lunes, 22 de julio de 2024

La hora de Kamala Harris

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Finalmente, lo hizo. Joe Biden se ha retirado de la carrera presidencial. No es fácil luchar contra las evidencias y estas se pueden materializar en el elemento más claro: se han disparado las donaciones económicas hacia el partido demócrata inmediatamente de anunciar su retirada. Si el dinero fluye es que fluye la confianza. El dinero tiene su propio sistema interpretativo. Si en el caso de Trump el dinero acudía con cada denuncia contra él, en el bando demócrata respalda la retirada de Biden y la propuesta inicial de apoyo a Kamala Harris.

Lo que se les abre a los demócratas es ahora un dilema: ¿es Harris la candidata más adecuada para evitar la llegada de nuevo a la Casa Blanca de Donald Trump?

La mirada hacia atrás nos permite comprender lo extraño de la presidencia de Biden. La elección de un personaje mucho más joven y comunicativo, una mujer inteligente y preparada profesionalmente, ha permanecido en la sombra demasiado tiempo, quizá para evitar el inevitable contraste con Biden. Surge una pregunta: ¿sabía Kamala Harris de la intención de Biden de presentarse a la presidencia a tan avanzada edad? ¿Creía que su vicepresidencia desembocaría de forma natural en la candidatura presidencial? La cuestión es relevante ahora que se podrán contar los apoyos y los que no ven bien su candidatura automática. Sin una mayor visibilidad, previa, Kamala Harris tendrá que ganarse los apoyos de muchos que no pensaban en ella. Biden la ha respaldado ahora, una vez retirado de la carrera.

En RTVE.es leemos en este último sentido: "La vicepresidenta sigue siendo una desconocida para la mayoría de la población estadounidense, lo que es, según los expertos, su punto más débil, la falta de un discurso que aúne al electorado demócrata y convenza a los indecisos, como logró Barack Obama en su momento."*

De la popularidad de Harris se encargará, sin duda, Donald Trump, pues un rival poco conocido no va en sus planes de auto enardecimiento. A algunos podrá parecerles extraño que los republicanos hayan pedido que Biden renuncie, lo que implicaría el paso a la presidencia de Harris. Si no puede seguir la campaña, tampoco debería seguir en la presidencia. Los republicanos buscan eliminar una de las cabezas, la de Biden, para poder debilitar el frente que se les abre con un presidente haciendo campaña para Harris y recibiendo ellos ataques desde dos frentes,

La paradoja comunicativa ahora es que cuanto más ataquen a Harris, más la dan a conocer ante el electorado. El mejor escenario para Trump era evidentemente con un rival que se equivoca, olvida, confunde, cae y se pierde. Ahora ese escenario ha cambiado.

Trump, el mayor divisor, había empezado a postularse como el candidato de todos los americanos. Eso era fácil de entender con un rival que presumía el desastre por su edad, Biden. Pero si Kamala Harris logra encontrar el discurso adecuado puede invertir los papeles y acabar con el triunfalismo de Trump.

Si no hay grandes divisiones en el partido demócrata y Kamala Harris se convierte en candidata de consenso, es fácil promocionar su figura y discurso frente a Trump. Hay millones de personas esperando un candidato que lo frene. En RTVE.es Diego Álvarez Patilla ahonda en la raíz del problema con el titular "Kamala Harris, la vicepresidenta que la Casa Blanca olvidó aupar al frente del Partido Demócrata", En el artículo señala: 

El ascenso político de Kamala Harris durante la carrera electoral de 2020 fue meteórico. La entonces senadora y antigua fiscal general de California se convirtió en el complemento perfecto del líder demócrata, Joe Biden, quien la eligió como número dos del Partido para atraer al electorado femenino y afroamericano. Su inusual condición de afro-indo-americana la convirtió tras la victoria en las elecciones en una vicepresidenta que marcó hitos nada más comenzar: no solo era la primera mujer en el cargo, sino también la primera persona en ocupar el puesto con orígenes afroamericanos o asiáticos. Toda esa aura especial y transgresora parecía colocarla como la sucesora idónea de un Biden que, con 78 años cuando tomó la presidencia, podría no optar a la reelección.

Sin embargo, más de tres años después, Harris sigue siendo una desconocida para la mayoría de la población estadounidense. La misión que le encomendó Biden desde el inicio del mandato fue arreglar el complejo problema de la inmigración. Una tarea que, junto a la defensa del derecho al aborto, no le ha permitido realizar grandes comparecencias ante el público. Ese es, según los expertos, su punto más débil, la falta de un discurso que aúne al electorado demócrata y convenza a los indecisos, como logró Barack Obama en su momento.

No obstante, su dilatada trayectoria como fiscal general le otorga todas las herramientas necesarias para intentar acorralar al "convicto" Donald Trump en un debate. Las causas penales abiertas contra el expresidente y candidato republicano eran el argumento principal que un titubeante Biden fue incapaz de explotar durante el debate presidencial del 27 de junio. Esa noche, Harris fue la encargada de defender a su presidente y despejar las dudas ante su mala actuación, y para ello atacó a Trump con toda una serie de armas judiciales.**


La tendencia a seleccionar personas que atraigan un "suplemento de votantes" no es siempre la idónea para la continuidad. Esas personas complementarias pueden quedarse por el camino ante la selección de un líder con parecido con el anterior. De esta forma se mantiene esa tendencia al complemento y no a la sucesión. Pero ahora se apuesta por Harris como sucesora, aunque está por ver cómo lo acepta el resto del partido demócrata.

El calendario apuesta a favor de Harris. A Trump, por otro lado, tampoco le conviene la entrada de otro candidato distinto pues tendría que variar la munición. Esta es una cuestión importante, como lo es la formación jurídica de Harris, que podría ponerle las cosas complicadas en los próximos debates entre los candidatos.

Cientos de miles de demócratas estaban esperando un candidato que le diera una mínima esperanza de poder enfrentarse a Trump, que se presenta como ya coronado, como victorioso. Sus palabras diciendo que ha recibido un balazo en la oreja "por la democracia" y otras parecidas son de muy bajo contenido y destinadas a levantar vítores entre sus seguidores incondicionales que han llenado el panorama electoral de "ángeles", "milagros" y "voluntad divina". Los demócratas, en cambio, quieren a alguien que le haga frente a Trump poniéndolo en su sitio, alguien capaz de plantarle cara y dejar sus bravuconadas al descubierto.

¿Podrá hacerlo Kamala Harris? Creo que sí. Otra cosa serán los resultados. Habrá que ver hasta qué punto es "real" el ruido producido por Donald Trump y hasta qué punto es capaz de reaccionar aquella parte de los Estados Unidos que no comulga con el ex presidente.

Las elecciones norteamericanas afectan a todo el mundo. Aquellas imágenes de Trump corriendo y dando codazos para colocarse en primera fila en las reuniones de líderes mundiales no deberían volver a repetirse, La situación del mundo es peor, en gran parte a los grandes amigos de Trump, como Vladimir Putin, que ya se ha manifestado varias veces a favor de él como futuro candidato.

Hay demasiadas cosas en el recuerdo sobre Trump como para que el mundo le quiera ver de nuevo en la Casa Blanca. Eso jugará a favor de Kamala Harris.


* "Biden abandona la carrera a la presidencia de Estados Unidos y apoya a Kamala Harris como candidata" RTVE.es / Agencias 21/07/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240721/joe-biden-da-paso-lado-abandona-carrera-a-presidencia-estados-unidos/16193585.shtml 

** Diego Álvarez Patilla "Kamala Harris, la vicepresidenta que la Casa Blanca olvidó aupar al frente del Partido Demócrata" RTVE.es 21/07/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240721/kamala-harris-vicepresidenta-partido-democrata-joe-biden-estados-unidos/16191145.shtml

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