sábado, 10 de junio de 2017

El extraño pacto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El lío qatarí montado por Trump progresa adecuadamente. El lío es como una noche muy clara que nos deja ver las estrellas, las constelaciones y hasta las galaxias más alejadas. El lío qatarí ha tenido ese efecto clarificador de las posiciones de Oriente Medio, el laberinto en el que Trump bailó con la cimitarra y señaló a Irán, por llevar la contraria a Obama.
El presidente norteamericano regresó a casa contento y ufanándose de haber solucionado con su sola presencia todo lo que allí pasar, fuera lo que fuera. No hay nada que se le resista y así lo dijo al llegar.
Sin embargo, lo único que ha hecho Trump —como todo aquello que toca— es crear un enorme lío en el que los países árabes, contenido hasta el momento, se lanzaban contra aquel que tiene lo que ellos no tienen: una cadena que se ve por el mundo, Aljazeera. Y eso molesta mucho a unos países que cambian pero quieren mantener su imagen exterior.
Cuando Trump señaló a Irán como culpable de todo, los países alineados con Arabia Saudí —por un motivo u otro— apuntaron todos a Qatar, que es más pequeño. Puede sorprender que si la culpa la tiene Irán, sea Qatar quien lo pague, pero nada es sencillo. Lo que hizo Trump fue abrir un melón bastante indigesto en el que no solucionará el problema del terrorismo, sino que aumentará el número de conflictos entre partes. Ya ha conseguido introducir a Turquía en el lío y a Irán, que se ha visto atacado en el centro de Teherán, cuyos ciudadanos ya empiezan a decir también que el Estado Islámico es una cosa de Arabia Saudí y los Estados Unidos (como recogía Euronews en sus calles). Más lío.


La acusación contra Qatar es en realidad la molestia por lo que llaman la injerencia en los asuntos internos. A diferencia de otros espacios, estamos viendo que el terrorismo o los grupos islamistas no están ligados al suelo más que de forma muy relativa. Lo de menos es la nacionalidad, lo que les importa es su fe sectaria. Por el contrario, otros países reivindican su espacio como propio y diferencial, como es el caso de Egipto, que construye un fuerte nacionalismo alternativo a todos aquellos para los que la nacionalidad es un invento occidental para dividirlos.
Durante décadas, los grupos políticos islamistas han sido acogidos por los vecinos, más próximos o más lejanos, siguiendo una tradición de no muerdas la mano que te alimenta. Cuando te persiguen, el enemigo de tu enemigo te acoge. La salida de los dirigentes Hermanos Musulmanes de Egipto tras el "no-coup" se produce hacia distintos lugares: Turquía (Erdogan los defendió a capa y espada), Qatar (acusan ahora) y algunos países occidentales, que son los que no los han declarado "terroristas".
El centro más poderoso ahora es la Turquía de Erdogan, que no desaprovecha la ocasión de ser beligerante. El envío de militares a Qatar es un gesto absolutamente desafiante a la zona.
Es en este contexto de la acción de Erdogan, refrendada por el parlamento turco, en donde hay que leer una noticia en sentido contrario. Nos la trae Ahram Online e involucra a Egipto y a Bahrein en un extraño compromiso:

Egypt’s President Abdel-Fattah El-Sisi agreed with Bahrain’s King Hamad Al-Khalifa on non-interference policies in relation to the internal affairs of the Arab countries, the Egyptian presidency announced on Thursday.
In a statement issued following the talks between the two men in Cairo on Thursday, the pair stressed the importance of forging mutual respect in the relations between Arab countries.
King Hamad arrived in Cairo on Thursday afternoon for a short visit to discuss developments in the Qatar situation.*


No deja de ser irónico que el acuerdo entre Egipto y Bahrein sea de no interferencia en los asuntos internos. ¿Qué es un "asunto interno" en estos casos? Esa es la pregunta clave, especialmente cuando acaban de cercar a un país declarándolo enemigo. Quien más había mostrado rechazo a Qatar ha sido Egipto con los conflictos a cuenta de Aljazeera y los Hermanos Musulmanes. Pero tuvo el mismo problema con las cadenas que emitían desde Turquía anteriormente y ahora ha bloqueado medios liberales, independientes y otros a los que acusa de "mentir", "desprestigiar" o "promover el terrorismo". Y a su vez, Turquía se dedica a cerrar medios acusando a los Estados Unidos de amparar terroristas por no concederle la cabeza de Fethullah Gulen.
En este contexto, en el que todos los demás son culpables de discrepar, de ser terroristas o de molestar, el acuerdo con Bahréin no deja de ser chocante, pues implica un pacto de... ¿qué? Volvamos a la pregunta: ¿qué es un asunto interno? Por ejemplo: ¿hacer desparecer personas en cárceles? ¿Lanzar al ejército contra el pueblo si sale a la calle? Podríamos seguir estableciendo suposiciones.


Los países pueden pactar colaborar, incluso para malos fines, como hicieron las dictaduras militares latinoamericanas en los 70, pero este extraño pacto de tú no miras lo mío y yo no miro lo tuyo es inquietante por lo abierto e insólito. ¿Significa que hagan lo que hagan se mantendrán callados?
La información de Reuters señala sobre el encuentro:

King Hamad of Bahrain met Egyptian President Abdel Fattah al-Sisi in Cairo on Thursday. In a statement issued by the Egyptian presidency, they gave no sign they were ready to compromise.
"The leaders agreed the decision came after Qatar insisted on taking a path that is harmful to Arab states and after attempts to prevent it from supporting terrorist groups," the statement said.
"Qatar insisted on interfering in the domestic affairs of Egypt, Bahrain, and other Arab countries in a way that threatens their safety and security and harms Arab national security and unity," it added.**


Lo más sorprendente del pacto entre Egipto y Bahrein es que se debería haber firmado con Qatar, según toda lógica, ya que es el país que "interfiere". ¿Qué sentido tiene que dos amigos en la causa aprueben no interferirse entre ellos cuando es Qatar el problema?
A Qatar le queda poco espacio de maniobra. Ha pasado a ser el responsable universal de todo lo que les ocurre a los demás, reconociéndole una influencia que difícilmente asumible por cualquier observador. El apoyo de Turquía puede complicar las cosas, pero ¿cuándo se ha ido hacia la sencillez?



* "Egypt's Sisi and Bahrain's King Hamad agree on 'non-interference' in Arab countries' internal affairs" Ahram Online 8/06/2017 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/270565/Egypt/Politics-/Egypts-Sisi-and-Bahrains-King-Hamad-agree-on-nonin.aspx

** "Egypt and Bahrain keep pressure on Qatar in Gulf crisis" Reuters 8/06/2017 https://www.reuters.com/article/us-gulf-qatar-egypt-idUSKBN18Z2NC



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