Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El lío qatarí avanza hasta su punto de
máximo caos. Como planteamos en su momento, la prensa internacional resalta la
exigencia de Arabia Saudí y de los demás "aislantes" del cierre de
Aljazeera. Es el que todos resaltan. Después, romper lazos con Irán, declararse culpable y pagar por ello. ¡Insólito!
La
situación, tras la visita de Donald Trump a la zona, quedó en estado lamentable
y caótico. El desplazamiento del foco desde Israel hacia Irán no deja de ser
sorprendente pues Irán no parece mucho tener que ver con el terrorismo del
Estado Islámico, al que combate sobre el terreno. Pero los recelos son
constantes, tal como ocurre con Turquía con los kurdos. En teoría, están
combatiendo contra los mismos aunque se combaten entre ellos. Es uno de los
problemas de las guerra superpuestas, como ocurre en Siria.
Tras la
visita de Trump, todos se lanzaron contra Qatar, e indirectamente contra
Turquía, su aliada. El problema básico es que los Estados Unidos es aliado de
todos ellos, por lo que solo las palabras de Trump han podido desencadenar este
caótico movimiento.
Estas
son las 13 exigencias a Qatar —les han dado diez días— que circulan, recogidas
por el Middle East Eye (que también está incluido en las demandas):
Demand 1: Curb diplomatic ties with Iran and
close its diplomatic missions there. Expel members of Iran's Revolutionary
Guard and cut off any joint military cooperation with Iran. Only trade and
commerce with Iran that complies with US and international sanctions will be
permitted.
Demand 2: Immediately terminate the Turkish
military presence currently in Qatar and end any joint military cooperation
with Turkey inside of Qatar.
Demand 3:
Sever all ties to 'terrorist organisations' - specifically the Muslim
Brotherhood, the Islamic State group, al-Qaeda and Lebanon's Hezbollah.
Formally declare those entities to be terrorist groups.
Demand 4: Stop all means of funding for
individuals, groups or organisations that have been designated as terrorists by
Saudi Arabia, the UAE, Egypt, Bahrain, the US and other countries.
Demand 5: Hand over 'terrorist figures' and
wanted individuals from Saudi Arabia, the UAE, Egypt and Bahrain to their
countries of origin. Freeze their assets, and provide any desired information
about their residency, movements and finances.
Demand 6: Shut down Al Jazeera and its
affiliate stations.
Demand 7: End interference in sovereign
countries' internal affairs. Stop granting citizenship to wanted nationals from
Saudi Arabia, the UAE, Egypt and Bahrain. Revoke Qatari citizenship for
existing nationals where such citizenship violates those countries' laws.
Demand 8: Pay reparations and compensation
for loss of life and other, financial losses caused by Qatar's policies in
recent years. The sum will be determined in coordination with Qatar.
Demand 9: Align itself with the other Gulf
and Arab countries militarily, politically, socially and economically, as well
as on economic matters, in line with an agreement reached with Saudi Arabia in
2014.
Demand 10: Stop all contacts with the
political opposition in Saudi Arabia, the UAE, Egypt and Bahrain. Hand over all
files detailing Qatar's prior contacts with and support for those opposition
groups.
Demand 11: Shut down news outlets that Qatar
funds, directly and indirectly, including Arabi21, Rassd, Al Araby Al-Jadeed
and Middle East Eye.
Demand 12: Agree to all the demands within 10
days of them being submitted to Qatar, or the list becomes invalid.
Demand 13: Consent to monthly audits for the
first year after agreeing to the demands, then once per quarter during the
second year. For the following 10 years, Qatar would be monitored annually for
compliance.*
La lista resulta sorprendente y arrogante teniendo en cuenta
que se trata de un país soberano y que lo que se le está aplicando es lo más parecido
a un acta de rendición tras una guerra victoriosa para el invasor. Difícilmente
puede admitir nadie una lista —con compensaciones económica por pérdidas de
vidas en atentados— de esta naturaleza.
La lista tiene, en cualquier caso, un tremendo valor
revelador sobre la naturaleza de los exigentes,
encabezados por Egipto y Arabia Saudí. Revela los métodos que se utilizan para acallar países cuyas actuaciones no
les gustan y, peor, cuyas versiones difieren de las suyas.
Criticar la lista en sí y los métodos para intimidar a un
país no significa necesariamente simpatía alguna por Qatar y lo que haga o deje
de hacer. Significa constatar que es casi imposible que Oriente Medio pueda
llegar a disfrutar un día de una paz real mientras se mantengan esta visión de
la política y de la soberanía.
La prensa se ha centrado en la más llamativa de las
peticiones, el cierre de Aljazeera (la 6ª) y de otros medios qataríes (la 11ª).
Se plantea junto a la exigencia de no intromisión en los llamados "asuntos
internos". Eso significa, en término mediáticos, que nadie puede opinar de
ellos y de lo que ocurre entre sus fronteras. Muchos países árabes no han
entrado todavía en el concepto de "prensa" y siguen agarrados al de
"propaganda", únicos medios que admiten en su interior. Este criterio
propio es el que consideran en los otros. Tú
controlas a tus medios y yo controlo a los míos.
Según esta teoría, los gobiernos deben silenciar, encerrar o
hacer desaparecer a los opositores de otros países como hacen desaparecer a los
suyos. Es una política de buena vecindad. La máxima amabilidad es devolverlos
encadenados a los países de los que han huido y a los que critican.
Si entendemos el modelo profundo que esto implica es el de
unos países sin libertades, que se deben identificar con las políticas seguidas
por sus dirigentes "sí o sí". Las personas son súbditos obedientes.
Presionando a Qatar, los exigentes revelan que su modelo ideal deja bastante
que desear.
¿Cómo no va a exigir Egipto que cierren Aljazeera o
cualquier medio que critique al país o a su presidente si su gobierno ha
bloqueado más de cien medios para impedir que los egipcios tengan una versión
distinta? Como el caso lo hemos estado siguiendo, no será necesario extenderse:
no es solo Aljazeera lo que se ha perseguido sino a todos los medios críticos,
muchos de ellos sin conexión con cualquier tipo de "terrorismo". La
doctrina de que "la prensa es el enemigo del pueblo" ya estaba
inventada antes de Trump. Los países árabes la han practicado todo lo que han
podido. Nadie puede tocar a sus presidentes o a sus familias reales a menos que
se trate de un juego de rivalidad ante el poder.
El diario El País
se hace eco de la noticia y señala:
[...] Qatar ha dicho
repetidamente que estaba preparado a negociar concesiones si se le facilitaba
una lista de quejas, pero sólo si va acompañada de pruebas y en la medida en
que no ponga en entredicho su independencia. “Estamos convencidos de que esto
no tiene nada que ver con la lucha contra el terrorismo; quieren minar nuestra
soberanía”, ha declarado el embajador catarí en Washington, Meshal Bin Hamad al
Thani.
Es una idea que comparten
numerosos observadores. “No hay nada nuevo en las acusaciones. ¿Qué Qatar apoya
al terrorismo? Quienes le acusan también”, señala una fuente diplomática
occidental que se ha entrevistado recientemente con altos funcionarios saudíes
y emiratíes. “En cuanto a Irán, no justifica lo encabronados que están y el
lenguaje que están empleando”, añade en el convencimiento de que no hay
mediación posible. “Arabia Saudí no está dispuesto a hacer ninguna concesión;
sienten que [Qatar] se rio de ellos en 2014 y no se fían de que Kuwait logre el
objetivo de traerlo al redil”, concluye.**
¿Por qué ha estallado todo esto? La visita de Trump ha sido
decisiva en ello, en mi opinión. Cuando Trump, sorprendentemente, se presenta
ante ellos y les dice que el peligro es Irán, muchos ven la ocasión para
lanzarse contra sus críticos, en especial con los que no han seguido las instrucciones
del verdadero amo de la zona, Arabia Saudí, como muestra la situación creada en
Egipto con las islas de Tiran y Sanafir, el cobro por el sostenimiento del país.
Los ataques a la prensa proliferan entre ellos. Hemos citado
Egipto, ¿pero no está ocurriendo lo mismo en Turquía, en donde Erdogan cierra
un periódico tras otro? La excusa es el terrorismo, que existe, pero tras el
que se esconden ataques a los rivales, críticos y opositores. Si se les da una
excusa suficiente, estos gobiernos, cuyo sostenimiento solo puede ser el estado
autoritario y represivo, el silencio ante las corrupciones familiares y la
explotación esclavista de la mano de obra, se lanzan contra ellos, como hemos
visto que ocurrió durante la Primavera Árabe.
El control de los medios y de las redes sociales va más allá
del terrorismo. Erdogan tras el fallido golpe, aprovechó para deshacerse de sus
opositores, encarcelar funcionarios, militares, profesores, policías, maestros,
jueces, etc. y sustituirlos por otros de su cuerda. Cerró periódicos para
acallar sus voces críticas. Y como ahora hacen con Qatar, exigió que le
entregaran a los que había salido huyendo (Grecia) o estaban exiliados (Estados
Unidos).
Las políticas maquiavélicas de los estados árabes, de
enormes diferencias, implican un juego entre la información, la acogida de
enemigos ajenos y la represión propia. Qatar ha quedado en fuera de juego con
la maniobra de Trump y es hacia él contra quien se han vuelto las miradas,
antes que contra Irán, al que no se van a enfrentar directamente o Turquía.
La cuestión se plantea problemática para la diplomacia
norteamericana que obviamente no se puede permitir perder la pieza de Qatar, su
base más importante en la zona para atacar al Estado Islámico. Pero a los
países árabes alineados con Arabia Saudí les preocupa más los que tienen debajo
de los pies que lo que está en una extraña guerra que no se acaba nunca y
durante la cual, en cambio, pueden conseguir muchas cosas de Estados Unidos y
Europa. No se ve ninguna prisa por terminarla, ya que lo que se está
discutiendo no es cómo acabar con el Estado Islámico, sino cómo se va a
gestionar lo que me resisto a llamar "paz" desde el punto de vista
del territorio y del gobierno.
Oriente Medio es un tablero en el que se está
permanentemente dilucidando quién mantiene el control y la influencia en
diversos niveles. Los pueblos importan poco a dictaduras militares o a familias
dueñas de países. Solo importa el poder.
Y el poder no es solamente algo que se ejerce en un espacio propio, el territorio,
sino algo que surge de enrevesados juegos internos y externos, de alianzas
dentro y fuera de las familias.
La insólita petición de que cierren sus medios de comunicación
revela la naturaleza fascista de la presión. Podrían haber pedido la entrega de
terroristas o haber denunciado operaciones realizadas desde Qatar. Pero el
verdadero objeto de todo esto es la molestia que les produce un medio árabe que
mantiene una política informativa diferente a los medios estatales y
progubernamentales que la mayoría de estos países mantienen. De Turquía a
Egipto, pasando por Arabia Saudí, la libertad de información es un absurdo que
solo tienen sentido si sirve para debilitar posiciones dentro del juego de
equilibrios.
Señala El País en otro artículo la reacción de la cadena
qatarí:
La cadena catarí Al Jazeera ha
calificado de "intento desesperado de silenciar los medios de comunicación
libres" y de reducir la libertad de opinión y prensa en Oriente Medio la
petición de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto al
Gobierno de Doha para que cierre la cadena televisiva si quiere que levanten el
bloqueo con el que intentan aislar económica y políticamente el país. El grupo
de comunicación ha divulgado una declaración escrita en la que se reafirma en
su intención de seguir trabajando "sin ningún tipo de restricciones por
parte de gobiernos o entidades".
"Al Jazeera mantendrá su
misión de practicar el periodismo profesional haciendo caso omiso a las
presiones ejercidas por los países de la región que tienen como objetivo
silenciarla o cambiar su línea editorial independiente", asegura el
comunicado, que considera la petición de los países que ejercen el veto sobre
Qatar como un intento de "amordazar una voz independiente".***
Más allá de la retórica de unos y otros, el auténtico
problema se le plantea a la política norteamericana. Desde el momento en el que
Trump hizo su anuncio, la Secretaría de Estado se llevó las manos a la cabeza e
intentó arreglar el embrollo. Pero era exactamente lo que los países árabes estaban
deseando, tener una excusa para ir contra Qatar. Antes de que la Secretaría de
Estado pudiera matizar el asunto, antes de Kuwait pudiera escenificar la
mediación y que todo quedara tranquilo trabajándose en la sombra, el lío qatarí ya estaba montado.
En los distintos países, especialmente en Egipto, un coro
mediático uniforme se levantaba contra Qatar. El pequeño país era el
responsable de todo. La explicación de Egipto está clara y le ha servido para
ir contra diversos países, inicialmente contra Turquía y ahora contra Qatar. La
acusación es acoger a los Hermanos Musulmanes y permitirles crear medios de
información para "desestabilizarlos". Desde el "no-coup"
que dejó fuera del gobierno a Mohamed Morsi y a los suyos, Egipto ha tratado
por todos los medios de que se condenara como "organización
terrorista" a la Hermandad. Para el gobierno no es una cuestión de
"verdad" o "mentira", algo que haya que probar, sino una
cuestión de "legitimidad". No lo llamaron "golpe", sino
"rectificación de la revolución" por indicación del pueblo, que ya es
hilar fino. Unos días toca decir que la revolución de 25 de enero fue obra de
fuerzas extranjeras para destruir Egipto y otros que fue el pueblo el que se
levantó. Pero la cuestión de la Hermandad es una pieza clave del gobierno
porque la necesita para justificar sus propias actuaciones. En ellas, claro, el
silenciamiento de toda prensa discordante, hasta llegar a esos más de cien
medios bloqueados.
Aljazeera es una pieza esencial con la que están luchando
acusándola de difundir "noticias falsas" (no repetir lo que dice el
gobierno) y de apoyar doctrinas terroristas (seguir las doctrinas de los
Hermanos). Pero la única evidencia de todo esto hasta el momento es que donde
están los Hermanos y sus simpatizantes en el propio Egipto, lugar de origen y
donde les votaron hasta alcanzar la presidencia. Puede que el gobierno
argumente que los Hermanos están todos en Qatar, pero no se ha visto tal
descenso de la población egipcia. Muchos de ellos están agitando las banderitas
a la espera de tiempos mejores.
La cuestión ahora es cómo va a evolucionar esta situación.
Evidentemente, si no se detiene la presión/agresión sobre Qatar por parte de
quien puede hacerlo (Estados Unidos, el mismo que la desencadenó) el conflicto
irá creciendo hasta límites que no podemos aventurar. ¿Puede haber una invasión,
como la de Bahréin, por parte de las fuerzas saudíes y aliados?
El destructor "efecto Trump" es de una fuerza
incalculable porque puede crear un enorme conflicto internacional solo para
intentar demostrar que está "arreglando el mundo" y aliviar los
conflictos domésticos, que son grandes. Así salió de su gira monoteísta, dando a entender que todo estaba camino de arreglarse. Como vemos, no es así y está
muy lejos de hacerlo. Por el contrario, al conflicto con la guerra siria y el
Estados Islámico se le están añadiendo los conflictos de poder de la zona y, lo
que es peor, un frente ante Irán en el momento en el que han empezado a
retirarse las sanciones. Es el factor que permite hacer una alianza con Israel,
pero ¿a qué precio?
La doctrina de "asuntos internos", ¿implica el
cerco a un país, como se está haciendo? ¿Cómo va a reaccionar la comunidad internacional
que mira absolutamente escéptica las maniobras saudíes y sus asalariados? ¿Es
aceptable una lista cuyas exigencia primera es que te declares culpable, pagues
por aquello que has aceptado culpabilizarte y te obliguen a servir a otros
países, pues no es otra cosa la renuncia a una línea independiente?
En Egypt Independent se recogen informaciones con fuente en
Reuters:
“The demands are so aggressive that it makes it
close to impossible to currently see a resolution of that conflict,” said
Olivier Jakob, a strategist at Switzerland-based oil consultancy Petromatrix.
Several Qataris who spoke to Reuters described
the demands as unreasonable. “Imagine another country demanding that CNN be
closed,” said 40-year-old Haseeb Mansour, who works for telecom operator
Ooredoo.
Abdullah al-Muhanadi, a retired public sector
shopping for groceries in Doha on Friday morning, said the boycott must be
lifted before negotiations to resolve the dispute could start.
“There’s a lot on the list that is simply not
true or unreasonable, so how can we comply?” he said. “There are no IRGC
(Iranian Revolutionary Guard Corps) elements in Qatar and the agreement with
Turkey is a long-standing diplomatic agreement so we cannot ask them to leave.****
Es difícil leer la lista sin sonrojarse, por lo que dice del
autoritarismo violento, por lo que tiene de ausencia de diplomacia. Muestra,
una vez más, que las políticas de alianzas seguidas por la administración
norteamericana solo han generado vicios políticos y reforzado el despotismo.
Esa es la consecuencia del viaje de Trump.
El problema de fondo es la sombra que esto echa sobre
cualquier proceso de democratización, de cualquier sentido aceptable de ciudadanía. ¿Qué esperanza les queda? Su
mentalidad es autoritaria, intransigente y es difícil
que se modifique la forma de hacer política en la zona, que seguirá siendo la
más inestable, la más autoritaria, la más armada y la más violenta. Hasta lo
que llaman "paz" es violento porque solo tienen derecho a ella los
que aceptan del orden dado.
Como señalamos al principio del lío, la pieza que quieren
cazar es Aljazeera. Es la que les incomoda e irrita. Les incomoda que un país
pequeño no sea sumiso, que tenga su propia línea diplomática y la expanda a través de la
cadena. En un mundo de "verdades oficiales" y de "falsas
noticias", disponer de un poder comunicativo que discrepa de lo dicho por
los gobiernos no les es tolerable. Los bloqueos de la información son
constantes; las detenciones de periodistas aumentan. Pero Aljazeera lea pilla
lejos; por eso exigen que se cierre. Incita, dicen, a levantarse contra los gobiernos y al terrorismo, que no es exactamente lo mismo aunque algunos lo digan.
El silencio de muchos países tiene cierta lógica: ¡que lo
arregle Trump, que es quien ha creado el lío! Su ignorancia la deben arreglar
ellos, aunque la paguemos todos.
*
"Bonfire of vanities: Saudi demands expose fear and loathing of Qatar
#GulfTensions"
Middle East Eye 23/06/2017 http://www.middleeasteye.net/news/bonfire-vanities-saudi-demands-expose-fear-and-loathing-qatar-382011438
** "Arabia Saudí exige a Qatar el cierre de Al Jazeera
para levantar el bloqueo" El País 23706/2017
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/23/actualidad/1498209841_592480.html
*** "Al Jazeera mantendrá sus emisiones pese a que
Arabia Saudí exige a Qatar su cierre" El País 23/06/2017
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/23/actualidad/1498246110_154804.html
****
"Arab states demand Qatar closes Jazeera, cuts back ties to Iran"
Egypt Independent 23/06/2017
http://www.egyptindependent.com/arab-states-demand-qatar-closes-jazeera-cuts-back-ties-iran/
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