Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Aunque
algunos no lo creían posible tras el veredicto de los jueces anulando el
proceso de entrega de las islas de Tiran y Sanafir a Arabia Saudí, finalmente
(que no significa que sea el final) está en manos del parlamento egipcio. La
victoria "popular" que llevó a la detención de la entrega se acaba,
por ahora, en el único terreno que el gobierno tiene seguro y controla
relativamente: el parlamento. Tras las discusiones en la Comisión
parlamentaria, sus señorías han votado que pase la cuestión al pleno.
Esto no
se ha hecho sin irritación y, sobre todo, protestas de la oposición que puede
hacer ruido y poco más. Ir más allá es entrar en un terreno oscuro y
resbaladizo. El bloqueo de 57 medios, producido hace pocos días, puede algo que
ver en esto, pues se evita así gran parte de las repercusiones negativas y el
calentamiento de la impopular medida de entrega.
Sabedores
de que lo que ocurra en el Parlamento está controlado, diferentes fuerzas y
figuras políticas se han reunido para intentar forzar una respuesta mediática
que evite el silencio. Mada Masr da cuenta de estos movimientos de
oposición:
Sunday’s press conference was held at the
Dostour Party headquarters in Giza’s Dokki neighborhood, and was attended by
the liberal Dostour Party, the Egyptian Social Democratic Party, the
left-leaning Bread and Freedom Party, the Popular Socialist Alliance Party, the
Islamic-oriented Strong Egypt Party, the Nasserist-oriented Karama Current
Party, the Leninist-Trotskyist Revolutionary Socialists, and the liberal April
6th Youth Movement.
Participants included former presidential
candidates Hamdeen Sabbahi and Khaled Ali, along with ousted chief of the
Central Auditing Authority Hesham Geneina, expelled member of Parliament
Mohamed Anwar Sadat, critical journalist Khaled al-Balshy, National Council for
Human Rights member George Ishaq and former Ambassador Maasoum Marzouk. Dozens
of activists from other parties and political movements also attended.
Notably absent from the press conference were
the video cameras from Egypt’s mainstream television channels.*
La última línea es clara sobre la guerra mediática que se
avecina y, lo que es peor, su traducción en conflicto callejero de nuevo. La
estrategia del silencio es completamente absurda en estos momentos, si bien
—como señalamos— juega con la ventaja de la amenaza censora o con las
detenciones de los que protesten. Todo esto producirá una previsible espiral en
el conflicto en la que las protestas irán creciendo en intensidad y violencia
provocando reacciones gubernamentales.
Además de la variedad de los partidos señalados, llaman la
atención los personajes reunidos para la protesta por la entrega de las islas.
La presencia de dos antiguos candidatos a la presidencia tiene un carácter
simbólico. En el caso de Khaled Ali, fue quien presentó el recurso para evitar
lo que está ocurriendo y lo pagó con una detención. De él hablamos hace unos
días, cuando fue detenido por obscenidad porque uno de sus dedos se le disparó frente al Consejo de
Estado en este enero pasado. Los dos casos más llamativos son los de Hesaham Geneima y el
de Mohamed Anwar El-Sadat. Geneima —recordarán los hipotéticos lectores— fue el
Auditor General del Estado cuyo informe sobre el coste de la corrupción en
Egipto fue considerado un ataque a su prestigio y que fue detenido por ello.
Los jueces le exoneraron de culpa y el tiempo le dio la razón rápidamente con
nuevos escándalos.
El caso de Mohamed Anwar El-Sadat tiene cierto paralelismo.
Presidente de la Comisión de Derechos Humanos es acusado en el Parlamento de
"traidor" por mandar información a los organismos internacionales
sobre Derechos Humanos, nada que no apareciera en la prensa, pero su cabeza ya
tenía precio. Fueron a por él y colocaron a un ex policía en su lugar, lo que
muestra el sentido del humor egipcio.
La reunión de figuras conocidas para el acto de protesta,
como se nos dice, tuvo como respuesta mayoritaria el silencio en un intento de
cortar los lazos entre los grupos de protesta y los ciudadanos. Pero será
difícil mantener la discreción en este caso.
Egypt Independent nos ofrece ya algunos de los conflictos
abiertos, el primero de ellos sobre la falsedad de los mapas:
The copies of Atlas presented by some members
of the Parliament (MPs), which show Tiran and Sanafir as Egyptian territories,
are false copies, said the Parliamentary Affairs Minister Omar Marawan. The
comments came during discussions Monday in the House of Representatives
(parliament) of the 2016 maritime demarcation agreement with Saudi Arabia.
The copy of Atlas issued by the Military Survey
Authority, which was handed over to the Legislative Committee, did not show the
two islands as Egyptian land, he added.
The Parliament monitored many counterfeit maps
circulated on social media websites, said Parliament Speaker Ali Abdelaal. He
added these maps were published by certain parties he did not name to spread
confusion among people.
Only the documents published by the Armed
Forces on the two islands will be considered authentic, said Abdelaal.
“[I repeat] for the thousandth time: The
judicial rulings in this matter are nought. The decisions of any authority that
interferes with the [Parliament’s] powers will be considered null,” Abdelaal
reiterated.
Abdelaal pointed out that the Parliament
adheres to its powers in accordance to the Constitution.**
Al final, como siempre, no hay más voz autorizada que el
Ejército, por cuya boca se manifiesta la verdad. Todo lo que no salga con su
sello, será considerado una falsificación. La guerra de los mapas lleva tiempo
con diversas variantes, desde los libros de texto oficiales que las incluían
hasta el momento (¿falsificaciones?) a las que van saliendo de instituciones
internacionales.
La idea del presidente del parlamento de que los jueces son
"cero" en este asunto puede no haber sentado muy bien en la guerra
judicial. Egipto tiene una larga historia de disoluciones parlamentarias por
orden judicial, si bien siempre favoreciendo al poder. Pero el poder es menos
"poder" cuando no tiene el respaldo del pueblo ni de los jueces. Y
¿quién sabe? Egipto es Egipto.
A algunos les puede resultar sorprendente el argumento, pero
está también sobre la mesa. Algunos de los que quieren que las islas se queden
usan el argumento de la "sangre egipcia derramada" en su defensa,
algo que va más allá de lo retórico y emocional:
Meanwhile, during Monday’s parliamentary
session, Major General Magd Eddin Barakat, representative of the Armed Forces,
said: “No Egyptian martyrs fell on the Tiran and Sanafir islands during the war
with Israel.”
He added that the armed forces keep a complete
record of all martyrs and the exact places where they died.**
¡Mal camino el de derribar los mitos! El coste de la devolución,
venta o regalo, según se mire con unos ojos u otros, va a ser mucho más elevado
de lo que se había pensado.
El artículo
de Egypt Independent se cierra con una frase del presidente: "In a speech,
President Abdel Fattah al-Sisi called on the Egyptian people not to talk about
the matter anymore."** Es como si Donald Trump ordenara que no se
hablase más de Rusia. ¡Extraña costumbre presidencial!
Se empieza dudando de las fronteras, se pasa a hacerlo de
los mártires y quién sabe cómo se acaba.
*
"Parties announce joint protests against Parliament debate on Tiran and
Sanafir handover" Mada Masr 12/03/2017
https://www.madamasr.com/en/2017/06/12/news/u/parties-announce-joint-protests-against-parliament-debate-on-tiran-and-sanafir-handover/
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