Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Trump
es un agujero negro que todo lo absorbe. Ocurra lo que ocurra es el centro de
atracción fatal que desplaza sobre él el foco de atención. Su mundo es suyo y el
de los demás también. Está de forma constante en boca de personas, parlamentos,
manifestantes de todo el mundo. Se cuela hasta en los recuerdos, como cuando
ayer, viendo Citizen Kane en nuestro
cinefórum, Charles Foster Kane le dice a Jedediah Leland (Joseph Cotten),
"you're fired", y te descoloca la película que se te reordena conforme
a otros criterios más de actualidad.
Alguien
debió pensar hace entre 15 y 20 años, que era una buena idea que Donald Trump,
el magnate y hombre mediático con afán de protagonismo, analizara la obra
maestra de Orson Welles, la historia de otro magnate, Charles Foster Kane,
basada en la de otro magnate real, William Randolph Hearst. A quien se le
ocurriera le debemos un interesante documento: Trump analizando a Kane, de
magnate a magnate.
En casi
tres minutos y medio, Trump nos habla de "Rosebud", la palabra más
significativa del cine, en su definición. Nos dice que la película trata sobre felicidad
y la infelicidad; la "acumulación" y cómo cuando has acumulado todo
lo posible, te das cuenta entonces que no "no necesariamente es todo positivo".
"Aprendemos", dice "que la riqueza no lo es todo", que se
puede ser rico y no ser feliz. La mesa a la que se sientan Kane y su esposa,
señala, se va haciendo más grande como señal de su riqueza pero también como
signo de su distanciamiento: a mayor riqueza, mayor distancia. Tras mover la
cabeza, Trump aporta su primera referencia personal: "Quizás puedo
entender esto", señala. La relación que tenían no era buena para ellos, explica, aunque ella obtuviera "beneficios". "En la vida real", dice
Trump, "creo que la riqueza te aísla de la gente. Es un mecanismo de
protección. Levantas la guardia mucho más de lo que lo harías si no tuvieras
riqueza". Trump ya no está hablando de Kane, sino de sí mismo, tema
central de sus discursos.
La
caída de Kane, dice, no es una caída financiera, sino personal. Ha sido un gran
ascenso y una modesta caída (modest fall), pero una caída al fin y al cabo.
Trump habla sobre la palabra que ha cautivado, dice a los cinéfilos del mundo,
"rosebud". Otra palabra que significara lo mismo, concluye, no habría
sido igual: "Rosebud works!".
Hasta
ahí las respuestas están preparadas. Una voz en off le pregunta: "Si
pudieras darle un consejo a Charles Foster Kane, ¿qué le dirías?". La
respuesta de Trump es fascinante: "consíguete una mujer diferente"
(get yourself a different woman).
Fascinante es también el término que utilizó para
referirse a esa misma frase de Trump el periodista, historiador y cineasta Will
Rabbe, con experiencia en la investigación de la personalidad de los políticos
a través de reportajes y documentales. Y realmente lo es.
Tras
analizar que la acumulación de riqueza o de poder no tienen efectos solamente
positivos, tras señalar que la riqueza produce distanciamiento, te aleja de los
que quieres, la respuesta final de Trump
es sencilla y reveladora: "búscate otra mujer". Es la subversión de
todo el mensaje de la película. No importa que estés distante porque seas rico
y poderoso; no importa que te falte el amor o hayas perdido la infancia.
Consíguete una mujer cuando la que tienes no "funciona". Y repite la
operación siempre que sea necesario. Creo que sí, que "fascinante" es
la palabra. El mensaje es no dejes de acumular y si alguien se molesta,
"you're fired!", lo que incluye a amigos, esposas y todos los que
sean un obstáculo. Siempre puedes conseguir otros si eres poderoso. Este razonamiento, llevado a la política tiene sus complicaciones, como estamos viendo.
Esa
expresión, "you're fired!", es la que Trump hizo suya a través de su popular "reality".
Él era el jefe, quien tiene siempre la última palabra, quien decide. Y esa
decisión implica una superioridad sobre los otros que deben aceptarla. Han
circulado miles de gráficos con un Trump deleitándose en esa "f" de
"fired", prolongada como un placer sádico.
Su
forma de entender el mundo le lleva a la rabia de Charles Foster Kane cuando su esposa descubre
que bajo la capa de falsa amabilidad para evitar que ella se vaya no hay más
que egoñismo y frustración porque sus planes no se cumplen. Kane no ama. Y
Trump lo entiende: ¡consíguete otra mujer! Puede que tu riqueza te impida amar,
pero te permite seguir consiguiendo mujeres.
Quizá
recuerden ahora las famosas filtraciones de la conversación grabada a Trump y
que él calificó como "conversaciones de vestuario". 'You can do anything' cuando eres rico,
poderoso, famoso.
El
diario The Guardian recogía así el escándalo producido:
Donald Trump was hit by an outraged backlash
from allies and opponents alike after a tape emerged of the Republican
candidate bragging about using his fame to try and “fuck” women and groping them
without waiting for their consent.
“When you’re a star they let you do it,” Trump
says in the recording, which was obtained by the Washington Post and released
on Friday. “You can do anything.”
Trump, in a 2005 conversation with a television
host that was caught on a live microphone, describes a failed seduction,
saying: “I did try and fuck her, she was married,” and says that when he meets
beautiful women he feels able to “grab them by the pussy”.
“You can do anything,” he tells Billy Bush, the
TV host who is a cousin of George W and Jeb Bush.*
Cuando esto
salió a la luz, Trump usó sus disculpas de siempre: " “Anyone who knows me
knows these words don’t reflect who I am. I said it. I am wrong. I
apologize.”* Pero es la misma forma en que Kane se disculpaba, una estrategia
para poder seguir haciendo lo que quería.
La interpretación que Trump hace de la vida de Kane es
peculiar, como no podía ser de otra manera. El hecho de que se le pidiera que
analizara aspectos del filme de Orson Welles ya es interesante porque quien lo
hizo buscaba los paralelismos con una persona que vive de acumular poder y riqueza.
Trump dice comprender que eso conlleve la pérdida de muchas otras cosas. Pero,
no hay problema, se pueden comprar.
La obsesión por las cantidades, por tenerlo todo o por
aparentar tenerlo todo bajo control es patológica en Trump y confirma su rabia
cuando las cosas se le escapan o no consigue obtenerlas en la forma que él
quiere. The Washington Post recoge su choque telefónico con el primer ministro
australiano:
At one point, Trump informed Turnbull that he
had spoken with four other world leaders that day — including Russian President
Vladimir Putin — and that “this was the worst call by far.”
Trump’s behavior suggests that he is capable of
subjecting world leaders, including close allies, to a version of the vitriol
he frequently employs against political adversaries and news organizations in
speeches and on Twitter.**
Más adelante señala el diario:
Even in conversations marred by hostile
exchanges, Trump manages to work in references to his election accomplishments.
U.S. officials said that he used his calls with both Turnbull and Peña Nieto to
mention his election win or the size of the crowd at his inauguration.
One official said that it may be Trump’s way of
“speaking about the mandate he has and why he has the backing for decisions he
makes.” But Trump is also notoriously thin-skinned and has used platforms
including social-media accounts, meetings with lawmakers and even a speech at
CIA headquarters to depict his victory as an achievement of historic
proportions, rather than a narrow outcome in which his opponent, Hillary
Clinton, won the popular vote.**
Su carácter no admite un enfrentamiento, como le ocurre con
el primer ministro australiano o el mejicano. Las fuentes oficiales han
desmentido la información aparecida en México según la cual había amenazado con
enviar militares a por los "bad men" que no consiguen controlar allí.
Probablemente no sea verdad, pero lo importante es que a muchos no les habría
extrañado.
Hemos insistido mucho en lo que supone para su ego haber
tenido tres millones de votos menos que Hillary Clinton. Su mente no lo puede
aceptar y miente, como señala el periódico o trata de negarlo mediante la
acusación de fraude electoral. Sencillamente, no lo puede admitir. Igualmente,
las fotos que demuestran que hubo más gente en la Marcha de las Mujeres que en
su toma de posesión pueden convertirse en una obsesión que le haga despertarse
con pesadillas. La insistencia demuestra la obsesión.
Kane podía comprar todo. El consejo de Trump es que lo
hagas. Pero hay muchas cosas que se le van a resistir. Entonces su furia se
desatará, como Kane destrozó la habitación. Y alguien tendrá que pararle.
Preferiblemente los que le han puesto allí.
*
"'You can do anything': Trump brags on tape about using fame to get
women" The Guardian 8/10/2017
https://www.theguardian.com/us-news/2016/oct/07/donald-trump-leaked-recording-women
** "No
‘G’day, mate’: On call with Australian prime minister, Trump badgers and
brags" The Washington Post 1/02/2017
https://www.washingtonpost.com/world/national-security/no-gday-mate-on-call-with-australian-pm-trump-badgers-and-brags/2017/02/01/88a3bfb0-e8bf-11e6-80c2-30e57e57e05d_story.html?hpid=hp_hp-top-table-main_trumpaustralia-815pm%3Ahomepage%2Fstory&utm_term=.ae5e1be6c72d
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