Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las
noticias sobre la atención médica se
suceden en los medios. De seguir así constituirán una sección específica, los
"sucesos médicos", es decir, la recolección de hechos violentos, disfuncionales,
etc. que se relacionan con la atención
médica.
Aquí
hemos tratado en varias ocasiones este fenómeno que ocupa cada vez más espacio
mediático, por un lado, y en nuestras conversaciones cotidianas, donde se
expresan las experiencias del día a día.
Me vienen
a la memoria algunos largos viajes en tren —hace décadas— en los que la gente
compartía sus experiencias. "¿Y para qué han ido ustedes a Madrid?"
—se preguntaban para ir matando el tiempo. "Nos han mandado a ver al
especialista" — comentaban los interpelados. En pocos minutos se contaba
la enfermedad causa del viaje, a lo que respondían otros con sus experiencias
médicas en una especie de competición sobre cuál era la enfermedad más grave,
rara o larga en su tratamiento. El hecho de que no existan aquellos trenes, con
sus compartimentos de ocho personas hizo pasar a la historia estas conversaciones
médicas de viaje. Hoy todos vivimos en internet y salimos un rato a la realidad
para comer e ir al baño.
Las
agresiones a médicos y demás personal sanitario se están convirtiendo en una situación
cada día más habitual. Le echamos la culpa de la pandemia a todo, pero mucho me
temo que los aplausos que se dedicaba a los sanitarios cada día, a las siete de
la tarde, han pasado a la historia sustituidos por las agresiones sin horario
específico.
En RTVE.es titulan con un preocupante "Las agresiones a los médicos baten récord en 2022: las mujeres y la atención primaria, principales víctimas". Nos explican:
En la mayoría de los casos, los médicos tienen que sufrir amenazas e insultos. Concretamente, en el 84% son este tipo de vejaciones, y mayoritariamente las mujeres son las que las sufren.
Además, durante el pasado 2022 las lesiones a los médicos aumentaron un 3% y estas agresiones ya representan el 16% de las sufridas por parte de los profesionales del sector. Según los datos del informe anual, de las 843 agresiones comunicadas, el 10% acabó en baja laboral.
En un año marcado por la continua elevada presión asistencial de la atención primaria, dos de cada diez agresiones no estuvieron relacionadas con la atención médica o cuestiones asistenciales. Dentro de este ámbito, destaca que la mayoría fueron por el tiempo en ser atendidos (64,3%), seguido de un mal funcionamiento del centro médico (24,9%) y de todo lo relacionado con los protocolos COVID-19 (11,7%). *
Este tipo de situaciones es característico del primer escalón, es decir, agresiones a aquellos que están en primera línea, los que tienen que dar la cara ante los pacientes. Esto establece ya una primera división entre los que toman decisiones alejados de los problemas y aquellos que padecen sus consecuencias en sus propias carnes. La mayor parte de los problemas que crean situaciones de conflicto son debidas a las políticas y decisiones tomadas en despachos, no en consultorios, lo que lleva a una guerra doble: con los de arriba, los decisores —las autoridades políticas y sanitarias— y con los de abajo, con aquellos a los que hay que atender de mala manera o los que padecen los errores provocados por la situación laboral en la mayoría de los casos. En este sentido, ese 64,3% debido a la tardanza en ser atendidos es bastante claro.
Lo hemos dicho en muchas ocasiones: los dos grandes pilares de una sociedad moderna son la educación y la sanidad. Tenemos graves problemas en ambos y debería haber grandes pactos que garantizaran que no son campos de batalla política, de especulación o de abandono en cualquiera de sus vertientes, de la financiación al personal, de la investigación médica y farmacológica al desarrollo tecnológico aplicado.
Cada día aparecen cifras negativas en muchos sectores que, sencillamente, se ignoran. Esto vale para el suicidio infantil y juvenil, la salud mental o las agresiones médicas, como en este caso. Los datos de agresiones son muy claros:
Las agresiones a los profesionales de la medicina batieron récords en el año 2022, con las mujeres y los médicos de atención primaria como principales víctimas, según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.
En total, durante el año pasado, los médicos comunicaron 843 acciones violentas, lo que supone un aumento del 38% respecto al año anterior. De todas las agresiones sufridas, el 61% corresponde a las mujeres, un dato que consolida la tendencia de los últimos años, en los que se reflejaban que las mujeres acaparan la mayor parte de las agresiones. Además, la mayoría se concentran entre los colegiados más jóvenes.*
Que sean las mujeres y los más jóvenes no es una casualidad. Se trata de que se desplazan a los que tienen menos "argumentos" a los puestos que empiezan a ser peligrosos. Es decir: a los últimos en llegar se les manda allí donde existe riesgo: son los que no pueden decir que no. Las agresiones implican una falta de respeto, pero también de respaldo a los que las sufren. Las consecuencias son muchas veces las bajas, producidas por los efectos de su propia ansiedad. Si uno acude cada día a trabajar con el miedo a ser atacado, insultado, agredido, etc. la salud se resiente.
Los políticos han conseguido elegir las peleas en las que participan y dejar de lado otras, las más importantes. Son ellos los que marcan la agenda de debates o discusiones. Los ciudadanos tienen otras preocupaciones importantes que, sin embargo, quedan muchas veces de lado. Las cifras de agresiones en el sector nos están indicando algo, un estado social, una irritación que se acumula y estalla ante la falta de soluciones en cosas importantes, como es la salud.
Redacción Médica |
En una España que envejece, estresada, la salud es esencial, un sector en crisis que solo se enfoca desde la rentabilidad, como ha ocurrido con las residencias de mayores, cuyo desastre la pandemia ha dejado en evidencia con decenas de miles de muertes sobre las que se trata de pasar de puntillas. Somos el país de mayor consumo de ansiolíticos, cuyo reverso son esos estados de ansiedad que acaban estallando en las consultas, en los centros de salud, en la atención primaria o en cualquier otro lugar del sector.
Mal pagados, estresados, con largas y agotadoras jornadas de trabajo, ahora maltratados también el sector sanitario se merece un mejor trato, algo que repercutirá en nuestra propia salud. Cuidando el sector nos cuidamos a nosotros mismos. Es nuestra salud lo que realmente nos estamos jugando.
ABC |
* "Las agresiones a los médicos baten récord en 2022: las mujeres y la atención primaria, principales víctimas" RTVE.es 9/03/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230309/agresiones-medicos-baten-record-2022-mujeres-atencion-primaria-principales-victimas/2430731.shtml
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