Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Que el
sistema político norteamericano está afectado por determinados virus no se le
escapa a nadie. El mayor o menor efecto de estos virus está en función del
estado general del sistema, de la salud global norteamericana, que está
bastante resentida. Probablemente existan varios niveles de explicación, una
profundidad variable para encontrar los motivos, aunque en estas cosas de la
vida social, lo cierto es que no hay puntos nítidos, sino situaciones oscuras,
borrosas en las que se entremezclan muchas cosas. Y unas llevan a otras mediante perversas
asociaciones.
Esta
vez, la paranoia instalada en el poder ha sacado uno de sus fantasmas
favoritos, el antisemitismo. A Algunos les parecerá extraño que en un momento
en el Trump ha apoyado las políticas de Netanyahu, que ha bendecido la
ampliación de tierras para los colonos y ha cambiado la embajada de Tel Aviv
hasta Jerusalén, se pueda hablar de "antisemitismo". Sin embargo, así
es. Una de las características psíquicas de la vida política es precisamente la
incongruencia. No hay racionalidad u objetividad en el pensamiento que se deja
llevar por el deseo de poder y de oposición a otros a través del odio. El
antisemitismo es una forma de odio de larga tradición y puede convivir
perfectamente con las políticas de Trump, sin problema.
Una de
las preocupaciones durante el mandato de Trump ha sido el aumento del racismo
(desde el primer día) y del antisemitismo, con diversos atentados realizados
contra grupos o en sinagogas. No le pidamos coherencia a su electorado. Ha
sabido canalizar múltiples frustraciones y odios convirtiéndose en su paladín
insinuante. Frases dudosas, guiños descarados, palabras alusivas, etc. han
sabido calentar a su electorado haciéndoles creer que contaban con su pleno
apoyo, que él era como ellos.
En
pleno maremoto del impeachment, una de las piezas claves del pastel político,
su abogado Rudy Giuliani ha realizado unas manifestaciones para calentar las
teorías conspiracionistas contra Trump. Lo ha hecho atacando al multimillonario George
Soros:
President Donald Trump's personal lawyer Rudy
Giuliani claimed in a new interview that he's "more of a Jew" than
billionaire philanthropist George Soros, who is a Holocaust survivor.
"Don't tell me I'm anti-Semitic if I
oppose him," Giuliani, who was raised Roman Catholic, said in an interview
with New York magazine published Monday. "Soros is hardly a Jew. I'm more
of a Jew than Soros is. I probably know more about — he doesn't go to church,
he doesn't go to religion — synagogue."
The former New York mayor also accused Soros of
being "an enemy of Israel" and called him a "horrible human
being."
Giuliani's remarks "are contemptible - and
reflect his toxic campaign of misinformation and falsehoods - aimed at
distracting from the gravity of the charges facing the President," Laura
Silber, the chief communications officer for Soros' nonprofit, Open Society
Foundations, tweeted in response.
Born in Hungary, Soros, then a young teenager,
and his family survived the Nazi occupation by falsifying their identity papers
and concealing their faith as Jews.
Soros later emigrated to the US in the 1950s,
started his own hedge fund in 1970, and has since poured billions into liberal
and Democratic causes through his Open Society foundations.
Conspiracy theorists have seized on his immense
wealth, patronage of liberal causes and his Jewish heritage, making him a
frequent target of the far right in the US.
Jonathan Greenblatt, the CEO of the
Anti-Defamation League, wrote on Twitter that Giuliani's attacks against Soros
were anti Semitic.*
Soros ha sido el objetivo en muchos momentos de los
seguidores de Trump. En él han visto todo aquello que podía desatar el odio.
Han tomado el antisemitismo de parte de su electorado y lo han canalizado hacia
una figura que se les oponía y financiaba causas liberales.
La maniobra es una más dentro de la búsqueda de una política
emocional y divisiva, una cultura del conflicto permanente, que necesita de otros
como excusa para mantener el nivel de agresividad y su desahogo posterior en un
sistema regulado que se va de las manos en muchas ocasiones.
Giuliani les ha dado a los seguidores "una
explicación" a la situación actual, de la que él es uno de los primeros
agentes y responsables, como mano oculta de Trump para liberarse de los
compromisos y las lealtades, incluso de los testimonios, de los funcionarios o
personal de la Casa Blanca. Una "explicación" es una narración que dé
sentido al conjunto, algo que explique lo que está ocurriendo ante ellos y que es necesario modular adecuadamente.
En el artículo de la CNN firmado por Lev Golinkin, un
articulista especializado en el antisemitismo, se señala sobre las palabras
polémicas de Giuliani:
Monday evening, as American Jews gathered to
celebrate the second night of Hanukkah, news broke of Rudy Giuliani's
anti-Semitic tirade against billionaire philanthropist George Soros.
The remarks, which came during an alcohol-laden
interview with New York Magazine, cap off a long, alarming year for
anti-Semitism both in the United States and abroad.
Indeed, the most dangerous thing about living
at a time of constant stories about anti-Semitism is how quickly the hatred is
normalized. Two and a half years ago, chants of "Jews will not replace
us" in Charlottesville, Virginia, stunned America; today, anti-Semitism is
just a part of the news cycle.
And so, as we take stock after this latest
news, it's time to face three uncomfortable truths. First, despite his claims,
Giuliani's comments are unmistakably anti-Semitic. Second, this anti-Semitism
is not merely vile but dangerous: The anti-Soros tropes like those evoked by
Giuliani may tacitly encourage those prone to violence, resulting in Jewish
bodies on the streets. Most disturbingly, we can't write this off as the
inebriated ravings of a single man. Everything Giuliani said had been repeated,
over and over, by President Donald Trump, by Republican lawmakers and by Fox
News hosts.**
En efecto, las palabras del abogado personal de Donald Trump
son solo la punta del iceberg del antisemitismo, con el que se juega
peligrosamente. La última vez que se habló en contra de los mejicanos, un
descerebrado bajo hasta El Paso, bien armado, dispuesto a "combatir el
peligro" que los inmigrantes suponían para la "América blanca".
Hay muchos otros tarados de este tipo esperando que las palabras adecuadas los
"activen", vayan a su arsenal y salgan pertrechados a la siguiente
matanza. A Soros, según el artículo, también se le acusa de llevar inmigración
a los Estados Unidos, de tratar de destruir el paraíso.
Lo preocupante es el modelo. Muchos países se están empeñando
en trabajar sobre este tipo de motivaciones, en fabricar su populismo basándose
en las imitaciones del triunfal Trump. Es muy preocupante.
The Washington Post traía ayer la noticia de una mujer
detenida en Des Moines, Iowa, por el intento de asesinato mediante atropello,
con apenas un par de horas de diferencia, de una niña mejicana y de un niño afroamericano
de 12 años. Simplemente
estaban en su camino.
Cuando el bosque está demasiado seco, no se deben tirar collillas. Y es eso lo que ha estado haciendo Rudy Giuliani. Da igaulk lo que él piensa, lo importante es lo que quiere hacer pensar. Se llama manipulación.
* "Giuliani claims he's 'more of a Jew'
than Holocaust survivor George Soros" CNN 25/12/2019
https://edition.cnn.com/2019/12/24/politics/rudy-giuliani-george-soros-jewish/index.html
** "Rudy Giuliani's anti-Soros tirade
exposes three uncomfortable truths" CNN 25/12/2019
https://edition.cnn.com/2019/12/24/opinions/rudy-giuliani-george-soros-anti-semitism-golinkin/index.html
*** "Woman who drove into a girl for being
‘a Mexican’ hit a black child the same day, police say" The Washington
Post 25/12/2019
https://www.washingtonpost.com/nation/2019/12/24/woman-who-drove-into-girl-being-mexican-hit-black-child-same-day-police-say/