Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
divorcio continúa siendo un hecho complejo en Egipto, como lo suele ser en
cualquier lado. Pero se complica más de lo que ya es cuando se percibe de una
forma alejada de la realidad, es decir, de aquellos que lo viven y, especialmente, cuando se
produce una gran asimetría en el reparto de las cargas y consecuencias,
derechos, etc.
Comentábamos
aquí hace unos días la peculiaridad de la ley egipcia en la que, no contenta
con acumular desigualdades en contra de las mujeres, el hombre tiene la
capacidad de iniciar el proceso y concluirlo sin que la mujer llegue a
enterarse [ver entrada Por cierto]. Pero tan sorprendente procedimiento tiene,
como no podía ser de otra manera, el beneplácito de la doctrina inspiradora de los
principios religiosos.
La
prensa recoge estos días los conflictos entre la presidencia y los eruditos de
la Universidad de Al-Azhar, que es de donde debe salir el beneplácito religioso
de las leyes, lo que ocurre desde el momento en el que Egipto se obligó a que
las leyes del país se inspiraran en la Sharia. Al presidente al-Sisi le parece
que hay demasiados divorcios en Egipto y eso le parece mal. Mada Masr nos
cuenta el enfrentamiento entre la presidencia y Al-Azhar a cuenta de otra fórmula,
que es el "divorcio verbal", es decir, sin documentación:
During a speech at the Police Academy on
January 24, Sisi referenced a 2015 report published by the Central Authority
for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS), highlighting Egypt’s
burgeoning divorce rates. 2015 saw a 10.8 percent increase in the number of
divorces, reaching almost 200,000 cases compared with approximately 180,000 the
previous year. Calling divorce a threat to social stability, Sisi proposed
enacting a law to end the practice of verbal divorce.
When it comes to issues of marriage and
divorce, Egypt follows Islamic Sharia law, which is primarily weighted in favor
of men. Women must stipulate in the marriage contract that they are able to
divorce, otherwise the case must go through a court entailing a lengthy
judicial process.
Verbal divorce refers to undocumented divorce,
which is often used by men in an attempt to pressure women into giving up
alimony rights. Sisi’s plan to eliminate verbal divorce is predicated on the
notion that forcing men to divorce their wives through the court would
encourage both sides to treat divorce more seriously, reducing divorce rates.
Addressing Al-Azhar’s Grand Sheikh Ahmed
al-Tayyeb, the president asked, “Can’t we issue a law saying that no divorce
should take place, except before a court?” He suggested that this would
encourage people to think more about their decisions, and prevent divorce from
becoming nothing more than a phrase said by a man to a woman. “What do you
think, Grand Sheikh? You are giving me a hard time,” he asked Tayyeb in jest.
However his request elicited a serious response
from Al-Azhar, as indicated by the statement issued by the Council of Senior
Scholars on Sunday. The council, which is the institution’s highest authority
made up of 22 clerics, unanimously rejected Sisi’s call. The statement
highlights that verbal divorce is Sharia-compliant, posing that changing
Egypt’s divorce laws is not the right approach to countering rising divorce
rates.*
Es una lástima que el enfoque, como le dicen los clérigos,
sea tan deficiente por parte d ela presidencia. Si la forma de reducir el
número de divorcios es aumentar las dificultades para hacerlo, lo único que se
consigue es aumentar el sufrimiento de aquellos que lo padecen en mayor medida
por la asimetría antes señalada, las mujeres.
El sistema es profundamente patriarcal y por ello reduce la
decisión de la mujer. Que las mujeres firmen en el contrato matrimonial la
aceptación del divorcio, solo sirve para dejar en manos del marido toda la
decisión, cuando y como le plazca. Es él quien decide a su santa voluntad
(nunca mejor dicho) el divorcio. Puede iniciar el proceso y terminarlo sin que
la mujer se entere de nada.
Causó irritación entre los sectores que defiende a las mujeres
en este universo patriarcal la reforma de la ley presentada que permite que si
la mujer divorciada, con los hijos a su cargo obligatoriamente hasta una edad
fijada, se vuelve a casar pierda los hijos en favor del marido (que puede estar
casado) y no, como estaba antes, en custodia con la abuela materna.
Si al presidente al-Sisi le preocupa el número elevadísimo
de divorcios, lo que debe hacer es tratar de evitar las causas, no dificultarlo.
Con eliminar facilidades, lo único que se consigue es que la situación de las
mujeres sea más precaria.
Tal como está entendido el divorcio y con las facilidades
dadas al hombre, puede que muchos se produzcan por la frivolidad del marido.
Pero ocurre que las causas de sufrimiento de las mujeres son también
importantes y deben ser tenidas en cuenta. Pero el foco se desplaza, como
siempre, hacia el hombre.
La respuesta de los clérigos de Al-Azhar solo podía ser la
dada: el divorcio verbal es acorde a la Sharia y punto. Por definición, si es
acorde a la ley islámica no solo es bueno sino que es "perfecto",
pues de otro modo no sería ajustado a la ley. Es el mismo círculo vicioso de
siempre, el que sirve para que nada cambie.
Lo triste es que el reformismo del presidente no es tal, no
hay ningún progresismo en su propuesta, sino solo obstruccionismo a los hechos
de la realidad. No es el documento requerido el que hace felices o
desgraciados, sino las causas. Una vez más, el presidente trata de combatir los
efectos sin entrar en las causas, que es donde debería entrar. Pero las causas
en una sociedad machista son siempre los defectos naturales femeninos. En cierto sentido, el matrimonio se percibe de
forma doble como una obligación social para tener hijos, por un lado, pero por
otro para evitar que existan mujeres a su aire, por decirlo así. Cada una debe
tener siempre un "guardián", que es primero el padre, luego el
marido, a quien se le cede, y después tíos, hijos o hermanos, que deben asumir
la responsabilidad para evitar los desastres
de las mujeres desatadas sobre el honor familiar.
Son muchos los condicionantes de la infelicidad en el
matrimonio en todas partes, pero si se permiten matrimonios tempranos o la vida
de la mujer se supedita a la voluntad del marido, es lógico que se produzcan
frustraciones y situaciones de infelicidad y de violencia.
Ya hemos hablado en ocasiones del movimiento de las mujeres
divorciadas, que han dejado de considerarse parias, sujetas al desprecio y al
acoso por parte de la sociedad, y que han empezado a reivindicarse como
personas con derecho a tener una vida y unos derechos más allá del divorcio.
Quizá lo que esté preocupando más a al-Sisi son los efectos que todas esas
mujeres puedan tener.
Un divorcio no es una situación de felicidad, pero tampoco
lo es el camino que lleva hasta él. La idealización de la familia no es buena
porque conlleva la ocultación del sufrimiento y una generalizada insensibilidad
social bajo la máscara de la hipocresía. Si además el divorcio es una forma desequilibrada
en favor del hombre, que pasa a tener la sartén por el mango, y cuyo prestigio
se mantiene intacto mientras que con las mujeres ocurre lo contrario, el
desastre social está garantizado. Las cifras son el efecto de la desastrosa
situación. Impidiendo los divorcios no se arreglan las situaciones de conflicto.
Frente al enfoque estadístico y político del presidente
egipcio está el humano, el de sacar a la luz las historias de lo que ocurre
tras los divorcio. Ya hablamos en su momento de la aparición de algunas páginas
de en las que habían comenzado a expresar la difícil vida tras el divorcio.
Daily News Egypt
nos trae información sobre otra "polémica" publicación referida al
divorcio. Se trata esta vez de un libro de "cuentos", basados en la
realidad, que recogen las historias de 13 mujeres divorciadas:
Over the past few years, we have licensed to
some terrifying statistics about the rapidly increasing numbers of divorce
cases. The Central Agency for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS)
recently estimated one divorce is filed every four minutes.
Although divorce is considered a mutual
responsibility between husband and wife in many countries, women are still
blamed for it in Arab societies.
Aiming to shed light on women’s suffering
before and after divorce, Marsel Nazmy and Doaa Helmy released their first
short story collection, titled “I Want a Divorce” that generated waves of
criticism and praise on social media because of its courageous way of tackling
such a sensitive issue. The book was released at the Cairo International Book
Fair and a signing party was held on 5 February to discuss the different
stories mentioned in the book.
“The
whole thing started a year ago when Doaa and I decided to write something about
Egyptian women,” said Nazmy, the co-author of the book. “When Doaa suggested
publishing a short story collection about divorce, I was drawn to the idea
because it tackles the suffering of thousands of women from different
educational and social backgrounds,” she added.
As journalists in Al-Bawaba News, the two
writers usually receive complaints regarding different family problems and
their relevant legal procedures. Such experiences have helped them come closer
to women’s struggles to get a divorce. Through the sentences of the book, the
reader relates to a story or two as they depict the psychological and physical
suffering of many women in our society.**
El mismo de que haya generado protestas o malestar nos
indica el clima de hipocresía que rodea a las mujeres divorciadas. ¿No se
puede/debe hablar de ello? Sí, pero falta la costumbre de enfrentarse a los
problemas y es molesto.
Hablamos en algún escrito anterior del problema de las
Ciencias Sociales en la Academia egipcia, cómo se estaban muriendo por auto
censura y por censura a secas. Nadie quiere ver la realidad de lo que ocurre y
prefiere atacar al mensajero, al que les diga que los problemas existen. Las
cifras de Egipto son escandalosas no solo por los divorcios, sino por muchas
otras que afectan a las mujeres, desde la mutilación genital —cuyo día para
protestar y hacer tomar conciencia se ha celebrado en esta semana— hasta el
acoso, pasando por los matrimonios infantiles, etc.
Que cause escándalo un libro de relatos no deja de ser sintomático.
Pero lo que ha cambiado ha sido la actitud de las mujeres. Ahora se busca la
visibilidad de los problemas. En este sentido, son las mujeres egipcias —una
parte de ellas— las que van tomando conciencia de la importancia de no ocultar
los problemas, sino de sacarlos a la luz. Si a la sociedad machista le da
vergüenza, peor para ella. En este sentido, la revolución de enero de 2011 fue
importante para las mujeres por más que la parte masculina haya defraudado
mucho. Las mujeres se han dado cuenta que deben resolver sus problemas sin
esperar demasiado de las iniciativas de las instituciones, que nos precisamente
ejemplares en este sentido.
Hace dos días, Ahram
Online nos contaba las andanzas del diputado Ilhami Agina, esta vez
enfrentado al Comité de Ética del Parlamento. Ha sido llevado allí, como
recordarán, por sus peticiones y afirmaciones sobre las mujeres:
Sources said Agina told the committee that his
statements which were published and broadcast by the media were not meant to
insult Egyptian women.
"They were just meant to keep public
morals in Egypt intact, help families monitor the manners and conduct of their
daughters, and stem the tide of customary marriages on university
campuses," Agina was quoted as saying by the source, adding that "if
any of my statements were misunderstood, I apologise for them because they were
never meant to direct insults to women.”
In August last year Agina told reporters that
the country needed female genital mutilation, a widespread though banned
practice, because the country’s men were too “sexually weak” to control women
without such measures.
In October he made the comment about virginity
tests for students, arguing that the practice could stem the tide of urfi
marriages on campus. Urfi marriages are civil unions that are not registered by
the state. Although legal, they are considered improper by many due to their
usually secretive nature.***
Veremos que opina el Comité sobre el "populista" Agina.
Al pedir exámenes de virginidad para el ingreso de la mujeres en la Universidad,
que se dejen mutilar por el bien de los hombres egipcios, etc. Agina no es un
excéntrico sino un incómodo portavoz de la mayoría silenciosa. Ilhami Agina
dice lo que piensan la mayoría de los hombres del país (con un 85% de
mutilación genital, ¿qué otra cosa se puede pensar?), pero se mantiene en esa
zona no publicitada pero consentida y hasta exigida.
La cuestión del divorcio y otras formas de violencia contra
las mujeres hace emerger la necesidad de una investigación social que profundice
en los problemas para conocerlos y proponer algún tipo soluciones, ayudas,
prevenciones, etc. Pero se prefiere el silencio con los efectos que se
constatan cada día.
La Revolución sirvió para que muchas mujeres salieran a la
busca de su identidad perdida, fueran conscientes del sistema en el que se
encontraban encerradas y definidas y trataron de salir a la luz. En muchos
casos, perdieron el miedo y la vergüenza y comenzaron a contar sus historias, a
darles formas de relatos, obras de teatro, filmes, documentales, reportajes, sitios
web o simples paseos en bicicleta por las
ciudades para demostrar que no tenían miedo a los machos al volante.
Esa visibilidad es una ayuda para salir de la soledad del
silencio, dejar de vivir en la creencia de que lo que les ocurre es único y
castigo por una culpa.
En este sentido, nos alegramos profundamente de la aparición
de un libro, otro, en Egipto. Es el que recoge la labor extraordinaria, en lo
artístico y lo valiente, de la dibujante egipcia Doaa Eladl, una voz clara
contra la violencia y la discriminación de las mujeres. La obra de Eladl se
titula "50 dibujos y más sobre la mujer" y será presentada en El Cairo
el 23 de febrero, en la Universidad Americana de El Cairo. De corazón, estaremos allí.
Desde aquí nuestra enhorabuena, no solo por el libro sino
por la extraordinaria labor artística y social en defensa de las mujeres,
realizada día a día desde las páginas del periódico que publica sus
excepcionales viñetas. Cada día es mayor su reconocimiento internacional, su proyección hacia el exterior haciendo visible la situación de la mujer en Egipto y en el mundo árabe. Los premios se acumulan
De nuevo salvan a Egipto las extraordinarias personas que valientemente
son capaces de mantener su independencia y de dedicar su trabajo a movilizar
las conciencias para que se salga del estancamiento o evitar que se retroceda como efecto
del conservadurismo social y político que vemos desde todas las instituciones. Es en ellas y en quienes les apoyan en donde está el verdadero futuro.
Con riesgo y sin miedo, son muchos los que no miran por
ellos sino por los demás intentando que salgan los problemas a la luz. El libro
de cuentos sobre las mujeres divorciadas y sus penas o los dibujos de Doaa
Eladl son muestra de ello.
*
"Tensions arise between Al-Azhar and presidency over verbal divorce
debate" Mada Masr 7/02/2017
http://www.madamasr.com/en/2017/02/07/feature/politics/tensions-arise-between-al-azhar-and-presidency-over-verbal-divorce-debate/
** "I
Want a Divorce tackles women’s struggles in Egyptian society" Daily News
Egypt 8/02/2017
http://www.dailynewsegypt.com/2017/02/08/want-divorce-tackles-womens-struggles-egyptian-society/
***
"Egyptian MP who called for student virginity tests apologises for
'misunderstanding': Source" Aharam Online 7/02/2017
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/257777/Egypt/Politics-/Egyptian-MP-who-called-for-student-virginity-tests.aspx
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