or any other article of clothing that violates
the new prohibitions will not be allowed to enter the school.
Egypt
has a decades-long history with regard to allowing the niqab in educational
institutions, especially in universities. While it has been a topic of
controversy in the past, the recent prohibition has not caused as much uproar
at this time.
These
decisions regarding the niqab and hair coverings were reported by several local
media publications as part of a list of prohibitions for the coming school
year, scheduled to begin on 30 September. The rules apply to both public and
private schools in the country.
Other reported preparations taken in advance of the 2023/2024 academic year include: banning smoking in schools, prohibiting kindergarteners from being assigned homework, and banning camera phones for students and teachers.***
Es evidente que el mismo hecho tienen unas connotaciones distintas en Francia y en Egipto, que su función es diferente, aunque el hecho sea similar, la prohibición del niqab o de la abaya. Lo que es búsqueda de la laicidad en Francia, en Egipto tiene un sentido diferente. El régimen de Al-Sisi no busca una forma más laica y probablemente sean motivos de seguridad o de frenar le probablemente crecimiento en las escuelas del movimiento islamista en cualquiera de sus vertiente. De esta forma, la mujer pasa a estar en el centro del conflicto entre unos y otros. Esta guerra es de gestos, como lo ha sido en muchas otras ocasiones. Quizá la difícil situación económica está impulsando de nuevo el crecimiento islamista, algo que al gobierno de al-Sisi no le gusta nada.
En cualquier caso, la situación, desde un punto de vista comparado, es interesante y sería bueno vigilar su evolución por lo que pueda significar en cada uno de los escenarios. Francia apunta hacia la imposición del uniforme, que sería la forma de igualar a todos y evitar la manifestación de lo religioso en el aula. Todo empieza en el aula; allí se siembran las semillas en diversos sentidos. Lo cierto es que hay una guerra que continúa en lo simbólico... o quizá empieza.
* Raquel Villaécija (París) "Francia prohíbe la abaya islámica en las escuelas: "No es el lugar para hacer proselitismo religioso"" El Mundo 28/08/2023 https://www.elmundo.es/internacional/2023/08/28/64ec4d74e9cf4ac3758b4581.html
** "La prohibición de vestir el velo integral en Francia viola la libertad de religión" Naciones Unidas - Noticias ONU 23/10/2018 https://news.un.org/es/story/2018/10/1444152
*** Heidi
Aref "Egyptian Ministry of Education Bans Niqabs in Schools" Egyptian
Streets 12/09/2023 https://egyptianstreets.com/2023/09/12/egyptian-ministry-of-education-bans-niqabs-in-schools/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.