Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La
celeridad con que la alcaldesa de Madrid veía convertirse la capital en centro
de peregrinación mundial —¡400 millones de hispanohablantes!— con motivo del
hallazgo de las esquirlas de huesos que —a falta de ADN— se le atribuyen a
Cervantes, debería de sorprendernos, pero, desgraciadamente, no lo hace. ¡Cómo
no iban a venir desde los lugares más lejanos al saber que, por fin, Cervantes
salía a la luz! Algunos lo llaman ya "necroturismo".
Vaya
por delante que no le veo la necesidad de montar este espectáculo para
"confirmar" que donde la tradición decía que estaba enterrado Miguel
de Cervantes, ahora los científicos carezcan de medios para asegurar
rotundamente que se encuentran ante los restos del escritor, aunque a la
alcaldesa Botella le parezcan bien invertidos los fondos en el proyecto.
— Después de escuchar a los
técnicos, ¿no le queda ninguna duda de que está Cervantes entre los restos?
—Ellos han sido claros y lo han explicado muy
bien sin discrepancias en base a unos datos que se apoyan en tres disciplinas:
la histórica, la arqueológica y la antropológica. Con los métodos de esas
disciplinas han llegado a una conclusión, y es que en esa reducción de restos
que pasa de la antigua iglesia de las Trinitarias a la nueva, parte de los
huesos encontrados son de Miguel de Cervantes.
—¿Queda descartada entonces la investigación
con ADN?
—No se puede hacer porque Cervantes no tuvo
hijos reconocidos. Una hermana está enterrada en Alcalá de Henares, pero está
también en un osario con unas condiciones que no se puede hacer. Aparte del ADN
hay otras disciplinas, las comentadas, que llegan a esa conclusión sin
discrepancias.*
¡Si los
científicos fueran tan rotundos como los políticos! Quizá los que le llegaron
con el proyecto, que siempre es muy bonito, no lo contaron todo. Sinceramente,
que lo que han encontrado en la tumba sea de Cervantes o no sin poder aportar
la prueba de ADN, que sería la definitiva, se queda en otro acto de fe. Allí se
decía que estaba Cervantes enterrado y ahora se han encontrado restos de huesos
que podrían ser, ¿por qué no?, de Cervantes. Ninguna de las tres
"disciplinas" pueden ir más allá y la alcaldesa se enfrenta ahora a
otra ristra de desmentidos que la pondrán contra las cuerdas en su
peregrinación transmitiendo la buena nueva.
En el
ABC se limitan a recoger un poco el ambiente que se va creando respecto a este
acontecimiento:
—El martes, la
reacción de los periodistas fue fría, de incredulidad. ¿Cree que se ha hecho lo
suficiente?
—Con Cervantes se ha hecho lo máximo que se
podía hacer. Debemos aprender a poner en valor a nuestras figuras ilustres y
personalidades. Cervantes es lo más traducido en el mundo y, una vez hallados
sus restos, hay que ponerlo en valor.
—¿Cuál es la
fórmula para honrar sus restos? ¿Se instalará algo en la iglesia o en la
cripta?
—La cripta no parece posible que se abra al
público porque no está en buen estado. A las monjas el martes les parecía bien
que estuviera en la iglesia.
—¿En un mausoleo?
—O algún tipo de urna. Hay que verlo.*
Debo
confesar que la expresión "poner en valor" me asusta. Y lo hace
porque la veo traducida en pegatinas, colas en la iglesia y un negocio extenso
en el que se confunda la cultura con las esperas para entrar a ver un mausoleo
donde presuntamente está Cervantes. Si en París se visita la tumba de los poetas
malditos, ¿por qué no sacarle provecho a Don Miguel? Con el tiempo se le pueden
atribuir un par de milagrillos —un especulador que se vuelve ecologista y se
sabe pasajes de la Galatea, un directivo de la patronal que se cree Rinconete—.
Ese "hay
que verlo" también me asusta. Me imagino que dado lo que queda de nuestro
ilustre escritor, para compensar, se buscará un lujoso féretro, situado en una
urna a una distancia suficiente como para sentir emoción literaria y no
curiosidad científica. Visto así, sobre la sábana, parece el pobre Don Miguel comprado en Ikea y que tenga uno que montarlo. Pero no demos ideas.
Los
ataques contra Ana Botella no se han hecho esperar y le han llovido desde todas
partes, la política y la cultura, en un país que no siempre las diferencia. El
titular de El Confidencial, en un durísimo artículo, era muy expresivo:
"Cervantes entierra a Botella". No ha sido el más duro. No sé si
Botella tiene algo que atrae la crueldad, pero se ceban. Y lo malo es que no
aprende y sale de una para meterse en otra.
La
fotografía con el "32" en el centro, que reproducía el diario ABC,
llevaba un pie de foto digno de una antología surrealista del humor macabro:
Imagen de la reducción 4.2/32, conjunto
representado por un número mínimo de quince individuos, diez de ellos sujetos
adultos y cinco individuos infantiles, menores de dos años. Tras los trabajos
realizados, es posible considerar que entre los fragmentos de esta reducción,
localizada en el suelo de la cripta de la actual Iglesia de las MM Trinitarias,
se encuentren algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes.**
Si de
esa forma lo reflejaba el ABC, no hay que echarle mucha imaginación para cómo
lo hizo el resto. Tras la entrevista en Antena 3 lanzado a los cuatro vientos
la feliz noticia, el titular en su página web es «Ana Botella: "Queríamos ver
aparecer a Cervantes, pero tras 400 años no podía ser"». Y nos lo dice a nosotros.
Madrid se prepara para un año turístico de Cervantes
en 2016 y esto forma parte del decorado del parque temático. No se trata de
restar mérito a los investigadores que han realizado su labor, encontrar unos
cuerpos donde se esperaba encontrarlos. Estos, los del 4.2/32 son los más
antiguos y fueron un traslado colectivo de huesos a la iglesia nueva desde la
antigua. Que algunos sean de Cervantes solo es un acto de fe. No es cuestión de
presión de los periodistas de que digan si son o no son de Cervantes. Es el
político quien necesita de la afirmación rotunda porque es quien ha tomado la
decisión de hacerlo y quien ha orquestado la campaña.
A Ana Botella le queda otro peregrinaje de un lío en
el que vuelve a meterse ella sola. A los que han participado en el asunto, les
queda aguantar las caras escépticas de los que les piden que afirmen rotundamente
lo que no pueden afirmar. Señalaban en la SER Radio Madrid:
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha
asegurado que el equipo que ha logrado hallar los restos del escritor ha
contribuido a la historia y la cultura de España: "Cervantes es una
persona que no se puede separar de la cultura española", ha recalcado
Botella antes de incidir en que si algo caracteriza a España es un condición de
"gran potencia cultural".
Los periodistas, en cambio, han mostrado su
descontento durante la rueda de prensa por la poca contundencia de los
resultados. Los investigadores argumentan que no puede haber "verificación
matemática" (no hay prueba de ADN) pero que los estudios históricos, arqueológicos
y antropológicos que han explicado con anterioridad certifican que, entre todos
los restos óseos hallados en la iglesia, están los del escritor y su mujer. "Compaginar
nuestro lenguaje con un titular es complicado", se excusan y remiten de
nuevo al "es posible".***
Esto es
lo que pasa por usar las cosas indebidamente. Si Cervantes ya estaba allí, ¿por qué este númeto que alienta discusiones e incertidumbre? Sin posibilidad de ADN, podría ser tan Cervantes abajo como arriba, entremezclado con otras decenas de restos sin identificación posible. Pero a los políticos les gustan estos golpes de efecto, que algunas veces se transforman simplemente en golpes que se llevan.
* "Ana Botella: 'Con Cervantes se ha
hecho lo máximo que se podía hacer'" ABC 19/03/2015
http://www.abc.es/madrid/20150319/abci-botella-cervantes-hecho-maximo-201503182113.html
** "Ana Botella: «Hoy hemos contribuido
a la historia y la cultura de España»" ABC 18/03/2015
http://www.abc.es/madrid/20150317/abci-botella-hemos-contribuido-historia-201503171139.html
*** "Los restos encontrados en el
convento de las Trinitarias sí son de Cervantes" Cadena SER - Radio Madrid
17/03/2015
http://cadenaser.com/emisora/2015/03/17/radio_madrid/1426583017_943028.html
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