viernes, 31 de marzo de 2023

El presidente, su abogado y la actriz porno

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

De Ana Obregón a Donald Trump, los titulares en España cambian de eje. Las diferencias de peso de ambas noticias hablan por sí solas de estos cambios ciclotímicos en nuestras portadas y mentes. Ahora el viento sopla hacia Estados Unidos. Hemos pasado de la subrogación al escándalo de otra naturaleza, pero con componentes "jugosos" que los medios desarrollan.

El caso Donald Trump (él es un caso en sí mismo) estaba anunciado, aunque no se sabía muy bien qué le llevaría hasta estar imputado por algo. Estaba cantado no por una conspiración, como él se empeña en sostener, sino por el simple hecho de que algún día cometería algún error y los demás lo notarían. El error procede de su propia naturaleza tramposa y prepotente. Son esos dos factores los que le llevan, por ahora, a la imputación.

A algunos les puede parecer sorprendente que el caso que le lleva a los tribunales sea por la forma de pago a la actriz porno Stormy Daniels y no el asalto al Capitolio o decenas de irregularidades, como las llamadas grabadas pidiendo los miles de votos que necesitaba para alcanzar a Joe Biden. Pero así es la democracia.

Cuando se dice que es "por el pago" no se está diciendo la verdad del caso, aunque algunos medios lo lleven a sus titulares. Pero para algunos resulta más sensacionalista y "moralizante" decirlo así que entrar en la causa verdadera. La aventura de Trump con una actriz porno (podía haber sido con cualquier otra persona) era cosa suya y el pago por su silencio un acuerdo privado, algo entre personas, sin que le "importara" a nadie, por decirlo así. Pero es ahí donde radica el meollo del asunto. Es más sensacionalista que haya una actriz porno por medio a que sea un lío de pagos, un fraude que infringe las normas de pagos empleados en una campaña.

En la BBC encontramos una más ajustada descripción del problema real: 

El exmandatario ha sido imputado este jueves por un gran jurado en Nueva York tras ser investigado por el pago de US$130.000 durante la campaña presidencial de 2016 para presuntamente silenciar a Stormy Daniels, una actriz pornográfica, por una supuesta relación del pasado.

Daniels asegura que mantuvo una relación con Trump cuando este estaba casado y que le pagaron para que no contara nada. El pago en sí mismo no sería ilegal, pero al parecer Trump lo registró como un gasto de sus negocios. En Nueva York falsificar información relativa a los negocios es ilegal.

Trump, que está siendo investigado por otros casos y que planea ser candidato para las elecciones presidenciales de 2024, niega las acusaciones y considera que es víctima de una "persecución política".* 

Es el hecho encadenado de los pagos, que finalmente fueran a un registro de gastos de la campaña electoral, lo que le ha complicado la vida a Trump y le ha llevado a la situación actual, a la espera de que salgan los cargos a la luz. Todo podía haber ido de forma sencilla, sin más complicaciones, pero el hecho de defraudar camuflando los gastos como electorales, es lo que le ha dado el disgusto. Es la tacañería del millonario, sus ganas fraudulentas de no declarar como debía, lo que le ha llevado a esta situación. La libertad de cama frente a la obligación de respeto a las normas fiscales.

Hay otros factores, claro. En su intento de desgravar, comprometió a su abogado, Michael Cohen. También en la BBC en español se nos habla de esta cuestión: 

Si bien los rumores sobre la aventura comenzaron a aparecer antes de las elecciones presidenciales de 2016, el diario estadounidense The Wall Street Journal publicó un artículo en enero de 2018 sobre el pago de dinero secreto de Cohen a Daniels.

Dado que el pago se realizó un mes antes de las elecciones presidenciales, algunas fuentes argumentaron que el dinero podría representar una violación a las normas de las campañas políticas.

Al principio, Cohen rechazó la veracidad de los reportes de prensa. Pero en febrero de 2018 admitió que le había pagado a Daniels el dinero de su propio bolsillo y sostuvo que ni Trump ni su campaña estaban involucrados.

Sin embargo, en agosto de 2018, Cohen testificó bajo juramento que Trump le había ordenado que hiciera el pago secreto de US$ 130.000 tan solo unos días antes de las elecciones.

Presentó lo que dijo era evidencia de los pagos que había recibido del expresidente por el dinero que le había entregado a la actriz.

Trump reconoció haber reembolsado a Cohen, lo cual no es ilegal, y rechazó que tuviera algo que ver con el romance con la actriz o que hubiera cualquier irregularidad con respecto a las leyes de campañas políticas

Cohen fue encarcelado por múltiples cargos después de declararse culpable, entre otros delitos, de violar esas leyes durante las elecciones presidenciales de 2016 con su pago a Daniels.**

 


Si Stormy Daniels ya ha contado que mantuvo el silencio porque fue amenazada en plena calle y aceptó el dinero por miedo a que le ocurriera algo a ella y a su hija, lo que pueda contar el encarcelado Cohen puede ser más sabroso y dañino para Trump. El desprecio, que forma parte de su personalidad, sobre su propio abogado al que deja caer para ahorrarse él las consecuencias y desgravar los 130.000 dólares, lo acabará pagando.

La estrategia de Trump, evidentemente, es repetir una y otra vez que él no tiene nada que ver, que todo es una conspiración para que los Estados Unidos no vuelvan a ser "grandes" de nuevo al evitar que acceda a la presidencia. Pero esto no ha hecho más que empezar.

La cuestión ahora es cómo va a afectar a sus posibilidades presidenciales, cuál será la respuesta de sus seguidores. No es fácil establecerlo porque Donald Trump es un puñado andante de contradicciones. No olvidemos que Trump se presentó como un candidato "antisistema"; él era quien iba a salvar a América de sus enemigos externos y de las castas políticas.



Trump se presentaba como alguien capaz de acoger en sí mismo frustraciones más que realidades. Apeló a todos los miedos y fobias posibles dentro de la mentalidad de una parte de los votantes norteamericanos, que debían encajarlas para seguir sosteniéndolas. Pero las contradicciones saltan en cualquier momento. ¿Cómo encaja la ultraderecha religiosa de los Estados Unidos el escándalo de Stormy Daniels, entre otros? ¿Lo ven cómo un caso de financiación irregular en la campaña o como una cuestión de moralidad? 

Necesitan creer que todo es conspiración, que Trump sigue siendo su mesías americano, algo que está dentro de una vieja corriente que ve a los Estados Unidos como el nuevo "pueblo elegido" a la espera de un enviado  que ha de llevarles al dominio mundial y al paraíso espiritual.

Esa es la forma en que el propio Trump se percibe o, al menos, la que desde su teatralidad grandilocuente y narcisista transmite. Trump ha utilizado (y necesitado) escenarios a lo largo de su vida, ya fueran los platós de televisión, los de los concursos de mises, sus cameos en películas o la Casa Blanca misma, convertida en un punto al que se deberían dirigir los focos y miradas del universo.

Trump ha conseguido seguir vivo tras su salida del poder mostrando cada día alguna circunstancia diferente y un discurso común: él no perdió las elecciones, le robaron; el inquilino de la Casa Blanca es un usurpador, etc. Con cada nuevo dato en su contra, Trump contraataca con el mismo argumento de la conspiración y lanza proclamas a los norteamericanos llamándolos a la protesta, como ocurrió en el Capitolio. Ha amenazado directamente con dolor y destrucción si es detenido, augurando un mundo apocalíptico. Él se ve como el fin de una era; el mejor presidente de los Estados Unidos, según su propia opinión, superior a Washington, Lincoln y todos los demás. Nada hay más allá de él mismo; nada vale la pena de antes y nada mejor llegará después. Cómo alguien así, este personaje, pude llegar a ser votado por 90 millones de personas y liderar la mayor potencia mundial es un misterio y un escándalo, también un mal augurio y un temor.

Los violentos incidentes en países como Brasil, muestran que es fácil crear una situación de este tipo. Trump amenaza con ella. Veremos si se puede llegar a ese extremo que predice. El asalto al Capitolio mostró que sí es posible; el intento de evitar su detención, si se produce, pondrá a prueba a los Estados Unidos, un país polarizado... y armado, con demasiadas personas listas para tirar del gatillo.

* "Donald Trump se convierte en el primer expresidente de EE.UU. en enfrentar cargos criminales tras ser imputado por un jurado en Nueva York" BBC News Mundo 30/02/2023 https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-65132289

** "Imputan a Donald Trump: en qué consiste el caso de la ex actriz porno Stormy Daniels por el que expresidente enfrentará cargos criminales" BBC News Mundo 31/03/2023 https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-65004951

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.