Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Dedica
el diario El País a los malos resultados ("retrocesos") recogidos en
el reciente Informe PISA. Lo hace con el titular "Retroceso
educativo". Está bien que se lleven los problemas de la educación en
España a los titulares mediáticos. La pena es que se contagie de fondo
mediático que la sitúa junto a terremotos, inundaciones, etc. Es decir, de la
"educación" hay que ocuparse siempre y no cuando ocurre algún
desastre.
En su
editorial, el diario habla de "preocupante diagnóstico",
"radiografía", "peores resultados", "debajo de la
media", "urgencia", etc. Los términos de alarma, preocupación y
demás dan el tono al escrito refrendando el titular.
Tras
darnos los detalles de las puntuaciones, el editorial realiza una definición del
problema:
Dado que por resultados académicos España se
sitúa en la media de los 79 países examinados cuando por renta figura entre los
mejor situados, lo esperable es que mejore posiciones. Todos los países
afrontan factores relacionados con la dificultad de la educación para adaptarse
a los profundos cambios tecnológicos en curso, y la prueba de ello es que solo
siete países mejoran de forma significativa. Pero el hecho de que España haya
retrocedido en estas dos materias —los resultados de la prueba de lengua no se
han publicado al detectarse anomalías que se están investigando— obliga a buscar
con urgencia las posibles causas para incidir sobre ellas, pues de lo contrario
podríamos estar ante un punto de inflexión a peor que no nos podemos permitir.*
En el
análisis del problema, se establece una hipótesis, que está por comprobar, como
causa de los malos resultados, los "profundos cambios tecnológicos",
para a continuación señalar que si todos los países se enfrentan al cambio,
habrá otras "posibles causas".
A
continuación se nos habla de las diferencias grandes entre comunidades
autónomas ("no es de ningún modo aceptable que un niño de Ceuta vaya tres
cursos por detrás de un gallego en ciencias y tres cursos por detrás de un
navarro en matemáticas"), concluyendo que la "igualdad de
oportunidades no está garantizada en España". Finalmente, tras comentar el
descenso de Madrid, critique que los responsables de la Comunidad ("Resulta
lamentable que la reacción de sus responsables educativos haya sido disparar
contra la prueba PISA que en tan mal lugar los deja.").
En el
campo social, no es fácil saber dónde están los bueyes y dónde está el carro,
es decir, los efectos y sus causas y, lo más complicado, las interacciones que
se producen entre ellos.
¿Es
posible pedir una cierta uniformidad educativa, aunque sea en los resultados,
cuando todo lo que se hace es crear diferencias entre las comunidades? ¿A quién
le puede extrañar esto? Puede que las diferencias entre comunidades españolas
sean mayores que con algunos otros países europeos. Es poco probable que
producir desigualdades se traduzca en una armonía utópica en un país que se
desgarra cada día más, en el que cada uno tira para su lado. Lo extraño sería
que mostráramos una armonía educativa en el estado en que nos encontramos y
hacia el que nos dirigimos.
Pero
esto no es más que la parte superficial de los resultados. Los resultados
ofrecen lo que miden, lo que el sistema entiende que es relevante.
Lo
preocupante es que se considere que los resultados dan cuenta (más allá de las
diferencias relativas) de lo que es más preocupante, la carencia de finalidad. Parece
que la finalidad de la Educación es ser medida por el Informe Pisa y, desde la
perspectiva de los responsables políticos, quedar en buen lugar en una
clasificación que no entienden y que desde dentro de un modelo "gerencial"
de la gestión extienden como responsabilidad hacia abajo sin dotar de recursos
o de un modelo. En suma, te piden que las cosas salgan bien sin evitar las que
hacen que salgan mal. No importan las personas, sino los titulares tras los
resultados.
Algunos
han traducido a situaciones personales lo que los resultados significan. En ABC
titulan "El alumnado pobre repite cuatro veces más en España que los
estudiantes con recursos". La traducción a realidad de los números se la
han dado desde la ONG "Save the Children", que tienen que lidiar con
situaciones como esa en su día a día.
La ONG
habla claro cuando habla de las desigualdades económicas y cómo se reflejan en
la educación real:
[...] Se trata de «la segunda brecha más alta
de toda la OCDE», según Save The Children, que ha denunciado este dato.
En un comunicado al que ha tenido acceso EP,
la organización ha señalado que la Comunidad de Madrid es el segundo territorio
de entre los países de la OCDE, solo por detrás de Chile, «donde más se
concentra al alumnado desfavorecido en las mismas escuelas».**
El dato
es verdaderamente escalofriante, ya que nos situamos en el nivel de uno de los
países modelado según un brutal neoliberalismo que ha salido a la calle para
protestar precisamente por la situación de la educación, en espacial las
universidades, donde acumulan todas las desigualdades, tomadas como
"virtudes" del modelo norteamericano en el que se inspiraron. La
función de la educación en ellos es, precisamente, establecer las desigualdades
con una estructura de separación muy marcada basada en el dinero. Que el
alumnado "desfavorecido" esté en las mismas escuelas es un dato social
más claro que lo que pueda ser su consecuencia, un nivel más bajo de
conocimientos. El sistema educativo es una traducción del modelo social, de
aquello a lo que se aspira.
Son
muchos los problemas de este tipo que se pueden deducir de los resultados más
allá de si se sabe más o menos matemáticas
o ciencias y de qué haya podido pasar
con los resultados en las letras
(retenidos por irregularidades).
Nos
olvidamos que la función de la educación no es que los políticos hagan
carreritas con los resultados o se pongan medallas. Los enfoques laborales
tampoco son los que deberían primar, pues es pasar el problema de la educación
al de desempleo, siempre preocupante, pero no el definitivo. La educación
debería tratar de modelos de personas, de su maduración y de cómo desarrollar
cualidades humanas. En lugar de ello se miden aspectos que pasan a tener una
importancia absoluta sin que se sepa muy bien porqué por parte de quien lo
recibe.
También
en ABC se publica otro artículo de interés, el firmado por Francisco Marcellán,
presidente de la Real Academia de Matemáticas, con el titular "Análisis de PISA: La
enseñanza de las matemáticas exige un cambio de modelo y una carrera docente
atractiva". Más allá de este enunciado, se entra en una crítica del
modelo:
Para explicar los resultados del
Informe PISA, primero debemos tener en cuenta que esta prueba analiza las
competencias matemáticas en un país, como el nuestro, con un currículo muy
enfocado a los contenidos frente a las competencias, en el que los recursos de
los que disponen los profesores se encuentran, por tanto, muy orientados a unos
contenidos excesivos que, también hay que decirlo, obligan a los docentes a
galopar en una carrera que impide cualquier posibilidad de profundizar en
ellos. PISA mide la explicación de fenómenos, el diseño de experimentos o la
identificación de pruebas y, si estos criterios no se reflejan en un sistema
educativo que participa en ese juego, la competición no es de éxito seguro.
Por otra parte, los libros de
texto reflejan un modelo en el que los estudiantes aprenden recetas y tareas
rutinarias, convirtiéndose en cuasi-autómatas sin capacidad de análisis ni
reflexión. Funcionan teniendo en cuenta la repetición compulsiva de fórmulas y
operaciones que olvidarán en unas semanas frente a una aplicación sistemática
del razonamiento y la argumentación. La creatividad, cuando aparece, incluso se
penaliza. Y así, ¿cómo podemos aspirar a que los jóvenes sean verdaderamente
conscientes de los procesos en los que se basa un sólido conocimiento
matemático? ¿Cómo queremos que resuelvan problemas complejos que no se limitan
a la utilización de un catálogo de fórmulas aprendidas? ¿Cómo conseguimos que
conecten ideas dentro de las matemáticas y con otras disciplinas científicas y
tecnológicas así como del ámbito de las ciencias sociales y las humanidades? ¿Cómo
superar un aprendizaje que supere los compartimentos estancos y tenga un
recorrido coherente?***
Creo
que junto a otros problemas, lo descrito por Marcellán se ajusta en buena parte
a lo que ocurre en la realidad educativa. La finalidad de la enseñanza no es
realmente aprender, sino alcanzar
unas cifras que la justifique o, si se prefiere, al sistema que la sostiene. Es
un elemento circular que hemos padecido estas décadas últimas y que muestran la
falta de rumbo social. Como sociedad nos limitamos a cubrir el expediente.
Hacemos lo que hacemos pero no sabemos por qué ni para qué. Lo hemos
mecanizado.
Eso se
refleja dramáticamente en la forma de trabajo que se desarrolla en los alumnos,
como bien expresa Marcellán. Es un sistema repetitivo en el que estudiar
implica la superación del obstáculo, no la formación de la persona, su
capacidad de autonomía (pensar por sí mismo), ser capaz de tomar decisiones
basadas en su conocimiento... ¡madurar! Es como un nadador que olvidara el
sentido de lo que hace y fuera de un borde a otro de la piscina
indefinidamente.
Es
interesante la circularidad que se establece con los libros de texto. Buscan lo
mismo, ya que se han ajustado a la superación de los controles que establecen lo que es necesario para la superación y
no incitan a ir más allá. A todo esto le sumamos la simpleza a que obliga la pérdida de riqueza del lenguaje, otro
factor que conocen muy bien los editores de libros de texto.
Estas
mismas cuestiones les he debatido con mis propios alumnos, a los que enfrento
desde hace años a la contradicción de estudiar
y no saber. Estudiar, desde su
perspectiva, no es saber sino aprobar. Para ello cada uno acaba
estableciendo sus propias técnicas prácticas de supervivencia en un sistema al
que no le preocupa realmente, algo que detectan pronto. Las presiones sobre el
profesorado, al que se responsabiliza, no son más que formas hipócritas, que
acaban siendo negativas para el propio alumnado, ya que deja de ser el objetivo
de formación y se le contempla como un "producto" que será evaluado.
No se
mide tampoco el grado de desmotivación, de depresión ambiental, de desinterés
causados por un entorno sociocultural cada vez degradado, trivial y zafio. ¿De
verdad se piensa que la "educación" es algo que solo se produce en la
"escuela" o en las "universidades"? ¿Se cree realmente que
el entorno en el que vivimos, bombardeados por la tontería, la agresividad, el
espectáculo grosero, etc. no tienen influencia en las personas? ¿Se cree de
verdad que la explotación laboral, la precariedad, etc. de los jóvenes (y no
tanto) no incide en la motivación o en modelo? ¿Puede que nuestra sociedad haya
alcanzado el grado de fragmentación suficiente como para no sentirse responsable de los efectos de llenar los
medios, por ejemplo, de ciertos programas que no son precisamente "alimento"
para el espíritu? ¿No somos de verdad conscientes de lo que nos rodea?
Podemos
buscar todo tipo de excusas, echar la culpa a quien queramos, pero no hay más
cera educativa que la que arde. Lo que se enseña es lo que se recoge y la
tierra en la que cae es la que recibe el abono que la echamos.
Tengo
desgraciadamente pocas esperanzas en que el sistema mejore (que sería mejorar a
los estudiantes y no solo las cifras de los resultados). Es difícil porque las
bases que se han sentado sobre el sistema educativo han calado hondo en una
sociedad cada vez más desquiciada como la nuestra. Hemos mecanizado la educación, lo peor que se podría hacer porque es donde se debe reflejar el futuro de lo que deseamos ser. Un simple deslizarse en el tiempo no es bastante. Hay que saber dónde vamos, lo que nos lleva a otras preguntas esenciales, como quién somos y qué queremos ser. Hoy por hoy no hay respuestas Y eso se refleja en el sistema educativo.
*
Editorial "Retroceso educativo" El País 4/12/2019
https://elpais.com/elpais/2019/12/03/opinion/1575397278_350259.html
**
"El alumnado pobre repite cuatro veces más en España que los estudiantes
con recursos" ABC 5/12/2019
https://www.abc.es/sociedad/abci-alumnado-pobre-repite-cuatro-veces-mas-espana-estudiantes-recursos-201912050143_noticia.html
***
"Análisis de PISA: La enseñanza de las matemáticas exige un cambio de
modelo y una carrera docente atractiva" ABC 5/12/2019
https://www.abc.es/sociedad/abci-analisis-pisa-ensenanza-matematicas-exige-cambio-modelo-y-carrera-docente-atractiva-201912050142_noticia.html
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