Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Leí con
sorpresa hace unos días unas declaraciones del presidente egipcio Abdel Fattah
al-Sisi en las que señalaba literalmente que la controvertida Ley
anti-protestas "derived from western laws"*, según recogía el diario
Ahram Online. Dicha ley está en el foco de las protestas que ella misma ha
producido. Si protestas contra la ley anti-protestas, te la aplican. Los que
han ido a protestar contra los compañeros detenidos, los han detenido en
aplicación de esa ley. Por eso me sorprende la osadía presidencial al anunciar
los orígenes de la ley.
Me
recuerda mucho el razonamiento peculiar del ex presidente iraní Mahmud
Ahmadineyad, que cuando le preguntaban por la represión en Irán decía que en
todos los países pasaba lo mismo, que si protestabas la policía intervenía y
que en Occidente se hacía lo mismo. Los periodistas que realizan entrevista a
estos personajes tienen que tener cuidado de que no les cambie la cara mientras
escuchan estas cosas. En la prensa egipcia que es también partidaria de estas
formas de "normalidad" algunos comparan sucesos como los desórdenes
por la muerte de un ciudadano en los Estados Unidos con lo que ocurre en su
país, señalando la contundencia con la que actúa la policía. Pero ninguno de
esos desórdenes acaba con centenares de condenas a muerte o cientos de muertos.
No son sucesos comparables de lo que son excepciones a lo que se quiere
reivindicar como una especie de normalidad.
La Ley
anti protestas egipcia no deriva de ninguna ley occidental, por más que lo diga el "ilustrado" presidente al-Sisi, sino de su propia
tradición gubernamental de represión de la disidencia y de colocar la etiqueta
justificadora a lo que no tiene nada que ver. Si criticas, por ejemplo, te
acusan de "atacar los cimientos del estado egipcio" o "traición
al pueblo" y te condenan por ello. El razonamiento posterior es que todos
los estados del mundo se defienden de los agresores, conspiradores, etc.
Es una
cuestión nominalista que se ha extendido con una hipocresía muy peculiar y
característica del sistema general, no solo de un gobierno específico. Buscas
el nombre adecuado, simplemente. La forma de estrangular a las ONG es acusarlas de recibir
"financiación exterior". Dicho así, todas quedan convertidas en
"agentes extranjeros", en traidores vendidos, como se decía en España
de forma irónica, "al oro de Moscú". De esta forma, las que son buenas reciben subvenciones del Estado y las
que quieren ser independientes no pueden recibir ayudas de otras organizaciones
internacionales porque serán acusadas de recibir dinero para socavarlo.
El mundo es muy simple así: los que están contigo son patriotas; los que te
critican, traidores. En la misma reunión en la que el presidente explicaba el origen occidental de la ley antiprotestas, se felicitaba por la iniciativa de los periódicos egipcios de coincidir plenamente con las directrices del gobierno. Quizá esto también tenga algún origen "occidental".
Que se
diga que la Ley más contestada y que más injusticias y sufrimiento está
trayendo a las personas que tratan de denunciar el autoritarismo reinante
deriva de las leyes occidentales es realmente una tomadura de pelo a los egipcios,
especialmente a los que están en la cárcel por su aplicación al reclamar los
derechos civiles esenciales y denunciar sus restricciones. Pero lo importante
es tener respuesta para todo y una buena maquinaria propagandística que
celebre cada una de tus palabras como las propias de un líder mundial. Los
mismos que vendieron que los representantes de las Naciones Unidas se habían
"enamorado" del presidente al-Sisi durante su intervención ante la
Asamblea de la ONU, lo que —como recordarán los lectores del blog— le costó una
disculpa oficial de Al Ahram a The New York Times por haber manipulado las
palabras de su corresponsal en Egipto. Lo que era un artículo crítico, se convirtió
en laudatorio en una burda manipulación que hizo avergonzarse al propio medio
egipcio y la discusión con la agencia de noticias oficial MENA.
El siguiente
paso ha sido, como sabemos, la renuncia de algunos periódicos a tratar
críticamente cualquier aspecto de la política gubernamental, militar o
judicial, en un acto insólito en la historia del Periodismo de cualquier país
civilizado. Se vuelve de nuevo a una situación tradicional: los egipcios
tendrán que recurrir a los "conspiradores" medios extranjeros ante el
oficialismo de los propios. Todo vuelve a la normalidad.
Pero
Egipto se enfrenta en los próximos días al examen de los derechos humanos ante
la ONU. Es la Universal Periodic Review (UPR) que hace sentarse en el banquillo
a los países para ver la evolución de los derechos humanos, si avanzan o
retroceden. El diario Mada Masr dedica un artículo a la preocupación previsible,
gubernamental y civil, por lo que se van a encontrar cuando se oiga su caso:
Every four years, UN member states are given
the opportunity to outline the actions they have taken to protect human rights
and to fulfill their human rights obligations. Rights groups in the respective
countries are allowed to submit reports and recommendations to be discussed
during the session, along with a report authored by the UN Office of the High
Commissioner for Human Rights.
After this session, the UN presents its
recommendations. Should the states accept them, they commit to ensuring their
implementation throughout the four years until its next UPR.
Egypt participated in a 2010 UPR session that
resulted in 165 recommendations. The state accepted 119, rejected 21 and
responded to the rest. So far, 125 countries have expressed interest in
directing questions or recommendations at Egypt, compared to only 51 countries
four years ago.
However, despite assertions that Egypt is well-equipped
for the review, local media coverage also reflects a state of apprehension.
Hesham Badr, assistant foreign minister for
international institutions and organizations, said that he expects
“interventions based on false and politicized information, which will be
rectified and responded to.”**
Las observaciones y recomendaciones no son una campaña
contra "Egipto", Por el contrario, son una manera de mostrar lo que
Egipto pueda padecer respecto al horizonte de los derechos humanos. Peor una y
otra vez las excusas son las mismas: conspiraciones, envidias, boicoteos, etc.
El victimismo egipcio saldrá reforzado en una sesión en la que previsiblemente
se le sacarán los colores. Allí el argumento de que las leyes represiva y amordazadoras
"están inspiradas en las leyes occidentales", no servirán más que
para provocar una carcajada general.
Los egipcios sensatos sabrán que las recomendaciones y
observaciones se hacen para defender sus derechos, que son los violados. Pero creo
que van quedando pocos y prefieren callarse por temor a que les den raciones
extra de "occidentalidad".
Señala Mada
Masr:
“All consecutive governments since 2010 have
violated rights such as the right to peaceful assembly, the right to form
associations, freedom of opinion and expression, not to mention the sexual
assaults on protesters. Meanwhile, they never achieved notable progress in
improving conditions for the underprivileged and health, education and housing
services,” their statement declared.
The NGOs’ report cited the repressive policies
of the security forces, which have led to “blatant violations” that contributed
to the killing of thousands of people. The statement also castigated the past
four consecutive governments for failing to successfully halt terrorist acts
against civilians and military personnel in Sinai and other parts of the
country.
Other major red flags include the absence of
fair trials, and the lack of accountability for those responsible for
subjecting Egyptians to a wide range of rights violations over the past three
years. The NGOs also decried the increasing number of civilians being tried in
military courts.
Serious violations of the right to peaceful
assembly were a main focus of the second report — both through pieces of
legislation like the contentious Protest Law, or violent state-sponsored crackdowns
that led to the deaths of more than 2,000 people over the past three years. In
addition, female protesters were especially subjected to a host of human rights
violations, a problem that reached its pinnacle in recurrent incidents of mass
rapes that security forces failed to prevent, while the survivors of such
crimes have received neither justice nor compensation.**
El examen que se va a realizar a la política de derechos
humanos, en efecto, valorará el periodo post Mubarak, ya que el informe
anterior se realizó en 2010, con él en el poder todavía. La revolución del 25
de enero abre un periodo confuso de continuas violaciones de los derechos
humanos por todos los gobiernos, fueran militares o civiles. No se libra ni el
salido de las urnas de los Hermanos Musulmanes, con el derrocado
posteriormente, Mohamed Morsi. Con Morsi algunos policías aspiraron a dejarse
barba, pero finalmente esta profunda reforma no se llevó a cabo por denegación
expresa de sus superiores. Todo siguió igual.
El aumento internacional de la preocupación por la situación
de los derechos humanos es mal comprendido por todos los gobiernos egipcios,
que se han amparado siempre en los "asunto internos". Fue la Unión
Europea la que le mostró a Morsi su preocupación por la falta de diálogo para
la realización de la constitución que después los propios egipcios cambiaron,
le criticó por recortar los derechos de las mujeres y le acusó de no defender
adecuadamente a las minorías religiosas. Morsi dijo a todos que se callaran. Pero
afortunadamente no lo hicieron. Tampoco lo harán ahora en las Naciones Unidas.
La tradicional ceguera egipcia no debe ser causa para que no
se manifieste el incumplimiento de los derechos humanos. Si alguien quiere
considerar "liberales" las leyes que mandan al que protesta a la
cárcel, juzga por la vía militar lo que debe ser civil, reprime y examina a las
personas por su condición sexual, equipara ateos con terroristas o censura
libros y películas, que lo haga. Pero que sepan que el pacto periodístico
egipcio con el oficialismo no funciona fuera; si quieren contarle a los
egipcios que es una conspiración envidiosa, que lo hagan.
El periódico Daily News Egypt también se hace eco de las voces
que advierte de la situación de los derechos humanos y de lo que le ocurre a
los que tratan de defenderlos desde las asociaciones:
HRW [Human Rights Watchers] said on Tuesday
that one human rights worker discovered a note left on his car, which read:
“You will die today.” A complaint was made to the police, “who took no action”,
and the Egyptian intelligence services contacted the anonymous rights worker
saying they would like to speak with him upon his return from a trip abroad,
reported HRW.
The possibility of criminal prosecution has
compelled “a number of high-profile Egyptian human rights defenders to leave
the country”, said HRW, adding that sources had informed them that arrest
warrants have been prepared for some of those who have left.
The international rights group also called on UN
member states to ask Egypt “to revoke a law that effectively bans peaceful
protests and to release thousands of people detained solely for political
expression”. The controversial Protest Law has seen prominent activists
sentenced and fined for participating in demonstrations against the use of
military trials for civilians and against the issuance of the law itself.
“Washington, London, Paris, and other capitals
have failed to confront Egypt’s dramatic reversal of human rights,” said
Philippe Dam, acting Geneva office director at Human Rights Watch. “They should
make clear that silencing independent groups will hurt Egypt’s relations with
its allies.”***
No sé si Egipto reconocerá alguna vez la deuda que tiene con
las muchas personas comprometidas con los derechos humanos y cuyo único
objetivo es hacer un país más habitable, justo y democrático. Puede que esas
personas que son insultadas, amenazadas, consideradas traidores, conspiradores,
etc., reciban algún día el reconocimiento que merecen. Hoy no es eso lo que
tienen. Pero son luchadores por un futuro que se resisten a entregar. Es también su Egipto, les digan lo que les digan. Son laicos y liberales, activistas que no quieren ni militares ni religiosos al frente del país. Pero no es un sueño fácil de cumplir.
Muchos de los activistas que participaron en la Revolución
del 25 de enero se encuentran tras las rejas, mientras que aquellos que
trataron de evitarla se han apropiado de ella. Ese es el triste destino,
paradójico, de una revolución de la que todos se han querido apropiar, pero cuyos
objetivos nadie ha querido cumplir.
La evaluación de los derechos humanos en Egipto se espera
con expectación hoy.
*
"El-Sisi praises Egyptian media's 'understanding', defends protest
law" Ahram Online 1/11/2014 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/114492/Egypt/Politics-/ElSisi-praises-Egyptian-medias-understanding,-defe.aspx
**
"Egypt uneasy ahead of UN review of human rights record" Mada Masr
3/11/2014 http://www.madamasr.com/sections/politics/egypt-uneasy-ahead-un-review-human-rights-record
***
"HRW urges UN to condemn Egypt’s human rights record" Daily News
Egypt 4/11/2014
http://www.dailynewsegypt.com/2014/11/04/hrw-urges-un-condemn-egypts-human-rights-record/
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