Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En las
elecciones norteamericanos son dos los indicadores que se valoran: lo que dicen
las encuestas, por un lado, y lo que
dice el dinero, por otro. Las encuestas son cambiantes, pueden variar por
pequeños acontecimientos; va por barrios, con estados unos más favorables que
otros; también hay gente indecisa hasta el final y también gente que lo oculta
hasta el final. Todo esto hace que las encuestas sean siempre mejorables y que
cuando está muy ajustado se busquen otros indicadores.
En el
caso de Kamala Harris ese indicador se ha encontrado en las donaciones
económicas para su campaña. Las donaciones se han disparado son tomadas como
decisión firme de que la candidata tiene esa confianza de la que se dudaba al
principio. Las dudas hasta que Biden dejó el camino libre fueron lo primero a
lo que Harris y los demócratas se tuvieron que enfrentar. Biden estaba
convencido realmente de que era el verdadero activo del partido, pero su principal
enemigo no era Trump, sino él mismo. Su deterioro físico (caídas, andares...) y
mental (lapsus, confusiones, olvidos) dejaban claro para todos lo que él no
quería ver. Finalmente lograron convencerle.
Esto
obligó a que los ataques directos de Trump tuvieran que cambiar de objetivo.
Ahora tenía a Harris delante y la estrategia se dividía. Uno de los argumentos
más "interesantes" planteados por los republicanos es hablar de
"golpe de estado" en el relevo de la candidatura presidencial. De
repente, para atacar a Kamala Harris, los trumpistas "defienden" (o
algo así) a Joe Biden como candidato.
Con Trump,
una campaña a la presidencia es una ristra de insultos, insinuaciones y
promesas. Trump solo se dirige a sus electores diciéndoles cosas que quieren
escuchar. La mayor parte son descalificaciones personales y promesas de acabar
con los problemas, como evitar la "tercera guerra mundial". No nos
dice cómo, pero a sus seguidores les basta con escuchar para saber que la habrá si no sale elegido su
candidato.
Pero el
indicador del dinero les hace mucho daño porque no es fácil ignorarlo. Trump ha
presumido con que cada ataque en los tribunales aumentaba sus donaciones. Le
bastaba con ejercer el victimismo en sus redes y discursos para recaudar más
dinero. Ahora no puede ignorar los indicadores de confianza que suponen para
Kamala Harris la explosión de donaciones que se están produciendo.
Hasta hace muy poco tiempo, Harris estaba sin protagonismo. Así lo hacía ver la idea de Biden de la continuidad en el puesto. La atención debía ir al presidente y los problemas a Harris.
Pero la
retirada forzosa, tratando de no causar escándalo, de Biden por motivos obvios
a poco más de cien días lleva a apostar por Harris como valor más seguro frente
a los daños que podían hacer unas primarias tan cerca de las elecciones y con un
Trump consolidado criticando un espectáculo demócrata fratricida.
Kamala
Harris ha dado cierta sorpresa con su capacidad de atracción y el último grande
resistente, Barack Obama, ha dado finalmente su apoyo. Pero lo apoyos crecen
allí por donde Harris va haciendo campaña. Hay encuestas que le dan incluso
ventaja.
En 20minutos nos cuentan el crecimiento entre los jóvenes demócratas del apoyo a Harris, un sector que no casaba bien con las políticas de Joe Biden. Harris conecta mejor y han encontrado un símbolo, el "cocotero y el coco" que se ha difundido ampliamente como meme.
La circulación de memes es un tercer elemento,
junto a los dos anteriormente señalados. Si el problema es que se conoce poco a
Harris y que los republicanos de la insultan y se burlan de ella, la de los
memes es una campaña útil para extender el conocimiento y detectar apoyos.
En EE UU, Twitter, Instagram, TikTok y otras redes
sociales se han llenado de palmeras y cocos. Lo que se ve en la mayoría de
ellos es un coco que cae de una palmera. Al romperse contra el suelo,
aparece la cara de Harris.
Un coco, una palmera y una bandera
Todo empezó hace una semanas, antes incluso de que Joe
Biden anunciara que abandonaba la carrera presidencial, cuando algunos miembros
del Partido Demócrata se unieron en Internet para apoyar la candidatura de
Harris (se les conoce como KHive). Como símbolo comenzaron a usar un
cocotero.
En cuanto Biden dijo que se retiraba, Jared Polis, el gobernador de Colorado, escribió un tuit con sólo tres emojis: un coco, una palmera y una bandera estadounidense. Otro, Brian Schatz, senador demócrata por Hawai, publicó una foto suya subido a un cocotero: "Señora Vicepresidenta, estamos listos para ayudar".*
La prensa norteamericana se ha llenado de cocoteros y cocos que se caen, asociados con Kamala Harris. Se ha llenado de explicaciones del origen. En 20minutos señalan:
El origen está en una frase que la propia Kamala pronunció hace más de un año en un acto en la Casa Blanca: "¿Crees que te acabas de caer de un cocotero?". Era mayo de 2023 y un acto para promover las oportunidades de los hispanoamericanos. Aquella iniciativa se iba a centrar en los jóvenes, pero también, explicó, debería tener en cuenta las necesidades de sus familias, profesores y comunidades, "porque ninguno de nosotros vive en un silo".*
De aquella frase dicha ha salido la imagen que la representa, el meme. Con el coco se significa la necesidad de entender y atender los problemas desde perspectivas amplias, entendiendo que los problemas no surgen de la nada, sino de otros problemas que hay que intentar solucionar. La idea es que no se puede vivir aislado de los problemas, que hay que hacerles frente. Nosotros diríamos "caerse del guindo", es decir, caer en la cuenta de algo que no veíamos, el mundo que nos rodea, ver sus problemas.
Esa idea ha calado a través del meme del coco y el cocotero, una frase popular que se ha traducido a variantes gráficas, algo fácil de reproducir entender y de llevar puesto:
El
objetivo inicial se ha cumplido, hacer visible a Kamala y sus apoyos en la red.
Se hace además a través de un sector, los jóvenes con el que no se había
conectado correctamente debido a las políticas de estado, especialmente el
apoyo incondicional a Israel, algo que los jóvenes (y no tan jóvenes) demócratas
no comparten.
Esta
campaña presidencial norteamericana nos va a enseñar mucho sobre las nuevas
formas de comunicación política. Con cuatro años de diferencia entre ellas, da
tiempo a que cambie el espacio comunicativo, cada vez más acelerado y en el que
nada se da por seguro hasta que se hace.
Los medios norteamericanos (no solo ellos) han llenado páginas y páginas con la explicación del cocotero. De esta forma han llevado a Harris al centro de atención. La oreja de Trump compite con los cocos de Harris.
* Chema
Lizarralde "Un cocotero, el arma de Kamala Harris para ganarse a los
jóvenes y la campaña de las presidenciales" 29/07/2024
https://www.20minutos.es/noticia/5535441/0/un-cocotero-el-arma-de-kamala-harris-para-ganarse-a-los-jovenes-y-la-campana-de-las-presidenciales/
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