Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mientras
se producen casos como el del "pico" de Rubiales y hay reacciones
mundiales, el espacio que nos rodea no tiene tanta visibilidad y en él se
producen muchos casos de los que no nos enteramos más que por resoluciones
trágicas. Cesar a un presidente de la Federación Española de Fútbol es
relativamente sencillo y cuestión de mantener la presión. El de Rubiales era un
caso perdido desde el inicio; que él no solo supiera ver es otro problema.
Tres sociólogas explican a Sofía Soler en RTVE.es la transformación de España en este campo en 12 años. "De agresiones sexuales públicas sin consecuencias a la repulsa general: "Parece otro mundo en 12 años"", lo han titulado en su web. Y es cierto, pero no es "igual" de cierto en todos los casos. Puede que el mundo del Fútbol, el del deporte quizá, cambie tras lo sucedido y muchos dejen de tomarse "confianzas" en este mundo de entrecruzamientos de género. Los directivos se juegan el puesto por un arrebato y una mala costumbre. Pero hay muchas esferas en las que los hechos y situaciones no tienen el mismo efecto.
El
crecimiento de la violencia sexual en los ambientes escolares, el aumento de los
crímenes machistas, etc. no son buenas señales y manifiesta una tendencia
reactiva contra la igualdad y el respeto, dos momentos diferentes. Ver la
igualdad como un agravio contra los varones es un discurso que se está
empezando a producir y tiene consecuencias malas. La igualdad de derechos y
obligaciones debería ser una aspiración social, un deseo de cambiar la cultura
milenaria que ha fijado en muchas partes del mundo, tanto por costumbre como
obligación (religiosa, política...), la superioridad masculina, su ocupación de
la cúspide absoluta y de la relativa, ser la cabeza visible y pensante.
El
"respeto" es algo que tiene más de social y de complejidad. Podemos
decretar la igualdad por las leyes; pero el respeto nace de la persona ante los
demás. Y esos es más complicado, un cambio más lento. Las reacciones contra la
igualdad suelen ir seguidas de falta de respeto a los otros.
Pese a los cambios reales que señalan las sociólogas en RTVE.es nos seguimos encontrando cada día con fallos y problemas, falta de sensibilidad ante los problemas reales. Estos se traducen en cosas que aparentemente no tienen importancia, pero que tienen desenlaces trágicos. Antena 3 nos cuenta un caso que debería hacernos reflexionar sobre los cambios de esos 12 años de los que nos hablan.
La mujer que desapareció en un barco del CSIC pidió medidas para no coincidir con el hombre que denunció por acoso. Continúa la búsqueda de la mujer que desapareció el pasado fin de semana del buque oceanográfico García del Cid, que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La desparecida presentó en 2018 una demanda por acoso sexual contra un compañero de trabajo, tripulante del mismo barco. Este procedimiento judicial fue retirado en el mes de junio de 2020 tras un acuerdo entre ambas partes, según informa Faro de Vigo.
Familiares de la mujer han explicado que pidió medidas para no coincidir con esta persona, pero no respondieron a su solicitud, también solicitó un cambio de destino, pero le dijeron que no existía esa posibilidad. Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que la persona contra la que había formulado la denuncia no se encontraba en la tripulación en el momento en que ella despareció.
"No sabemos cuánto tiempo coincidieron, pero cuando salieron a mar él ya no estaba en el buque", ha insistido el abogado de la familia. Los familiares han insistido en conocer "qué pasó" en el buque, ya que subrayan que "estaba animada" y "tenía ganas de embarcar".*
La
noticia insiste mucho en que el causante del pánico no estaba en el barco. Los
motivos que llevaron a un posible suicidio en la desaparición en el mar, según
lo que se nos plantea, debían estar producidos por la angustia, la tensión, el
miedo a volver a repetir las experiencias pasadas.
El caso
no nos muestra a unos "canteranos" de un equipo de fútbol ni un acoso
escolar. Nos muestra cómo la institución más importante en la Ciencia en España
no ha sido capaz de arreglar una tripulación en la que no se obligara a una
mujer a convivir en un barco con su acosador.
La insensibilidad
o indiferencia es tan dañina como el acoso mismo. Quizá sea peor porque hace
ver a la víctima que no tiene nada que hacer frente al que acosa, maltrata,
etc.
Es
importante desarrollar protocolos claros que eviten que una persona acosada o
que ha padecido algún tipo de maltrato pueda encontrarse en circunstancias
similares a las de la mujer desaparecida en el barco.
Los
protocolos son solo una parte, pues no se desarrollarán si no hay una firme
voluntad de acabar con todos esos efectos y reacciones que salpican con
intensidad la vida cotidiana o laboral.
Es
llamativo que sea en el CSIC, del que esperaríamos otro comportamiento, otra
sensibilidad. Mucho me temo que estamos empezando a percibir ese rechazo
negacionista que escuchamos en algunos discursos incluso políticos. Hay que tener cuidado y asegurarse que
los casos que se plantean no son desestimados por circunstancias de cualquier
tipo. Igualdad y respeto, si no estamos mandando a muchas mujeres a la
desesperación. Podemos celebrar los logros, pero no podemos olvidar lo que queda por hacer, un camino largo y lento, el de la transformación de las mentalidades, no solo de los agresores, sino de los indiferentes.
No basta con las leyes. Corremos el riesgo de desestimar los riesgos de lo que puede ocurrir en cualquier momento. Los que no concedieron el traslado o dieron solución puede que no vieran el "problema". Ese es realmente el problema.
* Sofía
Soler "De agresiones sexuales públicas sin consecuencias a la repulsa
general: "Parece otro mundo en 12 años"" RTVE.es 17/09/2023
https://www.rtve.es/noticias/20230917/agresiones-sexuales-conciencia-social-espana/2455860.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.