jueves, 26 de noviembre de 2020

Nadeen Ashraf o la visibilidad de las mujeres egipcias

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


No es fácil la causa de las mujeres en Egipto, por lo que la noticia recogida por Egyptian Streets produce una gran alegría a todos los que se sienten comprometidos en el empeño. El titular del periódico nos informa: "Egypt’s Nadeen Ashraf on BBC’s ‘100 Most Influential Women’ of 2020". Es un reconocimiento simbólico, sí, pero en este caso merecido por un lado y eficaz por otro ya que ha conseguido atraer la atención internacional sobre un problema que permanece en la cada día más conservadora sociedad egipcia, polarizada entre los grupos de jóvenes empeñados en transformar el país modernizándolo y aquello otros que se empeñan, por el contrario, en retroceder hacia posturas tradicionalistas que limitan las capacidades de las mujeres.

No hace mucho, uno de estos artículos en Egyptian Streets, lucía un solo comentario al final, un quejumbroso "¡está lleno de artículos sobre mujeres!". El comentario no es algo casual, sino el reflejo de esa mentalidad que ha acabado amparando el gobierno de al-Sisi que ha seccionado el desarrollo de un pensamiento moderno creando un tradicionalismo arrebatándolo a los islamistas. Con esto no ha conseguido liberalizar la sociedad, hacerla más transigente o modernizarla, sino lo contrario: polarizarla entre dos formas de radicalismo conservador que empareda a las mujeres por un lado con un conservadurismo de un tipo y por el otro lado de otro. Los efectos sobre las mujeres son los mismos por ambos lados.

En la publicación se nos cuenta el reconocimiento a la joven egipcia: 

Nadeen Ashraf, founder of Instagram account page ‘Assault Police‘ which helped spark the #MeToo movement in Egypt, was featured on BBC’s list of 100 most influential women of 2020.

“Nadeen is now seen within the feminist movement as a linchpin for social change in the fight against sexual harassment,” the BBC said on its website.

Initially, the account started out as a platform to allow women to come forward with their testimonies and share their stories openly Initially, the account started out as a platform to allow women to come forward with their testimonies and share their stories openly  without feeling threatened. However, it later grew into a wider campaign that propelled other movements and more women to come forward, such as female students at Egypt’s higher institute of cinema.

“I grew up surrounded by women who dedicated their lives to pushing for change; I never thought I would be in a position to amplify their voices. It’s never too late to do something you believe in,” Ashraf told BBC.*

 

El acoso y el maltrato es un mal demasiado extendido en Egipto, según todos los informes nacionales e internacionales. Pero cuando se llega a ciertos niveles, el hecho de denunciar las situaciones o apoyar a las víctimas se convierte en un elemento de riesgo. Lo hecho por Nadeen Ashraf es un acto valiente; ha puesto voz a las víctimas y ha denunciado la situación haciendo que queden al descubierto los agresores.

El sistema egipcio se basaba en la sanción social. La mujer es siempre culpable por defecto, lo que lleva a una presión hacia el silencio para evitar los ataques tras la exhibición pública que implica la denuncia.

Como efecto de las acciones de visibilidad del problema, denuncia de los agresores y la voz dada a las afectadas, la página de Nadeen Ashraf dejó al descubierto lo que la sociedad tapaba con su silencio mirando hacia otro lado: 

Since the beginning of July, a wave exposure of sexual predators was occurring on Egyptian social media, following the case of Ahmed Bassam Zaki who was accused of rape, sexual assault and sexual harassment of more than 50 Egyptian and foreign women.

After Zaki’s arrest, Egypt’s Prime Minister Mostafa Madbouly approved a legislative amendment in the criminal code to protect the identities of victims of harassment, rape and assault during court cases. The amendment enables prosecutors to conceal the data of victims coming forward with their reports in order to protect them from possible retribution from perpetrators or external parties.*

Aquí hemos tratado varios de esos casos señalando precisamente el valor de la denuncia en una sociedad que considera que cualquier denuncia del machismo es un atentado a los "valores sagrados de la familia egipcia". El "feminismo" es visto como parte de una conspiración para la destrucción de los valores de una sociedad que no quiere mirar su situación real, las cifras de acoso y violencia, que se refugia en una imagen idealizada de sí misma negándose a ver lo que ocurre en sus calles, lugares de trabajo y hogares. Los tradicionalistas no quieren perder el control sobre las mujeres, al igual que los islamistas. El régimen de al-Sisi es profundamente conservador y mantiene esos tópicos sobre la mujer que no se sostienen en la realidad.

La realidad es la que muestran las asociaciones como la creada por Nadeen Ashraf para mostrar la situación real de las mujeres y crear instituciones que las ayuden y preparen.

La medida del gobierno llega tras miles de mujeres que han renunciado a denunciar porque se las exponía a la humillación pública, al ataque físico o a la violencia del "honor familiar" por el hecho de ser atacadas.

Recordemos que en Egipto se ha llegado a hablar de "terrorismo sexual" en la medida en que los ataques a las mujeres —como ocurrió en Tahrir en 2011— tenían como objetivo sacarlas de las calles. Las violaciones y el acoso formaban parte de un plan para evitar su participación en los movimientos de protesta. Los "exámenes de virginidad" perpetrados por los médicos militares tenían el mismo objetivo. Quien los autorizó es el actual presidente egipcio, persona encargada entonces de la inteligencia militar y de la represión.

El valor de lo conseguido por Nadeen Ashraf es grande, aunque el reconocimiento ahora le sea dado desde el exterior, por la BBC. Pero este reconocimiento —al que nos sumamos— tiene una gran importancia porque pone el dedo en el aspecto que más le preocupa al régimen, la imagen internacional. La presencia de Ashraf va de The New York Times a The Indian Times (que la llama "#MeToo Warrior"), recorriendo el mundo, recordando que las cosas no funcionan y que son los ciudadanos los que tienen que luchar por los derechos y seguridad de las mujeres.

La Universidad Americana de El Cairo, de la que es estudiante, la ha incluido  junto a personas muy conocidas, como una voz pertinente y autorizada, algo que no está mal con sus poco más de veinte años. Escriben en la página institucional de la universidad: "AUC formed an Advisory Board of distinguished leaders to help shape the topics, speakers, sequence and direction of the series." Ella está entre esas personalidades. Es un reconocimiento importante, como líder, en su propia universidad.

La visibilidad de estos esfuerzos es esencial porque sirve para que reciban una inyección de ánimos, la fuerza que da el saber que su trabajo sirve para algo, pero también que es reconocido. Una parte de la juventud egipcia se desengañó tras el retroceso del gobierno islamista de Morsi, el "no-coup" posterior y la ola de tradicionalismo que ha traído. Los encierros de activistas y el cerco a sus posibilidades de trabajo mediante las presiones, intimidaciones y silencios hacen que se necesite un gran valor. Nadeen Ashraf lo tiene y desde aquí lo aplaudimos. Egipto necesita muchas personas como ella. 

* Mirna Abdulaal "Egypt’s Nadeen Ashraf on BBC’s ‘100 Most Influential Women’ of 2020" Egyptian Streets 24/11/2020 https://egyptianstreets.com/2020/11/24/egypts-nadeen-ashraf-on-bbc-100-100-most-influential-women-of-2020/

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