Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Donald
Trump sigue sumando rechazos y reveses. Ha conseguido estimular las mentes de
todo el mundo buscando formas de mostrar la oposición a sus planes, palabras y
visión del mundo. En este sentido negativo, es un gran unificador que saca lo mejor de muchas personas de la misma forma
que sacó lo peor de muchos de sus votantes. El rechazo a la prepotencia que
encarna se está manifestando por todas partes.
La
prensa se dedica a especular sobre cómo, cuándo y dónde será las protestas,
como ha ocurrido con la Super Bowl, que comentamos. Finalmente, Lady Gaga coló
unas palabras de Woody Guthrie, unos versos del This Land is Your Land, suficientes para evocar en la mente de los
que escuchaban el mundo al que se estaba refiriendo. Unos esperaban más, otros
menos. Guthrie fue la voz de los refugiados, el hombre que escribió sobre la
indiferencia ante la muerte de los deportados, "adiós, mis amigos".
Con los versos insertados, Lady Gaga traía a la Super Bowl al mayor denunciante
de la opresión social, de la desigualdad, al hombre cuya guitarra tenía escrito
"this machine kills fascists".
Los que
sí se manifestaron claramente durante la Super Bowl fueron los anunciantes. Los
anuncios millonarios, como analiza Euronews, eran todos ataques a la línea de
flotación de las políticas de Donald Trump, de la inmigración al sexismo. La
cadena habla de "otra batalla", la de los anuncios:
No es por casualidad que Coca Cola utilizara
la misma publicidad de 2014, con el eslogan ‘America la Bonita’, donde se ven
personas de diferentes razas y confesiones hablando en diferentes lenguas
cuando el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un crítico de la
multiculturalidad
En el mismo sentido, la compañía de alquiler
de apartamentos privados por internet AirBnB exhibió un anuncio con un mensaje
en contra de las barreras en el mundo en función del origen de cada uno y el
lema para Twitter ‘Nosotros, aceptamos’. Este lema fue compartido en la red social
por unas setenta mil personas durante el encuentro.
Por su parte, la compañía alemana de
automóviles Audi utilizó como protagonista a una niña en una carrera de coches
infantil con la narración de su padre para reivindicar que la equiparación
total del salario de las mujeres con la de los hombres. En el tweet de Audi, se
recuerda de que aun lo es en un 21 por ciento menos.
Y, si alguien quería ver aun más elementos
políticos en el acontecimiento deportivo más importante del año en Estados
Unidos, el ejemplo está en la publicidad para promocionar los aguacates
mexicanos en el país. Una sociedad secreta discute sobre si debe hacerse
público el gran beneficio nutritivo de este fruto. Toda una ironía sabiendo que
Trump quiere construir un muro entre Estados Unidos y México y renegociar el
actual tratado de libre comercio norteamericano.
De hecho, la Fox que tenía los derechos de
retransmisión obligó a la empresa de construcción 84 Lumber a modificar su
anuncio porque en él aparecía un muro en la frontera y consideraba que tenía
unos contenidos políticos incompatibles con la cita.*
La resistencia
de las grandes empresas tecnológicas, las punteras del país, ha sido explícita;
se han manifestado en contra de la política anti inmigración y de la
prohibición de entrada de países enteros. Son las empresas tecnológicas las que
captan lo mejor de lo que encuentran fuera para ser más competitivas. Los
argumentos contra la deslocalización de las empresas no se les puede aplicar porque
hacen justo lo contrario, lo que siempre han hecho los Estados Unidos y
presumido de ello: la captación de talento. La visión de Donald Trump hubiera
impedido, por poner un ejemplo, que Alfred Hitchcock, Charles Chaplin, Fritz
Lang, Billy Wilder, entre otros miles de nombres, hubieran dirigido películas y
beneficiado a la cultura, economía e industria norteamericanas. Habría impedido
que Werner von Braun hubiera sido uno de los padres de la NASA que
contribuyeron a colocar la bandera norteamericana en la luna... Y un sinfín de
ejemplos que mostrarían lo absurdo de sus planteamientos precisamente por
antinorteamericanos, que es lo que le están diciendo desde todos los rincones.
Ver el mundo como una otredad insufrible y peligrosa es la negación de la
esencia de Norteamérica. Trump no es "América", sino la anti América,
el viejo, viejo mundo, el del
nacionalismo sectario, racista y xenófobo.
Pero el
revés más acusado de todos los recibidos hasta el momento procede no de los
Estados Unidos, sino de su partenaire para liderar el mundo, de Reino Unido.
Tras la invitación de Theresa May para visitar Reino Unido, se han enviado a su
Parlamento cerca de dos millones de cartas pidiendo que Trump no vaya.
Sencillamente, no le quieren allí.
La
bofetada —creo que no es excesivo calificarla como tal— la ha recibido de la
Cámara de los Comunes, cuyo "speaker", John Bercow, se ha despachado
bien sobre Trump. La
BBC recoge en su titular de anoche "Speaker Bercow: Trump should not speak
in Parliament". Para que no haya dudas del tono, la BBC incluye el
vídeo con las palabras expresadas. Bercow ha dicho ante sus compañeros
parlamentarios:
"Before the imposition of the migrant ban,
I would myself have been strongly opposed to an address by President Trump in
Westminster Hall," he said.
"After the imposition of the migrant ban I
am even more strongly opposed to an address by President Trump in Westminster
Hall."
The Speaker said he would also be involved in
any invitation to address Parliament's Royal Gallery.
He added: "I would not wish to issue an
invitation to President Trump to speak in the Royal Gallery.
"We value our relationship with the United
States. If a state visit takes place, that is way beyond and above the pay
grade of the Speaker.
"However, as far as this place is
concerned, I feel very strongly that our opposition to racism and sexism and
our support for equality before the law and an independent judiciary are hugely
important considerations in the House of Commons."
Mr Bercow's intervention was welcomed by Labour
leader Jeremy Corbyn, who has called for the state visit to be postponed, while
Lib Dem leader Tim Farron said Mr Trump was "not welcome".
But former UKIP leader Nigel Farage said the
Speaker "should be neutral".**
La eurocámara rechazó el nombramiento de la persona
propuesta por Trump como embajador en la Unión Europea. Pero esto es directo contra
Trump. No deja de ser sorprendente que sea en el país que primero ha buscado la
unión con Trump —las palabras de Theresa May sobre liderar el mundo juntos— en donde reciba esta inmensa bofetada.
Bercow ha dicho que Trump puede ser "invitado" al
país, que eso no es cosa suya, pero que la Cámara de los Comunes es un espacio democrático e igualitario y ha rechazado su "racismo",
"sexismo" y ataques a la "independencia judicial", nada menos. Todo eso, les dice, no puede ser
invocado en la Cámara de los Comunes, el espacio del pueblo.
Se puede viajar a Reino Unido como invitado o como turista;
pero hablar en el parlamento es un honor que no debe recibir alguien cuya
conducta hasta el momento ha sido la mostrada por Trump. Una enorme bofetada en
la mejilla del hombre más poderoso y engreído de la tierra, del más ególatra.
La voz patética del embajador de facto de Trump en el Reino
Unido, Nigel Farage, pidiendo "neutralidad" muestra la pobreza de
argumentos y la falta de sentido ante lo que Trump es y representa.
Las cifras sobre su pérdida de popularidad y refrendo de sus
acciones son ya las peores de cualquier presidente norteamericano en las
primeras semanas de mandato. Ninguno ha suscitado tanto rechazo, allí y en todas
partes. Cuando se lee el "First 100 Days Briefing" elaborado por The New York Times en el que se recoge
el día a día de la presidencia se tiene la duda de estar ante la realidad o
ante una necesaria "Gobierna como puedas", película por rodar.
La relación diaria del periódico, en estos momentos, tiene un
titular imposible, "White House Says Bathrobe Anecdote Is All Wet",
que nos muestra que más allá de las cuestiones esgrimidas por el
"speaker" Bercow con toda seriedad, Donald Trump no logra trascender
las parodias que Alec Baldwin le dedica en Saturday
Night Live. Esta es la historia del "albornoz", tal como la
recoge The New York Times:
White House rejects
robe anecdote
Mr. Spicer denounced The Times’s account, published Sunday night, of the president’s
turbulent adjustment to life in the White House. In particular, he zeroed in on
one detail among a few paragraphs of the story that he insisted were wrong:
that the president has worn a bathrobe while alone in the White House residence.
“That is literally the epitome of fake news,”
Mr. Spicer told reporters traveling with Mr. Trump. “Start at the top. I don’t
think the president owns a bathrobe. He definitely doesn’t wear one.”
The White House staff stocks the official
residence with bathrobes.
Within moments of Mr. Spicer’s comment,
reporters on Twitter posted photos of a much younger Mr. Trump lounging in a
bathrobe.
Mr. Spicer added that the story was “so riddled
with inaccuracies and lies that they owe the president an apology.” He went on,
“Literally, blatant factual errors, and it’s unacceptable to see that kind of
reporting or so-called reporting.”
The overall piece, which described Mr. Trump’s
first two weeks in office as he attempts a dramatic shake-up of a Washington culture
he has never inhabited, was “not an accurate portrayal of what’s really
happening,” Mr. Spicer concluded.***
Hay que leer varias veces la noticia para aceptar que se está
hablando del presidente de los Estados Unidos, el mismo al que no se quiere
dejar hablar en la Cámara de los Comunes, el mismo que amenaza a Irán o prohíbe
la entrada de ciudadanos del mundo en su
nueva Torre Trump.
El "briefing" de los cien días recoge su
afirmación de que todas las noticias que dan cuenta de su pérdida de
popularidad y apoyo son "fake news". También niega estar en manos de
Steve Bannon, el asesor supremacista blanco al que todos apuntan como el
"Rasputin" de Trump, según feliz analogía establecida ya por la
prensa. Su ego le hace insoportable que se hable de él como guiado por otros.
Hace unos días la prensa apuntaba la obsesión de Trump por
las cifras. Tiene clavadas, como es propio de su personalidad, todas aquellas
que le son desfavorables: los casi tres millones de votos más de Hillary
Clinton, las cifras sobre la asistencia a su investidura, etc. y ahora tiene las
negativas de las encuestas, a la que califica como "fake news", como
todo aquello que no le gusta.
La lucha con la realidad, con los hechos, con los números,
etc. será una constante. No va a cejar, haciendo que la posición de los que le
apoyan o tienen que salir a dar la cara por él sea cada vez más complicada. Lo
que queda por delante, en cualquier caso, es de temer.
Bofetadas desde todas las direcciones y de todos los calibres.
* "Los anuncios de televisión de la Super Bowl
cuestionan la política migratoria de Trump" Euronews 6/02/2017
http://es.euronews.com/2017/02/06/los-anuncios-de-television-de-la-super-bowl-cuestionan-la-politica-migratoria
**
"Speaker Bercow: Trump should not speak in Parliament" BBC 6/02/2017
http://www.bbc.com/news/uk-politics-38884604
*** First
100 Days Briefing "White House Says Bathrobe Anecdote Is All Wet" The
New York Times 6/02/2017
https://www.nytimes.com/2017/02/06/us/politics/donald-trump-administration.html?hp&action=click&pgtype=Homepage&clickSource=story-heading&module=first-column-region®ion=top-news&WT.nav=top-news
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