Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No
podemos dejar de alegrarnos: Egipto ha encontrado una fórmula para resolver el
problema del déficit. Al menos eso es lo que se dice en Daily News Egypt, en cuyos titulares leemos hoy: "Legalise
hashish trade to combat budget deficit: Tobacco Traders". ¡A grandes
males, grandes remedios!
La
iniciativa es de los empresarios del sector tabaquero, siempre avispados, que
ofrecen el remedio más a mano, es decir, de las suyas. El gobierno egipcio ha empezado a tomar medidas para prohibir fumar en espacios públicos, algo complicado en un país en donde la shisha es un negocio y una costumbre:
The Cairo and Giza Tobacco Traders Association
demanded a serious review of a proposal to legalise the hashish trade,
submitted to the Legislative Reform committee headed by Prime Minister Ibrahim
Mehleb.
Legalising such a trade could contribute
quickly and effectively in decreasing the national budget deficit within a few
years, compared to other economic methods, head of the Tobacco Traders
Association Osama Salama said.*
Recuerdo que una vez me dijo alguien en El Cairo que si los
egipcios dejaran de fumar y de hablar por teléfono, la economía se arreglaría.
Pero el señor Osama Salama está más por la vía del estímulo del consumo y de la
recogida de impuestos posteriores. Él ha hecho sus cuentas —tantos canutos al
días por tantos millones de personas— y le salen. En Egipto siempre salen las
cuentas sobre el papel. Y con frecuencia es el único sitio donde salen, porque
luego la realidad es otra.
Por ejemplo: causó gran revuelo la imposición de una visa
previa para entrar en Egipto. Como sabe cualquiera que haya ido, al llegar,
esta tasa se pagaba en el aeropuerto. Alguien hizo las cuentas... y le salían.
Pero cuando otros empezaron a hacer otras cuentas —las del turismo— las cosas
ya no estaban tan claras. De hecho, Egipto está lleno de personas que ven las
cosas muy claras, aunque no vean lo mismo. Pero lo importante es la claridad.
El señor Osama Salama es de lo que ven el presente y el futuro claros, incluso
puede que el pasado. Y lo ve humeante, colocado, que es lo que le hace falta al
país. Si no se arreglan las cosas, al menos se reirán un rato largo.
Pero lo que más me sorprende son los razonamientos del señor
Salama y algunas de sus consecuencias:
Salama added that the government should learn
the psychological and scientific rule, which says “the forbidden is
desirable…and the desirable is forbidden”. He said that if hashish is
available, its demand will be reduced. At the same time, the government can
impose taxes, and place controls and instructions on its trade.*
No sé, como empresario del sector tabaquero, cuáles son los
conocimientos de psicología y ciencia que posee, pero apoyo su principio, sin
duda. El principio de legalizar lo prohibido porque es deseable me parece
adecuado, aunque no sé si se ajusta mucho a la visión que allí tienen algunos de la ley, que tiende a la prohibición por sistema.
Habrá mucha gente a la que le parezca fatal que se prohíban tantas cosas. Se podrían legalizar, por ejemplo, las manifestaciones y quitar la protestada ley-antiprotestas, que da con los huesos de tanta gente en las cárceles, donde después se mueren atragantados. El señor Salama, siguiendo los principios de la Ciencia, sabe que en Egipto la gente no se manifiesta porque esté en contra del adorable gobierno, sino por el placer de lo prohibido. Si se derogara la ley antiprotestas la gente dejaría de protestar, al menos contra la ley antiprotestas. Pero esto sería solo el principio. Privados del aliciente de lo prohibido, los egipcios languidecerían aburridos y, quién sabe, quizá acabaran dándole al canuto a falta de otra cosa que hacer.
Habrá mucha gente a la que le parezca fatal que se prohíban tantas cosas. Se podrían legalizar, por ejemplo, las manifestaciones y quitar la protestada ley-antiprotestas, que da con los huesos de tanta gente en las cárceles, donde después se mueren atragantados. El señor Salama, siguiendo los principios de la Ciencia, sabe que en Egipto la gente no se manifiesta porque esté en contra del adorable gobierno, sino por el placer de lo prohibido. Si se derogara la ley antiprotestas la gente dejaría de protestar, al menos contra la ley antiprotestas. Pero esto sería solo el principio. Privados del aliciente de lo prohibido, los egipcios languidecerían aburridos y, quién sabe, quizá acabaran dándole al canuto a falta de otra cosa que hacer.
Nos queda el enigma de la segunda parte de su afirmación
científica: lo deseable está prohibido. No sabemos si es un principio de
contención moral o si trata de satisfacer a la parte más tradicional y
rigorista de la sociedad. En cualquier caso, parece que a él solo le interesa
entrar en la parte que produce el déficit, llevado por el patriotismo y su
ánimo emprendedor.
La verdad es que el país necesita al señor Salama y a sus
ideas (y a algunos más). Tras las expectativas creadas por la macroconferencia
para atraer inversores, la cosa no está demasiado clara. El presidente señaló
en la sesión de clausura "Egypt needs $200-300 bn to produce real hope for
its people": Sisi" (Ahram Online 15/03/2015). No basta con
hacerse fotos en un gran escenario para que esa esperanza se cumpla. A algunos
les bastarán las fotos, pero Egipto necesita más que fotos. El mercado egipcio
tuvo ayer una fuerte caída, de la que dan cuenta los titulares de hoy ("Egypt's
market loses LE6.45 billion on Sunday, EGX30 drops 3.2 %", Egypt
Independent 5/04/2015).
Y ahora el señor Osama Salama ha encontrado la solución,
para la que no hace falta, parece, depender de los inversores. Con el hachís se equilibrará el
presupuesto. Ha hecho estas cuentas:
“Through studying and analysing the declared
official statistics for the hashish trade on the Egyptian street, we found that
the size of the hashish trade annually is EGP 42bn,” Salama said. “The
government spent more than EGP 1bn in combating the hashish trade and it fails
by a rate of 85% and succeeds in 15% of seizure cases.”
Salama confirmed that legalising the hashish
trade and imposing a 10% tax will save EGP 4.2bn for the national economy in
the case of a non-increase in local consumption.
During the next 10 years, the government can
impose 50% tax on this trade through a long-term strategy to control this trade
and its taxes, according to Salama.*
Entre lo que te ahorras en dejar de combatir el tráfico y
los impuestos que les aplicas a los fumados, se arregla la economía. Una mente
analítica como la suya no se debe desperdiciar.
Lo que me sorprende —él sabrá de dónde ha sacado los datos—
son las cifras que da del consumo en Egipto de hachís, que son con las que se
cierra en artículo:
Salama noted that there are currently 40
million to 45 million drug users in Egypt, besides foreign users who live in
Egypt. He pointed out that this proposal will put responsibility on the
Ministries of Health, Supply, Agriculture, Interior and certainly the Ministry
of Finance, to regulate trade and use of the drug.*
La cifra que da es —millón arriba millón, abajo— la mitad de
la población del "país más poblado del mundo árabe", que es como solemos
referirnos a Egipto. Según sus datos, la mitad de la población del país son
consumidores habituales de drogas. No sé si el propio señor Salama se encuentra
entre ellos, pero la teoría de la probabilidad nos dice que tiene al menos el
50% de serlo.
Hasta cinco ministerios, nos dice el señor Salama, deberían
participar en el asunto del humo nacional, que debería verse desde el espacio,
junto a las luces del Nilo y el verde del delta. La tradicional capa de polución
que da ese encanto a El Cairo en las puestas de sol se intensificará con los
nuevos humos para general regocijo.
El ingenio egipcio para resolver problemas, esas ideas
geniales que no resuelven nada, sigue dando muestras de que no se erosiona. El
que intentó acabar con el crimen y el terrorismo prohibiendo la importación de
piezas de los "tuk-tuk" (motocarros) — "The minister noted that
the decision was approved by the Egyptian Cabinet in their meeting last week.
The decision aims to reduce the spread of the vehicles “which have became a
dangerous phenomenon that are used in criminal operations and contribute to
accidents”**— o el militar que intentó acabar mediante una "máquina
milagrosa" con la hepatitis C (y de paso con el SIDA) en el país con mayor
porcentaje de enfermos, etc., pertenecían a ese género tan egipcio del
"genio" vehemente en cuyas manos está el destino del mundo. Si luego
no funciona, es ya otra cosa.
Egipto no debe desperdiciar el potencial económico, moral y
filosófico del señor Osama. Si la idea de dejar colocado a medio Egipto les
parece poco afortunada o discutible, no deben dudar de su amor por las buenas
causas. Si ahora trataba de hacer accesible lo prohibido, que en Egipto tiene
mucho merito, hace apenas veinte días, realizaba una proclama pro electoral que no
debe caer en saco roto. Como sabemos, en Egipto una vez elegido presidente, el
resto es menos urgente, pero queda un Parlamento vacío, que desde que se fueron los islamistas sin despedirse ha quedado bastante desangelado. El señor Osama
Salama reclama las elecciones inmediatas con poderosos argumentos, según nos
contaban en Ahram Online:
Egyptian tobacco firms expect to generate LE150
million in extra sales during the upcoming parliamentary election campaign, an
industry insider has said.
Parliamentary candidates traditionally provide
drinks, cigarettes and sheesha to people who attend election rallies and
speeches, according to Osama Salama, president of the Giza and Cairo tobacco
traders association.
Increased sales are therefore expected during
the election campaign period.***
Nunca se la había sacado tanta rentabilidad democrática al
tabaco. Y luego dicen que sienta mal. Deberían celebrarse elecciones cada año
para incentivar la democracia y la economía. Egipto, entre humos. De ciagrrillos y shisha, de lo que haga falta. Todo por el bien del país.
El señor Osama Salama ha hecho patrióticamente lo que se le
pide: tener ideas. Apuntalado en la Ciencia y en la Moral —“the forbidden is
desirable…and the desirable is forbidden”— ha encontrado la solución, al menos
la rentabilización del problema. Ni
Michel Foucault lo hubiera explicado tan claramente. A Freud le sobran las
páginas de El malestar en la cultura.
Y tiene la extensión justa para estamparse en camisetas. Sin duda, es un filósofo.
El señor Osama Salama ha hecho lo que se le pide: tener
ideas. Apuntalado en la Ciencia y en la Moral —“the forbidden is desirable…and
the desirable is forbidden”— ha encontrado la solución, al menos la rentabilización del problema. Ni Michel
Foucault lo hubiera explicado tan claramente. A Freud le sobran la mayoría de
las páginas de El malestar en la cultura. Y tiene la extensión justa para estamparse
en camisetas.
El chiste del gran caricaturista egipcio Andeel que se incluye
en Mada Masr, titulado "Inteligencia" nos muestra al presidente al-Sisi llamando por teléfono ante un
ordenador: «Sisi:
"Hello Ahmed, listen, what does LOL mean?"»
Para los que no estén al tanto, "LOL" significa
"Laughing out loud", es decir, partirse de risa.
*
"Legalise hashish trade to combat budget deficit: Tobacco Traders"
Daily News Egypt 5/04/2015
http://www.dailynewsegypt.com/2015/04/05/legalise-hashish-trade-to-combat-budget-deficit-tobacco-traders/
**
"Tuk-tuk import ban upheld" Daily News Egypt 27/05/2014
http://www.dailynewsegypt.com/2014/05/27/tuk-tuk-import-ban-upheld/
*** "Tobacco firms expect sales spike during Egyptian election campaign" Ahram Online 11/03/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/124923/Egypt/Politics-/Tobacco-firms-expect-sales-spike-during-Egyptian-e.aspx
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