Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En una
sociedad mediática cualquier acontecimiento se transforma en algún tipo de
"información". La masacre ocurrida anoche en Hamburgo no iba a ser
menos. Las siete personas muertas, entre las que se encuentra el autor de los
asesinatos, son un suceso trágico, pero también un tipo de acontecimiento
textualizado, se convierte en un mensaje formalizado que se multiplica y
expande con consecuencias posibles diversas.
La
información que nos da RTVE.es / Agencias nos permite ver el funcionamiento de
algo que no se puede ignorar, los efectos sociales por las comunicaciones que
se establezcan a partir del hecho en sí. La misma definición del
"hecho" es la que se nos ofrece desde los propios medios, contactos
personales, etc., una especie de lucha fundacional por darle forma, por evitar
que adquiera sentidos indeseados que pudieran producir equívocos o nuevos
sucesos asociados (debida o indebidamente) con el hecho inicial.
En la
guerra informativa, sabemos hoy que el silencio o la discreción no funcionan
socialmente, que el que da una primera concreción del hecho, una delimitación
de su sentido y alcance, marca o condiciona las posibles interpretaciones. Y
esto es esencial en un mundo instantáneo e irascible, lleno de fake news y de manipulaciones que pueden
crear corrientes de opinión que incluso se enfrenten entre ellas. Es necesario,
pues, esa rápida primera versión antes de que empiecen a florecer rumores con
mayor o menor fundamento.
Esto
supone un reto en función de la información disponible, mayor o menor. En el
texto mencionado leemos:
Siete personas han muerto y ocho
han resultado heridas en un tiroteo en una iglesia
de Testigos de Jehová en la localidad alemana de Hamburgo,
según informa el diario Bild, y, por el momento, se
desconoce qué ha motivado el ataque.
La policía de la ciudad alemana
de Hamburgo (norte) ha confirmado que una de
las siete personas muertas es el autor de los disparos.
"En el actual estado de la situación asumimos que fue uno el autor. Las
medidas policiales en la zona se levantarán progresivamente. Las
investigaciones continúan", ha informado la policía este viernes en
Twitter.*
La
información básica está ahí. Es necesario precisar el número de víctimas
(alguien puede jugar con las cantidades). Igualmente se identifica el lugar y
su función, un templo religioso de los Testigos de Jehová. Es importante
también señalar que el asesino está
muerto, pues cierra una serie de especulaciones sobre quién, cuántos, etc.
Pese a
señalarse la provisionalidad mediante las expresiones sobre el "estado
actual" y que las "investigaciones continúan, es importante lanzar
esa información que establezca ciertos límites o fronteras a la especulación
posible. Cuanta menos información se tiene, mayor es la incertidumbre y con
ella aumente el grado de especulación. En este mundo mediático y "alternativo",
lo que no se niega puede considerarse aceptable, una posibilidad. El hecho de
que la Policía afirme que el autor está entre los muertos, cierra algunas
especulaciones, pero —por ejemplo— permite que circulen informaciones sobre si
lo hizo solo a estaba acompañado, con cómplices detrás, etc.
Los
siguientes datos que se nos ofrecen orientan con más precisión y eliminan por
ello otras especulaciones:
El sospechoso, según el
diario Spiegel, es un exmiembro de la comunidad de Testigos de
Jehová de entre 30 y 40 años al que las autoridades no tenían catalogado como
extremista.*
Al
tratarse de un espacio y comunidad religiosos, se despiertan los posibles casos
en los que pudiera tratarse de un atentado por parte de miembros de otras
religiones, pero al señalarse que el autor es un "exmiembro" de la
misma comunidad esa línea especulativa se cierra. Esa información que podría
haber aparecido en un proceso más avanzado de la investigación, lo hace en el
mismo inicio precisamente para evitar especulaciones que pudieran provocar
incidentes interreligiosos.
Esa
preocupación es esencial en este tipo de incidentes en donde las categorías
(por ejemplo, referirse como "atentado" o "terrorismo" o,
conjuntamente, "atentado terrorista") pueden disparar especulaciones
o, incluso, represalias contra otros grupos religiosos. La Policía de Hamburgo
ha dado esa información para que el "hecho" quede delimitado lo antes
posible y así evitar los efectos negativos que se puedan producir al ser
manipulado todo aquello que pueda serlo, algo que debe ser siempre tenido en
cuenta. La existencia de grupos, de origen muy distinto, dedicados a promover
inestabilidad, descontento y enfrentamientos es algo que las Policías de todos
los países deben tener en cuenta en primer lugar. No es especulación, sino un
hecho; ya no se trata de una posibilidad, sino de una seguridad.
Pero en
este mundo mediático, se ha producido una inversión del eje. La existencia de
información social es un aspecto relevante en un mundo plagado de cámaras de
los teléfonos, en el que el primer gesto es el de ponerlo en marcha. La cámara
es ya una mirada paralela a la propia mirada. No se mira solo, se registra y
difunde de forma casi instantánea cuando no es ya en directo, mientras ocurre.
Eso convierte todo hecho el poliédrico y multidimensional. La celeridad con la
que la Policía trata de acotarlo, como hemos señalado, obedece en gran medida
precisamente a ese flujo incontrolado que surge de los alrededores del hecho,
de esas miradas fotográficas que se convierten en esenciales.
Todavía no hay indicios sobre las causas del
ataque, según la policía, que ha habilitado una página web en la que se pueden
subir fotos y vídeos de lo que ocurrió "sobre los acontecimientos
relevantes" relacionados con el suceso para ayudar en la investigación.*
Recolectar
esas imágenes, testimonios se hace imprescindible para poder conocerlo mejor en
sus diferentes perspectivas. Pero es también importante conocer lo que se
conoce, es decir, tener control sobre lo que se puede extender de forma
incontrolada o pudiera ser objeto de manipulación.
El
"hecho" pasa a ser entonces la suma de las capas que se le añaden a
través de los testimonios. Eso ha sido así siempre, pero el tipo de testimonio
era de otra naturaleza (la verbalización de lo observado), mientras que ahora
se trata de un testimonio registrado por una serie de cámaras, de los teléfonos
a las cámaras de seguridad o de tráfico, lo miles de posibilidades abiertas
según el lugar y la presencia de sujetos observadores.
Fotos y
vídeos son, como vemos, reclamados por las autoridades. La colaboración
ciudadana pasa a ser esencial tanto por lo que aporta como por lo que evita, es
decir, la proliferación de versiones falsas, modificadas, manipuladas, etc.
La
necesidad de construir un discurso sobre el hecho es verbal y visual, mediática
en una sociedad en la que la información ya no tiene horario y circula de forma
instantánea.
En torno a la medianoche, los agentes
pidieron a la población por redes sociales que se abstuviera de difundir
"discusiones sobre los autores o el suceso" y precisó que no existían
"informaciones seguras" sobre el motivo del tiroteo.*
La acción de la Policía es, claramente, la de evitar el efecto explosivo de la información sobre el acontecimiento. Es necesario mitigar lo que es imposible evitar, la explosión informacional, la proliferación de mensajes relacionados con los hechos, cuya deriva puede ser creciente, es decir, se pueden alejar de la matriz creada para categorizar el "hecho". Es una batalla contra las desviaciones que se producen por la emisión y reemisión de los acontecimientos, que van acumulando inexactitudes y manipulaciones con efectos intencionados. La labor ahora ya no es solo "informar", sino "desmentir", tratar de evitar esas desviaciones, que en un caso de esta naturaleza —un tiroteo— puede tener consecuencias funestas.
Hay
otro efecto, finalmente, que es el desbordamiento de los canales, especialmente
las redes telefónicas. En el artículo se nos indica que desde la Policía «...instaron
a buscar refugio inmediatamente y a solo hacer llamadas telefónicas "en
caso de extrema emergencia para que las líneas no se colapsen".»* La limitación de las comunicaciones evita el colapso, especialmente
porque aquellos que han conseguido captar imágenes están deseosos de
compartirlas subiéndola a sus redes e iniciando el movimiento informativo. La
petición es doble en su intención: evitar colapsos (cuantitativa), pero también
evitar la diseminación y sus efecto colaterales (cualitativa).
Hoy no podemos ignorar que lo que acontece no es
solo un hecho "físico", una acción, algo que alguien realiza o padece
en un lugar concreto, en el tiempo y espacio. Es además un momento que toma
forma discursiva, se convierte en texto y se difunde. Le afecta todo aquello
que es propio de un texto, es decir, lectura, interpretación, género
discursivo, enunciación, etc. Todo ello ocurre a una velocidad muy superior a
lo que se producía anteriormente, en ausencia de medios o con medios muy
lentos. El sentido de la palabra "testigo" se ha modificado con esa
posibilidad que anteriormente quedaba muy reducid (contarlo a la Policía, en un
círculo pequeño familiar, etc.) y que hoy se produce en una sociedad que
convierte todo en espectáculo, que es en sí mismo no ya "el gran teatro
del mundo", sino el "inmenso plató social", con decenas, cientos
o miles de cámaras enfocando y distribuyéndolo instantáneamente a todo el
planeta, con posibilidades infinitas de manipulación, pues cada receptor puede
convertirse en reemisor marcando el mensaje conforme a sus propios filtros.
La matanza de Hamburgo nos permite comprender cómo la Policía tiene que tratar hoy los hechos en estos tiempos mediáticos, tecnológicos, en los tiempos de la "aldea global" interactiva, como anticipó Marshall McLuhan. La especialización policial en comunicación y sus efectos y posibilidades es cada vez más necesaria. Todo hecho tiene hoy una doble naturaleza, la factual y la mediática en sentido amplio, tanto de los medios tradicionales, como los multimedia y los medios sociales. Cada uno tiene sus efectos y comportamientos que es necesario comprender.
* "Siete muertos y varios heridos tras
un tiroteo en una iglesia de Testigos de Jehová en Hamburgo" RTVE.es /
Agencias 10/03/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230310/muertos-heridos-tras-tiroteo-hamburgo/2431012.shtml
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